Como ya comenté antes en el hilo sobre el memorando von Seydlitz, quisiera hacer referencia a la orden de retirada de la 94.ª I.D.
Veamos que dicen los diferentes historiadores al respecto.
Anthony Beevor, Stalingrado:
"En la noche del 23 de noviembre, Seydlitz ordenó a la 60ª división de la infantería motorizada y a la 94ª división de infantería que quemaran los almacenes y volaran sus posiciones, y luego abandonaran las posiciones en la zona norte de Stalingrado. 'En miles de incendios rápidamente provocados –escribió el oficial de intendencia de la 94ª división de infantería- quemaron abrigos, uniformes, botas, documentos, mapas, máquinas de escribir así como alimentos. El general quemó personalmente su propio equipo'. El Ejército Rojo, alertado por las explosiones y las llamas, acorraló a la debilitada división al descubierto cuando se retiraba de Spartakovka y le inflingió casi mil bajas. La formación vecina, la 389ª división de infantería en la planta de tractores de Stalingrado también sufrió en la confusión.
Hitler, furioso al saber de esta retirada, culpó a Paulus. Para impedir cualquier nueva desobediencia de sus órdenes, tomó la extraordinaria decisión de dividir el mando en el Kessel. El general Von Seydlitz, al que creía capaz de una resistencia fanática, fue hecho comandante en jefe de la parte nordeste del Kessel, incluida la misma Stalingrado." (1)
William Craig, La batalla por Stalingrado:
"Mientras se transmitía este mensaje, uno de los generales de Paulus, Seydlitz-Kurzbach, intentaba una retirada no autorizada del Volga. Ordenó a la 94.ª División de Infantería que abandonara su sector en el rincón nordeste de la bolsa. El propósito de dicho plan consistía en provocar la marcha rápida de las unidades alemanas próximas en retiradas similares, lo cual, a su vez, forzaría a Paulus a ordenar un éxodo desde el Kessel. [...]
Al amanecer, la 94.ª División dejó de existir. Y lo que es peor, el plan del general Seydlitz-Kurzbach salió al revés. Otras unidades alemanas conservaron sus posiciones y la anticipada huida en masa hacia el este no se llevó a cabo. [...]
La acción unilateral de Seydlitz-Kurzbach conllevó otras imprevistas y trascendentales consecuencias Desde el interior de Stalingrado, un radiotelegrafista de la Luftwaffe radió directamente a Hitler, en Rastenburg, la noticia de la retirada no autorizada y de la destrucción de la 94.ª División. Pero nadie se molestó en decírselo a Paulus, situado sólo a menos de treinta kilómetros de la tragedia.
La noticia provocó la cólera de Hitler. Despotricando contra Paulus por desobedecer sus instrucciones de mantenerse sobre el terreno, resolvió acabar con cualquier futura insubordinación. [...]
Tras dos días tensos de frenéticas comunicaciones, el Führer había alcanzado un increíble veredicto. Negó a Paulus cualquier libertad de movimientos o decisión. [...]
A continuación, el Führer volvió su atención hacia Paulus. Ignorando aún la insubordinación del general Seydlitz Kurzbach, envió otra brusca transmisión a Gumrak:
Radiomensaje (urgente) desde el grupo de Ejércitos B.
Número 1422 a CG VI Ejército
El Führer desea que, a causa de su decisiva importancia para el VI Ejército, la parte norte de la zona fortificada de Stalingrado... sea puesta bajo el mando de un comandante militar. Este comandante será responsable ante el Führer de que dicha zona fortificada sea conservada a cualquier precio. El Führer, por ello, ha encargado al general de Artillería Von Seydlitz... dicha responsabilidad. Esto no afectará a la responsabilidad global del comandante en jefe del VI Ejército...
Ahora Paulus conocía ya el desastre causado por Seydlitz-Kurzbach. Pero por alguna razón inexplicable, rehusó contarle a Hitler que el hombre en quien confiaba actualmente le había desafiado."(2)
Stephen Walsh, Stalingrado 1942-1943: El cerco infernal:
"Mientras Paulus esperaba, Seydlitz trató de forzarle ordenando a l a94.º División, en el extremo nordeste del perímetro, que se retirase. Parece indudable que Seydlitz trataba de obligar a Paulus a ratificar lo que no era más que un motín. Pero no lo consiguió. Cuando la 94.ª abandonó sus posiciones sufrió un rabioso contraataque soviético. Los soldados alemanes se rezagaron combatiendo toda la noche del 23 de noviembre pero a las 8:38 h del día siguiente, Hitler selló el destino del 6.º Ejército junto al Volga. Declaró que el '6.º Ejército adoptará una defensa en erizo... se mantendrán las actuales líneas de frente en el Norte y en el Volga a cualquier precio... los suministros se enviarán por vía aérea.' La suerte estaba echada. Mientras el puente aéreo comenzaba, se desarrollaba una escena bufa. Hitler, furioso el enterarse del repliegue de la 94.ª División, y de los preparativos oficiosos del 6.º Ejército para romper el cerco, sospechando de Paulus, le ordenó que pusiera el norte de Stalingrado bajo el mando especial de Seydlitz." (3)
Walter Görlitz, Stalingrado y yo:
"La noche del 23 de noviembre de 1942, el comandante en jefe del LI Cuerpo de Ejército, general de Artillería Von Seydlitz-Kurzbach, que entre todos los comandantes del Sexto Ejército fue quien más vivamente abogó por el rompimiento del cerco, incluso contraviniendo las órdenes del Grupo de Ejércitos y del Cuartel General del Führer, obligó a su cuerpo a replegarse a la región de Jersovka, sin informar previamente al mando del Ejército. Durante esta operación, la 94 División de Infantería fue alcanzada y aniquilada por el enemigo.
Al día siguiente su jefe de Estado Mayor informaba al Ejército de este movimiento e intentaba justificarlo alegando que con ello pretendían facilitar al comandante supremo la orden de retirada. [...]
A las nueve de la noche del 24 de noviembre de 1942, el Alto Mando del Ejército transmitió una nueva orden de Hitler, en plena ignorancia del osado movimiento ordenado por el general Von Seydlitz-Kurzbach. Al comandante en jefe del LI Cuerpo de Ejército le fue conferido el mando sobre las unidades que luchaban en los frentes Norte y Este del cerco, es decir, de aquellos frentes que debían ser los primeros en replegarse si el Mando del Ejército quería agrupar antes sus unidades para romper el cerco, con la observación de que el comandante en jefe era responsable directamente ante el Führer de la resistencia en dichos frentes, sin por ello anular la responsabilidad del comandante en Jefe del Ejército." (4)
Antes de entrar de lleno a analizar la acción, hay algunas cosas a resaltar en los anteriores extractos. Es extraño, por ejemplo, que Craig afirme "...y la anticipada huida en masa hacia el este..." cuando la ruptura debía ser efectuada en dirección suroeste. Görlitz también parece cometer un error en la datación de la orden de Hitler, cuando afirma "A las nueve de la noche del 24 de noviembre de 1942, el Alto Mando del Ejército transmitió una nueva orden de Hitler..." En ese mismo libro, Paulus afirma que la recibió el día 25, tal como se ha comprobado anteriormente en las memorias de von Seydlitz..
Como vemos, hay multitud de versiones de lo que aconteció, en referencia de los motivos y posteriores consecuencias. En estos casos es mejor acudir a la fuente original, para saber la opinión del principal implicado, von Seydlitz-Kurzbach, y Joachim Wieder, en su libro Stalingrado, hace referencia a ello, basándose en los testimonios directos del general de Artillería:
"En la firme confianza de que se procedería a la ruptura inminente y que eran de esperar las decisiones adecuadas del mando del Ejército, cuyo estado mayor siguió permaneciendo al principio en la orilla occidental del Don, el general von Seydlitz ordenó la retirada de una cuña que avanzaba de forma muy peligrosa hacia el Volga, en el ángulo nordeste de su sector frente. Fueron puros motivos militares los que lo impulsaron a tomar esa medida. Después que -¡demasiado tarde ya!, la masa del XIV Cuerpo Acorazado había sido retirada de allí para asegurar el flanco norte del Ejército contra la grave amenaza enemiga, el LI Cuerpo había recibido la misión de hacerse cargo también de los 30 kilómetros de frente que iban desde Spartakovka hasta la zona de Kotluban. Aquello significaba casi una duplicación de la longitud de la línea de defensa existente hasta entonces. El hueco no podía ser cerrado en modo alguno de una manera eficaz por las oprimidas y extenuadas divisiones –sólo estaban disponibles la 60 División de Infantería (motorizada) y la 94 División de Infantería totalmente diezmada-. Ésa fue la causa de que el ala interior de aquellas dos unidades, que no habrían estado en situación de poder sostener aquel frente tan alargado y tan expuesto, retrocedieran para colocarse en una acortada posición en cuerda, con lo que el sector que había que defender quedara reducido unos 15 kilómetros." (5)
¿Por qué actuó de por cuenta propia von Seydlitz? Seydlitz creía, y era lo lógico, que en breve se permitiría la ruptura del cerco, y por ello ordenó a sus unidades retirarse a posiciones en las que no existían defensa invernales, ya que suponía que aquella medida era temporal, y la ruptura inminente, y dio la orden de retirada para evitar que sus tropas fueran arrolladas por el Ejército soviético al tener que defender un sector demasiado amplio. ¿Un precio demasiado alto? Puede que sí, pero la posterior línea de defensa que se creó, reducida en 15 Km. sí que resistió hasta el ineludible final.
Walter Görlitz, afirmaba en el texto anterior:
"Al día siguiente su jefe de Estado Mayor informaba al Ejército de este movimiento e intentaba justificarlo alegando que con ello pretendían facilitar al comandante supremo la orden de retirada." Ahí tiene razón porque eso es lo que el coronel Clausius comunicó al VI Ejército después de ejecutarse la orden, pero como von Seydlitz afirma en su memorias, las razones fueron otras, y el motivo primordial el acortamiento de la zona defensiva. Más tarde también se tuvieron que realizar este tipo de retiradas estratégicas para economizar hombres y tropas. Al respecto son especialmente críticos Schröter y Doerr, aunque este último rectificó finalmente sus críticas, según Joachim Wieder.
En las memorias de von Seydlitz, podemos leer al respecto, que el 19 de noviembre se emprendieron medidas para contrarrestar la ofensiva del Ejército Rojo, que empezaron el 22 de noviembre. Traduzco las partes del alemán que nos interesan:
"[...] 3. Toma de todo el frente Norte del XIV Cuerpo Blindado (Hube) por parte de mi LI Cuerpo de Ejército, -adicionalmente a mi parte hasta ahora del frente de la ciudad del Volga-, exceptuando 3 Km. hacia el Este de Kolutban, que correspondían al VIII Cuerpo de Ejército (Heitz).
4. La totalidad de mi nuevo frente abarcaba a partir de ahora: a) el hasta ahora frente del Este (aproximadamente 15 Km. de extensión) con cinco Divisiones: 295.ª I.D. (Korfes), 100.ª JD (Sanne), 79.ª I.D. (Schwerin), 305.ª I.D. (Steinmetz), 389.ª I.D. (Magnus); b) El nuevo frente del nordeste (con una extensión aproximada de 30 km) con dos divisiones: 60.ª I.D. (mot.) (Arenstorff) y 94.ª I.D. (Pfeiffer). [...]
Ese frente, especialmente el saliente de Lataschamka, fue tomado en agosto/septiembre por el XIV Cuerpo Blindado, y ahora conservado y defendido bajo difíciles combates defensivos. A última hora fue defendido por cuatro divisiones, la 94.ª I.D., la 16.ª Pz. D., la 3.ª I.D. (mot.) y la 60.ª I.D. (mot.). Con la toma por parte de mi Cuerpo, me fueron sustraídos dos de las antiguas Divisiones de primera fila, la 16.ª Pz.D. y la 3.ª I.D. (mot.). Ahora tenía que arreglármelas con una división y media para cubrir el nuevo frente de 30 Km., la 60.ª I.D. (mot.) la 94.ª I.D. La situación de ambas divisiones marcaba la nueva zona en la toma de este frente tras medidas especiales. Mientras que la 60.ª I.D. (mot.) aun se hallaba en condiciones aceptables de lucha, la 94.ª I.D. sólo disponía de la mitad de su valor como infantería de combate. El por aquel entonces Ib de la 94.ª I.D., Günter Toepke, escribió sobre esto en su libro Stalingrad, wie es wirlich war: 'La división estaba tan exhausta, que en promedio, sólo quedaba una cuarta parte o aun menos de su fuerza de combate. Los restos de las compañías habían luchado interrumpidamente día y noche desde hacía cuatro meses. El estado físico de los granaderos y zapadores era lamentable.'
Consideré totalmente imposible resistir en el nuevo frente de 30 Km. desde Gorodischtsche hasta 3 Km. al este de Kotluban, sólo con la división y media que quedaba. Cualquier refuerzo de las dos divisiones era imposible. [...]
Mi jefe de Estado Mayor, el coronel Clausius y yo, vimos la solución de esa delicada misión sólo con el acortamiento considerable del frente, con la retirada del tan expuesto saliente de Lataschamka. Eso significaba un recorte efectivo de entre 10 y 20 Km. A la 94.ª I.D. le correspondían 8 Km. y a la 60.ª I.D. aproximadamente 12 Km. Las dos Divisiones podían permanecer con sus alas inalterables y solo necesitaban retirar la parte central (la 94.ª I.D. más o menos 4,5 Km. y la 60.ª I.D. aproximadamente 3,5 Km.). El recorte tendría además la ventaja, que una nueva línea defensiva con artillería era más favorable de ser defendida que el antiguo saliente. Esa ventaja saltaba a la vista. [...]
Posteriormente, no es para mí del todo comprensible, por qué mi jefe de Estado mayor, el coronel Clausius, no comunicó a tiempo nuestras intenciones y medidas. Con respecto a ello no hubo ningún motivo en mi opinión. No hubo ningún acuerdo entre los dos sobre ello. De ningún modo es correcta la versión, que hubiera querido llevar con la retirada del saliente de Lataschamka a la ruptura del Ejército hacia el Oeste, ¡eso es una fábula! Ya sólo con la idea de que se podía realizar con la separación del extremo de una posición y la retirada de partes de una única división, es militarmente absurdo." (6)
Esta es la versión que da von Seydlitz sobre la orden de retirada de la 94.ª I.D. y la 60.ª I.D. (mot.) muy diferente a la que los historiadores hasta ahora nos habían mostrado. Ya sabemos que las memorias, tienen como objetivo en casi todos los casos, exculparse de errores pasados y evitar responsabilidades incómodas, pero en este caso, creo que los argumentos expuestos, resultan bastante convincentes, en comparación por ejemplo, con las memorias de Paulus.
Hasta aquí hemos revisado las razones de la retirada de las dos divisiones del saliente de Lataschamka, ordenada por von Seydlitz. En el próximo artículo revisaré como se desarrolló y las consecuencias que se derivaron del Alto Mando.
Fuentes:
(1) Stalingrado, de Anthony Beevor
(2) La batalla por Stalingrado, de William Craig
(3) Stalingrado 1942-1943: El cerco infernal. de Stephen Walsh
(4) Stalingrado y yo, de Walter Görlitz
(5) Stalingrado, de Joachim Wieder
(6) Stalingrad, Konflikt und Konsequenz, de Walther von Seydlitz
Saludos