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Una Royal Navy alternativa

Lun Oct 10, 2011 11:28 am

En otro hilo de mensajes describía una posible Kriegsmarine alternativa. Implicaba muchas filigranas mentales, pero se basaba sobre todo en el uso de la aviación naval. Pero ¿eso no era posible para la Royal Navy? Describo un posible escenario.

30 de Mayo de 1916: la Grand Fleet se hace a la mar. El portahidros HMS Campania recibe el aviso (en la realidad no fue así) y se hace al mar con el resto de la flota. El Campania da problemas al precisar escolta para lanzar y recoger sus hidros, por lo que su operatividad es escasa. Aun así uno de sus hidros detecta la aproximación de los acorazados de Scheer. Sin embargo el aviso llega tarde a Beatty a causa del silencio radial, y la batalla de Jutlandia sigue derroteros similares.

15 de Junio de 1916: Jellicoe recomienda la transformación urgente de un buque en portaaviones. Las obras en el Argus no estarán finalizadas antes de dos años, por lo que se decide convertir un buque ya en servicio. Se escoge un buque de pasaje, el HMS Princess. Se trata del antiguo Kronprinzessin Cecilie, un buque alemán capturado al inicio de la guerra. Ya había sido modificado para simular un acorazado (el Ajax) por lo que las obras resultan sencillas: se desmonta la falsa superestructura de madera, se extiende una cubierta de vuelo corrida, y la bodega delantera se usa como hangar.

6 de Mayo de 1917. El HMS Princess entra en servicio. Con 9.400 t, 160 m de eslora y velocidad de 16 nudos, se trataba de un buque claramente inadecuado. Pero su cubierta de vuelo sin obstrucciones permite operar con facilidad los lentos biplanos de la época. Las pruebas resultan un éxito.

17 de Noviembre de 1917. El HMS Princess, que lleva seis Sopwith Pup y cuatro Airco DH.9, apoya con sus aviones las operaciones en la bahía de Heligoland. Uno de sus cazas derriba el zeppelin L65. Dos DH.9 bombardean sin éxito al acorazado SMS Kaiser. En los meses siguientes son derribados otros dos dirigibles alemanes.

Diciembre de 1917. Se ordena la transformación en portaaviones de varios buques más: el Almirante Latorre (como HMS Eagle), los cruceros de batalla Furious, Corageous y Glorious, los cruceros Cavendish y Hawkins, los buques de pasaje Calgarian y Alsatia.

Febrero de 1918. El HMS Princes inicia patrullas antisubmarinas en los accesos occidentales. Uno de sus DH.4 detecta y ataca infructuosamente un submarino alemán.

Marzo de 1918. El HMS Princess es hundido por el submarino U-19 en el Mar de Irlanda.

1 de Abril de 1918. SE crea la Royal Air Force, que agrupa todos los servicios aéreos británicos.

Julio de 1918. Entran en servicio los HMS Argus, Calgarian (como HMS Geryon) y Alsatia (como HMS Talos).

29 de Octubre de 1918. Aviones del Argus y del Talos atacan bases de dirigibles de la costa alemana. Se pierden tres aviones pero son destruidos en tierra cuatro grandes dirigibles.

11 de Noviembre de 1918. Fin de la Gran Guerra.


Hasta aquí el punto de divergencia es que no se produce el error que impidió al Campania operar en Jutlandia. Su capacidad limitada y la carencia de equipos de transmisiones impiden que pueda modificar lo ocurrido. Pero Jellicoe no olvida que uno de sus hidros detecta la flota de Scheer, y apremia a la transformación de un portaaviones.

Este tiene un pequeño papel en un combate menor, aunque se pierde pronto en una patrulla antisubmarina. Pero durante unos meses la Royal Navy ha gozado de ojos y de defensa contra los zeppelines, mucho más práctica que la de usar un caza desde una plataforma en un acorazado (y perderlo). Por ello se ordena la transformación urgente de varios buques. La prioridad hace que las primeras unidades sean entregadas en el verano de 1918.

Se crea la RAF en Abril de 1918 como en la realidad. Pero la Royal Navy está entrenando y operando un contingente mucho más nutrido, y efectúa una operación con éxito contra la costa alemana. Entonces llega la paz.

Seguirá

Re: Una Royal Navy alternativa

Lun Oct 10, 2011 2:51 pm

En el mensaje anterior proponía un curso de la Gran Guerra ligeramente diferente: el Campania puede participar en Jutlandia pero, aunque sus hidros detectan la aproximación de los acorazados de Scheer, problemas con las comunicaciones impiden que Beatty y Jellicoe obtengan provecho. Además el Campania resulta un incordio al tener que detenerse para recoger sus hidros, o que implica tener que escoltarlo. Por ello Jellicoe recomienda la conversión rápida de un barco en un portaaviones que pueda operar con la flota.

Un barco capturado y que había sido usado como señuelo (se le había colocado una falsa superestructura para simular un acorazado) es convertido. Se desmontan las superestructuras, se coloca una cubierta de vuelo completa y una bodega se transforma en un rudimentario hangar. El HMS Princess opera con la Grand Fleet en el combate de Heligoland, donde derriba un Zeppelin y ataca a un acorazado. En los meses siguientes derriba otros dos dirigibles. Pero a alguien se le ocurre destinarlo a la caza de submarinos, lo que sería fatal: sería hundido en Marzo de 1918. Pero entonces ya estaban en construcción o reforma nueve buques.

En el verano de 1918 son entregadas tres unidades: las conversiones de los transatlánticos Conte Rosso, Calgarian y Altsatia, como HMS Argus, Geryon y Talos (ters gigantes mitológicos). En Octubre aviones de los dos primeros atacan con éxito bases de dirigibles en la costa alemana.

Mientras, se ha creado la Royal Air Force. Esta debe absorber a los servicios del ejército y de la marina. Pero ahora la marina dispone de un contingente importante, y ha operado con portaaviones ¿qué puede ocurrir?

1919. Accidente.

Tras la ordalía de la Gran Guerra se intenta reconstruir una economía de paz. Son licenciados millones de soldados. Montañas de equipo sobrante son desguazadas, almacenadas, o vendidas a bajo coste.

La Royal Navy se enfrenta a un gran recorte. Cientos de buques viejos son retirados: acorazados antiguos, cañoneros, monitores. Se detiene o se ralentiza la mayor parte de las obras en curso: apenas se mantienen las obras del Hood, de los cruceros clase Hawkins y de la última serie de los ‘C’. Pero entre los buques que se mantienen en servicio están tres flamantes portaaviones.

Compitiendo por el escaso presupuesto, la RAF sigue con su política de absorber todo lo que vuela. Al personal de vuelo naval se le ofrecen dos opciones: integrarse en la nueva RAF, o seguir con su carrera naval. Casi unánimemente los pilotos prefieren seguir en la Royal Navy. Los portaaviones se quedan vacíos.

La RAF envía a los buques a la última promoción de pilotos, pues los veteranos no quieren saber nada del agua salada.

El 21 de Septiembre uno de los pilotos procedentes de la RAF se estrella al intentar apontar en el HMS Geryon. Se desencadena un gran incendio que se comunica al hangar. El buque se llena de gases tóxicos y el acceso al hangar resulta imposible. Finalmente el barco es abandonado y se hunde en aguas someras. Perecen 117 miembros de la dotación. Aunque el buque es reflotado, se considera una pérdida constructiva total y es desguazado.

Tras la pérdida de los HMS Princess y HMS Geryon la RAF propone que sea disuelta la sección naval, y que se desguace los otros dos portaaviones. Hugh Trenchard dice “no entreno pilotos para que se ahoguen” y disuelve el servicio aéreo naval. Los dos portaaviones supervivientes se quedan sin pilotos.

1920. La revuelta de los almirantes.

La creación de la RAF ya había creado malestar en la RN, pero las nuevas noticias tienen un efecto explosivo. Beatty, Primer Lord del Mar, sólo manifiesta su disconformidad en privado, pero los almirantes Browning y Madden solicitan el retiro, y envían cartas incendiarias al Times, y la polémica llega a la calle.

Finalmente Lloyd George zanja la cuestión. Crea una comisión parlamentaria dirigida por Lord Balfour que estudia los casos y emite unas recomendaciones que se publican en Octubre de 1920:

- La pérdida del Princess y del Geryon se debieron a la inexperiencia y a un deficiente control de daños.

- Los portaaviones demostraron ser útiles durante la guerra, y probablemente lo vuelvan a ser en siguientes conflictos.

- La RAF no está entrenada para las operaciones aeronavales.

- Se recomienda la reinstauración del servicio aéreo naval, la Fleet Air Arm (FAA). La FAA incluirá la aviación embarcada en portaaviones, las aeronaves de otros buques de guerra, y la fuerza precisa para la protección de sus bases y el reconocimiento naval. Su mantenimiento correrá a cargo de los presupuestos de la marina.

- Se debe investigar el uso táctico de los portaaviones y el control de los daños.


Estos cambios están inspirados en hechos reales, pero ocurridos con posterioridad. Los accidentes en portaaviones fueron frecuentes durante la SGM y en años posteriores, e incluso se perdió un portaaviones, el HMS Dasher, al estrellarse un Swordfish.

El Geryon, antiguo Calgarian era un peligro: se trataba de un buque de pasaje convertido a toda prisa. Carecía de compartimentación adecuada, y sus sistemas de seguridad interior eran primitivos. Peor aún, al tratarse de un buque con una borda muy alta, el hangar es interior. Eso teóricamente lo resguarda, pero en la práctica resultó muy peligroso, los incendios en un hangar cerrado son muy difíciles de atajar y producen deformaciones en el casco.

Sobre las relaciones con la RAF, en la realidad en Diciembre de 1919 Trenchard y Beatty tuvieron una reunión bastante tensa, en la que el primero “toreó” al segundo. Finalmente varias comisiones acabaron dando la razón a la RAF, pero sólo por el argumento económico. En este escenario, sin embargo, los portaaviones ya habían jugado un papel menor, y la RN aprecia su utilidad.

En esto entra la “revuelta de los almirantes”. Realmente ocurrió al final de los cuarenta cuando la USAF pretendió hacer algo parecido. Llevó a la anulación del portaaviones United States y al retiro de varios altos mandos (entre ellos el contraalmirante Gallery) pero la US Navy consiguió conservar sus portaaviones y el papel estratégico. La Royal Navy tenía aun mayor predicamento que la norteamericana, y probablemente conseguiría su objetivo.

Pero no olvidemos que todo esto tiene espectadores. Las marinas del mundo han visto como se han perdido dos portaaviones en poco tiempo. También han visto como el asunto ha acabado con varias prometedoras carreras. Supongamos que Japón y por tanto USA seguirían con lo suyo (la US Navy ya tuvo líos con Mitchell) pero probablemente Italia y tal vez Francia renunciasen a los portaaviones.

Seguirá

Re: Una Royal Navy alternativa

Lun Oct 10, 2011 3:33 pm

En el mensaje anterior describía la crisis causada por la pérdida del portaaviones Geryon. Finalmente la RN se planta y consigue que se mantenga el servicio aéreo naval separado de la RAF. Pero perder dos portaaviones (uno torpedeado, otro en un accidente) es como para hacer un examen de conciencia.

1921. Acto de contrición.

Algo les pasaba a esos condenados barcos. La marina británica había tenido el dudoso honor de protagonizar varias pérdidas catastróficas: las famosas de los tres cruceros de batalla de Jutlandia, pero también varios buques en puerto (entre ellos el acorazado HMS Vanguard) o tras ser torpedeados. Si la Royal Navy tenía que volver a combatir, sus buques tendrían que ser fiables.

La ocasión la creaban la gran cantidad de barcos obsoletos. Los predreadnoughts estaban obsoletos, pero muchos de los acorazados monocalibre también estaban muy gastados.

Además la situación internacional había cambiado. Japón y Estados Unidos habían iniciado una nueva carrera naval. Pero se impuso la sensatez, y ya que no había riesgo inminente de guerra, se prefirió llegar a un acuerdo de limitaciones navales. Se estaban celebrando reuniones preliminares. Lord Beatty decidió, con buen criterio, que antes de firmar nada había que saber lo que realmente se firmaba. No quería nuevas sorpresas como las de sus cruceros en Jutlandia.

En unas maniobras sin precedentes veinte buques anticuados fueron hundidos. El HMS Neptune fue hundido a cañonazos por el HMS Orion, lo que permitió investigar sobre los efectos de la artillería naval a corta distancia. El Colossus fue bombardeado con proyectiles de 343 mm lanzados desde aviones, primero inertes y luego explosivos, investigando los efectos del fuego de gran distancia y de las bombas aéreas. El St. Vincent fue hundido con cargas explosivas submarinas, que simulaban el efecto de torpedos y minas con diferentes regulaciones. En el Lord Nelson se probó el efecto de cargas incendiarias en diferentes partes del buque. Durante estas, una carga teóricamente protegida deflagró, matando a quince tripulantes.

Las pruebas estáticas tenían un valor relativo. La protección horizontal del Colossus se mostró deficiente pero ¿sería tan fácil acertar a un buque en alta mar? Los blancos estáticos e indefensos poco enseñaban. Podía usarse un buque teledirigido, pero su utilidad sería relativa, porque no podría efectuar maniobras bruscas.

La marina planeó pruebas más reales. Se tomó un acorazado, el HMS Agincourt, y se le desmontaron las torres, situando en su lugar placas de blindaje. Con una tripulación reducida, fue bombardeado con bombas de humo por aviones de la FAA y de la RAF en los días sucesivos.

Los resultados fueron frustrantes: apenas el 2% de las bombas lanzadas desde más de 3.000 de altura lo tocaron, aunque cada Sopwith Strutter llevaba una docena de bombas de humo de 10 kg. A menor altura la precisión mejoró, pero las bombas caían con muy poca energía y, tras las pruebas hechas con el Colossus, se sabía que no podrían perforar la coraza.

El impasse acabó cuando el Teniente Coronel Richard Bell Davis, desobedeciendo órdenes, se lanzó en un picado. Aunque no pudo superar los 45º (al carecer de frenos de picado) consiguió acertar con dos de sus doce bombas. Otros pilotos repitieron el experimento con resultados similares. Ahora la duda es si esa maniobra sería posible en combate, o suicida.

Bell Davis propuso efectuar un simulacro de ataque contra un buque, y que este se defendiese con su artillería antiaérea. Con renuencia Beatty aprobó la prueba: el piloto efectuó tres ataques simulados remolcando un blanco sobre el HMS Revenge. El armamento antiaéreo del buque consistía en dos cañones de 76 mm y dos de 47 mm, de carga manual: apenas daba tiempo a disparar una o dos veces, y ni se aproximaron al blanco.

Otras pruebas fueron menos llamativas: se construyeron diferentes superestructuras simulando hangares, y se hizo detonar cargas explosivas en ellas. Se vio que el efecto de estas en un espacio cerrado era demoledor, lo que tendría implicaciones.

En esta tercera entrega la RN hace lo que en la realidad no hizo: pruebas extensivas. Las de la artillería naval sí se hicieron en la realidad, y llevaron al sistema “todo o nada”. Pero no se probó el ataque naval. Por ello se siguió pensando que el avión ideal sería el torpedero, o el bombardero ligero (similares a los aviones de cooperación de la RAF). El bombardeo en picado apenas fue estudiado por la RN.

De paso, se aprendería que los barcos estaban indefensos ante los aviones, y que la artillería antiaérea era eficaz sólo contra dirigibles. Se necesitaría algo más.

Estas pruebas se efectuaron en la realidad a medias, y cada marina obtuvo conclusiones diferentes. Pero a la vista del océano de buques que acabaron en el soplete, hace pensar que hubiese valido la pena probar un poco. Investigar, por ejemplo, lo ocurrido en Jutlandia (las corditas inestables), el mejor sistema de blindaje o la combinación de armamento ideal.

Con esta experiencia se llegaría a las negociaciones del Tratado de Washington.

Saludos

Re: Una Royal Navy alternativa

Mar Oct 11, 2011 9:38 pm

Ok, parece que sé por donde vas.....

Espero el siguiente episodio.

Un Saludo :D .

Re: Una Royal Navy alternativa

Jue Oct 13, 2011 3:11 pm

En anteriores mensajes habíamos visto como la Royal Navy (RN) había construido portaaviones durante la guerra y, tras un encontronazo con la RAF, conservar su fuerza aérea (la FAA) aunque a costa de sus presupuestos.

Además la RN está muy preocupada con la seguridad de sus buques. No sólo ha perdido los tres cruceros de batalla de Jutlandia, sino dos portaaviones, uno en un accidente. Por eso ha iniciado pruebas exhaustivas con sus buques más viejos: una veintena de unidades han sido “martirizadas” a cañonazos, con torpedos o con bombas aéreas.

La vulnerabilidad demostrada ante las bombas aéreas, y las discrepancias con al RAF, llevan a hacer una prueba diferente: un ataque real contra un buque blanco. Con bombas ligeras de humo (para que le riesgo sea muy pequeño), pero con el barco maniobrando. Las pruebas se realizan sobre e HMS Agincourt y son sorprendentes: la efectividad de los bombarderos a nivel es mínima, a pesar de ser lanzadas cientos de bombetas se consiguen solo unos pocos impactos.

La diferencia la crea un valiente piloto que, ignorando las normas, se lanza en picado y consigue una precisión muy superior. Se repiten las pruebas, y parece que el bombardeo en picado puede ser la solución. La duda es la vulnerabilidad de los aviones ante la antiaérea, pero nuevas pruebas demuestran que la artillería era absolutamente ineficiente contra los bombarderos en picado.

Una crisis se avecina: las potencias navales, ante una previsible carrera de armamentos navales, deciden frenarla con un tratado que imponga límites al crecimiento de las flotas. Pero antes de negociar hay que saber lo que se negocia.

En esta entrega intentaré simular una reunión en el Almirantazgo, entre Lord Beatty (Primer Lord del Mar) y sus ayudantes los Capitanes de Navío Acora, Intel y Planes. Es un larga. Pero se puede saltar e ir directamente al mensaje siguiente.

1922. Evaluación.

17 de Enero de 1922. El Almirantazgo.

Los capitanes A, I y P son introducidos directamente al despacho del Primer Lord.

Beatty. Buenas tardes. Disculpen la brusquedad, pero nos urge el tiempo. Ya he leído sus informes, pero les agradecería que me diesen su opinión sobre ellos. Capitán Acora ¿podría empezar?

Acora. Excelencia, como ya habrá podido leer, al final del informe se resumía…

B. Por favor, abrevie. Ya he leído los informes, ahora desearía que los resumiese y me ilustre con su opinión personal.

A. Bien, las pruebas hechas con artillería contra los buques son preocupantes. Cuando el bombardeo fue desde corta distancia, el blindaje se comportó más o menos bien, como se esperaba. Pero cuando se lanzaron proyectiles desde aviones simulando disparos de largo alcance, la protección horizontal resultó completamente insuficiente. Ninguno de nuestros buques, ni siquiera el Hood, está protegido contra proyectiles de este tipo…
…Las pruebas con cargas submarinas tampoco han resultado tranquilizadoras, es dudoso que ninguno de nuestros acorazados o cruceros de batalla pueda sobrevivir a más de dos o tres torpedos o minas, salvo tal vez el Hood con sus bulges antitorpedos. En buques de menor porte, es dudoso que un crucero o un destructor pueda sobrevivir a un único torpedo….
… Las pruebas simulando ataques aéreos indicaron que es muy difícil que un bombardero acierte a un buque en alta mar, pero si el ataque es con torpedos o en picado, ocurre lo contrario… la defensa antiaérea contra esos ataques resulta insuficiente…
… Los resultados de incendios y explosiones internas han sido peores, se han producido daños muy distantes al lugar de la explosión que probablemente hubiesen acabado con los buques en situaciones reales. Durante la inspección tras una prueba una carga de cordita deflagró produciendo varias víctimas, a pesar de las medidas de seguridad tomadas tras Jutlandia…
… Las pruebas en hangares simulados y el estudio de los daños sufridos en el Geryon indican que los incendios y explosiones en compartimentos cerrados son mucho más peligrosos que si estos hubiesen estado abiertos al exterior…

B. Me está describiendo un panorama preocupante. Por favor, capitán Intel, me gustaría conocer que es lo que están preparando nuestros antiguos aliados.

I. En la actualidad solo las marinas norteamericana y japonesa suponen una amenaza, pues Francia e Italia tienen una capacidad limitada, tanto en número de buques, capacidad de nuevas construcciones o economía. Pero unidas podrían desafiar a la Royal Navy… las flotas alemana y rusa son de hecho inexistentes, y no podrán competir con nosotros en por lo menos 20 años…
…Las marinas norteamericana y japonesa están compitiendo en una nueva carrera de armamentos navales. Han construido varios acorazados modernos que pueden rivalizar con los nuestros, y han iniciado las obras de grandes cruceros de batalla y superacorazados que podrían rivalizar con los planeados N3 y G3…
… Las construcciones planeadas, por sí solas, superarían a nuestros buques de batalla actuales en número y potencia. Estados Unidos está construyendo seis superacorazados y seis super cruceros de batalla, y Japón, cuatro y cuatro. Son buques de más de 40.000 tn con artillería de 406 mm o superior…
… Respecto a otros buques, ambas marinas están construyendo cruceros grandes, de cerca de 10.000 tn, y pesadamente armados, que pueden superar a nuestros Hawkins…
… Sin embargo parecen prestar poca atención a los portaaviones, sólo han construido un buque experimental cada una y de capacidad aun menor que nuestro Talos.
… Respecto a equipos, la aviación norteamericana ha probado bombas de una tonelada. Japón sigue interesado en los torpedos pesados que estamos desarrollando para los N3…

B. Por lo que dice, el “Two Power Standard” pasó a la historia.

I. Por desgracia, Excelencia. El Imperio no puede construir suficientes buques como para equiparar a Japón u Estados Unidos juntos. Menos tras las restricciones económicas del “Plan diez años”.

B. Gracias. Capitán Planes…

I. Perdone, excelencia, quisiera señalar una discrepancia. Nuestros ingenieros han estado analizando las características de los últimos acorazados japoneses, la clase Nagato. Según declaran son barcos con 26 nudos de andar pero, analizando las formas del casco, el espacio disponible para maquinaria, y tomando como base las que llevan los Kongo (que nuestra industria suministró) parece que los Kongo superan los 25 ó 26 nudos, puede que lleguen a los 28 nudos.

B. Luego nuestros aliados nos están mintiendo. Por tanto, cualquier afirmación futura habrá que cuestionarla. Gracias, capitán Intel. Capitán Planes, espero su informe ¿nuestros buques podrán competir con lo que nos ha contado el Capitán Planes?

P. Es dudoso. El diseño de los acorazados N3 y los cruceros de batalla G3 parece adecuado. Su sistema de protección todo o nada parece resistir mejor que el sistema antiguo los combates que esperamos en el futuro, pero… la coraza precisa para detener proyectiles similares es tan gruesa que impide blindar amplias zonas… la protección submarina es adecuada solo para las amenazas actuales y no par alas futuras… los cañones de 457 mm proyectados para los G3 producen enormes ondas de presión que dañarán todas las estructuras situadas en cubiertas que no estén protegidas, y sus arcos de fuego serán muy reducidos, especialmente los de la torre X…Si deseamos construir buques equilibrados con esas características, precisarán un desplazamiento superior a las 60.000 Tn.

B. ¿Y qué hay de malo en ello?

P. Pues que no podremos construir suficientes, cada acorazado clase N3 se espera que cueste como tres o cuatro acorazados de 1912. Aun suponiendo que esos buques acaben siendo eficaces, simplemente no podremos tener suficientes como para poder proteger el Imperio. Además las ecuaciones de Lanchester ya indicaron que un único buque, por potente que sea, está en desventaja ante una flota menos potente pero numerosa.

B. Siga, por favor.

P. Sobre los cruceros de batalla, su papel es dudoso, cuando ya hay acorazados capaces de velocidades similares. Las misiones de exploración pueden ser efectuadas igualmente por cruceros o, mejor aún, por aviones… Respecto a los cruceros, los Hawkins y los Emerald están anticuados al llevar su artillería en montajes abiertos… de nuevo, construir buques con cañones de 190 mm en torres cerradas precisa un desplazamiento y por tanto un coste superior, y será imposible adquirir suficientes unidades…
… Respecto a portaaviones, la experiencia pasada demuestra que son buques muy vulnerables y, si deseamos seguir operando con ellos, habrá que mejorar su seguridad interior… los barcos civiles modificados son solo una solución provisional y sería mejor un buque de guerra, convertido o construido ex profeso… a pesar de su vulnerabilidad, las pruebas hechas con el Argus en las maniobras de 1919 mostraron que algunas misiones, como la exploración, podrían cumplirlas con un coste inferior al de un crucero de batalla… para las conversiones los barcos de menos de 180 m de eslora resulta inadecuados.

B. Parece que hoy todo está mal ¿hay alternativas?

P. Se ha presentado un plan alternativo, que pasaría por construir más unidades aunque sean inferiores a las contrarias… en acorazados, se propone una versión aligerada de los cruceros de batalla G3, con un desplazamiento de unas 30.000 tn, velocidad de 28 – 30 nudos, y artillería de ocho o nueve cañones de 343 mm. Aunque parezcan inferiores a los actuales King George V, estarían optimizados para el combate a larga distancia, su protección sería muy superior, y sobre todo se podrían adquirir en un número mucho mayor…
… De cruceros, se recomienda finalizar los Hawkins, pero las dos últimas unidades modificarlas para llevar varios hidroaviones. En sucesivas construcciones se propone un barco algo mayor que la clase Em con ocho o nueve cañones de 152 mm. También sería conveniente un buque menor, derivado de la clase ‘D’, con seis cañones de 140 mm…
… De los destructores, los barcos de menos de 1.700 tn tendrán dificultades para efectuar misiones oceánicas, pero los mayores serán demasiado caros. Y para las misiones de escolta o coloniales, los destructores de cualquier tipo son excesivamente caros… por ello se recomienda construir dos tipos de destructores, grandes de flota y pequeños para uso en aguas europeas, y cañoneros para escolta y misiones coloniales…
… Respecto a los portaaviones, su eficacia depende de los aviones que lleven, por lo que es importante destinar fondos para su desarrollo. El objetivo es que los aviones embarcados no sean inferiores en prestaciones a los terrestres.

B. Gracias, es una interesante alternativa para las negociaciones. Capitán Planes, necesitaría que concretase en un informe esas propuestas. Pueden reti…

I. Excelencia, disculpe por la interrupción. En las últimas reuniones los norteamericanos han demostrado un conocimiento sorprendente sobre nuestras posiciones. Por ejemplo, están insistiendo en contar todos los portaaviones en construcción en el momento actual, justo tras comunicar a la embajada en Washington que los cruceros clase Hawkins eran demasiado pequeños y nos interesaba no contarlos.

B. Curiosa coincidencia ¿cree que tenemos un espía en la Embajada?

I. Estuvimos investigando y parece poco probable.

P. Excelencia, le recuerdo que nuestra Sala 40 rompió los códigos alemanes durante la guerra.

B. Cierto. Vaya caballeros con los que tratamos, unos mienten y otros espían nuestra correspondencia. Por favor, diseñen una estrategia para comprobar y aprovechar esa sospecha. Y gracias por sus valiosos informes.

Esta conversación es completamente figurada, pero pudo haber ocurrido. Inglaterra en el tratado de Washington sufrió la peor derrota naval de su historia, lo que casi les lleva a perder la siguiente guerra. En parte se debió a su situación económica, en parte, a las preferencias norteamericanas y japonesas que impusieron pocos buques grandes (más apropiados para las distancias del océano pacífico) a muchos pequeños. En parte se debió a que la “Black Chamber” del Departamento de Estado norteamericano leyó los mensajes dirigidos a las delegaciones negociadoras. Japón se vio muy perjudicada, pero lo llamativo es que Inglaterra se dejase pillar en ese juego.

Seguirá, y saludos

Re: Una Royal Navy alternativa

Jue Oct 13, 2011 3:26 pm

En el mensaje anterior, tras una detallada descripción de los resultados de las pruebas, los planes de otras potencias, y las posibilidades actuales, el Almirante Beatty solicita al Capitán de Navío Planes que emita una propuesta para basar en ella las negociaciones del tratado de Limitación de Armamentos Navales.

También se ha empezado a sospechar de la seguridad del canal diplomático.

Este es el informe resultante:

A la atención del Almirante Lord Beatty…

Las pruebas realizadas en buques retirados han puesto de manifiesto graves debilidades de las unidades de nuestra marina. Asimismo, han mostrado el potencial de la aviación, tanto de los torpederos como de los bombarderos en picado. Aun no hay aviones capaces de hundir un acorazado, pero es cuestión de tiempo.

Japón y Estados Unidos están haciendo un enorme esfuerzo para superar a la RN, e Inglaterra no puede afrontar esa carrera naval sin un grave riesgo para su economía. Es dudoso que pueda mantener la paridad siquiera en un futuro próximo. El “Two power standard” es inviable.

La construcción de superacorazados destinados a competir con los de otras potencias sería un error, pues el Imperio tiene necesidad de muchos buques para cumplir sus misiones mundiales, y los superacorazados sólo se podrían adquirir en número limitado. Los esfuerzos deben dirigirse a establecer un buque de menor tamaño y menos armamento. La propuesta es de un barco de unas 30.000 Tn con ocho o nueve cañones de 343 mm y 27 nudos.

El número de unidades pesadas que se considera imprescindible mantener es de al menos dieciocho. Serían los cinco Queen Elizabeth, cinco ‘R’, el Hood, el Tiger, y seis nuevas construcciones. Mientras estas entran en servicio se mantendrá en servicio los dos Lion y cuatro King George V. El Reino Unido puede ofertar no construir buques con cañones de 406 mm, como tienen Japón y Estados Unidos, pero compensarlos con más barcos con menor calibre. O establecer un criterio corrector (dos barcos de 406 mm equivalen a tres de 356 mm o a cuatro de 305 mm).

La situación es similar en lo referente a cruceros. Se considera preciso dos tipos de buques: cruceros “pesados” de unas 8.000 Tn, y “ligeros” de unas 5.000, con armamento de 152 mm y 140 mm, respectivamente.

Se recomienda finalizar la serie de ocho Hawkins, aunque convirtiendo los dos últimos en portahidros. Posteriormente se debe construir un buque basado en los Emerald con cañones de 152 mm en torres. Asimismo se construirá un diseño basado en lso ‘D’ con cañones de 140 mm o inferior. Se recomienda para las negociaciones un criterio corrector como el antedicho.

Respecto a los portaaviones, se recomienda prescindir de los buques pequeños, o relegarlos al adiestramiento. El Eagle debe ser finalizado como barco experimental, y con la experiencia adquirida, transformar el Furious, los dos Glorious y los dos Renown. Se puede proponer la desmilitarización de los tres barcos más viejos cuando entren en servicio las nuevas construcciones.

En cuanto a armamentos, se recomienda emprender el desarrollo de:

- Un cañón moderno derivado del 343 mm, con mejores prestaciones y que use proyectiles de mayor masa.

- Un cañón bivalente de unos 120 mm para uso como armamento principal de destructores y secundario en cruceros, portaaviones y acorazados.

- Un cañón automático ligero de 37 mm o similar.

- Direcciones de tiro de alto grado de elevación.

- Cazas, aerotorpederos y bombarderos en picado embarcados.

- Hidroaviones de patrulla marítima de largo alcance.

El interés del Reino Unido irá de la mano de marinas numerosas, no de marinas con pocos buques muy potentes. Es preferible aparentar debilidad unidad a unidad que limitarse a unos pocos buques.

Saludos

Top Secret

A la atención del Almirante Lord Beatty.

Actuando con la sospecha que usted nos manifestó, se han enviado informes cifrados sobre las últimas pruebas navales mediante cable comercial a nuestro agregado en la Embajada en Washington. Tras estos mensajes los negociadores norteamericanos han mostrado conocimiento de la debilidad de la protección submarina de nuestros buques. Similares coincidencias se han dado en otros campos.

Tras las investigaciones realizadas parece improbable que se deba a filtraciones. Al contrario, el análisis de nuestros códigos por expertos que han pertenecido a la Sala 40 ha mostrado la probabilidad de la ruptura de nuestra cifra. Esto ofrece una oportunidad a nuestros negociadores, si conseguimos mantener el secreto.

Por ello se propone:

- Mantener el flujo de información confidencial destinado a nuestra embajada en Washington, incluyendo información sensible.

- Desarrollar urgentemente un nuevo código, y sustituirlo en cuanto sea posible por un sistema de cifrado mecánico de mayor seguridad. Este código no deberá introducirse hasta finalizar las actuales negociaciones.

- Habilitar un sistema de comunicación seguro, mediante cable a Halifax y mensajero a Washington. Debe insistirse en el secreto, por lo que el mensajero no se dirigirá a la embajada sino que contactará con personal agregado de forma clandestina.

- Durante las próximas negociaciones, seguir enviando órdenes a nuestro negociador manteniendo el flujo de comunicación habitual, pero dando órdenes reservadas vía el canal secreto.

Esperamos poder usar este conocimiento a favor del Imperio.

Saludos

Re: Una Royal Navy alternativa

Jue Oct 13, 2011 3:34 pm

1922. El Tratado de Washington.

Los negociadores británicos, sabiendo que el Departamento de Estado Norteamericano leía sus claves, han usado esto en su provecho, “intoxicando” a los norteamericanos con mensajes falsos. Ello les ha permitido conseguir parcialmente sus objetivos.

No voy a detenerme en la letra del Tratado, que puede leerse en Wikipedia. El tratado no sufre cambios, excepto en lo referente al Reino Unido. Los cambios son los siguientes:

- Inglaterra conservará diez acorazados con cañones de 381 mm: el Hood, los cinco Queen Elizabeth, y cuatro Royal Sovereign. La quinta unidad de esta serie será desmilitarizada desmontando su artillería principal, pero podrá ser usada como buque escuela.

- Inglaterra podrá construir seis acorazados limitados a 32.000 Tn de desplazamiento y artillería de 343 mm, a un ritmo no superior de uno al año. A medida que entren en servicio se retirarán el quinto acorazado de la clase Royal Sovereign, los dos Renown, el Tiegr y los dos Lion, en el orden que prefiera el Reino Unido.

- Inglaterra conservará como portaaviones experimentales el Argus, el Talos y el Eagle, y podrá convertir los cruceros de batalla Furious, Glorious y Corageous en portaaviones. Cuando retire el Renown y el Repulse podrá transformarlos en portaaviones, a cambio de retirar dos de sus buques experimentales.

- Las potencias signatarias no establecen limitaciones salvo en lo referente al desplazamiento o al calibre de las armas para otros tipos de buques que no sean acorazados o cruceros.

Hay diferencias entre lo firmado realmente. El Hermes no se ha llegado a construir (a cambio está el menos capaz Talos) pero se convierte los tres Glorious. Asimismo podrá convertir sus dos Renown. Inglaterra podrá construir buques nuevos pero de capacidad limitada (aparentemente).

En acorazados, sólo mantiene diez buques (no trece como en la realidad) y no construye sus dos Nelson, pero a cambio puede construir seis acorazados más ligeros. En lugar de los quince barcos que tuvo en la realidad, podrá tener dieciséis aunque sobre el papel sean inferiores a los de otras marinas.Seguirá con seis portaaviones, pero de mayor desplazamiento. No dice nada de los cruceros, problema con el que Beatty más adelante tuvo que lidiar con Churchill.

Saludos
Última edición por Domper el Sab Oct 15, 2011 1:28 pm, editado 2 veces en total

Re: Una Royal Navy alternativa

Jue Oct 13, 2011 11:57 pm

Hola Domper.

Es evidente que toda la evolución de la primera posguerra mundial, incluido el Tratado Naval de Washington de 1.922 contribuyó a la decadencia del Imperio Británico como primera potencia marítima mundial, y que la "Two Power Stand" que has citado ya era imposible de mantener ante los problemas financieros que tuvo que hacer frente desde los años veinte, así como el auge de otras potencias. En mi opinión, la pérdida de su primacía marítima era inevitable.

No obstante, espero´el siguiente episodio, con el fin de ver cual es tu propuesta de RN alternativa al llegar 1.939.

Un Saludo Cordial :)

Re: Una Royal Navy alternativa

Vie Oct 14, 2011 10:15 am

La decadencia británica como primera potencia mundial era un hecho desde ¿1900? Otra cosa que los ingleses no quisiesen verlo. Los indicadores económicos y sociales eran claros. La población “europea” británica era la mitad de la norteamericana en 1910 (a pesar de incluirse Irlanda) y dos tercios de la alemana. Sólo podía mantener su puesto gracias a los “dominios” (especialmente Canadá y Australia). Es importante tener en cuenta que esos “dominios” contribuían menos, proporcionalmente, que el Reino Unido original (por ejemplo, el reclutamiento obligatorio no se implantó en Irlanda hasta 1918).

Los indicadores económicos eran peores. En 1870 Inglaterra producía el 47% del hierro mundial (ese dato era un buen indicador de la actividad industrial en conjunto al menso hasta los cincuenta) pero en 1913, apenas el 15%. La producción alemana casi duplicaba a la británica y la norteamericana, la triplicaba. Parecido con el PIB, en 1870 el británico era algo superior al británico o al norteamericano, en 1913 ambos lo superaban. Los indicadores sociales, lo mismo, con el agravante de ser la sociedad inglesa mucho más clasista (y con menor movilidad social) que la norteamericana. En los años veinte y treinta USA sustituyó a Europa como potencia investigadora mundial.

Se mirase como se mirase, pintaban bastos. A Inglaterra le iba a resultar imposible mantener el Two Power Standard, y tampoco iba a poder seguir siendo el árbitro de la política mundial. En la Gran Guerra se demostró que una coalición en la que entrase el Reino Unido no iba a ser indefectiblemente victoriosa, y si ganaron en 1918 fue por los pelos y gracias a la intervención norteamericana.

Es decir, a lo más que podía aspirar Inglaterra es a ser una potencia local. La ventaja era que un enfrentamiento con Estados Unidos era muy improbable. Pero ante una coalición (por ejemplo, Alemania, Inglaterra e Italia) podría encontrarse en paridad o desventaja.

Un problema concreto de Inglaterra era el de sus intereses mundiales. Estados Unidos necesitaba dos flotas (Atlántico y Pacífico) pero no tenía apenas colonias distantes (salvo Filipinas, Hawai y Samoa). Los intereses japoneses se circunscribían al Pacífico Occidental, por lo que su flota, aunque fuese inferior, tendría superioridad local. Pero Inglaterra tenía colonias en medio mundo, e intereses en el resto. Necesitaba mantener una presencia fuerte en el Atlántico (con posibles amenazas en varios frentes), en el Pacífico y el Índico, en el Mediterráneo, etcétera. Podía ocurrir que en un conflicto generalizado marinas de tercera (como la argentina) tuviesen superioridad local. Ni siquiera estaba garantizada la supremacía en el (hasta entonces) crucial Mediterráneo.

Por eso Inglaterra necesitaba muchos barcos, aunque fuesen pequeños, para poder mantener su presencia en todas partes. Hasta 1918 se pudo hacer con buques anticuados (cruceros acorazados y predreadnoughts) pero esos barcos fueron desguazados inmediatamente tras la guerra. De hecho, Inglaterra fue a la conferencia de Washington para conseguir detener la carrera naval y mantener la seguridad de bases como Singapur, pero no tenía interés especial en establecer limitaciones draconianas.

Por el contrario, para todas las demás marinas lo conveniente era pocos barcos y muy grandes. Para Japón y Estados Unidos, enfrentados a las distancias del Pacífico y sin una red de bases como la inglesa, el tamaño implicaba autonomía. Para todas las demás (y para Japón y USA también) menos barcos implicaba menor presencia inglesa.

Otro problema era que Inglaterra, metida en la guerra, apenas había construido acorazados desde 1914. Tenía buques muy potentes (los armados con cañones de 381 mm) pero anticuados. USA y Japón habían podido construir barcos en ese periodo, habían conseguido casi la paridad con Inglaterra en barcos modernos. Lo que no tenían era la pléyade de barcos más antiguos que permitían mantener la presencia naval en áreas distantes (los acorazados viejos como los Orion hubiese sido una buena elección para ello) y por tanto, no les interesaba mantenerla.

Por eso el tratado de Washington fue un desastre sin paliativos para la marina británica, que no pudo mantener en servicio todos esos barcos “viejos” (que tenían menos de quince años de servicio cuando se retiraron). De los que conservó, cinco eran deficientes (los clase ‘R’, que apenas serían modernizados), había dos cruceros de batalla de valor militar dudoso (los Renown que se pegaron toda su carrera en obras de modernización), incluso los Queen Elizabeth estaban bastante “cascados”. Los diez buques más modernos de la flota norteamericana superaban ampliamente a lso diez más modernos ingleses.

Esta derrota se debió en parte a la ruptura por parte norteamericana de las claves diplomáticas de otras potencias. Aunque Japón se vio perjudicada, lo fue en detalle (un acorazado más o menos), pero en la política general el pagano fue Inglaterra. Peor era que Inglaterra no fue con ideas claras a esas negociaciones.

En este escenario se plantean, hasta ahora, cuatro diferencias:

- La inicial: la Royal Navy aprecia el valor de los portaaviones, tras un hecho fortuito en Jutlandia (el HMS Campania recibe las órdenes de salir al mar, no como en la realidad que se retrasaron unas horas).

- La consecuencia: los años veinte fueron de accidentes, y los ingleses los sufrieron, pero después del tratado. En este escenario uno de los portaaviones experimentales sufre un accidente, similar a los que se produjeron años después, lo que lleva a los ingleses a hacer pruebas exhaustivas (mayores de lo que lo fueron en realidad).

- Beatty se deja aconsejar y prepara las negociaciones de Washington, porque a la luz de las pruebas anteriores ve que sus barcos están obsoletos. Muchos cambios no podía imponer, pero algo sí.

- Tras el cambio en las negociaciones, Inglaterra sospecha de los norteamericanos. Es llamativo que tras los éxitos de sus gabinetes criptográficos, los dispersase tras la guerra.

Son muchos cambios, pero trae el primero, puede pasar lo de la mariposa (una mariposa batiendo sus alas en un océano produce un huracán en otro: es el tópico clásico de la teoría del caos, y muy usado en la “historia alternativa”). Los cambios están encadenados, podrían haber sido así… o no. Pero sin todos ellos es difícil imaginar una RN diferente, salvo en algún portaaviones más.

Saludos

Re: Una Royal Navy alternativa

Vie Oct 14, 2011 11:35 am

Estoy de acuerdo contigo en lo relativo a los portaaviones (que supongo es la "base" de esta RN alternativa que planteas).

Si la RN hubiese dado más importancia a estos buques, creo que podrían haber influído notablemente en que la batalla del Atlántico se hubiese decidido antes a su favor ( o al menos, que las cifras de hundimientos de la U-Bootwaffe no hubiesen sido tan altas hasta 1943).

Se habrían construido más portaaviones de escolta para los convoyes que atravesaban el océano, y habría ocurrido, en mi opinión, ya en 1942 lo que ocurrió a partir del "Mayo Negro" (para los germanos, claro) de 1.943 (un submarino trás otro, al fondo del mar, para desgracia para sus tripulantes).

No obstante, "rompiendo una lanza" a favor de los ingleses, he de decir que su idea acerca de los portaaviones era mejor que la que tenían sus rivales potenciales (al menos los europeos): De Alemania ya hemos hablado y no hace falta hablar más, Francia tenía serías dudas e Italia los rechazaba de plano (Mussolini y los altos almirantes de la Regia Marina se negaban a la mera idea de hablar de estos buques, al considerar a la península italiana y sus islas como una poderosa formación de "insumergibles portaaviones").

Así esto, al llegar el estallido de la guerra, RU dispone de 7 u 8 portaaviones (no recuerdo ahora exactamente), y sus rivales, prácticamente ninguno.

Pero bueno, no adelanto acontecimientos.......espero la continuación.

Un Saludo Cordial :) .

Re: Una Royal Navy alternativa

Vie Oct 14, 2011 2:47 pm

Yo, sin embargo, tengo dudas sobre la posible utilidad de los portaaviones en misiones ASW, al menos los primeros años. No olvidemos que las “patrullas antisubmarinas) de Septiembre del 39 supusieron perder el Corageous y que el Ark Royal las viese de cerca. En este escenario (soy muy malo) he puesto que el portaaviones Princess ha sido hundido en 1918 por un submarino. Así no habrá patrullas suicidas en 1939. Pero la derrota de los submarinos de 1943 más que por los portaaviones fue por la ruptura de las claves alemanas, el radar, la aviación con base terrestre, la superabundancia de escoltas, y la experiencia duramente adquirida.

Saludos

Re: Una Royal Navy alternativa

Vie Oct 14, 2011 3:47 pm

Es cierto que a lo mejor me he excedido en la importancia que he dado a los portaaviones de escolta, y he de reconocer que la victoria aliada en la Batalla del A. fue debida más bien a la combinación de los factores que has citado (a los que hay que incluir en mi opinión a estos buques).

Un Saludo Cordial. :D

Re: Una Royal Navy alternativa

Vie Oct 14, 2011 3:51 pm

Lo digo porque es cierto que no se puede olvidar, como dices, todo lo relativo a Enigma, el descifrado de las claves militares alemanes y bla,bla :D (de eso se puede hablar en otros hilos).

Un saludo.

Re: Una Royal Navy alternativa

Sab Oct 15, 2011 10:53 am

Yo creo que los portaaviones de escolta sólo empezaron a ser realmente útiles cuando se distribuyó ampliamente el radar. Porque hasta entonces la experiencia de operar con portaaviones (que son un incordio para escoltar al tener que aproar al viento para operar sus aeronaves) era que antes o después eran torpedeados.

La lista de portaaviones torpedeados es larguísima. Los ingleses perdieron así al Corageous (cazando submarinos precisamente), el Ark Royal y el Eagle, más varios de escolta. Estados Unidos, el Yorktown y el Wasp, y se salvo el Saratoga porque era muy resistente (fue torpedeado dos veces). Aparte, fueron hundidos 4 portaaviones de escolta por submarinos.

Los japoneses pueden contar una historia mucho más dolorosa, perdieron cuatro portaaviones de flota y cinco de escolta. Lo dicho, moverse en aguas con submarinos sin radar es una ruleta rusa. Probablemente se hubiese tenido algún disgusto con los portaaviones de escolta de existir en 1940.

Saludos

Re: Una Royal Navy alternativa

Sab Oct 15, 2011 11:58 am

Es evidente que hasta que se desarrollaron los medios tecnológicos de detección de los submarinos, la eficacia de la unidades antisubmarinas fue más bien escasa, debido a que estos eran prácticamente invisibles (sumergidos casi seguro, porque el sistema ASDIC de los ingleses no es que funcionase muy bien al inicio de la contienda y navegando en superficie de noche casi también).

Ahora bien, junto con otras unidades y factores, los portaaviones desempeñaron un papel importante en la victoria final aliada en el mar.

Un Saludo Cordial.

Re: Una Royal Navy alternativa

Sab Oct 15, 2011 1:31 pm

Bueno, sobre la eficacia antisubmarina habría muchas cosas que decir:

- Había muy pocos escoltas. De hecho durante 1939 y 1940 (cuando tampoco había muchos submarinos) los encuentros entre escoltas y sumergibles eran infrecuentes.

- La táctica alemana sorprendió a los ingleses. Se esperaba que los submarinos hiciesen algo parecido a lo de la Gran Guerra: esperar sumergidos a que les pasase alguien por delante. No se hizo mucho caso a las últimas actuaciones alemanas: el empleo de grupos de submarinos (el hundimiento del SS Justitia) o el uso ocasional como torpedero en superficie. En esto hay que señalar que en el Mediterráneo los submarinos italianos e ingleses, siguiendo las tácticas de la Gran Guerra, pasaron un calvario con multitud de pérdidas el primer año de la guerra.

- Las tácticas antisubmarinas eran inadecuadas. Se pensaba que el ASDIC resultaría más efectivo, por lo que se olvidaron tácticas como la cooperación entre varias unidades. Y había tácticas aún más desafortunadas, como la caza de submarinos.

- La escasez de escoltas impedía efectuar acosos prolongados a los submarinos detectados.

- La aviación estaba destinada a la búsqueda y ataque a unidades de superficie, pero ignoraba a los submarinos. No había armamento adecuado contra ellos.

- Sobre todo, no se les había dado excesiva importancia: Alemania no tenía muchos (esto es importante, si Raeder se pone a construir submarinos como loco en 1938 los ingleses hubiesen actuado de otra forma.

- No olvidemos que prácticamente todos los contendientes se llevaron la misma sorpresa. Alemania tuvo pérdidas frente a los submarinos ingleses. Lo de Italia en el Mediterráneo, mucho más. Lo mismo Estados Unidos en la Costa Este en 1942, por no decir nada de los japoneses.

- Eso no quita que los portaaviones no es que contribuyesen, es que sin ellos es dudosa la victoria final aliada.

¿Había soluciones? Puede. Algo se había visto y las corbetas clase Flower dan un indicio. Pero me reservo el resto.

Saludos

Re: Una Royal Navy alternativa

Sab Oct 15, 2011 2:26 pm

Volvemos al tema ¿está interesando o no?

1929. Cambios.

Top Secret

A la atención del Almirante Sir Frederick Field, Primer Lord del Mar. (1)

Resumen de la situación naval y recomendaciones:

Con la firma del Tratado de Washington (TW) el Imperio tuvo que reconocer la paridad con la marina norteamericana. Especialmente, la limitación en el número de buques capitales supone un serio problema, al tener que usar cruceros para cumplir las misiones que antes tenían encomendadas. Como era de esperar la carrera naval se ha trasladado a la construcción de los cruceros “tipo Washington”, buques que nosotros considerábamos excesivamente caros y grandes para nuestras necesidades. (2)

Es significativo que algunas unidades construidas, especialmente los italianos Zara y los japoneses Myoko, parecen superar los límites establecidos por el anterior tratado naval. Deberemos sospechar en lo sucesivo de las declaraciones de ambas potencias. (3)

La Royal Navy en este tiempo ha adelantado el retiro de los cuatro King George V y el Tiger, ya que precisaban una reconstrucción para mantenerlos operativos, y sería antieconómica. Se ha conservado el casco de tres de los KGV para uso experimental.

La reconstrucción iniciada en el Valiant está siendo mucho más costosa de lo inicialmente previsto. Dado el éxito de la nueva clase Admiral se recomienda suspender las obras en esa unidad y retirarla, sustituyéndola por uno de los ‘R’. Se recomienda que en los acorazados de las clases Queen Elizabeth, Revenge y Hood las modificaciones sean las mínimas para mantenerlos operativos, y sean sustituidos cuando sea posible.

Los buques de la clase Admiral, a pesar de la polémica levantada, están resultando muy eficientes. Han entrado tres en servicio y se está finalizando otros tres. Siguen siendo pocos para nuestras necesidades, sería recomendable que el tratado establezca un desplazamiento inferior o que, al menos, permita construir toneladas suplementarias de barcos menos armados. (6)

Los cruceros pesados clase County (7) a pesar de ser aparentemente inferiores a sus contrapartes de otras potencias, son barcos equilibrados, y el cañón de 152 mm tiene mejores prestaciones que el de 203 mm. Se consideran unidades con potencial de desarrollo. Sin embargo, los dos cruceros clase ‘F’ han resultado excesivamente pequeños para llevar el cañón de 140 mm. Se sigue precisando un crucero de ese tipo, pero convendría estudiar el uso de un cañón bivalente. (8)

La entrada en servicio de los tres portaaviones clase Glorious han demostrado que son buques más capaces que el Eagle o los Argus, pero aun así sería deseable un desplazamiento superior. Se ha iniciado la reconstrucción de los Renown en la línea de los Glorious. El Eagle es demasiado pequeño y lento, por lo que ha sido reservado para instrucción. Los dos Argus son inadecuados al tratarse de unidades civiles reconstruidas y sus maquinarias están siendo problemáticas. Se recomienda su retirada o, preferiblemente, su destrucción en pruebas de armamento. A pesar de la inadecuación general, el Talos fue convertido en 18 meses. Interesaría estudiar las características que debe tener un buque mercante para su conversión en caso de emergencia. (9)

Los submarinos pesados clases K y M han sido un fracaso. Alemania está patrocinando la construcción de submarinos pequeños en otros países (en España o Finlandia) y convendría estudiar las características de esos buques para su uso en aguas europeas. (10)

La entrada en servicio del Hawker Sea Fury (11) permitirá disponer de un caza competitivo, pero sin olvidar que varias potencias están desarrollando monoplanos de altas prestaciones. Las pruebas hechas con el prototipo muestran la inadecuación de las armas antiaéreas más antiguas.

Las nuevas unidades que están entrando en servicio están mostrando que las tácticas navales de la Gran Guerra pueden estar obsoletas. La situación económica (12) hace recomendable que los ejercicios navales se efectúen con menor asiduidad y con menos buques. Por ello y provisionalmente se restringirán las maniobras a las imprescindibles para la formación. Pero esto podría comprometer la eficacia a largo plazo de la marina, por lo que recomendamos:

- Crear comités que estudien tácticas avanzadas en los siguientes campos: combate de superficie, protección del tráfico naval, aviación naval, nuevos desarrollos y movilización. Cada uno de estos comités, a su vez, se dividirán en dos subcomités, uno experimental que investigará nuevas técnicas, y otro que estudiará la factibilidad de las propuestas.

- Crear una flota de instrucción, con un número reducido de buques de todo tipo, que probará en el mar las recomendaciones de los comités antedichos.

- Las maniobras anuales también deberán incluir aspectos propuestos por la flota de instrucción y que haya probado la flota de instrucción.

- Basándose en esas pruebas se modificarán los planes de batalla oficiales.




(1) En esa época era Madden el Primer Lord del Mar, pero lo hemos “defenestrado” con el conflicto con la RAF.

(2) Lo de los cruceros fue motivo de enfrentamientos entre Beatty y Churchill, poco antes del retiro del primero. En la práctica la carrera naval de acorazados pasó a la otra con cruceros, lo que se trató de limitar en Londres. Los cruceros pesados, por lo general, no dieron buen resultado, resultando demasiado vulnerables.

(3) Hay cosas que nunca entenderé. Los japoneses consiguieron meter en un casco de supuestamente 10.000 Tn cinco torres de 203 mm, cuatro de 127 mm, torpedos, hidros y demás, y a nadie le llamó la atención. Lo mismo con los Zara italianos, Italia tenía más filtraciones que un colador, pero nadie se planteó como se podía blindar tanto un crucero sin que volcase. Si uno sabe que los demás hacen trampa los negociadores de Londres pueden prever esa posibilidad.

(4) No sé cual fue el coste de las conversiones, pero con seguridad, muy elevado. El Valiant, en concreto, fue un fracaso económico: al barco se le sustituyó la maquinaria, toda la superestructura, las direcciones de tiro, el armamento secundario, se le modificaron las torres, etcétera, y se tiró toda la guerra en reparaciones, Primero por la conversión, luego por lo de De la Penne, luego tras un accidente en un dique seco. Y a pesar de todo su blindaje seguía siendo justo, tanto que ni se planteó enviar a ningún barco de esta clase contra el Bismarck. Los acorazados clase ‘R’ eran vistos como malos, con escasa velocidad y protección importante pero mal diseñada. El Hood, aunque era veloz, compartía las deficiencias de los Queen Elizabeth, y era muy húmedo. En situación normal, esos barcos hubiesen sido retirados durante los treinta y sustituidos por nuevas unidades. Puede ser un objetivo de los negociadores.

(5) Ver mensajes anteriores. Se trataría de barcos con un desplazamiento de 31.000 Tn, 29 nudos, dos torres cuádruples de 343 mm, ocho dobles de 120 mm, coraza de 350 mm máxima. Con el programa Springsharp puede verse como conseguir un barco proporcionado con estas características. La reutilización de los cañones de 343 mm abarataría bastante el coste.

(6) En las negociaciones del Tratado de Londres Inglaterra trató de limitar aun más los nuevos acorazados, a lo antedicho, pero las otras potencias no estaban por la labor.

(7) Ver mensajes anteriores. Se trataría de barcos similares (salvando el desfase temporal) a los Minotaur de 1941: unas 9.000 Tn con tres torres triples de 152 mm. Los cañones de 152 mm tenían menos alcance que los de 203 mm, pero los pocos combates librados a esas distancias (Java, Komandorski) mostraron lo ineficaz de esos cañoneos a gran distancia. A distancias menores el cañón de 152 mm tenía cadencia de tiro muy superior, y de hecho disparaba más peso de proyectiles por minuto que el de 203 mm. A partir de 1936 casi todas las marinas se pasaron a cruceros con este calibre.

(8) Inglaterra siempre pensó que los cruceros pesados eran demasiado grandes par misiones en aguas europeas. Primero mantuvo en servicio los clases ‘C’ y ‘D’, luego construyó los Arethusa, y finalmente los Dido/Royalist. En los veinte se acababa de desarrollar un nuevo cañón (el de 140 mm) como artilería principal para cruceros y secundaria para acorazados, pero a causa de los tratados apenas se usó. Japón construyó cruceros basados en esta arma, entre ellos su primer crucero “moderno”, el Yahagi. Pero seis cañones de 140 mm siguen siendo demasiado para 5.000 Tn, resultan barcos excesivamente sobrecargados, vunlnerables y con escasa capacidad de desarrollo. Contemplando esa necesidad en los años treinta se inició el estudio de armas bivalentes que acabarían armando a los cruceros antiaéreos clases Atlanta y Dido.

(9) El problema clave era que la Royal Navy no controlaba su aviación, y sus diseñadores trabajaban “a ojo”, lo que llevó a fiascos como que en los ascensores del Ark Royal o los Illustrious no cupiesen aviones de prestaciones elevadas. En esas fechas la US Navy o la IJN vieron que lo importante eran las prestaciones, aunque supusiese que las alas no fuesen plegables: casos del Douglas SBD Dauntless o del Mitsibishi A6M Zero (solo se plegaban las puntas). Este escenario permite aprender con los tres Glorious (que eran excesivamente pequeños se mire como se mire) y los dos Renown (no mucho mayores, pero algo es algo) antes de lanzarse a construir.

(10) Real. Los submarinos pesados dieron varios “sustos” (que acabaron en el fondo). Mientras los astilleros Echevarrieta construyeron el submarino E-1, sobre planos alemanes, que acabaría siendo vendido a Turquía. Inglaterra construyó en la preguerra submarinos grandes, que resultaron blancos muy sencillos. A causa de las pruebas con el ASDIC, la mala situación económica y las limitaciones de desplazamiento del Tratado de Londres se pasó a construir un barco más pequeño, la clase ‘T’, que aun resultó grande. Se acabó por tomar un diseño de un submarino para instrucción, que acabaría siendo el modelo de los exitosos ‘U’.

(11) Me refiero a una versión naval del biplano Fury. Notad que el Hurricane es un desarrollo del Fury. El Osprey era un bombardero ligero derivado del Fury En Estados Unidos y Japón se modificaron aviones de ese tipo para el bombardeo en picado, por ejemplo el Curtiss Hawk.

(12) Aún no se ha hundido la bolsa, pero el mantenimiento por Churchill del patrón oro ha causado un grave daño a la economía británica, que no está para alegrías.

(13) A toro pasado, todos toreros. Pero llama la atención lo poco que se probaron las cosas, y como cada marina iba por libre. Por ejemplo, la Royal Navy había tenido problemas con sus torpedos en Jutlandia, lo que les llevó a estudiar su fiabilidad (los japoneses iban por entonces detrás de los ingleses). Sin embargo, Estados Unidos y Alemania ignoraron esas lecciones. Lo contario con la seguridad interna de los buques, las tácticas nocturnas, etcétera. Además la crisis del 29 limitó las maniobras (salvo de los japoneses que sí gastaron dinero) lo que llevaría a “sorpresitas” una vez iniciada la guerra.

Una solución es hacer pruebas sobre el papel: las típicas maniobras de Estado Mayor, que hacían los alemanes y serían copiadas por todo quisqui. Pero esas maniobras hay que probarlas porque tal vez no resulten. Una opción es tener una flotilla de instrucción que se dedique a las pruebas, igual que el ejército inglés creó la brigada acorazada experimental. Sin embargo, ese tipo de medidas no eran vistas con buenos ojos por nadie: la experiencia es que los grupos de elite suelen llevar a la postergación de oficiales menos capaces, que siempre son los más firmes partidarios del escalafón.

Crear una flota así sirve, de paso, para meter un poco de meritocracia en una flota demasiado clasista. Probablemente fue la renovación completa de la cúpula lo que hizo tan eficaces a los ejércitos napoleónico o alemán de la SGM (o a la flota norteamericana al final de la guerra). Otra utilidad es detectar a mucho incapaz que ronda suelto antes de que metan la pata o de que asciendan de chiripa (como Harwood tras lo del Río de la Plata).

El hacer solo maniobras podría llevar a conclusiones apresuradas. Por ejemplo el uso de los acorazados en combate nocturno, que funcionó porque los italianos no se lo esperaban, pero en el Pacífico acabó bastante mal. Muchas de esas doctrinas dependían de iniciativas individuales de tal o cual almirante. “Pasar por la piedra” esas doctrinas no es nada malo.

Saludos
Última edición por Domper el Mié Oct 19, 2011 8:47 pm, editado 1 vez en total

Re: Una Royal Navy alternativa

Sab Oct 15, 2011 3:06 pm

Dices..........3) Hay cosas que nunca entenderé. Los japoneses consiguieron meter en un casco de supuestamente 10.000 Tn cinco torres de 203 mm, cuatro de 127 mm, torpedos, hidros y demás, y a nadie le llamó la atención. Lo mismo con los Zara italianos, Italia tenía más filtraciones que un colador, pero nadie se planteó como se podía blindar tanto un crucero sin que volcase. Si uno sabe que los demás hacen trampa los negociadores de Londres pueden prever esa posibilidad........

Supongo que los británicos, al enterarse de que otras potencias estaban vulnerando las limitaciones, consideraron que, con los graves problemas financieros que padecían desde principios de los veinte, era preferible "tragar" que los demás vulnerasen las limitaciones de forma más o menos leve, a embarcarse en una carrera de armamentos la cual, simplemente, no se podían permitir, con crisis del 29 o sin ella, porque una cosa es mantener en servicio unos viejos acorazdos, y otra muy distinta desarrollar nuevos buques.

Un saludo.

P.D: Pongo así lo que has dicho porque no sé porque no me deja citar....

Re: Una Royal Navy alternativa

Sab Oct 15, 2011 6:38 pm

Sí y no. Con Japón aun entiendo que se deje pasar, estaban en el quinto pino, habían sido aliados hasta la semana anterior, y los intereses aparentemente no eran contradictorios. Aunque es como para tomar buena nota.

Pero lo de Italia... eran un cero a la izquierda por mucho que chulease Benito. Todavía no podían apoyarse en Alemania, al contrario, hasta eran rivales en los Balcanes y Austria. La flota italiana era risible comparada con la inglesa, y no tenían aliados. Fue un buen momento para montar follón y acusar a Italia, y tratar de bajarle los humos a los fascistas.

Japón también tenía sus líos y su posición durante las negociaciones de Londres fue como mínimo delicada. Se puede proponer (por ejemplo) un plan de inspecciones.

Y, con todo, siempre queda la opción de ir por libre. Muy bien, hacéis trampas pero a eso jugamos todos. Los dos barcos de la clase Centurion que se permite conservar se desmilitarizan pero planeando su remilitarización (como se hizo con el Hiei japonés). Los cruceros y destructores resultan ser algo mayores de lo pensado (un error de cálculo). Los King George V se diseñan para montar un cañón mayor y con 5.000 Tn extra (como los South Dakota, que no desplazaban 35.000 ni aunque los llenasen de globos). Etcétera.

A veces es más inteligente ver lo que hacen los contrarios, callarse y tomar buena nota.

Saludos

Re: Una Royal Navy alternativa

Dom Oct 16, 2011 12:15 am

Hombre, el problema del RU a la hora de saltarse esas limitaciones hubiese reacaído en el "prestigio" el cual, a pesar de todo, todavía detentaba . No obstante su difícil situación, todavía seguía siendo considerada como la primera potencia mundial (con razón o sin ella).

A ojos de la naciente opinión pública internacional, no era lo mismo que un país como Italia se las saltase, que la potencia "naval patrón" lo hiciese (que si ese "imperialismo" británico que nunca duerme, la "vuelta a la Two Power Stand" y demás........).

En cuanto a las inspecciones, pues el mismo tema de siempre, que llega hasta nuestros días (es decir,como tu dices, "que si no nos "cuadran" las cifras, que si esto es un error, que si esto no esta dentro del tratado, que si lo otro.....") incluso con las inspecciones de los Tratados START EEUU-Rusia.

Aunque si que estoy contigo en que tal vez se debería haber tomado mejor nota por parte del RU de lo que hacían los demás......

Un Saludo Cordial.

Re: Una Royal Navy alternativa

Mié Oct 19, 2011 9:40 pm

1935. Nubes de tormenta.

En el Almirantazgo, reunión del Almirante Lord Chatfield, Primer Lord del Mar, con sus colaboradores (1)

Cpt. Acora. … El Tratado de Londres resultó mucho más problemático que el anterior de Washington, por que ahora había varias potencias signatarias que deseaban emprender un rearme naval, aunque no querían dar el primer paso. Hubo que ceder a las demandas japonesas que pretendían aumentar su potencial, y se pasó del ratio 5-5-3 a 10-10-7...

… El tratado impuso unas “vacaciones navales” por la que las potencias renunciaban a construir nuevos acorazados. Por ello se detuvieron las obras de las tres últimas unidades de la clase Admiral, a cambio de mantener en servicio los viejos cinco acorazados de la clase ‘R’. Se pudo conseguir que no se desguazasen las nuevas unidades, pero a cambio de limitar las modernizaciones de los acorazados. Por ello el potencial de nuestra flota es en la actualidad es limitado. Disponemos de cinco buques modernos, no demasiado potentes, y uno potente y veloz, pero anticuado. Y además otros nueve acorazados potentes pero que no han sido modernizados, y con capacidad limitada… (2)

… Los cruceros clase Town han resultado un éxito, pero las otras potencias querían clasificarlos como “pesados” manteniendo el máximo de quince unidades. Viendo como las otras potencias han ignorado los límites firmados, resulta farisaico. De todas formas esos cruceros están resultando demasiado grandes para construirlos en gran número, y se necesitaba un diseño de menor tamaño, por lo que se decidió seguir construyendo unidades a menor ritmo, e iniciar la construcción de un crucero antiaéreo ligero … el cañón bivalente de 115/45 aunqe no es tan potente como sería deseable para el combate de superficie, tiene buenas posibilidades como antiaéreo, tanto en montajes abiertos únicos como cerrados dobles. Se podría considerar rearmar los cruceros antiguos de las clases ‘C’y ‘D’ supervivientes con esta arma, a medida que haya fondos disponibles. Sin embargo, y ante el estado de los cruceros supervivientes de la clase Hawkins, se recomienda no efectuar modificaciones en ellos.

… Los dos portaaviones clase Renown han resultado mejores que los Courageous, como se esperaba, pero su capacidad aérea sigue siendo reducida. En lugar de los 36 aparatos que pueden llevar los tipos precedentes, los Renown pueden operar con 50, que sigue estando lejos de la capacidad de los Lexington o del Akagi. El Tratado de Londres da margen para la construcción de dos portaaviones modernos de 23.000 Tn (4).

… La cláusula de progresión permitirá construir buques en el caso que haya potencias que abandonen el tratado. En lugar de buques de grandes dimensiones (las 45.000 Tn que pretende la US Navy) recomendaríamos acabar los tres Admiral y, en todo caso, algún diseño similar que se pueda construir en número eficiente. Asimismo se podría iniciar la construcción de portaaviones que sustituyan a los tres Furious y al Eagle.

Alm. Chatfield. Gracias, Capitán. Necesitaríamos saber cuales son las intenciones de nuestros posibles rivales.

Cpt. Intel: El hecho más significativo ha sido el resurgimiento de flota alemana. Tras el acuerdo anglobritánico la Alemania Hitleriana ha iniciado la construcción de dos acorazados modernos en lugar de los dos de bolsillo planeados, buques muy aptos para la guerra al tráfico. Más ominoso es la reconstrucción de la flota submarina. Aunque los submarinos alemanes son pocos comparados con los italianos o los japoneses, su posición estratégica amenaza directamente nuestras comunicaciones.

La actitud japonesa es cada vez más hostil desde la anulación de nuestra antigua alianza. Están siguiendo una política agresiva en China, que les mantiene ocupados por ahora, pero que en un futuro podría llevar a una confrontación. En el plano naval, han seguido construyendo cruceros pesados que, en lugar de las 10.000 Tn pactadas parecen acercarse a las 12.000 Tn. Asimismo están construyendo dos portaaviones de flota modernos, así como gran número de destructores y submarinos. El crecimiento de la flota japonesa y la actitud hostil obligan a considerar que Japón pueda ser enemigo nuestro en un futuro enfrentamiento.

La crisis económica ha afectado gravemente a la US Navy, y en este periodo tan solo ha construido su cupo de cruceros pesados, el pequeño portaaviones Ranger, y un número limitado de naves menores. No parece probable un conflicto entre ambas potencias en un futuro.

La marina italiana también se ha provisto de un gran número de cruceros y destructores pesados que, como en el caso de Japón, superan las limitaciones del Tratado de Washington. Asimismo ha iniciado la modernización de sus cuatro acorazados clase Cavour, Estas obras, a la luz de los datos recibidos, parecen una completa reconstrucción.

La marina francesa parece un espejo de la italiana, salvo por sus dos modernos acorazados clase Strasbourg que, grosso modo, son un equivalente de nuestros Admiral. Como en el caso de USA no parece probable una crisis anglofrancesa en el futuro.

El resto de las marinas mundiales son muy reducidas y generalmente equipadas con buques viejos de valor militar dudoso, salvo algunos cruceros y destructores. (5)

Alm. Chatfield: ¿Cuál es la amenaza a la que nos podríamos enfrentar?

Cpt. Intel: Podría llegar a ser triple. Un enfrentamiento con la marina japonesa probablemente precisaría de la Royal Navy al completo. Y no olvidemos que tienen experiencia bélica adquirida en China. En aguas europeas la amenaza es en principio menor. La flota italiana es contrabalanceada por la francesa pero, incluso sin su ayuda la Mediterranean Fleet supera a la flota italiana, y podemos bloquear las dos salidas del Mediterráneo, luego la amenaza es solo local. En el caso alemán, su flota de superficie es dudoso que sea una amenaza seria en por lo menos cinco o diez años. Pero pueden efectuar incursiones peligrosas contra nuestras líneas de comunicación, especialmente usando sus submarinos. En la actualidad no tenemos ni por asomo la cantidad de buques de 1917, cuando estuvimos a punto de perder la guerra.

Alm. Chatfield: eso, más la política agresiva alemana… creo que dentro de no mucho nos veremos persiguiendo submarinos… o huyendo de ellos ¿alguna solución, Capitán Planes?

Cpt. Planes: Como usted habrá podido ver, los resultados de nuestra flota experimental han superado todas nuestras expectativas. No solo ha servido para crear un núcleo de oficiales muy aptos, sino que ha podido experimentar con lo que funciona y con lo que no. Y si no le importa, resumiré sus experiencias, que hemos podido probar en ejercicios a pequeña escala.

Respecto al combate naval, la revolución puede ser el combate nocturno con torpedos. El alcance y potencia de estas armas se ha multiplicado, lo que hace al torpedero un enemigo desproporcionadamente peligroso. Contra eso el mejor antídoto es una flota numerosa de cruceros con cañones de tiro rápido. Las maniobras han mostrado que el riesgo de operar con acorazados por la noche es desproporcionado. En esto, los experimentos con ondas de radio indican que se podría conseguir diseñar un método de detección en un futuro. (6)

Sobre la protección del tráfico naval. Las experiencias han demostrado la capacidad limitada para proteger las líneas de comunicación o bloquear las bases, por o que la alternativa, de nuevo, serán los convoyes. Las patrullas antisubmarinas han resultado un fracaso, y en varias ocasiones nuestros submarinos han podido hacer fotografías del Furious. Eso no quiere decir que los aviones no hayan resultado útiles, permiten cubrir grandes extensiones con eficacia. Pero en la actualidad tenemos demasiado pocos como para arriesgarlos. Asimismo, el número de escoltas disponible es muy pequeño, y los destructores de flota no son apropiados para esta misión. (7)

El comité de guerra aeronaval es el que ha presentado aspectos más interesantes. Por una parte, y como nos temíamos, el portaaviones resulta muy vulnerable a los submarinos, requiere ser escoltado y, preferiblemente, evitar las zonas de riesgo elevado. El grupo aéreo de un portaaviones ha resultado demasiado débil para proporcionar protección contra atacantes con base aérea o naval. Sin embargo, los pocos aviones disponibles han ejecutado una y otra vez ataques que aparentemente serían peligrosos contra buques de superficie, tanto en mar como en puerto. Los estudios muestran que un grupo aéreo numeroso, preferiblemente basado en varios buques, proporcionaría suficiente flexibilidad y potencia de fuego. Como en la guerra de superficie, en la aeronaval la concentración es crucial. Aparentemente cada agrupación de portaaviones debería estar compuesta de al menso dos unidades, de la mayor capacidad posible. (8)

Finalmente, el comité que ha estudiado la movilización ha hecho hincapié en lo mismo que mis compañeros: en la carencia de suficientes unidades. Retrospectivamente parece que las negociaciones de Washington y Londres estaban destinadas a derrotarnos en los despachos, ya que no pueden en el mar. Será prioritario conseguir el mayor número de buques posible. Por desgracia, la capacidad de nuestros astilleros militares, tras quince años de construcciones con cuentagotas, es escasa. (9)

Una alternativa que recomiendan es el diseño y construcción de buques “de emergencia” en los que se prime la facilidad de construcción sobre otras consideraciones, incluyendo la capacidad combativa (si se mantiene en límites racionales). En este campo hay que señalar que la construcción de portaaviones puede hacerse en plazos relativamente cortos, en masa, en astilleros no especializados, mientras que aunque mañana pusiésemos la quilla de un acorazado, probablemente no entraría en servicio hasta 1939 o 1940. En el documento que le entregamos se proponían diferentes tipos de buques “de emergencia”.

Gracias, Cpt. Planes. Le agradeceré que me envíe el documento. Y además ordenaré que se preparen unas grandes maniobras de flota para probar de una vez la capacidad de los portaaviones contra acorazados….


(1) He mantenido los mismos primeros lores, con la excepción del Almirante Madden. Para facilitar la lectura, seguirá habiendo tres departamentos: el que indica la situación actual de la marina (Cpt. Acora), el panorama (Cpt. Intel) y la evaluación del futuro (Cpt. Intel).

(2) El asunto de las modernizaciones es bastante discutible. Los acorazados modernizados, de hecho, no dieron mucho juego durante la guerra, y es muy dudoso que compensase el coste que supuso. Con la posible excepción de la Mediterranean Fleet, y el combate de Surigao, se dedicaron sobre todo a proteger convoyes o a bombardear playas. Para eso las unidades sin modificar (como el Barham o el Resolution) no eran peores que las modernizadas (como el Queen Elitabeth). Además esas “modernizaciones” eran verdaderas reconstrucciones que costarían una fortuna.

Claro que un acorazado sin modernizar quedaba bastante cojo. Su armamento antiaéreo sería deficiente, su artillería de superficie quedaría muy limitada en alcance (por la elevación: El Barham alcanzaba los 17.000 m mientras que el modernizado Warspite llegaba a los 35.000) y sobre todo, su protección submarina quedaba limitada. Aunque eso solo pudo influir en la pérdida del Barham que, de todas formas, es muy dudoso que se hubiese salvado.

En este escenario, con la RN encargada de su fuerza aeronaval, no sobra el dinero. Teniendo varios buques modernos (cinco Admiral y el Hood, en lugar del Hood y los dos Renown) creo que no vale la pena gastar dinero, salvo el imprescindible, en acorazados viejos. En todo caso se podía plantear conservar su artillería dado lo eficaz que era el 381/45.

(3) Los Dido eran un diseño posterior parcialmente basado en los Arethusa. En este escenario se está más pendiente del aspecto aeronaval, por lo que se ha diseñado antes un cañón bivalente. De solo 115 mm (anatema para los amantes de los cañones) pero es que el cañón de 133 mm inglés no salió muy allá, tenía buenas prestaciones para el tiro de superficie pero era mediocre como antiaéreo.

(4) El Furious y los Courageous no salieron muy allá, y habitualmente operaron con muy pocos aviones, en parte por las limitaciones de sus ascensores. Es de suponer que la transformación de dos buques más grandes diese mejor resultado, pero seguían siendo barcos más pequeños que los Lexington, el Akagi o el Kaga. La capacidad de estas conversiones fue siempre limitada, en comparación con barcos diseñados para esa función. En la realidad Inglaterra pudo construir un único portaaviones, el Ark Royal, que tuvo problemas debido al hangar interno y a los ascensores de dimensiones reducidas.

(5) Todo esto es cierto. En 1935 ya se oscurecía el cielo, y se preparaba la cadena de crisis que llevó a la guerra. Japón había iniciado un rearme masivo a escondidas, y no firmaría el segundo tratado de Londres de 1936. Tampoco lo haría Italia. El resto de las potencias al principio aceptó las restricciones, pero finalmente se liaron la manta y empezaron a construir barcos que superaban las limitaciones y en número mucho mayor. Incluyendo Inglaterra, por cierto. La única diferencia es que las sospechas sobre lo que haga Japón son aún mayores.

(6) En los años treinta se hicieron maniobras que probaban el combate nocturno. Asimismo se iniciaron los experimentos con el radar, en 1935 los alemanes probaron un prototipo que consiguió detectar buques a 8 km de distancia. Ese año inició la Royal Navy sus estudios, y la RAF iba más adelantada.

(7) La escasez de buques fue una queja crónica. Tanto que llevó al diseño de las corbetas clase Flower en 1939. La característica era que estaban pensadas para ser construidas en astilleros civiles, y manejadas por personal de reserva: por eso no llevaban las caras (y lentas de construir) turbinas de vapor engranadas. Por entonces, en Estados Unidos se hacían estudios (y maniobras) sobre movilización industrial ¿por qué no en este escenario? De portaaviones, las patrullas antisubmarinas fueron un fracaso costoso. Solo cuando hubo portaaviones baratos se reemprendieron con éxito.

(8) Si algo se sabía de guerra naval era que la flota numerosa vence con facilidad. Pero eso no se aplicó a los portaaviones, desplegaron uno por cada flota, y así les fue. Ahora hay aviadores navales, les gusta volar (a esas alturas ya mandarían portaaviones) y por tanto querrían muchos aviones.

(9) Lo dicho en el punto (7). La RN no se planteó la construcción en grandes series, tal vez por tradición industrial, hasta que la guerra ya estaba encima. Simplemente, adelanto los estudios.

Seguirá, espero: ahora vamos a llegar a los buques que la RN podría desplegar en los primeros años de la guerra.

Saludos

Re: Una Royal Navy alternativa

Vie Oct 21, 2011 10:20 am

Estimados compañeros:

Estoy viendo que lo que he escrito recuerda más a un relato de historia alternativa, que a otra cosa. Por ello, y si no os importa, voy a copiar mis mensajes de este hilo al apartado de "Ficción" tras pulirlos un poco.

El nuevo hilo es Una Royal Navy alternativa. En este hilo solo incluiré (de hacerlo) resúmenes de lo que presente en el apartado de Ficción.

Como os indico, los diseños de buques se basarán en el programa SpringSharp. Os recomiendo la versión 3 (una beta) pues la 2.1 tiene errores importantes (sobre todo con los separadores de decimales). Es un programa relativamente sencillo de usar (no tanto como la versión inicial de MSDOS, pero que se le va a hacer) y vale la pena experimentar con él a quien le interese la Historia Naval. Cuestiones del tipo ¿se podía embarcar el Dora de 800 mm en el Bismarck? tienen ahí respuesta.

Gracias por adelantado, y saludos.
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