Chico.
¿te acuerdas de cómo era Varsovia?
Que bonita ciudad, ¿verdad?
¿por qué lloras?
Claro, ya no están tus padres, ¿no es eso?
La última vez que los vistes se los llevaban en un camión lleno de gente.
Chico.
¿en qué piensas?
No tienes juguetes, ni siquiera ilusión. Sólo lágrimas.
¿qué será de ti?
La sagrada sonrisa de un niño, tal vez arrebatada para siempre.
Algún día el mundo se dará cuenta de tu desesperación y girará hacia un futuro despejado donde todos serán libres y felices.
Chico.
Levanta la mirada y estate orgulloso de ser polaco.
La sangre de tu pueblo ha dado una lección al mundo.
Y las ruinas donde estás volverán a ser casas.
Chico.
Que el día que seas hombre, la humanidad esté orgullosa de ti.
Fuente de la foto:
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