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Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Lun Sep 01, 2014 6:30 pm

Satisfacción

7 de Julio de 1941

—Este sí que ha sido un buen día —dijo Churchill mientras miraba el baile de los reflectores desde la azotea del número 10 de Downing Street.

El general Brooke y el Almirante Pound esperaban al Premier para plantearle los nuevos problemas, pero antes tuvieron que escuchar al satisfecho Primer Ministro.

—Me tenía en sus manos, bastaba con que hubiese pedido un voto de No Confianza, pero al tonto de Sinclair no se le ocurrió mejor idea que pedir que nombrasen dictador a un laborista. Nombrar la dictadura en una cámara ¡Ja! Es como mentar la soga en casa de un ahorcado. Todo el mundo se apresuró a lavarse las manos y votar en contra de la moción. Apenas tuvo treinta votos, y eso porque en esa cámara hay más tontos que asientos.

El error de Sinclair había dado un inesperado aliento a Churchill que, tras la victoria en la cámara, se creía capaz de todo. Pero los dos jefes intentaron bajarle los ánimos.

—Sir Winston —dijo Brooke— siento interrumpirle pero la situación requiere una decisión. Nuestras tropas en Mesopotamia y en Sudán se están hundiendo.

—¿Qué pasa, que tus soldaditos tienen miedo de los alemanes?

Brooke aguantó la sorna, pensando que además tenía algo de razón. Los ingleses tras las repetidas derrotas estaban contagiados del “Panzer panic”, y se retiraban a toda prisa al ver los tanques alemanes aparecer.

—Primer Ministro, los soldados británicos son tan valientes como siempre, pero son pocos, su equipo es deficiente, y tienen que defender un enorme frente. En estos momentos los italoalemanes avanzan en Irak hacia Bagdad y en Sudán hacia Jartum, y a este ritmo podrán tomar ambas ciudades en menos de quince días. No tenemos suficientes tropas en esos escenarios, pero estamos atacando en el Norte de Kenya. Tenemos que abandonar una de las dos operaciones, o seremos derrotados en las dos. Primer Ministro ¿Qué cree que es más importante conservar? ¿Sudán o Basora?

Churchill había participado en la batalla de Omdurman y no tuvo dudas en responder—. No podemos abandonar el campo de batalla de Kitchener. Refuerce Sudán y aplaste a los italianos de Etiopía.

—Las dos cosas serán imposibles. Para seguir avanzando en Etiopía tendremos que sacrificar Jartum.

—¡Defienda ese condenado Jartum! ¿Más problemas?

—Urgentes no, aunque voy a tener que destinar más fuerzas a Canarias y a guarneces las islas atlánticas. Se están produciendo demasiadas incursiones alemanas. Pero tendré que usar fuerzas territoriales para esa tarea.

—Haga lo que quiera ¿Algo más? —preguntó Churchill.

—No por ahora. Gracias, Primer Ministro.

—Y usted, Sir Dudley ¿Qué le preocupa?

—Primer Ministro, en la última semana las flotas del Eje han mostrado una inusitada actividad en el Atlántico. Nuestra flota ha conseguido abortar todas sus operaciones, salvo una incursión de un crucero español que nos ha hundido un destructor y ha dañado algunos barcos de un convoy. Sin embargo la situación es crítica. Se ha detectado la presencia de unidades pesadas italianas en Gibraltar, y los acorazados Nazis que estaban en Galicia han salido, creemos que hacia el Estrecho. Si se unen formarán una fuerza que podrá rivalizar con las nuestras. Además el nuevo acorazado alemán, el Bismarck, ha hecho su primera salida al mar, y esperamos que su gemelo Tirpitz entre en servicio en cualquier momento. Esos barcos son por lo menos iguales a cualquiera de nuestros modernos King George V. Además tras la pérdida del Ramillies en Canarias…

—Abrevie, Dudley ¿Qué necesita?

—Necesitamos reunir todos nuestros buques pesados en el Atlántico. Necesito que autorice que retire al Valiant, al Barham del Índico, y deje ahí solo al Resolution —los acorazados clase ‘R’ eran considerados los peores de la flota— y al portaaviones Hermes —otro barco de capacidad muy limitada.

—Como quiera —Churchill tomó un cigarro y cuando lo iba a encender se dio cuenta de lo que acababa de oír —Perdone, almirante, pero ¿qué ha dicho del Ramillies?

—Primer Ministro, aun no conozco todos los detalles y por ello no le había informado, pero se ha producido una gran explosión en la base naval de Las Palmas, en Canarias. Parece que un barco cargado de explosivos ha estallado, aun no conocemos la causa, y ha producido explosiones en cadena por todo el puerto. Las noticias son confusas, pero indican que la ciudad ha quedado casi arrasada. No podemos contactar ni con el general Roberts ni con el comodoro Duke, que está al mando de la base. Casi lo único que sabemos con seguridad es que el Ramillies se está hundiendo, pues hemos interceptado una llamada de socorro.

—¿Hundirse un acorazado por una explosión en una base? Ya será menos —dijo Churchill, que se volvió hacia Brooke— ¿Ve que fácil es solucionar sus problemas?

El general Alan Brooke estaba ya seguro: el Primer Ministro había perdido el contacto con la realidad. Mientras Churchill siguió perorando:

—Hubiesen tenido que estar en la Cámara. Eso sí que ha sido una victoria. Sinclair pensaba que me tenía atrapado, y con un buen discurso, que tuve que improvisar sobre la marcha, no solo lo he derrotado sino que he destruido su carrera política. Allí hubiesen aprendido lo que es una maniobra victoriosa. Ha sido un buen día.
Última edición por Domper el Mar Sep 02, 2014 4:08 pm, editado 1 vez en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Sep 02, 2014 2:07 am

¡Brillante! ¡Magnífico! La singladura del Canarias, el incidente con el Douro (ese barco se esta jugando que le suceda algo muy malo), la misión en el puerto, el golpe en las Caimán y Churchill despistado por completo :D
Cada vez me tienes más trapado en la historia.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Sep 02, 2014 4:07 pm

Ramcke, gracias por la ayuda.

Saludos

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Sep 02, 2014 10:21 pm

Después de la ausencia vacacional no hay nada como un buen atracón de acción e intrigas políticas. Fenomenal la continuación. Impresionante la mascletá del SMS Nottingham y excelentemente contado el raid del Canarias.

A esperar más, y, como siempre, gracias. :)

Saludos.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Sep 02, 2014 11:24 pm

Capítulo 31. Algo se mueve

Patata caliente


10 de Julio de 1941

Josef Dietrich pensaba que tenía que considerarse afortunado, pero no lo conseguía. Sabía que había tenido suerte: la mayor parte de los altos cargos de las SS y de las SA habían sido expulsados, cuando no habían desaparecido. Pero Sepp (el apodo por el que se conocía al oficial), antiguo coger y hombre de confianza de Hitler, estaba enfrentado con Heydrich e incluso había llegado a expulsar de Himmler del acuartelamiento de la Leibstandarte SS Adolf Hitler, la unidad de escolta del dictador. Cuando tras el intento de golpe de estado de Himmler y Heydrich las SS fueron disueltas, Dietrich no había sido perseguido, e incluso se le había ofrecido incorporarse al ejército. Pero las condiciones…

El ejército, aunque había estado encantado de admitir a los suboficiales y soldados de las Waffen SS, había rechazado equiparar el grado de sus oficiales, aduciendo que su preparación técnica era muy mala y que eran unos carniceros, y como mucho había ofrecido equipararlos a oficiales subalternos o suboficiales. A Dietrich, hombre de confianza de Hitler y figura de gran relevancia en el NSDP, se le había ofrecido incorporarse como capitán a una división Panzer. Naturalmente había rechazado la oferta y había pedido unirse a la policía, pasando de ser general a poco más que un comisario. En la Gestapo Dietrich se las arregló para enfrentarse con los antiguos partidarios de Himmler, y tras una discusión con Kaltenbrunner el jefe de la Gestapo, Müller, había enviado a su incómodo subordinado a Palestina, donde debía encargarse de la seguridad.

En Palestina Dietrich se había encontrado que era un cero a la izquierda. Mandaba a unas pocas docenas de agentes, una gota de agua comparado con las fuerzas de la Feldgendarmerie. Incluso la Abwehr tenía más personal en Palestina que él. Sin embargo, tenía una baza ganadora: una orden directa del Statthalter que le encomendaba la seguridad en Jerusalén durante la visita del dictador y la conferencia paneuropea. Todas las fuerzas alemanas estaban obligadas a colaborar con él aunque, claro está, lo hacían de mal grado. Pero era menos que nada, pues la tarea le pareció ciclópea.

Cuando Sepp llegó a Palestina la situación era caótica. El ejército inglés, al desmoronarse, había abandonado montañas de armas, que habían caído en manos de las facciones enfrentadas entre sí. Tradicionalmente el ejército británico había favorecido a los árabes, pero se había forzado a reclutar a muchos hebreos, que se llevaron a sus casas todo el armamento que pudieron acaparar. Según se decía en alguna de sus colonias tenían hasta artillería y tanques. Los árabes no habían sido tan vivos, pero para sus clanes había sido cuestión de prestigio acumular armas de todo tipo, y los árabes tenían decenas de miles pistolas y fusiles, algunas de ellas del siglo XIX. Cada arma necesitaba su propia munición, lo que hubiese sido una pesadilla logística… si los árabes se hubiesen preocupado por ella. Pero aunque los palestinos tenían poca munición y carecían casi por completo de armas automáticas, por no decir armas pesadas. Pero las decenas de miles de árabes eran capaces de combatir con el ardor que les daba su fe y el deseo de recuperar sus tierras ancestrales.

Al desaparecer el control británico ambas comunidades se habían lanzado unas contra otras. Cada tiroteo, cada bomba, se respondía a escala mayor, y en Galilea se habían llegado a librar auténticas batallas campales. Entre ellas las comunidades minoritarias de drusos, beduinos, o colonos europeos cristianos, tomaron partido por uno u otro lado. Los alemanes solo habían destinado para controlar el país dos divisiones, que ni siquiera estaban aun al completo. Según la doctrina del Partido los árabes hubiesen tenido que recibir la asistencia alemana, pero cada vez con más frecuencia los alemanes, teniendo que elegir entre una sociedad tribal que parecía estar anclada en la Edad Media, y los colonos de tradición europea, habían interpretado libremente las directivas del Partido, interponiéndose entre ambas partes o incluso favoreciendo a los hebreos. Con todo, usar dos divisiones para detener una guerra civil era como intentar apagar un incendio con una botella, y la guerra civil rugía a lo largo de todo el país.

A Dietrich le importaba poco que árabes y judíos se masacrasen en Tiberíades o en Jaffa, pero tenía que conseguir que la ciudad fuese segura. Dietrich había pedido al general Von Wiktorin, al mando de las fuerzas de ocupación, que destinase suficientes fuerzas para apagar las llamas en Jerusalén y en el corredor que la unía al mar, y se sorprendió al ver que la recién llegada 121 División de Infantería era destinada a la misión: Von Wiktorin era un caballero chapado a la antigua al que le repugnaba el antisemitismo.

A las patrullas de la 121 División no les había costado nada garantizar la seguridad de las carreteras, especialmente porque tenía órdenes de arrasar la colonia o aldea más cercana a los puntos donde estallasen bombas, se instalasen barricadas o incluso se disparase contra los convoyes. Cuando los árabes de Castel y los judíos de Mozta vieron sus casas arder aprendieron la lección, y en lo sucesivo cada localidad se encargó de proteger el trozo de carretera que les correspondía.

Sin embargo Jerusalén era otro problema. Ambas comunidades habían iniciado una campaña terrorista. Desde los barrios judíos se disparaba sobre los árabes y viceversa, y las bombas estallaron en mercados, hoteles y cafetines. El terror aumentó poco a poco de grado: el hotel Semíramis, usado por los agentes del Muftí, fue volado por una bomba judía, y como represalia tres camiones cargados de explosivos y conducidos por desertores alemanes estallaron en la céntrica calle del barrio judío Ben Yehuda, matando a sesenta judíos e hiriendo a dos centenares más. El grupo terrorista hebreo Irgún se vengó Deir Yassin, un pequeño poblado palestino cercano a Jerusalén: un grupo armado rodeo el pueblo y empezó a incendiar las casas. Los alemanes, alertados por las explosiones, pudieron apresar a la mayor parte de los miembros del Irgún, que fueron ejecutados sumariamente, pero para entonces habían perecido decenas de mujeres y niños árabes.

En esas condiciones el Statthalter no podría visitar la ciudad y mucho menos celebrar la conferencia paneuropea. El Mariscal Kesselring, preocupado por la seguridad de Goering, refrendó las draconianas medidas que Dietrich pedía: cualquier civil al que se le encontrasen armas, fuese de la confesión que fuese, sería ejecutado en el acto. También lo serían los que apoyasen a grupos terroristas o los que participasen en actos de saqueo. Las viviendas desde las que se disparase serían demolidas y sus ocupantes, deportados.

Dietrich esperaba que con eso la situación se calmaría: no quería que la visita del Statthalter tuviese como fondo los disparos. .
Última edición por Domper el Mié Sep 03, 2014 3:30 pm, editado 1 vez en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Sep 02, 2014 11:25 pm

La solución

10 de Julio de 1941

El Primer Ministro entró en la sala del Gabinete de Guerra con un gesto de picardía. Stewart Menzies, director del MI6 y estrecho colaborador de Churchill, lo había tratado lo suficiente como para saber que significaba que se le había ocurrido una idea. Pero conociéndole, solo pudo rezar por que la ocurrencia del Premier no fuese otro proyecto descabellado.

—Buenos días, Stewart ¿Qué tal has descansado?

Lo de buenos días era retórico: Churchill tenía hábitos noctámbulos, y normalmente no empezaba a trabajar hasta pasado el mediodía. Pero Menzies respondió cortésmente.

—Bastante bien, Sir Winston. Gracias por su interés. —Menzies no mentía: por primera vez en diez días la Luftwaffe no había realizado su habitual visita nocturna a la capital. Flaco consuelo para los vecinos de Salisbury, la ciudad atacada la pasada noche.

—Me alegro. Yo también he dormido bien —Menzies estaba seguro de ello: su superior era aficionado a los “somníferos” de alta graduación de origen escocés—. Nada como una buena noche de sueño para ver la situación desde otro punto de vista. Estaba pensando en eso cuando tuve una idea: estamos viendo nuestro problema de forma equivocada. La crisis militar no tiene respuesta únicamente militar, sino también política. Stewart ¿Cuál es la causa de nuestros problemas?

—¿La superioridad de los tanques alemanes? —se aventuró a sugerir.

—No, hombre. Tú también ves el árbol y no el bosque. Mira más arriba.

—¿Alemania?

—Claro que es Alemania, pero me refería a algo más concreto.

A Menzies no se le ocurría por donde quería salir Churchill—. Lo siento, Sir Winston, pero no sé a qué se refiere.

—Piensa un poco ¿Te acuerdas de Sinclair el otro día, pidiendo poderes de guerra?

—Claro. Gracias a esa demanda absurda le pudo crucificar con su discurso.

Churchill sonrió recordando su victoria parlamentaria—. De eso se trata, de los poderes de guerra. Es algo incompatible con la democracia que bendice a nuestra Patria pero ¿Y para Alemania? Todos los resortes del poder se concentran en un único hombre, que como un director de orquesta aúna en una melodía. Al contrario, una orquesta sin director ¿qué es sino una cacofonía? Sabemos que las diferentes facciones de Alemania se odian entre sí, que la marina no puede ver al ejército y menos a la aviación, pero si ha podido efectuar maniobras coordinadas se debe sólo al hombre que guía la orquesta.

Menzies entendió al Primer Ministro— ¿Se refiere a Goering?

—Pues claro. Esperábamos que fuese un gordinflón fanfarrón, un Mussolini pero con gorrito tirolés, y nos ha salido un cochino genio militar.

—Sir Winston, nuestros informes indican que el papel de Goering en la génesis de la estrategia alemana ha sido menor, y se ha debido sobre todo a…

—Ya sé lo que me va a decir, al mariscal tal o cual. No es así. Esos militares solo han podido preparar sus campañas porque Goering ha sabido seleccionar a los mejores, y apoyarles. Si destruimos a Goering ¿Qué pasará en Alemania? No ha designado sucesor y, si desaparece, las facciones lucharán unas con otras por el poder. Será el momento en el que nosotros contraatacaremos.

Menzies dudaba de la utilidad de la medida, por lo que prefirió plantear los inconvenientes—. Por desgracia en Berlín no tenemos agentes que nos puedan informar de sus movimientos, ni la RAF tiene suficiente precisión como para alcanzar el lugar donde esté.

—Yo pensaba en algo más directo. Un hombre con un fusil.

—No podemos lanzar un francotirador sobre Berlín así como así, ni tenemos infraestructura para apoyarlo, ni sabemos por donde se moverá el dictador alemán.

—En eso se equivoca —dijo Churchill sonriendo—. Él mismo nos lo ha dicho: el próximo veintisiete de Julio estará en Jerusalén. Supongo que no será tan difícil llevar allí un comando: Un bombardero podría llevar a nuestros hombres a Malta, y desde allí un submarino hasta Palestina. Si en el comando hay algún judío que sepa hebreo no tendrán demasiados problemas para moverse hasta Jerusalén, que no está demasiado lejos, y buscar el lugar donde disparar.

Menzies empezó a pensar—. Sería factible. Goering seguramente se alojará en algún hotel de lujo, y no creo que haya muchos allí. Pero necesitaré algún tiempo para prepararlo todo.

—No tenemos ese tiempo. Quedan quince días para la visita. Tendrá que estar todo preparado en cuarenta y ocho horas.

—Con esa premura no se podrá preparar la recepción en Palestina—respondió Menzies.

—Pues que se busquen la vida. Los comandos son muy ingeniosos.

—Son soldados muy hábiles pero no tienen poderes sobrenaturales. En ese tiempo se podrá intentar la operación, pero sin que le pueda garantizar nada.

—Garantías no le pido, pero sí un buen intento. Ya sabe: pasado mañana quiero conocer los planes, y en una semana como mucho tiene que salir el comando hacia Malta.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Sep 02, 2014 11:26 pm

Facciones

12 de Julio de 1941

Las duras medidas anunciadas y ejecutadas por Kesselring habían aquietado en parte la violencia en Palestina, pero en Jerusalén poco había cambiado. Era muy fácil esconderse tras una celosía y disparar, y aun más dejar una bomba. Aunque Von Wiktorin aplicó con mano dura las nuevas normas, y los tribunales militares dictaron decenas de condenas a muerte, el efecto fue escaso: Dietrich pensaba que las comunidades estaban usando esas medidas como una nueva arma: ya habían encontrado a algún tirador judío en los barrios árabes, y un hebreo cargado con una bomba resultó que tras ser interrogado reveló que era árabe, y su misión era atraer las represalias alemanas contra los hebreos.

Habría que tomar otras medidas. Dietrich tuvo que hacer de tripas corazón y decidió reunirse con los líderes de las dos comunidades. No iba a ser fácil sacar de su escondite a Yitzhak Rabin, oficial del Palmach (tropas de choque del Haganah) y jefe militar de Jerusalén. Pero por lo menos podría enviarle un mensaje.

Dietrich se presentó en la Agencia Judía pero estaba desierta: los judíos no confiaban en Goering. Las autoridades civiles se habían escondido, y aunque trató de interrogar a los rabinos más prestigiosos, ninguno sabía nada. Ni siquiera el rabino Weingarten, el más respetado de la ciudad y conocido por su postura antisionista, pudo ayudarle. Pero a Sepp se le ocurrió otro sistema. Hizo que le entregasen a un muchacho judío de quince años, al que habían atrapado llevando varias bombas de mano. Seguramente no era sino un correo, pero fue condenado a muerte. Sepp le ofreció la vida y la libertad, pero con una condición: debía entregar una carta a su jefe. Ordenó también que se aplazasen las ejecuciones pendientes. Pero le dijo al chico que si el señor Rabin no le contestaba antes de veinticuatro horas, se ejecutarían las penas de muerte.

El crío aceptó encantado y salió corriendo. Dietrich había dado órdenes de no seguirlo, por eso le divirtió ver como corrió a esconderse en una casa para salir a hurtadillas por el patio trasero. El policía se sentó a esperar: en la carta se indicaba un número de teléfono. Antes de seis horas recibió una llamada: alguien, que hablaba un alemán correcto, le dijo que Rabin acedía a reunirse con Dietrich, pero no se expondría: el policía tenía que ir a la recepción del Hotel Edén, donde alguien le guiaría.

Dietrich se acercó al hotel, uno de los mejores de la ciudad. Un botones le saludó y le dijo que tenía que seguirle. Le guió a la puerta trasera, donde le esperaba un coche. Dietrich se subió al asiento trasero y dejó que le vendasen los ojos. Tras un recorrido por las calles le hicieron bajar y le llevaron al interior de una casa, donde le esperaba Rabin.

La entrevista fue mucho más sencilla de lo que Dietrich esperaba. Sepp hizo una oferta: si el Haganah aceptaba una tregua los alemanes no detendrían a los judíos armados, y las fuerzas de ocupación protegerían los establecimientos hebreos de los árabes. Pero si no aceptaba la oferta, la población hebrea de Jerusalén sería deportada. Rabin se apresuró a decir que la comunidad judía de Jerusalén aceptaba la oferta del Statthalter, y que si había tomado las armas era solo para defenderse de los ataques árabes. El Haganah y el Palmach colaborarían con los ocupantes. Sin embargo le previno que no tenía control sobre los terroristas de los grupos judíos Irgún y Lehi, aunque el Haganah ayudaría a las autoridades de ocupación a encontrar a los que cometiesen actos violentos.

Tras llegar a un acuerdo se estrecharon las manos, aunque los dos sabían que no era sino un arreglo temporal: ni Dietrich tenía autoridad para conceder nada, ni Rabin confiaba en los alemanes. Las espadas seguían en alto.
Última edición por Domper el Mié Sep 03, 2014 3:29 pm, editado 1 vez en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Sep 02, 2014 11:26 pm

Planes de guerra

13 de Julio de 1941

—Camarada General ¿Han decidido como se va a llamar la operación? No quiero que la ofensiva destinada a liberar Europa del yugo fascista tenga nombre de pez ¿Se imagina a los libros de Historia hablando de la Operación Merluza?

El general Meretskov tragó saliva. Había pensado llamar a la ofensiva Operación Treski, es decir, Bacalao. El general pensaba que era mejor que el nombre en código no diese pistas al enemigo y, cuanto más banal, menos probable sería que los alemanes llegasen a sospechar nada. Pero como decía Kruschev, “cuando Stalin ordena bailar, el hombre inteligente baila”. Además Stalin así demostraba que estaba al tanto de todo lo que se cocía.

—Tiene razón, camarada secretario general —respondió Meretskov—. Había pensado en algo como Aurora, o Rassvet, es decir, amanecer.

—Rassvet… me gusta. Se llamará Operación Rassvet ¿Me puede indicar los planes generales?

—Desde luego, camarada. En el Estado Mayor hemos estado revisando la invasión de Europa. En primer lugar hay que considerar que el estado fascista alemán es aparentemente muy fuerte, pero tiene varias debilidades. Una de ella es, desde luego, el odio que las clases trabajadoras profesan a los fascistas capitalistas opresores. Por ello nuestro ejército de trabajadores y campesinos encontrará el apoyo de la población de los lugares que vaya liberando. También por ello contamos con el valor y sacrificio de nuestros soldados, mientras que los fascistas tienen que confiar en sus máquinas de guerra.

—Desde luego, camarada general.

—Como nuestro ejército no tiene esa debilidad nuestra ofensiva no necesitará basarse en el avance de unos pocos tanques, sino que avanzará como una apisonadora. Eso no quiere decir que hayamos planteado una ofensiva a pie, sino que nuestro ejército se moverá en camiones, y solo descenderá para aplastar las defensas fascistas. Nuestros soldados las vencerán usando la combinación de su valor, la pericia de nuestros artilleros, y los tanques que, como bien sabemos, deben emplearse para reforzar el valor de los soldados y no para sustituirlos. Calculamos que el avance se producirá a una velocidad de veinte a treinta kilómetros diarios, impidiendo la recuperación de los nazis, y permitiendo alcanzar los principales objetivos en un plazo de una semana a un mes, dependiendo de la distancia.

—¿Cuáles serán los objetivos principales?

—Tres, camarada Secretario General. En el Norte serán las capitales: Varsovia y, posteriormente, Berlín. En el centro será objetivo principal la región minera e industrial de Silesia. Al Sur, el objetivo principal será el campo petrolífero de Ploiesti que podrá ser liberado antes de una semana al hallarse a escasa distancia de nuestra frontera. Posteriormente se liberarán las capitales de los estados marioneta de los Balcanes y, finalmente, Viena.

—Está bien ¿El ejército enemigo no será el objetivo?

—No, camarada Secretario General, ya que los soldados de los fascistas son trabajadores que abandonarán a sus amos en cuanto fallen las máquinas con que las dominan. Para eso bastará con dejarles sin petróleo. Con todo, los avances del Norte y el Centro se apoyarán mutuamente, y al unirse con el procedente del Sur en Alemania Central atraparán a todo el ejército enemigo y, aunque escapase, no tendría ya un pueblo para sostenerle.

—Bien, bien. Siga,

—Posteriormente y siguiendo las instrucciones del Politburó se podrá seguir hasta Europa Occidental: los Países Bajos, París, e incluso España. Calculamos que esa operación puede requerir unos tres meses de operaciones. Una vez Europa pertenezca al proletariado, el mundo nos seguirá.

—Camarada general —preguntó Stalin mientras el resto del Politburó permanecía en silencio— ¿No le preocupa que los alemanes se le adelanten?

—No podrán, camarada. El tiempo será nuestro aliado. A causa de las lluvias los caminos de nuestra Patria serán impracticables hasta el final de la Primavera, Mayo o Junio, mientras que las carreteras alemanas permitirán nuestra invasión en cuando se fundan las nieves y el tiempo permita las operaciones aéreas, en Marzo o a lo sumo Abril. Sin embargo, existe un riesgo: aunque no hemos detectado movimientos fascistas, si atacasen ahora, durante el verano encontrarían a nuestro ejército recuperándose tras haber expulsado a los elementos contrarrevolucionarios. Si los alemanes atacasen ahora podrían causarnos algunos daños antes de ser derrotados.

—Ese riesgo existe, camarada general ¿Qué es lo que propone para evitarlo?

—Lo que haría cualquier ejército fascista sería replegarse y ponerse a la defensiva, pero ese movimiento interferiría con nuestros preparativos. Nuestro ejército no debe defenderse sino atacar y vencer.

—¿Quiere vencer a los alemanes este mismo verano?

—Lo había considerado, pero aunque los soldados del ejército del pueblo son capaces de conseguirlo, al no estar adecuadamente preparada nuestra ofensiva podría encontrarse con demoras. No, lo que propongo es atacar y destruir la cabeza. Si aplastamos a los dirigentes fascistas sus esbirros lucharán por el poder, sin advertir que nosotros preparemos la operación Rassvet.

—¿Y cómo propone hacerlo?

—El nazi Goering nos va a dar una ocasión dorada con la conferencia que va a convocar en Jerusalén. Será el momento de decapitar a todos los gobiernos fascistas de un papirotazo.
Stalin pensó un momento y se dirigió a Beria— Camarada ¿Podría su agencia llevar a cabo esa misión?

—Es posible —respondió Beria— aunque el tiempo que tenemos es muy justo. Afortunadamente entre los colonos judíos en Palestina hay miles de origen ruso, y entre ellos tenemos un buen número de agentes.

—Estudie la operación, camarada, y si es posible, ejecútela.
Última edición por Domper el Mié Sep 03, 2014 3:32 pm, editado 1 vez en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Sep 02, 2014 11:27 pm

Media luna

13 de Junio de 1941

Mucho más fácil que localizar a Rabin fue encontrar a la máxima autoridad árabe de Jerusalén, el Muftí Haj Amin el Husseini: estaba arrestado en un calabozo de la Jefatura de la Policía Palestina. Sin embargo, resultó mucho más difícil llegar a un acuerdo.

Dietrich pidió al Doctor Wagner que actuase como traductor pero, tras revisar el expediente del doctor y de Husseini, pensó que sería conveniente que la traducción fuese exacta. No conocía oficiales alemanes de confianza que conociesen el árabe, por lo que tuvo que solicitar a Yitzhak Rabin que le enviase un judío alemán que entendiese el árabe. Tras disfrazarlo con un uniforme de la Feldgendarmerie solicitó que llevasen al Muftí a su despacho.

La semana en el calabozo al parecer no había hecho mella en el hombre, un asceta vestido sencillamente pero de modales altaneros. Dietrich temía a esos hombres: sus ideas los cegaban y podía ser imposible negociar con ellos. De todas formas lo intentaría. Iba a seguir la misma táctica que con Rabin: arrogarse un poder que no era suyo, y prometer lo que fuese con tal que Jerusalén estuviese tranquila durante la visita del Statthalter.

El Muftí fue conducido a un saloncito, donde les esperaba un juego de té. A Sepp le habían dicho que la hospitalidad era muy valorada en la cultura árabe, por lo que se apresuró a abrir la puerta. Había ordenado que el Doctor Wagner acompañase a la patrulla que fuese a buscarlo, y que no se esposase al religioso. El policía abrió la puerta e hizo pasar a sus “invitados”. Detrás de él un “Feldgendarme” vigilaba, armado con un subfusil. Dietrich dijo que había preferido disponer de un guardia porque temía cualquier cosa de los judíos, mientras se reía para su interior: el judío hubiese ametrallado al Muftí si lo hubiesen dejado, por lo que el policía le dijo al judío que el cargador de la metralleta estaba vacío... pero el de su pistola, no.

Dietrich sirvió té al árabe y a Wagner, y se disculpó por el trato que había recibido el religioso. Dijo que el coronel Von Tresckow se había excedido en sus funciones y que sería relevado. Tras las disculpas, siguió con una conversación intrascendente que, según le habían dicho, era señal de cortesía en el mundo árabe, en el que solo iban al grano los patanes.

Tras quince minutos en los que intercambiaron cortesías Dietrich señaló que Alemania era amiga de los pueblos árabes, pero que también podría necesitar una pequeña ayuda, que no le costaría mucho esfuerzo.

Wagner tradujo la respuesta del Muftí: deseaba ayudar a Alemania en lo que pudiese, pero también el pueblo árabe necesitaba una prueba de la amistad germana. Dietrich pidió al Muftí que le dijese lo que necesitaba, y Wagner respondió:

—El Muftí necesita solo una pequeña prueba de amistad. Recientemente los judíos asesinaron a su más querido sobrino ¿Podría Alemania llevar a sus asesinos ante la justicia?

Dietrich había leído los informes sobre las actividades del Muftí, y sabía que su sobrino había caído en una emboscada cuando trataba de destruir una colonia hebrea. Los informes también contaban las actividades del clérigo, que había enviado a sus asesinos para eliminar a sus enemigos fuesen judíos o árabes.

—Doctor Wagner, claro que ayudaremos al Muftí a conseguir justicia, pero ¿Podría decirme quién fue el criminal?

Wagner tradujo la pregunta, y el árabe empezó a hablar en borbotones, mientras su expresión destilaba odio. Finalmente el alemán tradujo:

—El Muftí dice que no fue uno sino miles de judíos de toda Galilea los que mataron a su sobrino. Dice que Alemania tiene que destruirlos o, al menos, cederle las armas que necesita para conseguir vengarse —Wagner no advirtió que lo que había empezado como justicia había pasado a ser venganza.

—Doctor, el ejército alemán desarmará a los hebreos armados y los llevará a los tribunales para que reciban el castigo que merecen, pero no se puede acusar a miles de personas ¿Qué debo hacer, ir a Galilea y detener a todo el mundo?

Wagner tradujo y el Muftí respondió con una única palabra —¡Daian!

—¿Como? —preguntó Dietrich.

Fue Wagner el que respondió —Un judío que se llama Moisés Dayán o algo así y que es el comandante de las milicias sionistas de Galilea. Ese es el hombre que quiere.

Dietrich pensó que si lo que había leído era cierto, Alemania también lo querría… pero para enrolarlo en su ejército. Con todo, prometió al árabe que haría detener al judío, pero tomando una nota mental: le enviaría un mensaje a Rabin sugiriéndole que escondiese a Dayán. Luego le dijo al Muftí cual era el favor que quería: necesitaba una tregua que tenía que durar un mes como mínimo.

Wagner tradujo, y el rostro del árabe enrojeció de ira. Estuvo gritando un rato y luego Wagner resumió:

—El Muftí dice que será imposible mientras los asquerosos sionistas sigan ocupando las tierras que pertenecen a los árabes. Nunca habrá tregua y solo habrá paz cuando los sucios judíos fuesen expulsados. Al Muftí no le importa si son deportados, si se les echa al mar, o a la tumba, pero mientras haya judíos los árabes lucharán por lo que es suyo.

Dietrich se temía algo así, que ese sacerdote fanático le pidiese lo imposible. Aunque aceptase las condiciones de los árabes, no sería posible hacerlo en las pocas semanas que quedaban hasta la visita del Statthalter. Había intentado atraerse a los árabes y no había conseguido. Pero además de la zanahoria, se podía usar el palo.

—Doctor Wagner, tradúzcale al Muftí lo que voy a decirle palabra por palabra: quiero tener una tregua y la voy a tener. Si estalla una sola bomba, si se dispara una sola bala, si alguien hace una mala mirada, sabré que ha sido por orden suya y entonces iré y personalmente lo mataré.

El doctor palideció y tradujo la orden de Dietrich, así como la corta respuesta del clérigo.

—Dice que no teme la muerte. Si le mata un infiel llegará antes al Paraíso.

—Doctor, dígale que debería tener miedo, porque no solo le mataré, sino que todo el clan Husseini perecerá. Mataré a los hombres, venderé a las mujeres y esclavizaré a sus hijos. Quemaré sus casas y sembraré de sal sus campos. Bastará que un árabe haga un disparo, solo uno, para que el ejército que ha destruido al Imperio Británico aplaste a los Husseini. Doctor Wagner, dígale que le voy a dejar en libertad, pero que no olvide mis palabras. Pregúntele que prefiere: tregua o muerte.

El Muftí aceptó la tregua. Fue acompañado hasta la calle y escoltado hasta su domicilio. Mientras andaba por las calles el árabe rumiaba su venganza.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Sep 02, 2014 11:27 pm

Lehi

13 de Julio de 1941

Haj Amin el-Husseini no era el único que tramaba su resentimiento. A poco más de 60 kilómetros dos hombres, hasta ahora enemigos irreconciliables, intentaban diseñar una estrategia común.

Durante los años treinta algunos judíos habían preferido responder con el ojo por ojo a los ataques que sufrían por terroristas árabes. El grupo Irgún había atacado a los árabes palestinos con balas y bombas y, cuando los británicos prohibieron en 1939 la inmigración judía a Palestina, dirigieron su odio contra los ocupantes. Los ingleses respondieron apresando a sus dirigentes. Pero al desencadenarse la guerra el Irgún, siguiendo las instrucciones de la agencia judía, había pasado a apoyar a los británicos. No todos aceptaron el cambio, y un grupo de combatientes, liderados por Avraham Stern, formaron el grupo Lehi, furiosamente antibritánico. Mientras Stern intentaba conseguir ayuda italiana y alemana, el Irgún luchaba hombro a hombro con los ingleses. David Raziel, su jefe, había perecido en el bombardeo del aeródromo de Habbaniya en Irak. Su compañero Yaakov Meridor, levemente herido en el ataque, había vuelto a Palestina para organizar la resistencia contra el invasor, y se preparaba para reunirse con los hermanos desviados.

—Yair —dijo usando el apodo de Stern—, me alegra que nos volvamos a unir por Eretz Yisrael.

Stern permaneció en silencio mientras Meridor seguía—. Ha habido discrepancias entre nosotros, pero ahora más que nunca el Pueblo Elegido debe mantenerse unido y fuerte. Los alemanes han venido y han echado a los ingleses, pero no para dar la libertad a nuestro pueblo sino para martirizarlo. Nuestros hermanos de Safed han sido exterminados sin que los alemanes moviesen un dedo, y los mártires de Deir Yassin exigen venganza. Es necesario que estemos todos unidos para defender nuestra tierra.

Stern siguió sin decir nada. Meridor prefirió no seguir haciendo sangre en la herida y ofreció su mano abierta.

—Yair, aunque hayamos tenido diferencias, sé que tu grupo ha luchado por nuestro pueblo. Ahora que tenemos un enemigo común te ofrezco la mano abierta para que como hermanos formemos un único ejército de Israel.

Sin embargo Stern no estrechó la mano que Meridor le ofrecía. Finalmente respondió—. Yaakov, no soy tu hermano y el Lehi no se va a subordinar a tu grupo.

—¿Qué quieres entonces? Tú fuiste quien me buscaste —dijo Meridor.

—Yaakov, aunque no seamos hermanos es cierto que tenemos el mismo enemigo. Creí en las promesas de Goering y han resultado valer tan poco como el polvo de tus zapatos. Pero nadie que se burle de nuestro pueblo escapa a la justicia divina. Tengo la ocasión de vengar la traición ¿querrás unirte a nosotros?

Al jefe del Irgún le molestó la presunción de su hermano descarriado, pero le intrigó la oferta ¿qué podía hacer que fuese tan importante? Por eso siguió escuchando.

—Los alemanes han anunciado a bombo y platillo que van a usar la ciudad de David, Jerusalén, para organizar un espectáculo en el que sus esbirros de toda Europa se postren ante el dictador Goering.

Eran solo sueños, pensó Meridor. Todos sabían que en Jerusalén se iba a celebrar la conferencia paneuropea, pero la seguridad sería tan estricta que resultaría imposible hacerle nada a Goering, por mucho que se le odiase.

—Yasir, ¿qué has pensado? No sabemos ni donde estará Goering, ni donde se celebrará la reunión, y aunque lo supiésemos ¿Qué podríamos hacer? Yo sería el primero en dispararle en la tremenda barriga que tiene, pero no sueño con imposibles, sino que planeo lo que se puede hacer.

—¿Ves cómo te equivocas? —dijo Stern—. Vosotros no podéis hacer nada, pero nosotros sí. No nos importa por donde vaya a moverse el dictador, porque sabemos dónde dormirá ¿Cuál es el mejor hotel de la capital? ¿El más seguro? ¿Dónde tienen su puesto de mando? En el Hotel Rey David.

—¿Y qué? No os dejarán acercaros ni a un kilómetro, y habrá más centinelas que ventanas. Serían tontos si no lo hiciesen.

Stern rió—. No nos permitirán acercarnos pero ¿Y si ya estuviésemos? Estábamos planeando atacar la comandancia inglesa y habíamos infiltrado a varios de nuestros hombres en el hotel. Hemos preparado un lugar donde poner los explosivos, sabemos cómo introducirlos, y tenemos quien los va a hacer estallar. Lo único que nos faltan son los explosivos, y es lo que te he venido a pedir ¿Colaborará el Irgún con nosotros? Te ofrezco aniquilar a los enemigos de Eretz Yisrael y vengar a tus hombres.

—Necesitaré saber algo más.

—¿Para que le vayas con el cuento a la Haganah? Me fío de ti pero no del Irgún. Si quieres acabar con el opresor de nuestro pueblo, si quieres venganza, dame los explosivos. Pero no te diré nada más.

—¿Cuántos necesitas?

Stern comprendió que Meridor iba a acceder Ahora se trataba de pedir la luna, para luego negociar.

—Mucho. Una tonelada, si puedes.

Meridor tosió, asombrado por la desfachatez de Stern— ¿Una tonelada? ¿Qué quieres, volar toda Jerusalén?

—Si quiero asegurarme de matar a Goering necesitaré una carga muy grande. Sé que tienes esa tonelada. Me han contado que los ingleses os dieron parte de sus municiones antes de retirarse.

—Una tonelada es demasiado. Como mucho, doscientos kilos. Ni un gramo más.

—Ochocientos.

El regateo siguió como si estuviesen en un puesto del zoco. Finalmente los dos llegaron a un acuerdo: cuatrocientos kilos de explosivo, mechas lentas y detonadores.

—¿Dónde querrás que los llevemos? —preguntó Meridor

—Nosotros mismos los recogeremos del cementerio cristiano.

—¿Del cementerio?

—No te hagas el tonto, Yaakov. Habéis vaciado la mitad de las tumbas y habéis escondido allí vuestras armas. Hubiésemos podido ir y tomar lo que quisiésemos, pero hemos pensado que sería mejor llegar a un acuerdo. Mañana por la noche mandaremos unos carros a recoger vuestra ayuda.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Sep 02, 2014 11:28 pm

Viejo amigo

14 de Julio de 1941

El hombre, uno más entre los miles de judíos que albergaba Haifa, se sorprendió cuando otra persona se le acercó y le palmeó la espalda

—¡Aarón, cuánto tiempo sin verte!

El llamado Aarón se volvió e intentó reconocer al que lo había saludado, pero sus facciones le resultaron desconocidas. Sin embargo el otro siguió hablando.

—Es normal que no te acuerdes ¡Llevamos tantos años sin vernos! Soy Moshe. Moshe Schacht. Nos conocimos en Kishinev, pero tú viniste antes. Te traigo recuerdos de nuestro común amigo Yosef.

Aarón entendió. Durante sus días en la URSS se había unido al Partido Comunista, y el líder de su célula se llamaba Iosif, es decir, Yosef. Aarón Cohen había emigrado a Palestina como agente durmiente, esperando el día que se le llamase. El día había llegado.

—¡Moshe Schacht! Claro que sí, pero es que entonces tenías más pelo ¿Qué haces aquí? Tienes que pasar por mi casa, para celebrar nuestro reencuentro.

Unas horas después Aarón franqueó al agente la puerta de su casa, situada en el cercano kibutz Ha’artzi.

—Adelante, camarada. No temas, el lugar es seguro. Todos en el kibutz somos leales miembros del Partido Mapam. Nada va a salir de estas paredes.

—Mejor, porque tengo un encargo urgente. Dentro de una semana un barco llegará a Haifa procedente de Odessa. De él desembarcarán unos marinos que se quedarán en tierra. Tienes que proporcionarles un escondite.

—¿Aquí en el kibutz?

—Sería demasiado evidente —dijo el agente—. Debes buscar un piso franco en Haifa.

—No será fácil. La ciudad está llena de refugiados.

—Espero que esto te sirva —el agente entrega un abultado sobre—. Son marcos alemanes. Con eso podrás comprar todo. Tendrás que conseguir un coche grande o una camioneta pequeña, y documentos para cuatro personas ¿sabes conducir? Si no sabes necesitaremos también un conductor de confianza.

—Prepararé el piso ¿Cómo nos encontraremos?

—Dentro de una semana pasearás por delante del casino. Tienes que llevar una chaqueta en la mano. Alguien te verá y te saludará dándote recuerdos de Yosef. Si no pasa nadie, tendrás que hacer lo mismo los cinco días siguientes. Si no te saluda nadie, se deberá a que la operación ha sido anulada. Deja el piso y olvídalo todo.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Sep 02, 2014 11:29 pm

Misión

15 de Julio de 1941

El hombre que entró en la Casa de Oriente, residencia de los Husseini en Jerusalén tenía aspecto germánico: alto, delgado, de piel pálida y con una mata de cabello rubio, casi blanco. Iba vestido con un traje cruzado y tenía modales de gentleman. Sin embargo, saludó al vigilante de la puerta en correcto árabe. El vigilante reconoció a Fawzi el Kutub, la herramienta del Muftí.

Su fisonomía provenía de algún lejano antepasado cruzado, o tal vez de alguna esclava nórdica. Pero sus ideas eran ferozmente nacionalistas árabes. Había tenido que escapar a Siria por su participación en la revuelta de 1936, y la derrota británica le daba la ocasión de servir al jefe de su clan, que lo había pasado llamar.

Fue recibido por Jamal, primo del Muftí: el clérigo organizaba y pagaba las revueltas, pero no se dejaba ver con los ejecutores. Jamal le explicó a Fawzi su misión.

—Necesitaré muchos explosivos. Si Dios quiere podré dar justo castigo al infiel, pero es posible que viaje en un vehículo blindado. Será necesaria por lo menos media tonelada de explosivos para que no sobreviva.

Jamal asintió. Los explosivos no serían problema: aunque los británicos habían cedido a sus soldados judíos muchas municiones, había muchos ingleses antisemitas que entregaron a los árabes el contenido de sus arsenales.

—También necesitaré tres camiones del ejército. Podrán ser camiones alemanes o, mejor aun, ingleses de los que han capturado y usan como si fuesen suyos. Pintados con las insignias de los infieles nos permitirán burlar la vigilancia, si Dios quiere.

Jamal asintió de nuevo, aunque resultaría más difícil conseguir los vehículos. Acudiría a los fondos reservados del Muftí, porque con suficiente dinero se podría corromper a algún alemán.

—Serán necesarios también uniformes alemanes y documentos acreditativos.

Más gastos, pensó Jamal, pero el objetivo lo merecía. Alemania no podía amenazar al pueblo árabe impunemente.

—Sobre todo, serán necesarios alemanes. Si pudiésemos disponer de desertores alemanes, que conozcan el idioma, será más fácil burlarles, con la ayuda de Dios.

Eso no sería fácil, no porque los alemanes no se dejasen comprar, sino por el escaso tiempo. Pero la colonia templaria alemana odiaba también al dictador que estaba protegiendo a los judíos y traicionando la herencia de Hitler. Sí, los templarios podrían ayudar.

Jamal despidió a Fawzi, citándole para dos días después, y se retiró para conseguir lo necesario para la venganza del Muftí.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Sep 02, 2014 11:29 pm

Aguas hostiles

17 de Julio de 1941

El HMS Sturgeon navegaba en superficie, hacia el Este. Había salido de la base de la isla de Manoel, en Malta, y se llevaba buena parte de las preciosas reservas de fuel de la base. La isla seguía siendo atacada intermitentemente, y los submarinos a veces tenían que pasar el día en el fondo para escapar de los bombarderos. Pero para eso se necesitaba un combustible que en Malta cada vez era más escaso. Algunos de los grandes submarinos de la flota habían llegado atravesando el estrecho de Gibraltar, pero el viaje era muy peligroso: aunque las corrientes marinas facilitaban el cruce del Estrecho navegando hacia el Este, para volver a mar abierto era preciso navegar en superficie. En un mes se habían perdido los HMS Otus, Oberon y Proteus. El Perseus acababa de llegar con más combustible, pero probablemente sería el último viaje.

Un bombardero Stirling había llegado procedente desde Inglaterra transportando un equipo de doce hombres. En la isla tampoco quedaba gasolina suficiente, por lo que el avión fue introducido en uno de los pocos hangares que quedaban y desmantelado: el que estuviesen dispuestos a sacrificar un valioso cuatrimotor era la mejor señal de lo desesperados que debían estar en Londres.

Tampoco había gasolina para los coches, y el comando tuvo que ir hasta La Valetta andando, con sus cargas llevadas en carromatos tirados por burros. Luego un bote les llevó hasta la base naval, y se les acomodó en el Sturgeon. Poco después, aprovechando la oscuridad, el submarino se hizo a la mar.

El barco se dirigió primero hacia el Sur, evitando las líneas de navegación y rehuyendo los convoyes que la marina italiana estaba empezando a escoltar por el Estrecho de Sicilia. Luego se dirigió hacia el Este. Debía llegar a la costa palestina cuatro días después.

Al mismo tiempo salía de Batumi el petrolero Varlaam Avanesov, cargado de petróleo destinado a la refinería de Haifa, con una tripulación más numerosa de lo habitual.
Última edición por Domper el Mié Sep 03, 2014 3:33 pm, editado 1 vez en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mié Sep 03, 2014 12:12 am

Pobre Goering...todo el mundo quiere matarle :roll: :roll:

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mié Sep 03, 2014 1:01 am

¿Qué habrá hecho el pobre?

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mié Sep 03, 2014 2:18 am

Tantos cazadores para una misma presa... Para mí que van a acabar tiroteándose unos a otros...

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mié Sep 03, 2014 3:44 am

Domper escribió:¿Qué habrá hecho el pobre?

Nahhh, ya ves tu. Si es que te cojen mania por nada hoy en día ¿a que si? :D :D

grognard escribió:Tantos cazadores para una misma presa... Para mí que van a acabar tiroteándose unos a otros...


Es lo que yo pienso. Lo que sería un punto es que todos consiguieran su objetivo y primero envenenasen a Goering, luego un tiroteo en el que recibe varios balazos y cuando está a punto de morir explosión de todo el hotel...

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mié Sep 03, 2014 9:58 am

Eriol escribió:Es lo que yo pienso. Lo que sería un punto es que todos consiguieran su objetivo y primero envenenasen a Goering, luego un tiroteo en el que recibe varios balazos y cuando está a punto de morir explosión de todo el hotel...


Os aconsejaría que no os hagáis pitonisos profesionales, porque creo que no van las cosas por ahí.

Saludos

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mié Sep 03, 2014 12:40 pm

Me huelo que el señor Blanco se encontrara con el señor Rojo, el señor Azul y el señor Verde y que el señor Negro se va a enterar del follón (tanto asesino junto en el mismo sitio es malo para la salud.... de los asesinos) y se va a montar la de San Quintín :D

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mié Sep 03, 2014 3:34 pm

Tanto pitoniso, tanto augur... no sé, no sé.

De nuevo gracias a Ramcke por la ayuda.

Saludos

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Sab Sep 13, 2014 5:45 pm

Capítulo 32. Guerra total

Química


18 de Julio de 1941

De Globalpedia, la Enciclopedia Total

“Nitroglicerina, también conocida como Trinitroglicerina o Nitro, o según la norma IUPAC 1,2,3-trinitroxypropano, es un líquido denso, aceitoso e incoloro que se obtiene tratando glicerol con ácido nítrico concentrado y ácido sulfúrico, bajo condiciones adecuadas para la formación de ésteres de ácido nítrico. Químicamente la sustancia es nitrato orgánico más que un compuesto nitrogenado, a pesar de lo cual ha conservado su nombre tradicional. La Nitroglicerina es muy inestable y estalla violentamente tras sacudidas o cambios de temperatura. Desde 1860 la Nitroglicerina se ha usado como ingrediente activo en la manufactura de explosivos, principalmente dinamita, y como tal se ha empleado en la construcción, en demoliciones y en minería. Desde 1880 se ha utilizado mezclada con el gelificante Nitrocelulosa como ingrediente activo de explosivos militares y especialmente propelentes sólidos, como la Cordita o la Balistita.

La Nitroglicerina es usada como componente principal en las pólvoras sin humo de doble base usadas para recargas para armas cortas. Combinada con Nitrocelulosa se han formulado cientos de combinaciones para recargas de rifles, pistolas y escopetas.”

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Sab Sep 13, 2014 5:45 pm

Mirando al abismo

El mismo día

El Mariscal había conseguido finalizar su informe preliminar sobre la operación Rotbart, dos días antes del plazo límite. Sabía que no iba a ser del agrado de Goering, pero Alemania se jugaba demasiado en esa operación. Porque la Unión Soviética no era un enemigo más. Si Alemania la invadía y sufría una derrota, las invasiones de los mongoles parecerían meriendas campestres comparadas con la venganza que sufriría el Reich.

El mariscal tomó sus gafas y repasó el resumen que encabezaba el informe, por si precisaba correcciones, ya que las faltas ortográficas predisponen al lector contra el autor. No quería que una decisión tan grave dependiese de haber puesto una palabra de más o de menos.

“La Operación Rotbart no solo será el mayor desafío al que pueda enfrentarse Alemania, sino la mayor operación en su género de la Historia. Solo puede encontrarse un paralelo en la invasión napoleónica de Rusia, pero las fuerzas necesarias para Rotbart son diez veces mayores. Sin embargo, el fracaso de la intentona de Napoleón proporciona importantes lecciones que deben ser incorporadas en nuestra planificación de las operaciones.

Aunque los medios militares se han transformado por completo en los últimos ciento treinta años, algunas de las premisas básicas siguen siendo sustancialmente las mismas:

- Igual que Napoleón, la Unión Paneuropea (UP) es inferior a la Unión Soviética, disponiendo de menos recursos materiales y humanos. La población sometida al yugo soviético es dos veces mayor, y el inmenso territorio de la URSS puede proporcionar recursos estratégicos de todo tipo de los que la UP carece, incluso tras sus recientes victorias.

- Como Napoleón, el Reich está comprometido en una guerra de dos frentes, al mantener a Inglaterra como enemiga. Aunque el poder inglés sea reducido, puede quitar fuerzas a la UP para la batalla decisiva Por ello considero prioritario resolver la guerra con Inglaterra antes de iniciar la operación Rotbart.

- El Ejército Rojo (ER) es una fuerza de tamaño colosal, que en estos momentos duplica todos los ejércitos de la UP reunidos. Al ser la soviética una sociedad cerrada no podemos conocer la producción militar de la URSS, pero según una valoración conservadora el ER dispone de 10.000 tanques, muchos de ellos de modelos modernos superiores a los tanques en servicio en la UP, y más de 5.000 aviones de combate de todo tipo. Aunque durante la invasión de Finlandia el ER ha mostrado serias deficiencias tanto organizativas como tácticas, debe suponerse que las está corrigiendo.

- Para derrotar a un enemigo tan poderoso no bastará con el ejército alemán sino que será preciso el esfuerzo conjunto de toda la UP, formando una fuerza multinacional con las dificultades que conlleva.

- El escenario en el que se va a operar es mucho más amplio y las distancias son muy superiores a las de operaciones militares previas, lo que implicará que los plazos de ejecución serán forzosamente mayores. De la frontera del Reich a París hay 300 km, y necesitándose un mes de combates continuos para llegar a la capital francesa. La distancia entre el Gobierno General (Polonia) y Moscú es tres veces mayor. Da idea del enorme tamaño de la Unión Soviética que el ferrocarril transiberiano para llegar a Vladivostok recorra ¡nueve mil kilómetros! Lo que implicará que la consecución de los objetivos puede requerir plazos mucho mayores que campañas anteriores: un mínimo de tres a cinco meses o incluso más.

- Como en época de Napoleón en Rusia hay pocos caminos y malos. No hay ninguna carretera asfaltada que lleve hasta Moscú, y las condiciones meteorológicas adversas las afectarán. Los ferrocarriles no podrán ser empleados, al menos en un primer momento, no solo por las previsibles destrucciones soviéticas sino porque el ancho de vía ruso es diferente al del Reich, siendo preciso modificar las líneas férreas. Tampoco se podrá utilizar en un primer momento el material rodante capturado.

- La carencia de vías de comunicación adecuadas tanto para el avance como para el aporte de suministros obliga a aprovechar el periodo veraniego para la invasión, de Mayo a Octubre. En otras épocas las inclemencias meteorológicas pueden afectar o incluso paralizar las operaciones militares.

En resumen, el gran tamaño de la Unión Soviética y su enorme ejército hace que su invasión difícilmente pueda tener solución militar. Incluso para un ejército moderno motorizado Rusia Europea supone distancias insalvables aunque la resistencia del ER fuese escasa.

Sin embargo, la URSS presenta graves debilidades que posibilitan el éxito de nuestra empresa:

- Solo la mitad de su población es rusa, perteneciendo el resto a grupos raciales que han protagonizado repetidas rebeliones que han precisado para su control la fuerza militar.

- Incluso gran parte de la población étnicamente rusa odia el régimen bolchevique, lo que hizo que la guerra civil rusa fuese prolongada y sangrienta. Los bolcheviques solo pueden imponerse gracias a su omnipresente policía secreta, e incluso ha sido frecuente que se necesitase el auxilio del ejército para reprimir los disturbios.

- Aunque sobre el papel la URSS es un estado federal, en la práctica es un estado fuertemente centralizado, dependiendo por completo de Moscú para todas las cuestiones militares, económicas y policiales, siendo los gobiernos de las diferentes “repúblicas” simples marionetas de los moscovitas.

- Manifestación de este centralismo es que el trazado de las carreteras, vías ferroviarias y líneas telefónicas soviéticas es radial, centradas en la capital. Su conquista dificultaría la comunicación entre diferentes regiones de la URSS y bloquearía tanto los movimientos como la cadena logística del ER.

- Si se elimina el control central resulta altamente probable que las repúblicas y regiones autónomas, que están pobladas mayoritariamente por razas no rusas, se rebelen contra el poder central, como ya ocurrió en 1918.

Por tanto el principal objetivo de la operación Rotbart debe ser la destrucción del régimen bolchevique, y para ello se considera imprescindible la conquista de Moscú. La toma de la capital no solo afectaría gravemente a la URSS al dificultar las comunicaciones del enemigo, sino que implicará una grave pérdida de prestigio para el régimen bolchevique. Más importante, la ocupación de la ciudad dificultará a la policía política el control de la población.

Sin embargo la toma de la ciudad, para que sea efectiva, debe conseguirse lo más rápidamente posible, con preferencia a otros objetivos económicos e incluso militares, de tal forma que se impida al enemigo trasladar las funciones de la capital hacia retaguardia.

No se debe olvidar que el objetivo del avance hacia Moscú persigue un objetivo político, es decir, el derrumbamiento del régimen bolchevique. Por tanto deben evitarse cuidadosamente las medidas que puedan aunar a la población soviética en torno Stalin y el Partido Comunista. Debe presentarse la invasión como una guerra de liberación, especialmente de las nacionalidades oprimidas contra el Imperio Ruso. La población civil de la URSS debe ver a los soldados de la UP como liberadores y amigos, y los soldados del ER deben preferir su captura a seguir bajo el yugo de sus comisarios políticos.”


Ya está, pensó Von Manstein. Este último punto levantará ampollas, pero Goering tiene que entender que es clave. Si entramos en Rusia y aplicamos las medidas de control de población de la Directiva 31c, Stalin apelará al patriotismo ruso, sus soldados resistirán hasta el final y la población se sublevará contra nosotros. Entonces estaremos perdidos.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Sab Sep 13, 2014 5:46 pm

Esturión

El mismo día

El CANT Z.501, apodado Mammaiuto (mamá, socorro) por sus tripulaciones, volaba como una gaviota pero amerizaba como un cerdo. Eso le dijeron al sargento Fiorentini en el curso de conversión al hidroavión y ahora, tras seis meses de vuelos de patrulla, tenía que darle la razón a su instructor. El ligero hidroavión volaba muy bien a pesar de los apenas 800 caballos del motor Isotta-Fraschini. No tenía vicios, y gracias a su baja carga alar perdonaba los errores del piloto. Pero cuando tocaba el agua cambiaba: su ligera construcción de madera conllevaba una seria debilidad estructural, especialmente de los montantes que sujetaban el ala y el motor. El piloto tenía que tocar el agua como si la acariciase, porque si la golpeaba los montantes podían ceder, y el conjunto de ala y motor caía sobre el fuselaje. La situación del motor hacía que cuando se rompía el montante delantero las palas de la hélice cortaban la cabina y amputaban las piernas del piloto con menos delicadeza pero con igual efectividad que la sierra de un cirujano. Fiorentini había tenido más suerte que tres de sus compañeros: uno había quedado relegado a una silla de ruedas de por vida, los otros dos se habían desangrado en unos segundos.

Por eso las unidades equipadas con el hidroavión intentaban evitar volarlo salvo que el mar estuviese tan calmado como una piscina. Dado que el Z.501 era el avión más numeroso de los grupos de reconocimiento navales de la Regia Aeronautica, los barcos ingleses podían moverse por el Mediterráneo sin ser advertidos, sobre todo en invierno. Pero ese día el mar parecía un espejo y no cabían pretextos. Fiorentini tuvo que despegar con su hidro desde su base en Bengasi, rezando para que el mar siguiese calmado cuando volviese.

El hidro se dirigió hacia el Noroeste, buscando al convoy con destino a Haifa al que debía dar protección: los convoyes con rumbo al Oriente Medio recorrían el Mar Jónico dirigiéndose hacia Cirenaica, para luego barajar la costa norteafricana hasta llegar al delta del Nilo, aproando luego hacia Palestina: así se daba el mayor resguardo posible a Malta y Creta, pues aunque no se hubiese detectado actividad británica en las últimas semanas más valía ser precavido.

El cabo Bergamaschi, observador ametrallador, alertó a Fiorentini al poco de despegar:

—Mi sargento, una estela a las dos, rumbo Este.

Según las instrucciones recibidas antes del despegue esa región debiera estar vacía, pero tal vez fuese algún barco francés navegando hacia Turquía o Siria. Aunque no estuviese en la zona de patrulla, Fiorentini decidió acercarse a investigar.

Desde el HMS Sturgeon un serviola divisó al avión cuando picaba hacia ellos.

—¡Alarma, avión a popa, se dirige hacia nosotros!

El teniente comandante St. Clair-Ford no dudó ni un momento: su barco estaba en aguas hostiles y el Mediterráneo Central ya no era patrullado por la RAF.

—¡Inmersión de emergencia! ¡Todo el mundo abajo! ¡Inunden los tanques! ¡Todo avante! ¡Timones todo abajo! ¡Desembraguen los diésel y conecten las baterías!

Mientras los serviolas y los artilleros corrían por la cubierta hacia la escotilla, los tanques del HMS Sturgeon se abrieron y el agua entró a borbotones, expulsando el aire con un surtidor de espuma parecido al de un cetáceo. Los timones impulsaron la proa del submarino hacia el fondo, desapareciendo en unos segundos bajo las olas. Los oficiales se introdujeron en el buque y cerraron la escotilla segundos antes que el agua cubriese la torre de mando. Entonces el comandante ordenó un giro brusco a estribor. Justo a tiempo: el hidro italiano lanzó dos cargas de profundidad que fallaron por unos metros pero que hicieron vibrar el casco del submarino. Pedazos de corcho aislante saltaron por los aires y todos los objetos que no estaban sólidamente amarrados salieron disparados. Pero el pequeño y ágil submarino no había sufrido daños.

El hidroavión italiano sobrevoló el lugar donde se había sumergido el submarino mientras radiaba un informe de contacto a su base de Bengasi. Tras volar en círculos durante una hora sin observar nada, Fiorentini supuso que el submarino inglés había escapado y, escaso de combustible y sin más armas antisubmarinas, volvió hacia su base.

El Sturgeon siguió hacia el Este. Cuatro horas después asomó el periscopio, encontrando el cielo vacío. El submarino emergió y siguió rumbo Este.
Última edición por Domper el Sab Sep 13, 2014 9:27 pm, editado 1 vez en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Sab Sep 13, 2014 5:47 pm

Invierno

El mismo día

Von Manstein repasó otra sección del informe mientras hacía pequeñas correcciones.

“Dado lo avanzado de la temporada actual se considera indispensable posponer la operación Rotbart hasta la próxima primavera. Es imposible lanzar el ataque en menos de un mes, y entonces ya solo quedaría un mes o dos hasta el comienzo de la temporada de lluvias. Las lluvias otoñales convertirán las carreteras sin pavimentar en cenagales en los que quedarán atrapados nuestros vehículos. Un mes después tenemos que esperar el invierno. La derrota de Napoleón nos debe enseñar a no menospreciar el invierno ruso, durante el cual la luz del día solo dura ocho horas. Los registros históricos indican que debemos esperar temperaturas de treinta grados negativos o inferiores. En esas condiciones las operaciones militares se paralizarían, permitiendo al enemigo recuperarse y poner en liza sus recursos, superiores a los del Reich e incluso la Unión Paneuropea.”

Tampoco va a gustarle mucho al Statthalter esta parte, pensó el mariscal. Ese imbécil de Seyss-Inquart estaba llenando la cabeza de tonterías sobre superioridad racial y destino alemán, y el mariscal temía que acabase convenciendo a Goering para atacar durante el verano. Von Manstein había luchado en Polonia y en Rusia durante la Primera Guerra Mundial, y recordaba haber visto como el barro se tragaba un camión. También pensaba en las frígidas noches en las trincheras. Si se atacaba durante el verano las lluvias y las nieves caerían a mitad de camino a Moscú, y lo que tenía que ser una ofensiva decisiva quedaría como un golpe fallido, mientras los rusos se reponían amparados por el lodo y la nieve.

“La operación Rotbart no podrá iniciarse hasta el fin de las lluvias de primavera, es decir, Mayo o incluso Junio. Eso proporcionará al ejército un periodo de cuatro a seis meses de tiempo seco en el que podrá conseguirse una victoria decisiva sobre la URSS.

Aunque esté fuera de mis atribuciones, considero que ese tiempo puede emplearse para intensificar la guerra contra Inglaterra, hasta conseguir una paz favorable a nuestros intereses y que permita lanzar todas nuestras fuerzas contar Rusia.”


Von Manstein sabía que esa sugerencia sobrepasaba sus atribuciones, pero Goering le había dado carta blanca ¿no era así? El mariscal pensaba que atacar a los rusos sin solucionar antes lo de Inglaterra era cosa de locos ¿No se había aprendido nada de Napoleón, que invadió Rusia teniendo a los ingleses en España? ¿Tampoco se había aprovechado la lección de la Gran Guerra? Alemania no debía luchar en dos frentes. Aunque los ingleses estuviesen contra las cuerdas seguir las operaciones contra ellos reclamaría fuerzas que podían echarse en falta en Rusia, donde podían suponer la diferencia entre la victoria y la derrota. Al contrario, si se daba preferencia a la guerra con Rusia, Inglaterra gozaría de un respiro durante el que podría reponerse. En eso Von Manstein no tenía dudas: la invasión de Rusia tendría que postergarse hasta que Inglaterra fuese derrotada.

“Un grave inconveniente es que las comunicaciones y el tiempo atmosférico son mejores en el Reich y en los territorios de la UP que en la Unión Soviética, por lo que esta podría lanzar un ataque preventivo cuando nuestros preparativos no estén aun finalizados. Por ello deben planificarse las operaciones defensivas necesarias para salvaguardar el Reich, causar las mayores bajas posibles en el ER, y pasar al contraataque.”

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Sab Sep 13, 2014 5:47 pm

Operaciones especiales

El mismo día

El capitán Yegor Baryshnikov veía como un grupo de marineros se entrenaba en el castillo de proa de su barco. Aunque hablaban ruso, su tez era olivácea, por lo que el capitán supuso que procedían de Asia Central o del Cáucaso. Pero no pensaba preguntarles nada: en Rusia todos sabían que entrometerse con las Inostranny Otdel no era bueno para la salud.

Desde el nacimiento de la Unión Soviética los capitalistas habían intentado destruirla. Los enemigos internos eran perseguidos implacablemente por la policía política, pero esa labor sería vana si una frontera, una raya sobre el papel, permitiese las conspiraciones contra el movimiento proletario. La Unión Soviética no reconocía las convenciones de los capitalistas, y había enviado a sus ejecutores para aplicar a los contrarrevolucionarios el castigo que merecían. Los equipos de Operaciones Especiales habían recorrido todo el globo aniquilando a los enemigos de la revolución. Especialmente las guerras civiles en España y en China habían permitido aprender valiosísimas lecciones.

Una orden perentoria había mantenido al petrolero Varlaam Avanesoven en puerto aduciendo dificultades con las máquinas. Un equipo de ingenieros del astillero embarcó, llevando un equipaje especialmente pesado. Una vez en el mar el equipo preparó sus herramientas, un tanto extrañas para un petrolero: morteros y fusiles ametralladores.

El capitán había recibido instrucciones de no detenerse en Estambul y, si se le obligaba, tenía que impedir por todos los medios el desembarco de ningún tripulante. Pero los guardacostas turcos se limitaron a comprobar su documentación. El petrolero cruzó el Bósforo y los Dardanelos y salió al Egeo. Casi inmediatamente después fue detenido por un patrullero italiano, un pesquero al que le habían instalado un viejo cañón. El patrullero comprobó la documentación del barco ruso y le ofreció unirse a un convoy con destino a Haifa, oferta que el capitán Baryshnikov rechazó con el pretexto del retraso en la partida. El Varlaam Avanesoven siguió navegando con independencia.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Sab Sep 13, 2014 5:48 pm

Caballos

El mismo día

Von Manstein volvió a releer la siguiente sección. No terminaba de convencerle, pero la consideraba crucial para la consecución de la victoria.

“Los próximos meses deben ser usados no solo para culminar la guerra contra los británicos, sino para solucionar las deficiencias de los ejércitos de la UP, que en las últimas campañas han mostrado debilidades preocupantes.

La excesiva dependencia del transporte hipomóvil supone una rémora para las operaciones militares. En el ejército alemán solo las divisiones mecanizadas y unas pocas motorizadas disponen de un parque de vehículos mínimamente adecuado, mientras que las formaciones de infantería apenas tienen vehículos. Aunque el transporte ferroviario permita la movilidad estratégica, durante las ofensivas la infantería se ha desplazado a la misma o incluso a menos velocidad que los soldados de Napoleón. Esta diferencia de velocidad respecto a las formaciones motorizadas ha abierto grandes brechas que el enemigo no ha aprovechado solo por su desorganización. Además obliga a las formaciones motorizadas, especialmente a las divisiones panzer, misiones que les son ajenas, como la defensa contra los contraataques o los asaltos a posiciones fortificadas, misiones más adecuadas para la infantería. Esto ha causado un serio desgaste a las formaciones de tanques que ha impedido rematar las operaciones, permitiendo la escapada del ejército inglés de Dunkerque o la retirada desde Egipto al Canal de Suez.

Este defecto afecta en grado aun mayor a los ejércitos aliados que previsiblemente participen en la operación Rotbart, como el italiano, que en las operaciones en África se visto limitado a operaciones estáticas. Al contrario, la casi completa motorización del ejército inglés le ha permitido rehuir el cerco en Francia o en Grecia.”


¿Entenderían esto? Goering era al fin y al cabo un aviador y sabría poco de animales. Seguro que pensaba que los caballos bastaban, porque podrían vivir pastando la hierba que encontrasen, pero estaba muy errado. Los caballos eran muy delicados y si no se les suministraba alimento adecuado se debilitaban y morían. Cada caballo necesitaba veinte o treinta kilos diarios de alimento, entre paja y grano. Para mover una pieza de artillería de campaña se necesitaban tiros de seis u ocho caballos, es decir, doscientos kilos diarios de pienso. Con ello se podían recorrer a lo sumo treinta o cuarenta kilómetros cada día. Un camión podía hacer lo mismo en un par de horas consumiendo veinte litros de gasolina. Las ventajas del transporte motorizado no acababan allí. Permitía operar a mayor distancia de las cabeceras de ferrocarril, y aumentaba la movilidad estratégica de las unidades, permitiendo el desplazamiento rápido de reservas a puntos amenazados.

“Un factor añadido es que el ganado equino es muy delicado, y cada vez resulta más difícil encontrar soldados que sepan cuidar adecuadamente a los animales. Por otra parte solo se pueden conseguir los animales necesarios de las explotaciones agrícolas, que ya tienen dificultades debido a la movilización de los granjeros, por lo que la requisa de sus animales causará una disminución de la producción alimentaria.

La carencia de suficiente transporte motorizado dificultará el transporte de suministros. Además al ser el ancho de vía de los ferrocarriles soviéticos diferente al europeo será preciso modificar las vías antes de poder usarlos, lo que implicará una presión mucho mayor sobre las unidades de transporte de camiones o hipomóviles. Si no se consigue mantener el flujo de suministros se tendrá que detener la ofensiva sin alcanzar sus objetivos, permitiendo la recuperación del ER.

Un segundo problema es la increíble variedad de modelos de vehículos en uso. En este momento hay en servicio en el ejército unos doscientos modelos diferentes de camiones y coches. Resulta imposible suministrar los repuestos necesarios para mantenerlos en uso, necesitándose mucho más mantenimiento, y permaneciendo buena parte del parque automovilístico fuera de servicio. Además gran número de vehículos tienen que ser abandonados al no encontrarse repuestos. Sin embargo el ejército inglés utiliza una docena de familias de vehículos que además son compatibles entre sí. Eso permite una disponibilidad mucho mayor, disminuye la necesidad de mantenimiento y por tanto aumenta la eficiencia en el transporte motorizado.

Se considera requisito imprescindible para la operación Rotbart aumentar tanto el grado de motorización como el de estandarización del ejército. Aunque resultará imposible conseguir la motorización completa en los próximos meses debe hacerse el mayor esfuerzo posible en la producción de vehículos militares y especialmente camiones.”


Si Goering recordaba un poco de su pasado como ministro de economía tampoco sería de su agrado este plato. Para producir más camiones iba a tenerse que multiplicar la capacidad industrial, creando nuevas cadenas de producción, e incluso recurrir a la industria de otros países de la UP. Aunque se tuviese que suspender la fabricación de vehículos innecesarios, incluyendo los coches de lujo de los gerifaltes del partido.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Sab Sep 13, 2014 5:48 pm

Rubios

El mismo día

No estaba resultando tan fácil como parecía, pensaba Jamal el-Husseini. Estaba seguro que los alemanes eran infieles corruptos tan deleznables como los ingleses, pero le costaba conseguir los servicios de algún desertor.

Mientras fueron los ingleses los ocupantes el clan de los Husseini siempre había podido hacerse con los servicios de algún inglés para los trabajos sucios. Pero los desertores desaparecieron de Palestina en cuanto el ejército inglés mostró signos de debilidad. Ahora en Jerusalén había otros europeos aparentemente iguales, pero no había por donde cogerles.

El sobrino del Muftí no iba tan desencaminado. Aunque el ejército alemán tenía su propia cuota de indeseables, la disciplina alemana era mucho más estricta. Un desertor inglés se arriesgaba a un arresto y una reprimenda, o como mucho a una corta pena en una cárcel en la que no silbaba la metralla, pero un desertor alemán podía acabar en un batallón disciplinario… si tenía suerte, pues los casos peores terminaban en el patíbulo. Además las unidades motorizadas y mecanizadas eran formaciones de elite en las que había menos garbanzos negros. Finalmente, el idioma estaba suponiendo una barrera difícil de franquear. Muchos árabes conocían o al menos chapurreaban el inglés, pero a un alemán aspirante a contrabandista le costaba hacerse entender.

Finalmente Jamal el-Husseini se dio por vencido. No iba a encontrar los desertores que necesitaba el-Kutub para sus planes. Cuando iba a confesarle su fracaso al Muftí, el líder del clan, se le ocurrió la solución: los soldados no eran los únicos alemanes de Palestina. Los ocupantes ya habían tenido algunas diferencias con una secta infiel alemana, y su tío estaba en buenas relaciones con ellos. Le pediría al Muftí que mediase ante los Templarios.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Sab Sep 13, 2014 5:49 pm

Tanques

El mismo día

“Otra necesidad imperiosa es reforzar el arma acorazada. Aunque el rendimiento de los tanques alemanes haya sido muy bueno, no se ha debido tanto a sus cualidades técnicas sino al pésimo uso que del blindaje han hecho nuestros enemigos. El excelente entrenamiento de nuestros tanquistas les han permitido conseguir enormes éxitos, incluso con vehículos obsoletos como los Panzer I y II. Con todo los británicos han presentado en el Sinaí nuevos modelos de tanques iguales o superiores a los nuestros. Además del tanque Matilda, que resulta impenetrable a nuestras armas antitanques con excepción de cañón antiaéreo del 88, los nuevos modelos Valentina, Cruzado, y el tanque norteamericano Estuardo, están fuertemente blindados, bien armados, y no tienen algunos de los defectos de los tipos previos.

La reciente defección de una unidad de tanques soviética muestra los imponderables a los que se puede enfrentar la operación Rotbart. La unidad estaba equipada con un modelo de tanque aun no visto, el llamado Kliment Voroshílov KV. Se trata de un tanque pesado, de unas 45 toneladas, armado con un cañón de 76 mm de alta velocidad, y que supera al tanque pesado Panzer V actualmente el desarrollo. El interrogatorio de los desertores ha puesto de manifiesto que los soviéticos están sustituyendo sus tanques anticuados de las series 26 y BT no solo por tanques KV sino también por un tanque medio, el modelo 34, y por varios tanques ligeros, los modelos 40, 50 y 60. El modelo 34 parece el más preocupante al tener el mismo armamento y protección que el tanque KV pero con movilidad mucho mayor. Parece que el ER ha recibido ya más de un millar de tanques KV y 34.

Aunque gran parte del parque blindado soviético esté compuesto de tipos más antiguos, según estimaciones muy conservadoras el ER tiene más de 10.000 tanques de los tipos 26 y BT, buena parte armados con cañones de 45 y 76 mm, superiores a los alemanes.”


Según Guderian no eran 10.000 sino 20.000 tanques los que tenían los rusos. Por malos que fuesen, por mal que los utilizasen, era un número abrumador.

“Los nuevos tipos de tanques británicos y soviéticos han dejado definitivamente anticuados todos nuestros tanques con cañones de calibre 37 mm o inferior, es decir, los Panzer I, II, 35 y 38, y la mayor parte de los Panzer III. Incluso los cañones de 50 mm y 75 mm usados por los Panzer III y IV tienen capacidad limitada contra los tanques rusos KV y 34.

En las campañas de los dos últimos años las fuerzas acorazadas han resultado cruciales, y los grandes éxitos conseguidos en Palestina se han debido a que el ejército disponía de una proporción inusitadamente elevada de fuerzas acorazadas y motorizadas. Sin embargo la presencia de tanques rusos de características superiores puede anular nuestra ventaja, conduciendo al fracaso de la operación Rotbart con las consecuencias temibles antes indicadas.

La realización de operaciones ofensivas contra la Unión Soviética requerirá la renovación y potenciación de nuestras fuerzas acorazadas, teniendo en cuenta especialmente los siguientes factores:

- Debe ser abandonada la producción de tipos de tanques anticuados, salvo para funciones auxiliares, como vehículos de recuperación, de ingenieros o transportes de armas.

- Debe acelerarse el desarrollo de un nuevo tanque medio que pueda ser producido en grandes cantidades y que sea capaz de enfrentarse a los tipos rusos KV y 34.

- Como medida interina debe potenciarse el armamento de nuestros Panzer III y IV, con cañones de alta velocidad de 50 y 75 mm.

- Serán necesarios al menos 4.000 tanques de los tipos III, IV y StuG con armamento potenciado. Los modelos antiguos pueden dedicarse a misiones de guarnición o ser transferidos a ejércitos aliados de la UP.

- En varias ocasiones la artillería no ha sido capaz de mantener el ritmo de avance de las unidades acorazadas que quedan sin apoyo, precisándose que al menos la tercera parte de la artillería de las formaciones móviles sea autopropulsada.

- También es necesario la potenciación del armamento antitanque de la infantería, sustituyendo las actuales armas de 37 mm por cañones antitanques de 50 y de 75 mm, siendo también necesario el desarrollo de armas portátiles antitanques.

- La Sturmartillerie se ha mostrado especialmente eficaz para el apoyo de la infantería, y se recomienda su potenciación, aunque el armamento del StuG-III también necesita ser mejorado.

- La mejora de la capacidad antitanque enemiga obliga a que los tanques sean apoyados por la infantería, que necesita vehículos blindados adecuados en número suficiente.

La construcción de 4.000 tanques y del doble de vehículos blindados es un reto asumible para la industria alemana si esta adopta métodos de producción masiva ya en uso en otras potencias. La capacidad industrial de la UP es al menos el doble a la soviética por lo que no debiera ser difícil conseguir ese objetivo, especialmente tras la llegada de petróleo procedente de Mosul y de Libia. Aun así se requerirá por una parte un importante sacrificio, incluyendo el racionamiento de bienes de lujo, similar al existente hoy día en Gran Bretaña, y la racionalización de la producción militar.”


Otro sapo que tendría que tragarse Goering. Von Manstein había hablado con Speer, que estaba muy preocupado por la desorganización que imperaba en la industria germana. Se estaban dedicando más fábricas, más recursos y más horas de trabajo a la producción de bienes de consumo que de armamento. A Von Manstein le parecía absurdo seguir fabricando relojes de pulsera o gramófonos faltando espoletas o radios de campaña. Pero a Speer le alarmaba aun más la desorganización, e hizo ver al mariscal que se estaban fabricando simultáneamente cuatro modelos diferentes de tanques y más de diez tipos de blindados y semiorugas. En algunos aspectos el equipamiento alemán parecía fruto de los delirios de un orate: se daba el caso que varios fabricantes producían el mismo tipo de camión, pero incompatibles entre sí, necesitando repuestos diferentes. Al oír eso Von Manstein pensó en sus tropas de África con todo tipo de vehículos capturados, y se alegró de no estar encargado de conseguir repuestos para semejante zoo. Si a eso se le sumaban los tanques y camiones italianos, los franceses…

Si Alemania quería vencer, eso tenía que acabar. Había que estandarizar la producción: unos pocos modelos de tanques que usasen todos los ejércitos, unos pocos transportes de tropas, unos pocos camiones, pero todos ellos fabricados en masa, no por cientos sino por decenas de miles. Si para eso las señoras alemanas tenían que prescindir de sus pendientes, o los magnates industriales tenían que ceder algunas regalías, que lo hiciesen. Mucho peor sería la derrota.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Sab Sep 13, 2014 5:49 pm

Leche

El mismo día

Los terroristas del grupo Lehí necesitaron tres noches enteras para extraer los cuatrocientos kilos de explosivos de los almacenes del Irgún. Meridor había proporcionado a Stern una lista de nombres: en sus tumbas ya no reposaban sus huesos sino el Trinitrotolueno conseguido de los almacenes ingleses.

El enterrador del cementerio aceptó el soborno de los judíos y los acompañó hasta las tumbas designadas, ayudándoles a vaciarlas sigilosamente. Pero cuando le pidieron que abriese otras tumbas se negó: el Irgún le abonaba un generoso estipendio, pero se vengaría en su familia si no cuidaba los alijos de armas.

Sin embargo una cosa era tener los explosivos y otra llevarlos a Jerusalén. La solución fue simple: leche. Un colaborador del El Lehí tenía una vaquería cerca de Jaffa, y una flota de camionetas con la que distribuía la leche por media Palestina: los árabes criaban pocas vacas, y muchas estaban enfermas de tuberculosis. Un inglés nunca se arriesgaría a que la nube de leche de su té proviniese de una vaca árabe. Incluso durante la guerra las furgonetas con el rótulo Halebé disponían de combustible para llevar su producto a los hoteles de lujo.

Shai Sapir condujo la furgoneta hacia Jerusalén, siguiendo la carretera de Ramla y Lidda, por la que apenas un mes antes no se hubiese arriesgado ningún hebreo: las draconianas medidas de Kesselring empezaban a surtir efecto, y aunque los árabes de los cafetines escupían al ver pasar a los judíos, nadie se atrevía a levantar una mano. Poco después la furgoneta pasó bajo la imponente abadía de Latrún, donde se encontró con el primer control de carretera: unas barricadas obligaban a los pocos vehículos que pasaban a detenerse. Mientras un Feldgendarme comprobaba la documentación otros revisaban los vehículos.

Un gendarme exigió al conductor el salvoconducto. El judío lo entregó con confianza, pues era auténtico. Sin embargo vio con intranquilidad lo exhaustivo de la inspección que estaba sufriendo un camión militar, a pesar de las protestas de su conductor: no solo habían descargado toda los bultos que llevaba, sino que estaban desmontando los asientos para mirar el relleno, estaban comprobando el depósito de combustible e incluso la rueda de repuesto. Entonces fue el turno de la furgoneta. Sapir pensó que si un camión militar era revisado tan a fondo, su camioneta iba a ser desmontada, y no iba desencaminado: le obligaron a descargar las treinta lecheras de diez litros que llevaba, y tuvo que abrir una a una, mientras un gendarme metía una varilla y probaba el contenido. Luego desmontaron los asientos, el revestimiento de las puertas y hasta las cuatro ruedas. Solo cuando ya no sabían dónde mirar le permitieron a Sapir volver a montar las ruedas y cargar la leche. Un gendarme colocó un precinto sobre la carga y le dejaron seguir. Sapir suspiró… pero se encontró un nuevo control unos kilómetros más adelante, en el que de nuevo revisaron su documentación e inspeccionaron detenidamente los precintos. Un tercer control en Jerusalén supuso otra revisión, y finalmente hubo un cuarto más a la entrada del recinto en el que se encontraban las principales instalaciones militares de la ciudad y el Hotel Rey David. Allí la inspección fue tan detenida como en Latrún. En total el viaje le llevó doce horas, pero finalmente Sapir entregó sus lecheras en el hotel, donde varios asistentes las llevaron a la cámara refrigerada. Tomó otras lecheras vacías y salió hacia Jaffa.

En el sótano del Hotel un hombre vació los recipientes y recortó la soldadura del fondo: cada lechera tenía en su interior una botella metálica, la que se llenaba de leche, estando el resto del envase lleno de explosivos. En ese primer viaje había podido llevar cien kilos de explosivo: unos pocos viajes más y el Lehí podría recibir adecuadamente al Statthalter.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Sab Sep 13, 2014 5:50 pm

Ejércitos

El mismo día

Von Manstein pasó a la sección que describía la futura campaña.

“La magnitud del enemigo requiere que el mayor esfuerzo posible de la UP sea destinado a la derrota de Rusia. Ello requerirá al menos:

- La mayor parte de las fuerzas terrestres alemanas, excluyendo tan solo el mínimo imprescindible para mantener el control del territorio del Reich. Es mejor que este control sea tenue para poder dedicar más fuerzas a Rotbart, aceptando el riesgo de sufrir reveses locales y ciertas pérdidas territoriales en caso de sublevaciones, ataques sorpresivos, etcétera, que podrán ser vencidos una vez derrotada la Unión Soviética.

- La mayor parte de las fuerzas aéreas, excepto las imprescindibles para garantizar la defensa del Reich, especialmente de sus ciudades, y las usadas para cooperar con la flota, aunque reducidas al mínimo posible.

- La participación de la flota será menor, ya que el Mar Báltico es muy peligroso para las grandes unidades, siendo necesarias sobre todo fuerzas ligeras y de guerra de minas para impedir a la flota soviética interferir en las operaciones e interceptar los envíos de mineral de hierro de Suecia.

- Solo si Turquía garantiza el libre paso por los Estrechos se pueden considerar operaciones anfibias en la costa del Mar Negro, que requerirán la participación de la flota italiana. El principal papel de la marina alemana será mantener la presión sobre Inglaterra, que impedirle aprovechar la ocasión para reiniciar las operaciones militares.

- Resulta imprescindible la cooperación de Rumania, que no solo debe permitir no solo el paso libre de las fuerzas de la UP por su territorio sino también su uso como base, siendo muy conveniente la participación de sus fuerzas armadas. Se le puede ofrecer recuperar los territorios de la Gran Rumania, especialmente los perdidos en 1940 ante los soviéticos.

- Resulta conveniente la participación de Finlandia en términos similares a los de Rumania, aunque no sea imprescindible para el buen término de la operación Rotbart.

- Resulta conveniente la participación turca en mayor o menor grado, lo que permitirá extender las operaciones al Mar Negro y al Cáucaso.

- A pesar del tamaño y eficiencia de las fuerzas alemanas, resulta también conveniente la participación de contingentes militares de nuestros aliados, tanto para aumentar el tamaño de nuestro ejército como para presentar Rotbart como una operación de la UP. Especialmente se considera conveniente la participación de unidades de los más fieles aliados alemanes: Italia, Rumania, Finlandia, España.

- Aunque es recomendable la participación de unidades de otros miembros de la UP, especialmente Francia o Yugoslavia, sus unidades deberán operar bajo el control alemán y no en ejércitos separados, por el riesgo de defección.

- También es conveniente la recluta de formaciones militares en los territorios conquistados, seleccionadas entre grupos étnicos que estén padeciendo la dominación soviética: bálticos, ucranianos y especialmente cosacos, pueblos del Cáucaso, etcétera, siendo más precavido con la recluta de rusos étnicos que pueden ser destinados a formaciones de segunda línea.

- La experiencia de las operaciones de África muestra que el equipo militar de nuestros aliados es bastante deficiente, lo que afecta gravemente a su eficiencia. Por ello los contingentes aliados participantes deberán mejorar su preparación y equipamiento acercándose a lo posible a los estándares alemanes, si es preciso cediendo equipos alemanes en desuso como los Panzer 38. Aun así se puede mejorar su eficiencia si operan conjuntamente con formaciones alemanas.

- Las unidades aliadas que se considere que no tienen nivel adecuado solo se usarán para operaciones secundarias: control del territorio, reducción de objetivos secundarios, etcétera, sin exponerlas en solitario a los ataques soviéticos.

- Para garantizar el secreto de la operación es preferible que la intervención de las fuerzas aliadas se retrase unos días, reservando el primer ataque exclusivamente a unidades alemanas atacando desde territorio del Reich.

Al tratarse de una fuerza multinacional es preciso que los sistemas de coordinación y control sean los mejores posibles. Para ello es preciso establecer una cadena de mando clara, sin interferencias políticas, sistemas de enlace y comunicaciones, y es especialmente recomendable que un mando unificado profesional que controle toda la operación, sin el cual las posibilidades de victoria son mucho menores.”


Otra mal trago, pensó el mariscal. Si Goering deseaba derrotar a los rusos no se podía permitir que Berlín, Roma o Bucarest enviasen órdenes que pasasen sobre la cadena de mando, como ocurrió con los paracaidistas en el Nilo. Además si el mando de la campaña no era un militar profesional se podrían producir errores como los de Francia, cuando se dejó escapar al ejército inglés. Von Manstein imaginaba que Goering vería todo como una maniobra para arrogarse con el poder pero ¿no le había ofrecido dirigir la campaña? Que le pusiese siete policías detrás si no se fiaba de él, pero sin mando único profesional resultaba muy probable que todo acabase en desastre.
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