Ha abierto este hilo al haberse estrenado la película en España la semana pasada, para hablar directamente de ella película y diferenciarlo del hilo de las noticias previas aparecidas también en el Foro.
Fuentes imágenes:
http://www.notasdecine.es/tag/jason-isaacs/
Título: Good (Gran Bretaña, 2008).
Dirección: Vicente Amorim.
Guión: John Wrathall , sobre una obra teatral de C. P. Taylor.
Fotografía: Andrew Dunn.
Música: Simon Lacey.
Intérpretes: Viggo Mortensen, Jason Isaacs, Jodie Whittaker, Steven Mackintosh.
Duración: 91 minutos.
Más información acerca de las noticias previas al estreno en
viewtopic.php?f=87&t=4615, incluyendo el trailer en español:
Argumento:
Cuenta la historia de John Halder (Viggo Mortensen), un profesor de literatura en la Alemania de los años ‘30, un hombre bueno y honrado con problemas personales. Halder publica una novela. Su libro es utilizado por varios políticos para apoyar la propaganda gubernamental y desde ese momento la carrera de Halder como escritor despega gracias a una optimista corriente de nacionalismo y prosperidad. Ese cambio de suerte le hace tomar decisiones aparentemente sin importancia, pero cada vez más comprometedoras y con devastadoras consecuencias para las personas que le rodean.
Primeras críticas:
Un nazi en el guindo
Francamente, Good es de esas películas que suenan mejor sobre el papel que en la pantalla. Si oyen hablar de una película protagonizada por Viggo Mortensen sobre un alemán en tiempos de Hitler que no es ni un nazi convencido ni exactamente un cínico arribista sino un hombre que se deja seducir, mimar, llevar por la ola del nuevo régimen... seguro que se sienten atraídos.
La película internacional del brasileño Vicente Amorim nos cuenta la historia de John Halder, un profesor universitario de Literatura que es llamado para figurar, siquiera como colaborador intelectual honorífico, en las sanguinarias SS. O sea, que ahí está, desde el principio y a lo largo de toda la película, el tema. El de la posición de los intelectuales ante el horror. El de la población alemana que miró hacia otro lado mientras los nazis levantaban su imperio de inmoralidad y destrucción.
Pues vale, tenemos un buen actor y un tema interesante, pero, ay, también un desarrollo irregular y una realización plana. La película parece deudora de su origen teatral y por momentos no sabe cómo moverse ni qué hacer fuera de los sucesivos diálogos.
Al filme le asalta un grave problema de credibilidad. Tal y como se nos muestran las cosas, cuesta creer que un profesor universitario pueda ser tan ingenuo como para que, al ver ante su aula una montaña de libros listos para la quema, sólo se le ocurra pensar en ir a quejarse al rector. Como se hace increíble que la cúpula nazi le acepte amistosamente como uno de los suyos sin pedirle mayor implicación. Sabemos de la capacidad del ser humano para estar en el guindo cuando no debe, pero se hace forzadísimo el periplo de Halder/Mortensen mientras asciende de puntillas por el escalafón nazi.
Tal y como lo vemos, no se entiende por qué su madre y su esposa tienen trastornos sicológicos, más allá de la tópica metáfora. Y las alucinaciones sonoras del protagonista chirrían aún más.
Good, que quiere ser contenida y sutil, acaba siendo desfallecida y plana. Una ocasión perdida. Un pastel de queso sin gusto, salvo quizás por Maurice, un personaje secundario que encarna Jason Isaacs (sí, les suena de Harry Potter). Es el amigo sicoanalista y judío del protagonista. Por una vez, no es una víctima cabizbaja sino un hombre rabioso, irónico, plenamente consciente de la tragedia y de la necesidad de aferrarse a su dignidad. Cuando Maurice sale en pantalla, Good tiene destellos de la intensidad y profundidad que quiso tener.
Fuente: http://www.diariovasco.com/20090527/cul ... 90527.html