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Anécdotas, historias curiosas...
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Fortificaciones españolas de la II guerra Mundial

Mié Dic 05, 2007 7:07 pm

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Esta foto corresponde con un bunker de los muchos que existen en las costas canarias y que fue construido por el régimen de franco para prevenir desembarcos en las afortunadas.

más informacion aqui


http://www.monumentalnet.org/canarias/s ... hp?cat=his


Aparte de esto creo que existió en Fuerventura una base de descanso de tripulaciones de submarinos, no lo he corroborado, lo que si es cierto es que los alemanes estuvieron tradicionalmente vinculados a esta isla y contribuyeron a su despegue turistico antes de que hubiera infraestructuras hoteleras.


Por los pirineos creo que se construyo una línea de bunkers que aun persisten pero que no he podido localizar.

Mié Dic 05, 2007 9:13 pm

Hola Herren.

No solo en los Pirineos y en las Canarias se construyeron fortificaciones, sino que en la costa andauza, en Algeciras y el ampo de Gibraltar son muchos los bunkeres y sistemas defensivos alemanes que se construyeron para lo que iba a ser la Operación Félix. Aqui se escribió de ello por si te apetece echarle un vistazo.

http://www.zweiterweltkrieg.org/phpBB2/ ... php?t=1337

Respecto a lo de las canarias no tenginformación, he oido hablar de estos bunkeres pero nada mas. Si alguien puede ampliar la info de Herren se lo agradeceria.

Saludos! :D

Jue Dic 06, 2007 11:56 pm

Lo siguiente es un articulo que publiqué en otro foro amigo y que paso a describirles:


Gustav Winter

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Uno de los personajes más interesantes de la historia de Fuerteventura y de Canarias en el siglo XX, y quizá de toda su historia, fue el terrateniente alemán Gustav Winter. Para los servicios secretos británicos, se trataba de un espía nazi protegido por el franquismo; para los habitantes de la isla majorera, fue siempre don Gustavo el alemán.

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Nacido en Zastler, cerca de Friburgo, el 10 de mayo de 1893, el joven Winter hizo sus primeros estudios en Hamburgo, pero su temperamento emprendedor lo llevó pronto a latitudes lejanas. En 1913 viaja a la Argentina y, a su vuelta en 1914, ya empezada la primera guerra mundial, los ingleses abordan en el Canal de la Mancha el barco en que viajaba, lo detienen y lo recluyen en un barco-prisión anclado en Portsmouth; es la primera vez que los servicios secretos ingleses lo consideran sospechoso de espionaje. En febrero de 1915 se evade, alcanzando a nado el buque neerlandés Hollandia, y huye a España, donde residirá desde 1915. Cuenta su amigo Vicente Martínez una anécdota de esos momentos de su vida que dice mucho de su carácter: llegado a España, se dirigió a un consulado del Reino Unido y, aprovechando su perfecto dominio del inglés y la posibilidad de interpretar su apellido como anglosajón, se hizo pasar por ciudadano británico en apuros y consiguió una importante ayuda económica de aquellos de quienes acababa de escapar.

Establecido en la España neutral, trabaja en Vigo y Tarragona, completa sus estudios de ingeniería en Madrid en 1921 y pone en marcha varios proyectos de centrales termoeléctricas en Murcia, Tomelloso, Valencia, Zaragoza y la capital; luego se traslada a Las Palmas de Gran Canaria, donde entre 1924 y 1928 levanta la Compañía Insular Canaria Colonial de Electricidad y Riego y su central eléctrica Alfonso XIII en el barrio de Guanarteme (la popular CICER), inaugurada ese último año por el dictador Primo de Rivera.

El polifacético y un tanto misterioso ingeniero alemán hizo diversos viajes de estudios por Europa y navegó en su velero Argo en sus ratos libres; en él visitó por primera vez Fuerteventura en los años treinta. Según su hijo Juan Miguel, "estuvo a punto de comprar Lobos ( un islote al norte de Fuerteventura ), pero finalmente se decidió por Jandía".

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Explotar el desierto

Hasta ese momento, esta península meridional había permanecido a lo largo de los siglos como un apéndice ajeno al resto de la isla de Fuerteventura. En tiempos prehispánicos, han defendido algunos, un muro que hoy se atisba en algunos yacimientos arqueológicos a lo ancho del istmo de la Pared separaba dos reinos independientes, el de Maxorata y el de Jandía. Después de la conquista y desde los primeros tiempos del señorío, la península dependió siempre de los señores de Lanzarote, y no de los de Fuerteventura. Tras la abolición de los señoríos por las Cortes de Cádiz (1811), Jandía se integró en la división administrativa del estado y, por tanto, en el término municipal de Pájara, aunque
ese mismo año el Consejo de Castilla reconoció el señorío de la península de Jandía a los marqueses de Lanzarote, condes de Santa Coloma y Cifuentes, Grandes de España.


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El propietario de Jandía nunca visitó sus tierras, y para ejercer su dominio nombró un administrador en Canarias, que a su vez designó a un arrendatario en Jandía,
que asi continuó constituyendo una única y enorme finca conocida como Dehesa de Jandía: 18.000 hectáreas de terreno que constituían la mayor propiedad rústica de Canarias en la época, un lugar por entonces casi desértico, aislado del progreso y de todo signo de civilización.

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Winter se decidió pronto a adquirir la península, aunque al principio no pudo sino alquilársela en Burgos a sus propietarios, los herederos del marqués de Lanzarote y conde de Santa Coloma, en julio de 1937, por estar vigente un decreto de Gil-Robles que prohibía la venta de terrenos a extranjeros. En abril de 1941 la empresa Dehesa de Jandía, S.A., cuyos capitalistas eran testaferros españoles a fin de poder efectuar la adquisición del inmenso territorio de forma legal, compra la península y nombra administrador único a Gustav Winter.

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Así pues, Winter fue propietario de facto de la totalidad de la península de Jandía desde unos años antes de la segunda guerra mundial. En ella abriría con el tiempo unos cincuenta y dos pozos, con la ayuda del zahorí Eulogio Espinel. Repobló el pico de la Zarza con más de cien mil pinos canarios. Después del final de la guerra mundial, cuando el matrimonio Winter-Althaus regresó a Fuerteventura (en 1947), cultivó en Casas de Jorós tomates y alfalfa que exportaba por el puerto de Gran Tarajal, en el municipio de Tuineje, a unos cincuenta quilómetros al norte; y explotó el ganado caprino en el valle de Cofete con la mediación de más de cincuenta aparceros o, como se conocen en Fuerteventura, medianeros, lo que le permitió comercializar queso y lana de gran calidad en el mercado central de Las Palmas de Gran Canaria, donde mantenía un puesto de venta con la marca comercial de la sociedad que administraba, Dehesa de Jandía. A principios de los años 50, Winter llegó a ser propietario de una cabaña de siete mil cabezas, entre cabras y ovejas; en 1952 se hicieron en la península 32.000 quilos de queso. La mitad del producto era propiedad del terrateniente alemán, y la otra mitad de los medianeros, pero don Gustavo compraba a éstos su mitad para exportarla a Las Palmas en el paquebote Guanchinerfe, que hacía cabotaje entre las distintas islas del archipiélago. La humedad y consiguiente fertilidad del valle de Cofete atraían a Jandía pastores y ganados furtivos de toda la isla, y algunos rebaños salían de la Dehesa con más cabezas de las que habían traído; lo cual, junto con el proyecto de criar de forma aislada ovejas caracul, presuntamente motivó la erección de una famosa valla de dos metros que clausuraba el istmo de La Pared a la altura de Matas Blancas, con una única puerta de acceso vigilada por un guardián, José Viera Torres, que residía en ese caserío y se comunicaba con el alemán por radio y con Gran Tarajal por teléfono. Doña Isabel Althaus habla de 1962, pero existe documentación que hace la instalación de la cerca tan temprana como 1949.

Villa Winter

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Entre 1946 según su familia, y en los primeros años de la contienda mundial según otras fuentes, el alemán edificó la peculiar Villa Winter, un palacete, casi un castillo en el más alejado confín de la Península, Cofete.

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Así mismo tendió la carretera que aún hoy lleva desde La Pared hasta Cofete y es conocida como camino de los presos: ambos proyectos fueron llevados a cabo gracias a la obligada colaboración de los presos políticos que el régimen franquista recluía en el campo de concentración o Colonia de Vagos y Maleantes de Tefía, en el interior de la isla (después primer aeropuerto de la isla y colonia agrícola y penitenciaria, y hoy albergue y escuela taller del Cabildo Insular de Fuerteventura), y que fueron puestos a disposición de don Gustavo. La familia Winter Althaus nunca llegó a residir en la villa, sino en una finca que dominaba desde las alturas la localidad de Morro Jable, donde se la conocía como el caserío del alemán. Tuvo mucho que ver don Gustavo con el desarrollo de lo que en los años cincuenta no era más que una aldea de pescadores de no más de una cincuentena escasa de viviendas, con chiquillos correteando descalzos por las calles, analfabetismo, hambre, enfermedades olvidadas en otras latitudes todavía vigentes, plagas de langosta y absolutamente ningún servicio público por parte del estado. El médico y periodista grancanario Enrique Nácher describió muy bien el Morro Jable de aquella época en su novela Cerco de arena.

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Habilitó el alemán, también en los años 40, un aeródromo muy cerca de la Punta del Faro de Jandía, apisonando una pista de tierra de 800 metros de largo y 75 de ancho que iban a usar aviones militares españoles a finales de los cuarenta como aeródromo de socorro y para transportar cazadores y pescadores al servicio de Winter, gran aficionado a la caza y la pesca; los habitantes de Jandía recuerdan con cierta suspicacia el ir y venir de militares españoles en los años cuarenta. El aeródromo fue objeto de una investigación por parte del Jefe de la Zona Aérea de Canarias. Gustav Winter diseñó un plano a tal efecto y justificó la existencia de la pista por la posibilidad de solucionar evacuaciones debidas a urgencias médicas. Las explicaciones no satisficieron al mando aéreo militar y el uso de la pista fue prohibido; "Don Gustavo a partir de ese momento se ha de trasladar al nuevo aeropuerto de Los Estancos cada vez que tiene que viajar fuera de la isla".

Sólo a partir de 1958 podrá Winter disponer libremente de su propiedad. El 5 de agosto de ese año se nacionalizó español con el nombre de Gustavo Winter Klingele, lo que le permitió por fin ser accionista mayoritario de la empresa Dehesa de Jandía. En 1962 dividió el enorme latifundio en lotes y se reservó la propiedad de casi 2.200 hectáreas del mejor terreno, que incluía Cofete y Morro Jable; según se dijo, como compensación por las mejoras introducidas en la propiedad.

Don Gustavo falleció en 1971 en Las Palmas de Gran Canaria, en cuyo cementerio fue inhumado. Finalmente, la familia Winter vendió la casa hacia 1997 a Lopesán, que aparentemente tiene el propósito de convertirla en un pequeño hotel, pese a hallarse enclavada hoy día en el corazón de un parque natural. El Cabildo Insular de Fuerteventura ha estado también interesado en la compra del palacete, pero esta operación nunca se ha materializado.


La leyenda de Gustav Winter

Don Gustavo fue protagonista de una leyenda, que con el paso de los años ya no se sabe distinguir entre ficción y realidad. Según la misma, el magnífico palacete semifortificado que construyó Winter en el insólito y aislado paraje de Cofete -en medio de la nada- habría servido durante la segunda guerra mundial de lugar de descanso, refugio o avituallamiento para las tripulaciones de los submarinos alemanes, que además se habrían servido de la bahía de Ajuy, algunas millas al norte, como base natural. Que los alemanes de Jandía suministraban víveres a los submarinos alemanes en aguas canarias era especie que ya circulaba entre los militares destinados en Fuerteventura en los años cuarenta. También se ha supuesto que desde la torre de Villa Winter podría haberse orientado a submarinos o aviones alemanes en un lugar tan próximo al Puerto de la Luz (Las Palmas), y existe el testimonio, transmitido por el investigador Juan Pedro Martín Luzardo, de un expiloto británico de la RAF que aseguraba haber derribado sobre Cofete un avión alemán durante la segunda guerra mundial.

La torre de la Villa Winter está accesible solamente en los dos pisos superiores es decir concretamente solamente en el piso intermedio con las cuatro ventanas pequeñas rectangulares.

En este piso se encuentra una caja de fusibles y palancas eléctricas enormes. Sus dimensiones hacen sospechar que en esta torre estaba instalado un aparato que requería ingente cantidad de energía eléctrica.


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Todo ello podría ser coherente con el aislamiento del lugar, con la disponibilidad de un equipo médico y de enfermería entonces único en la isla, con la aparente protección del régimen franquista y con la frecuente presencia de militares españoles en la casa, donde pasarían fines de semana so pretexto de cacerías.

No obstante, la casa fue construida a partir de 1946, según su familia y alguno de sus detractores (aunque fuentes británicas hablaron de 1940 ) y que nunca llegase a ser habitada por los Winter, dicen sus hijos, se debió a que la mayor parte de la población de Jandía se mudó a vivir a Morro Jable, tras una sequía que imposibilitó la agricultura en el valle de Cofete y la apertura en el pueblo de la fábrica de salazones de Lloret y Llinares.

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Diversos estudiosos han comentado el caso desde el punto de vista histórico. Para algunos parece claro que el ingeniero alemán actuó como intermediario entre el gobierno alemán y los inversores de su país. Winter habría atraído capital público y privado alemán para electrificación y construcción de un muelle, una fábrica de cemento, unas salinas y una factoría de conservas y harinas de pescado con una flota de once pesqueros que efectivamente compró; capital que, según el Foreign Office, pudo llegar a los 30 millones de pesetas y que la guerra civil y la segunda guerra mundial impidieron se pusiera en marcha; de modo que Winter hubo de dedicarse finalmente a la agricultura y la ganadería. El destino de estas inversiones estatales o paraestatales no parece claro sin una motivación estratégica, militar o no, aunque para su viuda la motivación fue puramente económica, dada la gran proximidad de los caladeros saharianos. Lo cierto es que ya en 1937 Winter había mostrado los planos de su proyecto industrial en Jandía al periodista Vicente Martínez en Las Palmas, y en 1938 visitó Fuerteventura con una pequeña expedición de expertos alemanes a bordo del barco Richard Ohlrogge para investigar la zona, hacer fotografías y trazar mapas de las costas...

La guerra mundial alejó a Gustav Winter de su finca en Fuerteventura durante unos años. Aunque no fue alistado por sobrepasar la edad reglamentaria, fue reclutado como ingeniero para la Marina de Guerra alemana. Según declaraciones de su viuda, por otro lado sin contrastar, entre 1940 y 1944 dirigió un astillero de submarinos de la armada en Burdeos; pero, cuando los alemanes se retiraron de Francia, abandonaron allí a Winter, que tuvo que refugiarse por segunda vez en España, huyendo en agosto de 1944 a San Sebastián y luego a Barcelona. En Madrid y en junio de 1945 la conocería a ella, su segunda mujer, Elisabeth Althaus. Para Winter, que tras la derrota de Hitler perdió sus propiedades en su país (una mina de carbón, una empresa de transportes fluviales en el Rhin y el Danubio y otras industrias), así como la oportunidad de levantar un emporio industrial en Jandía, la segunda guerra mundial fue un desastre que, no obstante, no iba a acabar con su espíritu creativo y laborioso. Posteriormente, su nombre apareció en una Lista de repatriación de espías alemanes residentes en España "con la protección de Franco" elaborada por los aliados al final de la segunda guerra mundial (1945), con el fin nunca satisfecho de reclamarlos y juzgarlos; en ella, de manera coincidente con la leyenda, Winter es descrito como "agente alemán en Canarias encargado de los puestos de observación, equipados con telefonía sin hilos, y del abastecimiento de los submarinos alemanes". Sólo en 1947 permitieron los aliados que la familia Winter regresara a Canarias.

A principios de los sesenta visitó a Winter, por motivos profesionales, el ingeniero agrónomo Manuel Bermejo, quien con el transcurso de los años sería alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, entre otros cargos políticos, administrativos y docentes. El palmense resume bien las conjeturas que se han alimentado durante años acerca de la casa de los Winter:

En este paisaje de soledad absoluta, el encontrarse una casa enorme en medio de la playa, con sólidas paredes, muchas habitaciones, una cocina capaz para muchos comensales, unos sótanos amplísimos con instrumentos de música, sientes que es un elemento insólito, como un elemento extraterrestre que allí se ha depositado y que te crea una serie de interrogantes sobre su destino, ya que desde luego no es, ni puede ser, por sus dimensiones, el sitio de recreo y reposo de una familia.

Como tal, las interpretaciones de para qué servía, la posibilidad de vivir allí, sin que nadie en el mundo civilizado pueda tener conocimiento de tu existencia, la cercanía de un aeropuerto de tierra sito casi al extremo sur de Jandía y, por tanto, no lejos de ella, el aislamiento que creaba Winter con el control por radio a todo el que quería acceder a la península de Jandía, su dominio total de ella, la frecuencia de los hundimientos de mercantes aliados en el entorno de Canarias por submarinos alemanes, a cuya nacionalidad pertenecía Winter, el que hayan sido precisamente prisioneros políticos los que hicieron la carretera de acceso, son todos elementos que confluyen en una especulación mental, nada sé con certeza, que relacionan unas cosas con otras.


Gustav Winter desapareció hace más de treinta años, después de habitar el extremo más despoblado de las Canarias durante otros treinta. Su secreto, si lo hubo, sigue sin desvelar, y en Jandía la población sigue creyendo en la existencia de túneles subterráneos que conducen desde los sótanos de Villa Winter hasta el mar. Fuese o no un espía al servicio de Hitler, la leyenda de don Gustavo goza a día de hoy de una salud óptima.

Saludos

Vie Dic 07, 2007 1:23 am

Muy buen articulo mp40. No tenia ni idea de la existencia de este personaje.

Gracias y enhorabuena! :D

Vie Dic 07, 2007 10:56 am

Interesante y curioso artículo MP40, gracias por compartir con nosotros una historia tan poco conocida en la península. :)

Saludos.

Vie Dic 07, 2007 1:28 pm

Gracias gracias gracias mp40, no sabes con que ganas he leido tu artículo porque era algo que no habia constatado y ahora creo que sí, que si fuerteventura no fue base de descanso de Uboot, bien pudo haberlo sido; se daban todas la condiciones para ello, la única que quedaría pendiente es corroborar un desembarco, pero es una condición menor.

Yo estoy casi seguro al 100% de que si lo fue, mas que nada porque casi a la vez que Alemania se recuperaba de sus heridas, los alemanes empezaron el fenomeno turistico, y uno de los lugares de descanso que elegian era Fuerteventura, y creo que sería porque los que estuvieron allí hablaron bien de los encantos de la isla majorera.

por cierto tengo otra sospecha sobre el Poris de Abona, pero no es de la segunda guerra mundial. Si te interesa busca por Koprosky, AIDS, Congo Belga, descolonización. Alla en la Isla lo vendieron como Lepra.

Saludos.

Sab Dic 08, 2007 5:18 pm

Me alegro que les haya gustado amigos, historia curiosa que pocas personas conocen, incluso aquí en Canarias.

Dom Dic 09, 2007 12:33 am

Muy interesante amigo mp40.
Acontecimientos desconocidos.
Saludos y sigue así. :wink:

Posdata: precioso avatar. :wink:

Dom Dic 09, 2007 5:03 pm

Gracias M Steiner :wink:

Jue Dic 13, 2007 6:02 pm

espectacular las fotos, esta en muy buena posicion elbunker, que pedaso de construccion.

Mar Feb 19, 2008 9:30 pm

mp40 escribió:Me alegro que les haya gustado amigos, historia curiosa que pocas personas conocen, incluso aquí en Canarias.


¡Y tanto, mp40!. Es una historia que, como bién comentas en un momento de tu excelente post, siempre se ha movido entre las
luces y las sombras. Gracias por tu abundante información. :wink:
Y sí que hay bunkers por aquí, Herren Halle. Es curioso, pero nunca había reparado en ellos..ahora que recuerdo, hay uno en Güimar bastante
grande..igual cojo mi "Chirri" con la cámara y hago un reconocimiento, a ver.

:D Un saludo cordial.
Garcá-Morato.

Lun Abr 28, 2008 9:17 pm

Y hablando de Gustav Winter:
Luis Alfonso Gámez, en " Magonia-El correo digital ", el 27/04/2008 escribió:
[center]Cuarto Milenio se enfrenta a posibles demandas por convertir en criminal de guerra a un ingeniero alemán

[/center]


El abogado canario Juan Carlos Winter va a emprender acciones legales contra los periodistas Eric Frattini e Iker Jiménez y la cadena Cuatro después de que, en el programa Cuarto Milenio, el primero acusara a su padre de haber sido carcelero en los campos de concentración de Auschwitz-Birkenau. Me enteré a través de Héctor Fajardo y Alfonso Ferrer, quienes dieron la noticia en Crónicas del Misterio el viernes tras localizar y hablar con Juan Carlos Winter. Gracias a ellos, he podido conversar hoy por teléfono con el abogado canario, quien se ha reafirmado en lo declarado a Crónicas del Misterio respecto a la falsedad de las afirmaciones de Frattini.

Cuarto Milenio dedicó gran parte de su entrega del 6 de abril a los nazis refugiados en España tras la Segunda Guerra Mundial. Los tertulianos fueron cuatro colaboradores habituales del programa, incluido un Frattini a quien Jiménez presentó como un erudito en la materia. En un momento determinado, Frattini citó a Gustav Winter -de quien se vio una foto en pantalla-, y dijo que había sido carcelero en los Auschwitz-Birkenau y después se había retirado a vivir en Fuerteventura en una casa de la península de Jandía que ahora, según el periodista, es "un hotel o una residencia de ancianos". Ningún contertulio le corrigió, a pesar de tratarse de expertos, según Jiménez. "Seguramente, demandaré a todo el mundo, a Eric Frattini, a Iker Jiménez, al programa, a la cadena... Voy a demandar a todos a no ser que me inviten al programa a dar mi versión de los hechos y hagan una rectificación pública. Todo lo que han dicho es mentira", advierte Juan Carlos Winter.

Gustav Winter nació en 1893 en Alemania y llegó en 1912 a nuestro país, donde acabó sus estudios de Ingeniería. A partir de ese momento, participó en la construcción de centrales eléctricas por toda España, incluidas las islas Canarias, que pisó por primera vez en 1926 y donde murió en 1971. Pronto descubrió la peninsula de Jandía, en Fuerteventura, donde se instaló a comienzos de los años 30. "Mi padre ayudó a hacer las primeras centrales eléctricas de España y en Fuerteventura hizo mucha obra social. Cuando yo era pequeñito, a comienzos de los años 60, hizo en la parte trasera de nuestra casa de Morro Jable un comedor infantil en el que que comían todos los niños del pueblo a diario. Comían unos 300 niños por turnos. Todo, pagado por mi padre", recuerda Juan Carlos Winter, quien añade que su madre había sido enfermera durante la Guerra Civil en Madrid y en Fuerteventura atendía a los lugareños, curándoles y haciendo las veces de comadrona.

Refugio de submarinos

Después de la Segunda Guerra Mundial, se extendión la leyenda de que la casa citada por Frattini había sido edificada por Winter como refugio para las tripulaciones de los submarinos alemanes mientras éstos se reparaban, y de que túneles secretos comunicaban el inmueble y la playa extremos ambos negados por el hijo del ngeniero. "El mar es tan bravo en la zona de Cofete, donde está la casa, que no es la más apropiada para una base de submarinos". Además, hay un incómodo inconveniente temporal a tan peliculero escenario: el edificio se empezó a levantar en 1946.

La leyenda, sin embargo, "se ha ido alimentando con el tiempo, sobre todo tras la publicación del libro Fuerteventura, de Alberto Vázquez Figueroa. Vázquez Figueroa, en su novela ambientada en los años de la Segunda Guerra Mundial, sitúa en la isla majorera unas instalaciones secretas alemanas, a las que llegarían los submarinos a través de una cueva y que, a la postre, constituirían una zona de descanso para las tripulaciones, cuando no, una suerte de burdel donde se celebraban fiestas hasta altas horas de la madrugada", escribía Alfonso Ferrer en septiembre en Crónicas del Misterio. "En Cuarto Milenio, dijeron que la casa es una residencia o un hotel, cuando no se llegó a terminar, nunca vivió nadie y esta en ruinas. Es una invención de principio a fin", sentencia el abogado canario.

Asegura que "está muy bien documentado" que su padre pasó toda la Segunda guerra Mundial en España. Ante el hartazgo por los rumores que desde hace años vinculaban a Gustav Winter con la Alemania hitleriana, sus familiares pidieron "hace diez o doce años" un certificado al respecto al Centro Simon Wiesenthal. Esta organización tiene registrados a todos los criminales de guerra nazis y, según el abogado canario, ha certificado que su padre "no hizo el servicio militar en Alemania ni existe la más mínima sospecha de colaboración con los nazis".

Juan Carlos Winter era hasta ahora espectador habitual del magacín esotérico de Cuatro porque "pensaba que había un minimo de rigor. Ahora me pregunto si en todo lo demás que dicen no habrá la misma falta de rigor que en el caso de mi padre". Basta recordar los casos del cosmonauta fantasma, la leyenda de Ochate y la conexión Lincoln-Kennedy para poner en su justo término la credibilidad de Cuarto Milenio, aunque seguramente ninguno de esos episodios se incluya en la colección de DVD que vende cada lunes El País.


¡ Siempre " Friker Jiménez ". Menudo personajillo.

:D Un saludo cordial.
García-Morato.
Última edición por Joaquin Garcia Morato el Lun Sep 08, 2008 11:51 pm, editado 1 vez en total

Dom May 11, 2008 9:29 pm

Lo que comenta Herren Halle es la Línea Pirineos. Desde hace muy poco se puede visitar una zona llamada Parc dels búnquers de Martinet (Parque de los bunkers de Martinet) en Martinet de Cerdanya.

Os adjunto algunos datos (por ahora no tienen web)

Parc dels búnquers de Martinet
Ctra. LV-4055 de Martinet de Cerdanya a Montellá
25724 Martinet de Cerdanya, Lleida

Horarios:
sábados de 10-14 y de 16-19
domingos de 10-14:30
de martes a viernes con reserva previa en el teléfono 648 141 070

Más información en el 93 875 20 00

Si alguien necesita ayuda con el catalán yo puedo ayudarle.

Lun May 12, 2008 9:37 pm

El parque este Predi ¿Son los restos de la Línea P que montó Franco en todos los pirineos?

Mar May 13, 2008 12:18 pm

Lo del Iker Jimenez es de juzgado de guardia menudo programa telebasura!!!

OSTRAS!!! mi mensaje numero 100...que ilu!!

Dom May 18, 2008 5:10 pm

Hola Stormbringer.

Así es, en realidad el nombre oficial era Línea Pirineos. Se pueden visitar vaios bunkers, líneas de trinchera y vías de comunicación. Todo está muy limpio -quizá demasiado- y hay visitas guiadas.

Fuerteventura

Sab Ago 16, 2008 1:01 am

Estimad@s amig@s:

Si quieren, les puedo recomendar la lectura de FUERTEVENTURA de Alberto Vázquez-Figueroa.

En ella hay muchas referencias a la Villa Winter.

Ya me contarán.

Salu2.

Re: Fortificaciones españolas de la II guerra Mundial

Mié Feb 18, 2009 11:49 pm

Yo soy de fuerteventura del norte,y creo recordar que habia un burdel al sur jajaja,la verdad no sabia de la existencia de tal personaje.
Un saludo.

Re: Fortificaciones españolas de la II guerra Mundial

Vie Mar 13, 2009 11:57 pm

Esta muy interesante este tema, y lo de Iker Jiménez..........metedura de pata auténtica.

Re: Fortificaciones españolas de la II guerra Mundial

Lun Mar 16, 2009 3:35 pm

Hay dos libros escritos por José Manuel Clúa Méndez titulados "Cuando Franco fortificó los Pirineos: La Línea P en Aragón" y que adquirí hace un mes o así, aunque se centra más en las fortificaciones existentes en el Pirineo aragonés es de recomendable lectura ya que, en el primer libro dedicado a las fortificaciones en La Jacetania, tiene una interesante introducción sobre que era la Línea P, que unidades del E.T. las construyeron, cuando empezaron las obras, cuando se dejó de construir y cuanto costaba en antiguas pesetas los diversos tipos de fortificación.
Muy interesante toda la información relativa a los Núcleos de Resistencia que componen la Línea P, número de posiciones anti-tanque, artillería, anti-aéreos, ametralladoras y pozos de tirador y ubicación aproximada en plano.
Recomendable totalmente si , siendo piraos como yo, os tiráis una semana o un fin de semana al monte a buscar estas fortificaciones, ya que están llenos de información cartográfica sobre donde se encuentran los distintos bunkers en la zona del Pirineo aragonés, desconozco si en Cataluña, Navarra y País Vasco han publicado algún estudio o libro similar.
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