Mié Feb 19, 2014 6:28 pm
Steyr era un desagradable pueblo, lo opuesto a Linz. Linz, lleno de espíritu nacional; Steyr, negro y rojo: clero y marxismo. Me alojé con un compañero de escuela en Grünmarkt Nº 9, en una pequeña habitación que daba al patio. El primer nombre del chico era Gustav,[1] he olvidado su apellido. La habitación era bastante agradable, pero la vista sobre el patio era siniestra. A menudo solía practicar el disparar a ratas desde la ventana. Nuestra casera era muy cariñosa hacia nosotros. Regularmente tomaba lado con nosotros en contra de su marido, quien era sólo un número en su propia casa, por así decirlo. Ella solía atacarlo como una víbora. Recuerdo el tipo de riña que a menudo solían tener. [...]
Petronella tenía treinta y tres años de edad. Su marido tenía barba y sin edad conocible. Él era miembro de la pequeña nobleza, y trabajaba como empleado en el servicio municipal. En ese momento Austria tenía un gran número de familias de la nobleza en circunstancias difíciles. Me pregunto si Petronella sigue con vida.
Estábamos muy encariñados con ella. Ella cuidó de nosotros en todo tipo de pequeñeces, nunca perdía la oportunidad de llenar nuestros bolsillos con manjares. En Austria, las buenas mujeres que proporcionaban alojamiento para los estudiantes por lo general eran denominadas con la palabra en latín: crux.
Después de los exámenes organizamos una gran fiesta. Es la única vez en mi vida que he estado ebrio. Había obtenido mi certificado, y al día siguiente debía dejar Steyr y regresar con mi madre. Mis compañeros y yo en secreto reunimos más de un cuarto de galón[2] de vino local. He olvidado completamente lo que sucedió durante aquella noche. Simplemente recuerdo que fui despertado al amanecer por una mujer lechera, en el camino de Steyr a Garsten. Yo estaba en un estado lamentable cuando regresé a la casa de mi crux. Me di un baño y bebí una taza de café. Entonces Petronella me preguntó si había obtenido mi certificado. Quería mostrárselo, rebusqué en mis bolsillos, los volví del revés. ¡Ni rastro de mi certificado!
¿Qué podría haber hecho con él, y qué era lo que iba a mostrar a mi madre? De hecho ya estaba pensando una explicación: La había desplegado en el tren, frente a una ventana abierta, ¡y una ráfaga de viento se la había llevado! Petronella no estaba de acuerdo conmigo, y sugirió que sería mejor pedir por un duplicado del documento en la escuela. Y, puesto que yo había bebido todo mi dinero, ella llevó su amabilidad tan lejos como para prestarme cinco monedas.
El director comenzó por hacerme esperar mucho tiempo. Mi certificado había sido traído de vuelta a la escuela, pero roto en cuatro pedazos y en un estado un tanto indecorosa. Al parecer, en la enajenación de la embriaguez, había confundido el preciado documento con papel sanitario. Yo estaba consternado.
No puedo contarles lo que el director me dijo, todavía estoy humillado, incluso desde aquí. Me hice una promesa a mí mismo que nunca volvería a emborracharse de nuevo, y he mantenido mi promesa.
Su desenvolvimiento [en la gestión 1902-03] fue una vez más catalogado como ‘variable’, y permaneció así en 1903-4, cuando fue registrado como ‘insatisfactorio’ en francés. Se le permitió acceder al examen de recuperación pero sólo bajo la condición de dejar la Realschule de Linz. Bajo este fracaso, Adolf fue transferido al Realschule de Steyr, distante a unas 50 millas, [3] donde tuvo que conseguir hospedaje debido a que la escuela estaba demasiado lejos de su hogar [en Leonding]. Mucho tiempo después recordó cuán disgustado estaba al ser enviado tan lejos debido a la escuela, y cómo detestó Steyr desde el primer día.
El desenvolvimiento de Adolf en Steyr no mostró una mejora inicial. En su reporte escolar del primer semestre del periodo 1904-5 obtuvo buena calificación en educación física y dibujo. Su ‘conducta moral’ era satisfactoria, su diligencia ‘variable’, recibiendo resultados mediocres en instrucción religiosa, geografía e historia (posteriormente afirmando que estas dos últimas eran sus materias favoritas), química, una calificación algo mejor en física, pero fracasando en el curso opcional de estenografía y dos materias obligatorias: lenguaje alemán y matemáticas. Si estos fracasos hubieran continuado en la segunda parte del año escolar lo hubieran condenado a repetir aquél año. Para septiembre de 1905, acorde al reporte del segundo semestre, evidentemente se había aplicado mejor y fue capaz de mejorar sus calificaciones, esforzándose en la mayoría de las materias, aprobando matemáticas y alemán, sin embargo fallando en geometría, lo que significaba ir a recuperación antes que se le permitiera ingresar al examen anual final en la Realschule inferior. El 16 de septiembre, Adolf retornó a Steyr y pasó la recuperación en geometría. Con esta calificación, ahora era candidato para la consideración de ingreso al Realschule superior, o a una escuela técnica.
Es dudoso que hubiera podido ser admitido debido a sus mediocres calificaciones de los anteriores cinco años. Pero en cualquier caso Adolf para esta época ya no tenía estomago para la escuela. Utilizó enfermedad –fingido o muy probablemente genuino pero exagerado- para persuadir a su madre afirmando que no estaba apto para continuar con los estudios, y en otoño de 1905, a la edad de 16, gustosamente puso su educación atrás para siempre con ningún camino futuro trazado.
Jue Feb 20, 2014 3:18 am
Vie Feb 21, 2014 12:50 am
Anibal clar escribió:Y es que las tragedias tienen en ocasiones algo de cómico. En este caso tan monstruoso personaje era a la vez capaz de desarrollar conversaciones de carcajada.