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Ensayos de historia militar, política, sociología...
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Sobre David Irving

Vie Nov 27, 2020 8:57 pm

En su día, yo me leí "La guerra de Hitler", "El camino de la guerra" y su biografía de Rommel ("The Trail of the Fox") sin saber que David Irving era un revisionista pro-nazi. Ese descubrimiento me llegó cuando estaba empezando su libro sobre el bombardeo de Dresde ("Apocalypse 1945: the Destruction of Dresden"), y lo dejé al momento. Decir que me pudo el asco supongo que es un oximoron de tantos.

¿Por qué se dice que Irving es un revisionista? Ahí va mi pequeña reconstrucción de los hechos.

Todo empieza con el libro de Deborah Lipstadt " Denying the Holocaust: the growing assault on truth and memory", de 1994., donde afirmó que Irving era un negacionista del Holocausto. y se refirió a David Irving como un prominente negador del Holocausto:

"Irving es uno de los voceros más peligrosos para el negacionismo del Holocausto. Familiarizado con la evidencia histórica, la inclina hasta que se conforme con sus inclinaciones ideológicas y su agenda política. Un hombre que está convencido de que el gran declive de Gran Bretaña fue acelerado por su decisión de ir a la guerra con Alemania, es más fácil de tomar información precisa y darle forma para confirmar sus conclusiones. Una revisión de su libro reciente, "Churchill's War", que apareció en "New York Review of Books", analizó con precisión su práctica de aplicar un doble estándar de pruebas. Exige una "prueba documental absoluta" cuando se trata de demostrar que los alemanes son culpables, pero se basa en evidencia altamente circunstancial para condenar a los Aliados. Esta es una descripción precisa no solo de las tácticas de Irving, sino de los negacionistas en general".

En noviembre de 1994, Irving tuvo su primer encuentro con Lipstadt, en el DeKalb College, en Atlanta, donde Lipstadt daba una conferencia sobre la negación del Holocausto. Al final de la conferencia, Irving hizo lo posible por interrumpir Lipstadt desafiándola a un debate, anunciando que tenía $ 1,000 para darle a ella o a cualquiera que pudiera encontrar una orden por escrito de Hitler referente al Holocausto. Lipstadt ignoró a Irving, a pesar de sus repetidos intentos de llevarla a un debate. Después de que terminó la conferencia de Lipstadt, Irving anunció que la negativa de Lipstadt a debatir demostraba que su crítica hacia él carecía de fundamento.

El 5 de septiembre de 1996, Irving presentó una demanda por difamación contra Lipstadt en los tribunales ingleses, incluyendo en la demanda a su editor, Penguin Books. Irving también demandó a la historiadora del Holocausto Gitta Sereny por difamación por un artículo que ella había escrito sobre él titulado "Spin Time for Hitler", en el periódico The Observer (21 de abril de 1996), aunque el caso no fue a los tribunales. También amenazó con demandar a John Lukacs por difamación si publicaba su libro, The Hitler of History, sin eliminar ciertos pasajes altamente críticos con el trabajo de Irving. La edición estadounidense de The Hitler of History se publicó en 1997 incluyendo dichos pasajes, pero debido a las amenazas legales de Irving, no se publicó ninguna edición británica de The Hitler of History hasta 2001, aunque los pasajes que contenían la crítica a los métodos "históricos" de Irving fueron eliminados por el editor, para decepción de muchos.

Como parte de la defensa, Penguin Books recurrió a Richard J. Evans, historiador y profesor de historia moderna en la Universidad de Cambridge, como su testigo principal, que recientemente había escrito un libro titulado "In defence of History". Tras examinar las obras de Irving durante dos años, Evans presentó un informe recopilando las falsedades e inexactitudes de Irving. Enfrentado a éste en un interrogatorio frente al tribunal, Evans salió victorioso. Entre las críticas que Evans dirigía a Irving figura lo siguiente:

"Irving ha hecho todo esto desde el comienzo de su carrera. Ninguno de sus libros, artículos o discursos, ni siquiera un párrafo, ni siquiera una frase de todo ello puede ser aceptado como una representación precisa de su contexto histórico. Todos ellos son completamente inútiles como historia, porque no se puede confiar en Irving en ninguna parte, en ninguno de ellos, para dar un relato fiable de lo que está hablando o escribiendo. Puede parecer una disputa semántica absurda negar el apelativo de "historiador" a alguien que ha escrito dos docenas de libros o más sobre temas históricos. Pero si entendemos por historiador a alguien que se preocupa por descubrir la verdad sobre el pasado y dar una representación lo más precisa posible, entonces Irving no es un historiador. Los que saben, de hecho, están acostumbrados a evitar el término por completo cuando se refieren a él y, en su lugar, utilizan algún circunloquio como "escritor histórico". no se ocupa principalmente de descubrir e interpretar lo que sucedió en el pasado, se preocupa simplemente de dar una descripción selectiva y tendenciosa de ello para promover sus propios fines ideológicos en el presente. La principal preocupación del verdadero historiador, sin embargo, es el pasado. Por eso, al final, Irving no es un historiador".

(el informe completo de Evans se puede encontrar en https://www.hdot.org/evans/# )

Irving perdió el juicio y apeló, pero ésta le fue denegada. A la luz de la evidencia presentada en el juicio, varias obras de Irving que previamente habían escapado a un escrutinio serio fueron re-examinadas. También fue responsable de pagar todos los costos sustanciales de la prueba (entre uno y dos millones de libras), lo que lo arruinó financieramente y lo forzó a la bancarrota en 2002.

Re: Sobre David Irving

Vie Nov 27, 2020 9:20 pm

Por eso, si alguien quiere leer a Irving -o lo ha leído-, le recomiendo hacerse con "Telling Lies About Hitler", de Richard J. Evans, que explica perfectamente porqué Irving no es fiable, con centenares ejemplos de las mentiras y la reescritura de la historia que Irving hizo en su día y que Evans desmonta.

Unos cuantos ejemplos.

Así explica Irving el putsch de Munich:

"Mientras, Hitler intentó mantener el orden. Al descubrir que un grupo de nazis había saqueado una tienda judía durante la noche, envió a buscar al ex-teniente del ejército que había liderado el ataque.

-¡Primero nos quitamos nuestras insignias del partido! -expuso el ex-oficial en vano, porque Hitler lo expulsó del partido allí mismo.

-¡Me ocuparé de que ningún grupo nacionalista te acepte en sus filas!

Göring se sorprendió ante todo esto, como hizo un sargento de la policía que prestó testimonio durante el juicio contra Hitler unas semanas después".

Según Irving, esto estaba basado en el testimonio del testigo, el Oberwachtmeister Hoffman el 4 de marzo de 1924. Sin embargo, la realidad es algo diferente a lo que Irving cita...

"Aparte de esto, quiero mencionar un incidente anterior porque los actos violentos de algunos individuos han sido siempre adjudicados a él. [...] Una vez le dije: esto y aquello han pasado otra vez. Algunos elementos han atacado las tiendas judías de delicatessen. Esto da una mala imagen del partido y es embarazoso para nosotros, los policías, que estgas cosas tengan que pasar.

Por casualidad, el líder de un grupo, un joven ex-teniente del ejército, veterano de la guerra, estaba allí. Se le llamó para que hablar y dijo 'me quité la insignia del partido'.

Hitler dijo: 'Al hacer eso admites que no pertenecías al partido cuando cometiste ese acto. En este mismo momento tú y tu grupo quedáis expulsados del partido con efecto inmediato y me aseguraré de que no seas aceptado en ningún grupo de combate nacionalista nunca más'.

Hitler siempre condenó estos actos de violencia y estos excesos individuales".

(citado de Evans, Telling Lies About Hitler, p 52-53

El testimonio del policía muestra a Hitler expulsando al ex-oficial no porque hubiera cometido un acto violento, sino porque, al quitarse la insignia del partido, su acto se había convertido en un crímen y no en una acción política, lo que haría que el partido fuera visto como una banda criminal en lugar de como una fuerza revolucionaria política. Hitler, desde luego,no estaba defendiendo a los judíos, como pretende demostrar Irving, sino al partido.

Si no se hubiera desprendido de la insignia, tal vez Hitler no su hubiera desvinculado de sus acciones.

Por cierto, como podemos observar, el testimonio original no hace referencia alguna a Göring. Además, el ex-oficial no fue llamado a prestar testimonio sino que se encontraba allí por mera casualidad. Y tampoco es un incidente que se diera durante el putsch de Munich, sino con anterioridad.

Es decir, o bien Irving no acierta a explicar lo que lee, o simplemente reinventa lo sucedido para que se acomode a sus fines. Esto queda en evidencia cuando Irving no cita la fuente de ese supuesto "testimonio".

Por último. El jurado sabía que el policía era un miembro del partido nazi y no tuvo en cuenta sus declaraciones.

Re: Sobre David Irving

Vie Nov 27, 2020 9:53 pm

El segundo ejemplo hace referencia a los judíos de Roma.

Irving escribe:

"Himmler evidentemente consideraba la presencia de ocho mil judíos en Roma como una amenaza potencial para el orden público. Ribbentrop llevó a Hitler un telegrama urgente de su consul en Roma informando que 'los ocho mil judíos residentes en Roma fueran detenidos y llevados al norte de Italia, donde debían ser liquidados'. De nuevo, Hitler tomó una línea "moderada" en este asunto. El 9 Ribbentrop informó a Roma que los judíos debían ser trasladados al campo de concentración de Mathausen, donde serían tratados como 'rehenes'".

(citado de Evans, Telling Lies About Hitler, p 103-104)

Esta información se repite, con ligeras variaciones semánticas, en las ediciones de "la guerra de Hitler" de 1977, 1983 y 1991 (en inglés).

"Lo que sucedió no fue eso. Los comandantes alemanes en Italia, entre ellos Kesselring, intentaron salvar la vida de estos judíos pidiendo que fueran usados como mano de obra para construir defensas en la peninsula itálica. Moellhausen, el cónsul alemán en Roma, efectivamente, envió un telegrama urgente informando de que el

'Oberstumbanführer Kappler ha recibido órdenes de arrestar a los ocho mil judíos residentes en Roma y llevarlos al norte de Italia, donde deben ser liquidados. El comandante de la ciudad, general Stahel, me informa que sólo autorizará esta acción si se corresponde con los deseos del ministro de asuntos exteriores del Reich. En mi opinión, sería mejor usarlos para construir fortificaciones, como en Túnez, y, junto con Kappler, se lo propondré al mariscal de campo Kesselring. Por favor, aconseje. Moellhausen'.

Tras hablar con Kesselring, Moellhausen envía un segundo telegrama:

'El mariscal Kesselring le ha pedido al Oberstumbanführer Kappler que posponga por el momento la acción anti-judía. Pero si se tiene que hacer algo, él prefiere que se usen a todos los judíos en condiciones físicas de trabajar para levantar fortificaciones aquí".

Es decir, Kesselring y Moellhausen (y tal vez Kappler) impiden que se lleve a cabo la deportacion de judios

(citado de Evans, Telling Lies About Hitler, p 105-107)

Moellhausen no habla de "rehenes" sino de "liquidación". Esta es la respuesta del ministerio de exteriores:

"El ministro de exteriores del Reich desea informar a los consules Rahn y Moellhausen, que, según las instrucciones del Führer, los ocho mil judíos residentes en Roma deben ser traslados a Mauthausen (Alto Danubio) como rehenes. El ministro del exteriores del Reich requiere que Rhan y Moellhausen sean informados que bajo ninguna circunstancia pueden interferir en este asunto y que deben dejarlo en manos de las SS".

(citado de Evans, Telling Lies About Hitler, p 106)

Hitler no intenta salvar a los judíos, sino en que sean enviados a un campo de concentración. Al final, mil judios de Roma fueron enviados a Auschwitz. De ellos, sól osobrevivieron 40 hombres y una mujer. Tampoco se puede decir que enviar los judíos a Mauthausen era una medida de protección, pues la tasa mortal en ese campo era superior a la de Auschwitz.

Qué curioso es este testimonio de Hitler, según Irving. Si Hitler no sabía nada del Holocausto, ¿cómo conocía la existencia de Mathausen? Si Hitler interviene para evitar que los judíos romanos sean asesinados, para empezar ¿cómo sabía él que ese era su destino, si desconocía por completo lo que era la "Solución Final"? Por el contrario, no sólo interviene, sino que sabe que se está realizando bajo las órdenes de Himmler. Y si sabía sobre este asunto, es también probable que supiera sobre el resto del programa de exterminio.

Imagen
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Re: Sobre David Irving

Sab Nov 28, 2020 11:54 am

Hola Kurt,

Un tema interesante.

Gracias por compartirlo en el foro, y así que si alguien quiere leer al señor Irving sepa de qué pie cojea.

Hace 4 o 5 Irving supuestabente iba a liderar un tour por los campos nazis de Polonia. Sería interesante saber qué enseñó, a quién, y cómo.

Saludos

Re: Sobre David Irving

Sab Nov 28, 2020 12:09 pm

Wyrm escribió:Hace 4 o 5 Irving supuestabente iba a liderar un tour por los campos nazis de Polonia. Sería interesante saber qué enseñó, a quién, y cómo.

Saludos


Hola Wyrm,

Irving no pudo entrar en Polonia. Fue declarado persona non grata. :mrgreen:

Re: Sobre David Irving

Mié Dic 02, 2020 1:45 pm

Algunos ejemplos más.

"El liderazgo nazi prestó especial atención a la deportación de los judíos de Berlín. Como señala Joseph Goebbels, que además de ministro de Propaganda también era el Gauleiter de Berlín desde 1925, en su diario del 20 de agosto de 1941 “Berlín debe convertirse en una ciudad libre de judíos. Es indignante y un escándalo que 76.000 judíos todavía puedan holgazanear en la capital del Reich alemán, la mayoría como parásitos ”. Sin embargo, según Irving, "Hitler no fue consultado ni informado" sobre la deportación de judíos de Berlín. Como prueba de esta afirmación, se refirió a las declaraciones hechas por Hitler el 25 de octubre de 1941. Según Irving, Hitler afirmó que los judíos habían comenzado la guerra y dijo:

"¡Que nadie me diga", añadió Hitler, "que a pesar de eso no podemos recolocarlos en las zonas más pantanosas de Rusia!" "Por cierto", agregó, "no es malo que el rumor público nos atribuya un plan para exterminar a los judíos". Sin embargo, señaló que no tenía intención de emprender nada por el momento. "¡No tiene sentido aumentar las dificultades de uno en un momento como este!"

El original alemán de este monólogo se publicó en 1980. Lo busqué y lo traduje. Todo el pasaje decía lo siguiente:

En el Reichstag, profeticé que los judíos desaparecerán de Europa si no se evita la guerra. Esta raza de criminales tiene los dos millones de muertos de la [Primera Guerra Mundial] en su conciencia, y ahora cientos de miles nuevamente. Nadie puede decirme: ¡Pero no podemos enviarlos a los pantanos! Porque ¿quién se preocupa por nuestra gente? Es bueno si el terror de que estamos exterminando a los judíos se nos adelanta ... Me veo obligado a acumular una enorme cantidad de cosas; pero eso no significa que aquello de lo que me doy cuenta sin reaccionar inmediatamente, simplemente desaparece. Lo tengo en cuenta; un día se saca el libro. También tuve que permanecer inactivo durante mucho tiempo contra los judíos. No tiene sentido crearse dificultades adicionales artificialmente; cuanto más hábilmente se maneje, mejor. Cuando leo los discursos de una persona como Galen, me digo a mí mismo: pincharlos con alfileres no tiene sentido; es mejor guardar silencio; ¡a menos que se dude del futuro del movimiento! Si creo que el movimiento existirá en unos pocos siglos, puedo esperar. Tampoco me habría ocupado del marxismo si no hubiera tenido el poder detrás de mí.

Resulta obvio que la traducción presentada por Irving contenía numerosos errores. En el original alemán no había ninguna referencia a Rusia, y la acción descrita no era el "recolocar", que sonaba inocuo, lo que implicaba algún tipo de estadía razonablemente prolongada, sino enviarlos. Lo que bien podría haber querido decir su declaración fue ilustrado por una orden dada por Hitler a las SS en el área de las marismas de Pripet el 30 de julio de 1941, tres meses antes de este monólogo: “Todos los judíos deben ser fusilados. Lleve a las mujeres judías a los pantanos ". Al informar sobre su intento de llevar a cabo esta orden, el segundo regimiento de caballería de las SS señaló el 12 de agosto en términos que no dejaban ninguna duda sobre el propósito de esta acción: “Conducir mujeres y niños a las marismas no tuvo el éxito esèradp, ya que los pantanos no eran lo suficientemente profundos para que se hundieran. En la mayoría de los casos, uno encontraba terreno firme (probablemente arena) por debajo de un metro de profundidad, por lo que no era posible hundirse ". Me pareció razonable suponer que Hitler estaba al tanto de estos hechos a mediados o finales de octubre. Enviar a los judíos a los pantanos de esta manera era algo muy diferente de simplemente "estacionarlos en las partes más pantanosas de Rusia".

Pero encontré errores aún más graves en la versión de Irving. Por lo tanto, Hitler dijo: "Por cierto ... no es malo que el rumor público nos atribuya un plan para exterminar a los judíos". Lo que realmente dijo Hitler fue: "Es bueno si el terror de que estamos exterminando a los judíos nos precede". El libro de Irving diluyó esto en varios aspectos. La traducción de Schrecken como "rumor público" fue inadecuada, ya que no logró transmitir el elemento de terror y ansiedad asociados indeleblemente con la palabra Schrecken. “El rumor público nos atribuye” implicaba que era, como ocurre a menudo con los rumores, falso. Hitler no dijo nada sobre la atribución, pero lo presentó como un hecho. La palabra "plan", que estaba totalmente ausente del original alemán, apareció en el libro de Irving e hizo parecer que el rumoreado exterminio de los judíos no se estaba llevando a cabo en realidad, sino que todavía estaba en la etapa de planificación. De hecho, por supuesto, la declaración real registrada de Hitler fue inequívoca en su reconocimiento del hecho de que los judíos estaban siendo exterminados detrás del Frente Oriental mientras el ejército alemán avanzaba en la URSS tras la invasión de junio de 1941, y muy claro en su aprobación. del efecto que esto tuvo en aterrorizar a los habitantes de las áreas que aún quedaban por conquistar.

Según Irving, Hitler "señaló, sin embargo, que no tenía intención de iniciar nada en este momento". Irving se basó aquí en su propio relato de la charla en su libro La guerra de Hitler, donde afirmó que Hitler dijo que "con los judíos también he estado inactivo". Sin embargo, el original alemán dejó en claro que Hitler ya no se veía a sí mismo como inactivo hacia los judíos: "Tuve que permanecer inactivo durante mucho tiempo también contra los judíos". Esto significó que el tiempo de inactividad había terminado. Hitler estaba hablando en tiempo presente sobre los judíos, no en tiempo futuro.

Irving informó además que Hitler dijo: "¡No tiene sentido aumentar las dificultades de uno en un momento como este!" Pero el original alemán decía algo sutilmente diferente: “No tiene sentido crear artificialmente dificultades adicionales para uno mismo; cuanto más hábilmente se opere, mejor". Por lo tanto, Hitler estaba remarcando que cuando se ataca a los enemigos, hay que esperar el momento adecuado para hacerlo. Aunque pensaba que había llegado el momento de tratar con los judíos, quería posponer el conflicto con la Iglesia católica, personificada por el cardenal von Galen, quien el 3 de agosto de 1941 había atacado públicamente el programa de "eutanasia" de los nazis (el asesinato de adultos y niños con discapacidades mentales y físicas). La traducción presentada por Irving oscureció completamente este importante punto.

Como señaló el propio Irving al enfrentarse a estas críticas, él no había traducido el pasaje en cuestión. De hecho, simplemente siguió lo que llamó la traducción oficial en inglés, publicada por primera vez en 1953 por Weidenfeld. De hecho, en lo que respecta a la edición de 1977 de La guerra de Hitler, Irving tenía alguna justificación para hacerlo. Hasta 1980, los historiadores no podía acceder oficialmente al original alemán y tenían que confiar en la traducción al inglés de 1953. Sin embargo, cuando publicó Goebbels, en 1996, Irving había estado familiarizado con el original alemán durante casi veinte años. Irving afirmó con orgullo que él "era el único historiador en el mundo a quien su propietario físico le proporcionó los textos originales en alemán, es decir, en octubre de 1977". Admitió en 1983 que el original alemán "es completamente diferente de la traducción inglesa publicada". Obviamente, los pasajes que había utilizado de la traducción de 1953 ahora tenían que cotejarse con el original alemán y enmendarse si era necesario. Así, por ejemplo, Irving eliminó la frase "el terror es algo saludable", atribuida falsamente a Hitler en la traducción de Weidenfeld, de su edición revisada de 1991 de La guerra de Hitler porque no estaba en el original alemán.

Pero mientras Irving eliminó esta frase, que hizo que Hitler quedara tan mal, deliberadamente continuó usando las otras partes de la traducción defectuosa (y en ningún sentido "oficial") de Weidenfeld, si el texto original en alemán implicaba a Hitler en de una manera que Weidenfeld no hizo. Así, en su libro sobre Goebbels, continuó afirmando que Hitler dijo que no estaba planeando nada contra los judíos en la actualidad (traducción de Weidenfeld), mientras que el original alemán tenía a Hitler diciendo que “tuve que permanecer inactivo durante mucho tiempo contra los judíos también." En otras palabras, Irving usó tanto el original alemán como la traducción defectuosa, seleccionando de cada uno de ellos lo que sirviera a su propósito de mostrar a Hitler en una luz favorable y descartando, si podía, cualquier cosa que no lo hiciera. No le interesaba si la traducción de Weidenfeld era exacta en cualquier caso de donación; lo único que le interesaba era si eso apoyaba o no su idea preconcebida de la inocencia de Hitler. Su versión de la charla de Hitler en este caso equivalía a una manipulación consciente y deliberada del material fuente".

Richard J. Evans, Lying About Hitler: History, Holocaust, and the David Irving Trial (New York: Basic Books, 2002), pp. 72-75
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