Lunes 18 de diciembre de 2006
BEN MACINTYRE
The Times
Paul Rosbaud:
El espía secreto de la II Guerra Mundial que Cherie Blair quiere desterrar del olvido
La esposa del Premier británico demandó al MI6 para que desclasifique los archivos del científico austríaco que entregó información clave sobre el programa nuclear nazi.
Una fuerte pugna legal se ha producido entre la abogada Cherie Blair, esposa del Premier británico, Tony Blair, y el MI6 por los archivos secretos relacionados con "The Griffin", un espía austríaco que proporcionó a Gran Bretaña información vital de inteligencia sobre el programa de la bomba atómica nazi durante la II Guerra Mundial.
Cherie representa a la familia del agente secreto Paul Rosbaud, y entabló una demanda para que el MI6 entregue toda su información sobre el caso, "de modo que la ciudadanía pueda evaluar y apreciar debidamente la valiosa contribución que hizo a la victoria aliada corriendo gran riesgo personal".
Rosbaud -fallecido en Londres en 1963- fue uno de los agentes más importantes de la guerra. Fue un científico que se opuso intensamente al régimen nazi, proporcionó a Gran Bretaña valiosa información de inteligencia sobre aviones jet, radares y los intentos nazis por desarrollar la bomba atómica. Sin embargo, eso casi nadie lo sabe...
Durante años el MI6 se ha negado a todas las solicitudes para que dé a conocer públicamente los archivos Rosbaud, y ha explicado que la información está dentro de la prohibición general de dar a conocer material pertinente a la seguridad nacional.
Vincent Frank-Steiner, sobrino del científico, cree que la negativa de dar a conocer los archivos puede ser "un acto de autoprotección porque cometieron algunos errores" en el manejo del "agente Griffin". Sin embargo, señala, es importante que se revele su historia, porque "probablemente contribuyó más que cualquier otro particular a derrotar a la Alemania de Hitler".
Casado con una mujer judía, Paul Wenzel Rosbaud observaba horrorizado en la década del treinta cómo Hitler ascendía al poder en Alemania, en tanto que su carrera como físico prosperaba: llegó a ser editor de la importante publicación científica "Metallwirtschaft" y trabajó como experto científico para la gran editorial Springer Verlag.
Rosbaud llegó a conocer a los principales científicos de Alemania. En público, él era parte del grupo predominante de científicos alemanes; pero en privado, estaba tramando contra el régimen nazi.
En 1938, Rosbaud consiguió que su mujer y su hija pudieran llegar a Londres, con la ayuda de Frank Foley, jefe de la oficina del MI6 en Berlín, quien también lo reclutó como el "Agente Griffin". El nombre clave era muy irónico: Griffin era el nombre de uno de los alsacianos preferidos de Hitler.
A Rosbaud se le ofreció permanecer en Inglaterra, pero declaró que prefería regresar a Alemania para librar una batalla secreta contra el régimen nazi.
Uno de los primeros y más significativos actos como agente británico se produjo en enero de 1939, cuando recibió un trabajo científico de Otto Hahn, el padre de la química nuclear, en el que describía cómo había dividido el átomo. Al comprender el inmenso potencial destructivo de la fisión de uranio, Rosbaud publicó un artículo en la revista "Naturwissenschaften" y puso el descubrimiento de Hahn en su lugar, poniendo sobre aviso así a los científicos de todo el mundo y desatando la carrera por crear la bomba atómica.
Muchos científicos creen que la velocidad con la que Rosbaud hizo públicos los descubrimientos indica que estaba consciente de que, si no lo hacía, la Gestapo se daría cuenta de la importancia del descubrimiento y rápidamente lo ocultaría, dando a los nazis una ventaja inexpugnable en la carrera nuclear.
Mientras contribuía a reunir toda la información científica que podía, Rosbaud también ayudaba a otras familias judías a escapar de la persecución. Entre las personas que ayudó se destaca la física judía Lise Meitner, cuya colaboración con Hahn dio inicio a la física nuclear.
Durante toda la guerra, Rosbaud envió al MI6 un mensaje al mes más o menos. Éstos pasaban de contrabando a Gran Bretaña a través de la Resistencia Francesa o de la organización de inteligencia noruega XU. A veces enviaba mensajes en clave en libros o en microfilmes ocultos en vuelos entre Berlín y Oslo.
Aunque los detalles de la información que traspasó continúan sellados en los archivos del MI6, se cree que Rosbaud entregó datos sobre los cohetes V2. Además informó que el proyecto alemán para construir la bomba nuclear no tendría éxito. Por razones que continúan en el misterio -y tal vez expliquen el rechazo del MI6 a dar a conocer los archivos Griffin-, esta información no se transmitió a EE.UU.
Rosbaud incluso ocultó su labor de espionaje a su mujer. Nunca buscó el reconocimiento y destruyó muchos de sus papeles privados. La historia oficial del Servicio de Inteligencia nunca lo mencionó por su nombre y se refería a él sólo como "un escritor importante de una publicación científica alemana que estuvo en contacto desde la primavera de 1942". Oficialmente, el "Agente Griffin" nunca existió.
Sin acceso a los archivos del MI6, una biografía escrita en 1986 por Arnold Kramish planteaba más preguntas que respuestas. ¿Qué había revelado exactamente? ¿Cómo, con sus amigos judíos y su esposa judía, había escapado de la atención de la Gestapo? ¿Por qué los británicos no informaron a los estadounidenses cuando supieron que el programa alemán de la bomba atómica era un fracaso? Sobre todo, ¿por qué, 60 años más tarde, el MI6 está decidido a no revelar la historia completa del "Agente Griffin"?
Ahora, es Cherie Blair quien quiere desterrarlo del olvido.
¿Doble agente?
Como periodista y escritor, Rosbaud pudo viajar en forma relativamente libre por la Alemania nazi y sus preguntas inquisitivas al parecer produjeron pocas sospechas. En Gran Bretaña, no obstante, sus informes eran tan detallados que algunos en el MI6 empezaron a preguntarse si él podría ser un doble agente, que fomentaba la desinformación. Curiosamente, él logró salir de Berlín el día después del fallido complot de julio para asesinar a Hitler, lo que quizás indicaba vínculos con los conspiradores.
Afinidad con británicos
Cuando peleó en la I Guerra Mundial, Rosbaud fue capturado por los británicos, lo que paradójicamente lo dejó con una gran admiración por Gran Bretaña. "Mis primeros dos días como prisionero bajo la guardia británica fueron los inicios de mi prolongada anglofilia", escribió más tarde. "No nos trataban como enemigos, sino como desafortunados perdedores de la guerra".
EE.UU.
En 1955 reconocieron que las actividades de Rosbaud "en favor de la causa" fueron de "tal importancia, que aún hoy no se pueden revelar".
Fuente: http://diario.elmercurio.com