Españoles que participaron en el conflicto
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La División Azul

Lun Mar 08, 2010 3:16 pm

Dedico lo que sigue ahora a mi hermano Gonzalo, del que no soy tan buen hermano como debería. Un abrazo, compañero.

Lo que viene ahora es un breve -con todo lo irónico que en mi resulta esa palabra- de la historia de la 250.ª División de Infantería de la Werhmacht, también llamada División Azul. La principal fuente será el libro de Osprey "Blue Division Soldier 1941-45: Spanish Volunteer on the Eastern Front" (Warrior 142), de Carlos Caballero Jurado. Si surgen otras fuentes, ya las iremos citando.

Introducción (I)
Tras la Guerra Civil española surgieron voces para proseguir el conflicto contra la URSS, a la que se culpaba de los males acaecidos sobre España. Con la victoria nacioanlista, Falange se convirtió en el principal partido del régimen, y postulaba por una revolución siguiendo las lineas del fascismo italiano y del nazismo alemán para convertir a España otra vez en una gran potencia. Pese a todo, Falange contaba con poco poder dentro del Estado, dominado por las fuerzas conservadoras tradicionales, para desespero de los falangistas.

La alianza entre Hitler y Stalin para repartirse Polonia puso difícil las cosas a los partidarios de unirse a Alemania, pues no podían admitir colaborar con el gran anticristo y las celebraciones por la conquista de Polonia fueron tíbias. No ocurrió lo mismo con la derrota de Francia en mayo de 1940, enemigo tradicional de España, y que provocó un gran entusiasmo y grandes presiones sobre el Caudillo para entrar en la guerra del lado alemán, y recuperar así Gibraltar y partes del imperio africano francés. Pero Franco no estaba seguro, ni quería participar en un conflicto estando España tan postrada.

La tensión iba creciendo entre falangistas, católicos, monárquicos y conservadores. Los primeros se veían desplazados por los otros en la lucha por el poder, y su revolución postergada. Además, eran el objetivo de la crítica de los otros tres grupos citados, que querían que Franco cortara sus lazos con Alemania, con Falange y restaurara la monarquía.

Cuando Hitler invadió la URSS el 22 de junio de 1941, una fiebre inesperada, que ni siquiera tuvo paragón en Alemania, recorrió España. Grandes demostraciones se dieron en las principales ciudades españolas, organizadas por Falange, y se pidió el envío de voluntarios para luchar en el frente oriental. Con la memoria todavía fresca de lo sucedido con la guerra civil, la creación de la División Azul contaría con un masivo apoyo inicial.

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Los primeros voluntarios se agolparon en los repletos cuarteles. No era demasiado raro ver a los soldados comer en el suelo, como en esta foto. Se distingue el distintivo de la infantería española en el cuello de las camisetas azules de eatos falangistas, que visten asimismo el yugo y las felchas en sus boinas rojas (Fundación División Azul - Warrior 142, página 5)

Re: La División Azul

Mar Mar 09, 2010 3:09 pm

La Cruzada anti-bolchevique

La oportunidad de luchar contra Rusia se tomó como el momento de vengarse por lo sufrido durante la Guerra Civil, que ya había sido calificada como cruzada por el Vaticano. Ahora se veía claro que o Hitler derrotaba a Stalin, o éste al alemán, y una victoria comunista era algo que en España sólo provocaba escalofríos.

De ahí el apoyo masivo de todas las clases sociales españolas que habían apoyado la sublevación del 18 de julio de 1936. España, que había sido la "primera en derrotar al comunismo", debía completar el trabajo comenzo entonces. Por encima de todo, el odio hacia el comunismo fue el principal motivo que llevó a los voluntarios de la Azul a alistarse desde 1941 en adelante. Una muestra de ello es que, por más desprecio que inspiraran Francia y Gran Bretaña, jamás se formó una unidad de voluntarios españoles para luchar contra ellos.

Reclutamiento y organización en España (1941-43).

Al comienzo, Falange propuso enviar una unidad de voluntarios que, en su totalidad, serían falangistas. La idea fue propuesta por Ramón Serrano Suñer, ministro de asuntos exteriores y jefe de la Junta Política de Falange. Así se lucharía contra el comunismo y se aumentaría la influencia de Falange.

Durante la guerra civil miles de voluntarios se habían agrupado dentro de las "Banderas", de tamaño batallón, de Falange, hasta que fueron incorporadas al ejército. Tras el final de la guerra, Falange intentó crear su propia milicia armada, al estilo de la MVSN fascista o las SS nazis, pero, aunque fue aprobada, el ejército se aseguró de que no fuera más que una organización fantasma. Cuando Falange propuso crear la División Azul como una unidad falangista, el ejército decidió imperdirlo

El general Varela, ministro del Ejército y que se oponía abiertamente a Falange, no aceptó la idea de Serrano y propuso enviar una división de tropas regulares. Esto, sin embargo, hubiera implicado una declaración de guerra casi oficial contra la URSS, por lo que se llegó a un acuerdo. Los mandos y suboficiales serían profesionales del ejército, así como las unidades especializadas -comunicaciones, por ejemplo-, y soldados que se quisieran alistar. El resto serían voluntarios reclutados por la milicia falangista.

Re: La División Azul

Mié Mar 10, 2010 6:45 pm

Un tercio de los efectivos procedían del ejército: todos los oficiales y suboficiales y parte de la tropa -que incluía a numerosos falangistas que hacían su servico militar. Falange reclutó al resto, entre los que se contaba un numero considerable de universitarios. El Sindicato de Estudiantes Universitarios (SEU) era la sección más radical de Faflage, y la que más apoyó su creación. Unos 4.000 estudiantes sirvieron en la división, incluso a su lider nacional. Asimismo, creyendo que la formación de esta unidad tendría un gran peso la el curso de la política española tras la supuesta victoria alemana, muchos lideres falangistas se ofrecieron voluntarios.

El resto de voluntarios no falangistas incluían conservadores, monárquicos, etc, igualmente anti-comunistas. Debido al alto número de voluntarios falangistas,. la División Española de Voluntarios fue bautizada como la División Azul, por las camisas de Falange.

La derrota frente a Moscú demostró que la guerra iba ser larga. La División Azul sufrió tremendas bajas durante las operaciones de otoño de 1941 al invierno de comienzos de 1942. Pese a las notícias que llegaban a España sobre las duras condiciones de combate, cuando llegó el momento de llamar a los voluntarios para reemplazar las bajas, la mayoría de los que no se pudieron ir con el grupo inicial se alistaron.

Para entonces, el reclutamiento estaba en manos del ejército. Varela propuso reemplazar la "primera división", en la que predominaban los falangistas, por una "segunda" integramente militar. Serrano era consciente de que mientras miles de falangistas luchaban en Rusia, los elementos más reaccionarios del franquismo se habían aprovechado del poder que había quedado vacante y que Falange comenzaba a perder influencia. Por ello el partido pidió el regreso de los líderes más importantes y comenzó a intentar asegurrse de que no había un éxodo masivo de falangistas hacia el frente oriental.

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El general Muñoz Grandes y sus seis coroneles en Grafenwöhr. El coronel Rodrigo, a la derecha del general, luce su Cruz Laureada, la condecoración más prestigiosa española. Era el segundo al mando de Muñoz Grandes. El esto comandaban los tres regimientos de infanería, el de artillería y el personal de estado mayor. (FDA, Osprey, 15)

Re: La División Azul

Vie Mar 12, 2010 10:28 pm

Normalmente los alemanes dedicaban una gran cantidad de tiempo a entrenar a sus tropas. Pero para el verano de 1941 se temía que el ritmo de victorias alemanas haría que para cuando la Azul estuviera lista, la guerra hubiera terminado. El general Muñoz Grandes persuadió a los alemanes a autorizar un programa de entrenamiento reducido a un mes de duración, argumentando que sus hombres eran veteranos de la guerra civil.

En realidad, esto sólo era cierto en el caso de los oficiales y los suboficiales y una minoría de voluntarios. La mayoría de los voluntarios se habían incorporado porque, por un motivo u otro, no habían tenido la oportunidad de luchar contra los "rojos".

Los alemanes conocían el ejército español, modelado según el francés, que ellos habían derrotado a conciencia en 1940, y consideraban que sus tácticas y entrenamiento eran muy deficientes. Pero accedieron a la petición de Muñoz Grandes porque creyeron que la Azul apenas tendría tiempo de tener nada más que una influencia simbólica en la lucha.

Los soldados españoles se mostraron como buenos estudiantes y se familiarizaron rapidamente con el equipo y las armas alemanas, pese al poco tiempo. Los sucesivos reemplazos serían entrenados con la misma rapidez y enviados al frente con la mayor celeridad posible.

Re: La División Azul

Mié Mar 17, 2010 12:20 am

Uno de los aspectos únicos de la División Azul es la excelente cuadro de mando que tuvo. Cerca de 2.400 oficiales pasaron por la división, y más 300 de ellos acabaron sus carreras militares con el rango de general.

Tras la guerra civil el ejército había sido depurado y era enteramente anticomunista. Los mejores oficiales earn destinados a Africa, con la Legión o los Regulares. La Azul pronto se ganó el mismo nivel de prestigio que estos dos cuerpos, ya que contaba con muchos oficiales procedentes de los mismos.

Una de sus menos encomiables características era el concepto que los mismos oficiales tenían de ser una casta aparte de suboficiales y soldados, algo que, cuando se entró en contacto con la Wehrmacht, quedó en evidencia. Los soldados españoles quedaron impactados a ver a los oficiales alemanes, generales incluídos, haciendo cola en los comedores militares junto con la tropa.

La división estuvo mandada por los generales Agustín Muñoez Grandes (agosto 1941 - 12 de diciembre de 1942), Emilio Esteban-Infantes Martín (hasta el 20 de octubre de 1943) y Santiago Amado Lóriga (hasta diciembre de 1943, cuando fue disuelta la división de manera oficial).

Muñez Grandes fue el más destacado de todos ellos. En su família no había habido militares de carrera y él había mandado tropas coloniales en Marruecos, donde fue heridos ocho veces. Era uno de los oficiales más respetados del ejército español. No simpatizaba con la monarquía, a diferencia de sus compañeros, y cuando llegó la República se le pidió que organizara un cuerpo de policía de élite. Sus convicciones religiosas y patriotismo le impidieron colaborar con el Frente Popular y comenzó a inclinarse hacia Falange. Al producirse el Alzamiento, fue detenido y condenado a muerte. Tras varios meses en la carcel, sus antiguos subordinados en la policía lograron sacarle de la carcel y hacerle llegar a la zona nacional. Allí ascendio rapidamente, llegeando al mando de un cuerpo de ejército.

Al finalizar la guerra fue nombrado secretario general de Falange, por ser uno de los pocos generales que simpatizaban con ella, pero dimitó pronto, porque no le gustaba la política. Estuvo al mando entonces de las fuerzas desplesgadas en torno a Gibraltar.

Era un oficial carismático, adorado por sus subordinados, a los que trataba de manera paternal y se preocupaba porque tuvieran lo mejor. Para ello, visitó por sorpresa el frente en numerosas ocasiones. A nivel personal, era austero y extraordinariamente sobrio. Nunca llevó todas sus condecoraciones en el unifome y nunca usó el abrigo de general de la Wehrmacht, con sus marcas rojas tan evidentes, sino el de un soldado común. No prestaba demasiada atención a la etiqueta alemana, como tampoco hacían sus soldados, y usaba una bufanda amarilla y se le solía ver fumando. Gracias a la devoción que inspiraba a sus hombres, éstos estaban dispuesto a hacer todo tipo de sacrificios por él, lo que le permitía poder tener la confianza de que obedecerían sus órdenes.

Era un firme partidario de la Alemania Nazi. Creía que una alianza de España con Berlín permitiría convertir de nuevo a España en una gran potencia.

Los alemanes pronto aprendieron a confiar en él, y disfrutó del favor que Hitler, que esperaba que Muñoz Grandes reemplazaría a Franco como jefe de gobierno. Tras la guerra ocupó diversas posiciones de importancia tanto militares como políticas.

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fuente de la imagen: http://www.forosegundaguerra.com/viewtopic.php?t=2234

Re: La División Azul

Mié Mar 17, 2010 12:32 am

El general Esteban-Infantes debía haber reemplazado a Muñoz Grandes como comandante en junio de 1942 pero ést se negó, sabedor de que contaba con el apoyo alemán. Por ello, Esteban-Infantes se limitó a ser segundo en el mando hasta diciembre de 1942. Durante su periodo de mando la División Azul luchó en la batalla más dura de su historia, en Krasny Bor. Los alemanes, por cierto, no tuvieron gran estima a Esteban-Infantes. Éste, tras la guerra, ocupó varios importantes cargos militares en España y fue uno de los que más se preocupó por los veteranos de la Azul, encontrándoles empleo, casa y otros privilegios. Fue el autor de la primera historia de la unidad.

El último comadnante, el general Amato, había sido coronel de uno de los regimientos de la división en Rusia, y fue ascendido al mando de la misma estando allí. Se limitó a supervisar su repatriación.

Los comandantes de regimiento y de batallón fueron escogidos por Muñoz Grandes y Esteban-Infantes . En ambos casos, seleccionaron hombres que consideraran apropiados. Muñoz Grandez seleccionó vetranos de África, algo dudosos de la efectividad de una división formada por estudiantes y no sabían como manejar a estos hombres, lo que complicó las relaciones al comienzo, porque éstos no se esperaban tener una disciplina tan dura como la de la Legión. Una vez la campaña comenzó y los falangistas demostraron no se rpeores soldados que los legionarios, la tensión desapareció y los soldados descubrieron en sus mandos los mejores oficiales que podían haber deseado.

Los oficiales de Esteban-Infantes procedían de academias militares y también contaban con experiencia en África, pero más de uno tuvo problemas para adaptarse a Rusia y tuvo que ser relevado. Muchos comandantes de batallón fueron muy populares y lograron convertir a sus unidades en formaciones de élite. El más famoso de estos fue, sin lugar a dudas, el comandante Miguel Román Garrido, procedente de los Regulares y con lazos con Falange. Su batallón, el II./269, destacó en todas las acciones en las que tomó parte y sufrió más bajas que cualquier otro batallón de la unidad.

Re: La División Azul

Jue Mar 18, 2010 12:54 pm

Mientras que los comandantes de regimiento y batallón de la Azul eran profesionales que habían comenzado sus carreras antes del comienzos de la Guerra Civil, no era el caso con los oficiales de rango inferior. El cierre de la Academia de Toledo causó un descenso en el número de oficiales con cierta capacidad, y la Guerra Civil acabó con la vida de muchos más. Para solucionar este problema se creó el Cuerpo de Oficiales Provisionales, que debía existir sólo mientras durara la guerra. Así fue como miles de universitarios se convirtieron en "alféreces provisionales". Los que demostraron la suficiente aptitud fueron ascendidos a "tenientes o capitanes provisionales" y, al finalizar la guerra, muchos volvieron a sus ocupaciones civiles, pero otros decidieron permanecer en el ejército. Para ello se crearon las "academias de conversión" para que estos oficiales pudieran completar su enternamiento. Este proceso no había finalizado cuando comenzó el reclutamiento de la Azul. Los cadetes de estas academias se presentaron voluntarios en masa. Tantos fueron los que se apuntaron que los que no consiguieron una plaza como oficial se alistaron como soldado raso en las oficinas de Falange.

Para estos jóvenes oficiales, la idea de servir junto a la Wehrmacht, en aquel entonces la mejor fuerza militar del mundo, era la manera ideal de completar su enteramiento. Querían demostrar que podían ser tan buenos soldados como los alemanes, y marcharon a Rusia con la idea de aprender las técnicas militares más avanzadas. Establecieron excelentes lazos con los hombres a su mando. Al no ser de la casta tradicional, y quizás por su pertenencia a Falange, tenían un gran sentido de camaderia con sus compañeros, que perduraría tras la guerra.

La gran diferencia con la Wehrmacht eran los suboficiales. En el ejército español no había academias donde formarlos. En su mayoría eran soldados con muchos años de servicio y poco o ninguna formación academica, y no era raro encontrar aquellos que permanecían en el ejército por tener un techo y una comida caliente. Estos eran despreciados por los oficiales y odiados por los soldados.

Durante la Guerra Civil, miles hombres se convirtieron en "sargentos provisionales". Al finalizar la guerra, estos no recibieron la misma anteción que los oficiales provisionales, y muchos tuvieron que aceptar ser degradados a cabo si querían continuar en el ejército, lo que frustró a muchos. Esta falta de consideración demuestra algo interesante. Por cada plaza disponible para un soldado en la Azul en julio de 1941, se ofrecieron 4 o 5 voluntarios, y para los oficiales 10 por cada puesto. Para los suboficiales faltaron hombres para cubrir todos los puestos. Esto se hizo más evidente al comparar la Azul con las formaciones alemanas, que tenían más suboficiales y para tareas que no se les daba en España. El respeto con el que eran tratados en Alemania por parte de soldados y oficiales era causa de gran envidia.

Otros problemas sería como reemplazar a los suboficiales que habían pasado mucho tiempo en el frente -un problema que no existía con los otros rangos-, al no haber suficientes reemplazos en España.

Re: La División Azul

Vie Mar 19, 2010 8:57 pm

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José Miguel Guitarte, jefe nacional del SEU, al comienzo de su viaje de regreso a España. Viste la Palma Plateada en su bolsillo derecho, la más alta condecoración de Falange, recibida por su participación en las luchas callejeras con los "rojos" en España. Antes de ingresar en Falange había sido miembro de las Juventudes Comunistas. Sirvió con la Azul y ganó la Cruz de Hierro de 2ª Clase. Murió al poco de regresar a España, por una enfermedad contraída en el frente ruso (FDA, Osprey, 28)

Se ha repetido muchas veces que los primeros reclutas de la Azul fueron universitarios. También se alistaron profesores, pero en menor número, junto a doctores, periodistas, políticos y escritores. Se puede decir sin duda que nunca antes -ni después- se puede encontrar una unidad con tanto nivel intelectual en sus filas.

Pero no sólo de estos volunarios dependía la Azul. Gran parte de sus efectivos surgieron de la clase media en su primer contingente. Los obreros, que habían apoyado al frente popular, se presentaron en menor número, aunque nunca faltaron los trabajadores industriales en las filas azules.

Para 1942 y 1943 la situación cambió, y los eclutas comenzaron a proceder del ambiente rural, sobre todo castellanos y gallegos, que dejaban por primera vez sus pueblos para realizar el servicio militar. El perfil de la división, por tanto, cambió con estos nuevos reclutas. En esta segunda fase se puede apreciar la gran cantidad de veteranos de Marruecos, sobre todo legionarios, que se alistaban.

En resumen, todos ellos, altamente motivados por sus creencias políticas, demostraron ser tremendos luchadores. Endurecidos por el trabajo o por la guerra, respetuosos de la jerarquía, frugales y austeros, formaron las filas de la división en el helado frente ruso.

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Soldados españoles intentando entrar en calor (FDA, Osprey, 31)

Re: La División Azul

Lun Mar 22, 2010 5:00 pm

Como muchos otros ejércitos de su época, el español se basaba en el que se consideraba el mejor del mundo, el francés, y se hallaba lejos del concepto de blitzkrieg.

Ello se vió cuando la Azul cruzó el río Volkov en octubre de 1941 y operó según sus líneas tradicionales: avance -algo lento para los alemaens, que censuraban la obsesión española en proteger sus flancos. Cuando los alemanes ordenan la detención del ataque, es debido a que quieren concentrar sus esfuerzos en su ataque contra Tikhvin y el río Svir. La Azul pasa a ocupar posiciones defensivas, y lo hace según el modelo francés, rígido, en lugar del más flexible alemán, que favorece el uso de su superioridad en maniobras tácticas. Esto tiene lugar durante la ofensiva de invierno rusa, cuando Hitler insiste en pegarse al terreno. La Azul opera a la perfección en estas circunstancias.

La debilidad de la división en cuestiones de guerra de movimientos se vuelven a ver durante las operaciones contra las fuerzas soviéticas en la bolsa del Volkov, durante la primavera y el verano de 1942. De manera específica los alemanes se refieren a las complicaciones para coordinar sus ataques con los españoles, además de la barrera del lenguaje. Cuando se combate en el frente de Leningrado, estático, la Azul lucha magnificamente en esas condiciones.

Pero para los alemanes la rigidez defensiva española era la causa de un elevado número de bajas, innecesario según su punto de vista. Para los alemanes, los españoles compensaban su falta de práctica táctica con coraje. Surge la leyenda del valor fanático de los legionarios y su grito de batalla de "Viva la muerte", y la creencia de los falangistas en que morir por la patria es la mayor forma de valor.

Para desesperación de los alemanes, los españoles daban sus ordenes a toque de corneta, o, en el caso de los falangistas, se ponían a cantar al comienzo de sus ataques. O se exponían innecesariamente al fuego enemigo. Algunos oficiales españoles estudiaron las causas princiaples de sus bajas: fuego de mortero, porque los soldados consideraban de cobardes ponerse a cubierto cuando les diparaban con esas armas.

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Se podía estar en Rusia, pero no podía faltar la paella (FDA, Osprey, 33)

Re: La División Azul

Vie Mar 26, 2010 12:12 am

Para los soldados españoles, la URSS fue un infierno. Ni los voluntarios que procedían de las zonas más frías de España podían habituarse al frío ruso, ni a estar semanas sin ver el sol.

La primera gran sorpresa fue la "rasputitsa", el fango ruso. Cuando los españoles cruzaron el Volkhov en 1942, la rasputitsa estaba todavía presente y contribuyó a frenar el avance español. Todos los vehículos, hasta las bicicletas, quedaron inservibles.

Durante las operaciones contra la bolsa del Volkhov, los españoles se tuvieron que enfrentar a un territorio que no les era familiar: los densos y pantanosos bosques del norte de Rusia. Tenían que avanzar con el agua por la rodillas por bosques de una densidad y un tamaño desconocido en España, bajo el tormento de una nube de mosquitos.

Pero lo peor era el intenso frío, que comenzó a caer a comienzos de octubre. Los soldados no se podían creer la espectacular caída de las temperaturas. Para ellos fue un shock encontrarse luchando en condiciones articas. Era algo que ni siquiera aparecía en los mejores manuales médicos españoles. Huelga, por tanto, decir que las bajas causadas por el frío fueron altas.

Es un tributo al coraje y al valor de estos voluntareios que la unidad siguiera combatiendo y no se derrumbara en tales circunstancias. En el segundo invierno de 1943 la situación mejoró al disponerse de ropa adecuada que entregó la Wehrmacht y el despliegue en la zona de Leningrado, donde las temperaturas era algo más suaves.

Re: La División Azul

Dom Mar 28, 2010 2:04 pm

En el frente de Leningrado el estilo de lucha era muy similar a la de la Gran Guerra, o de algunos frentes de la guerra civil española: la guerra de trincheras. Pero mientras que en España este tipo de enfrentamiento había sido de baja intensidad, en el frente ruso no lo era. Aunque las grandes batallas se disputaran en cualquier otra parte, los combates eran contínuos a lo largo de todo el frente. Se efectuaban incursiones a nivel de compañía e incluso de batallón, con gran apoyo artillero. Era un frente relativamente estable, pero nada tranquilo. Las cifras de bajas demuestran que en muchos de los meses en los que la Azul no participó en grandes operaciones, el número de muertos y heridos sumaban el equivalente a un batallón.

A eso se tenía que sumar el hecho de construir y mantener y las trincheras. Veteranos de la Azul recuerdan con desagrado lo odiosas que eran esas tareas. En lugar de participar en grandes aventuras, se veían haciendo uso del pico y la pala. La costumbre de hospedarse en las casas de los campesinos en lugar de las posiciones o en bunkers causó bastantes bajas, porque dichas construcciones de madera eran el objetivo favorito de la artillería rusa. El sentimiento de que el soldado español "moría de pie, no enterrado como una rata" parece justificar la aversión a las trincheras.

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Muñoz Grandes con sus oficiales. En el extremo izquierdo, de pie, está el comandante Tomás Gracía Rebull, uno de los jefe de batallón más prestigiosos de la Azul. En la misma fila, en el centro, vemos al teniente coronel Gómez-Zamaolla, veterano de la guerra civil, luciendo su Cruz Laureada.(FDA, Osprey, 34)
Última edición por Kurt_Steiner el Lun Abr 05, 2010 6:18 pm, editado 1 vez en total

Re: La División Azul

Mié Mar 31, 2010 3:00 pm

Como cualquier unidad de combate, la Azul recibió pequeños contingentes de refuerzos desde el comienzo mismo de su existencia, para suplir al personal que había sido rechazado. Las terribles bajas de comienzos de 1942 causaron el envío de grandes cantidades de reemplazos (tres batallones) durante los tres primeros meses de 1942.

En abril de 1942, el general Varela, ministro de la guerra, intentó organizar una "Segunda División", como ya se ha mencionado, para reemplazar a la "Primera". Para ello ordenó la creación de nuevos batallones que reemplazarían a los originales de la Azul. Ni los alemanes ni Muñoz Grandes aprobaron esta idea, pues era absurdo desprenderse de veteranos endurecidos cuando se esperaba retomar la ofensiva con la llegada del verano. A medida que los batallones de marcha llegaban al frente de Este, eran disueltos y sus efectivos distribuídos por las diferentes unidades de la división. Por tanto, el relieve en masa de la división nunca se llevó a cabo. Desde entonces, en lugar de enviar un gran número de batallones de marcha a la vez, su partida se lelvaba a cabo a inernalos regulares.

Los veteranos, los "guripas", recibían con cierto aire de superioridad a los novatos, a los que apodaron "mortadelas". Las diferentes sociales y psicológicas entre los miembros del contigente inicial con los de los batallones de marcha enfatizaban el contraste entre ambos. El temor de que estos novatos no estuvieran a la altura quedó olvidado cuando la división, compuesta en su mayoría por "mortadelas", luchó en la mayor batalla de su historia, en Krasny Bor, y demostró estar a la altura.

En 1942 se enviaron a Rusia 19 batallones de marcha, con 16.500 voluntarios, y otros ocho en 1943, con 7.500 voluntarios. Esto permitió que la Azul mantuviera sus efectivos en nieve batallones de infantería, más el de reserva, que era una unidad de choque, cuando las formaciones alemanas disminuyeron sus efectivos de nueve a seis batallones por división.

Esto permitió el regreso de muchos veteranos, de manera que ocho batallones marcharon de vuelta a España en 1942 y otros cinco durante 1943. Además de estos batallones se enviaron pequeños frutos de oficiales y suboficiales, para reemplazar las perdidas entre este especilizado grupo, demasiado vital para esperar a la llegada de un batallón de marcha.

Re: La División Azul

Vie Abr 02, 2010 2:10 pm

Uno de los métodos más comunes para subir la moral era la entrega de condecoraciones. Como unidad de voluntarios españoles recibió alemanas y españolas, obviamente. Ocho miembros de la Azul recibieron la Laureada de San Fernando, siete a título postumo; también se otorgaron 42 Medalla Militares indivduales y dos colectivas. Muchas recomendaciones para la Laureada y para la Medalla Militar fueron rechazadas porque a partir de 1943 era obvio que Alemania estaba perdiendo la guerra, y nadie quería provocar a los aliados.

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Miembros del 25º Batallón de Marcha a su llegada a Alemania.

También se recibieron 2.370 Cruces de Hierro de 2ª Clase y 138 de 1.ª, aunque falt documentación. Según los documentos disponibles en españa las cifras alcanzas 2.500 y 150, respectivamente. La Cruz de Mérito con Espadas de 1ª y 2ª clase fue otorgada en número similar.

De no haberse recibido medallas españolas, se hubieran recibido más alemanas, pues la práctica del mando de la Azul era proponer a sus hombres para medallas de la Wehrmacht una vez ya habían recibido una española. Además de la Cruz de Hierro, otra medalla alemana muy apreciada era la Infanterie Sturmabzeichen

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Infanterie Sturmabzeichen de plata

A partir de 1943 el OKW acuñó una medalla conmemorativa de los voluntarios españoles, algo excepcional que no fue repetida con otras unidades de voluntarios extranjeros. Ese mismo año el gobierno español acuñó una medalla similar. También se recibió la Orden de la Aguila Alemana, una medalla creada por el gobierno alemán para los ciudadanos extranjeros.

Re: La División Azul

Lun Abr 05, 2010 6:40 pm

La opinión alemana respecto a la Azul, Hitler y propaganda a parte, era muy crítica, como se comprueba en los informes que realizaban los oficiales agregados a la Azul respecto a las capacidades de los oficiales y la disciplina de la unidad. Lo mismo cuando los comandantes de cuerpo a la que se asignó la división informaban sobre la misma. Las críticas son parecidas a las referidas a las unidades italianas, húngaras y rumanas, o respecto a las legiones de voluntarios anticomunistas en el Heer o en las W-SS.

La mayor preocupación venía al respecto de la supuesta falta de disciplina de los soldados españoles. Las tradiciones prusianas parecían completamente ajenas al espíritu españolí que no sorprende que los oficiales alemanes opinaran como lo hicieron. A eso cabe sumar la visión racista que generaba el régimen nazi. Los españoles, con su piel tan oscuro y tan bajitos, parecían más gitanos que otra cosa. Peor aún, deshonraban el uniforme al usarlo sin atender a las normas.

Estas acusaciones tenían algo de verdad. Los comandantes de la Azul no encontraban fácil tener que castigar por infracciones menores a hombres que se habían ofrecido voluntarios para luchar contra el comunismo. Un ejemplo: en el invierno de 1942, un sargento armero de un batallón, al ver que las MG34 no fucionaban correctamente, las modificó cortando parte del muelle de retroceso. Cuando los alemanes que efectuaban tareas de enlace descubrieron dicha modificación en una revisión, acusaron al suboficial de sabotaje y exigieron su castigo. En lugar de ello, fue condecorado por mostrar iniciativa para asegurarse que las armas funcionaran bien.

Pese a todo, los oficiales eran conscientes de la crítica alemana, y tomaron enérgicas medidas. Cientos de voluntarios fueron devueltos a España como "indeseables", por tener simpatías izquierdistas, enfermedades venéreas, resistencia a la disciplina y homosexualidad, por ejemplo. En el frente se aplciaban los castigos con severidad, como fue el caso de 100 hombres de la Azul que pasaron por las cárceles militares españolas. En algunos pocos casos se llegó a aplicar la pena de muerte.

Los españoles sentían que eran vistos con desprecio y que los usaban como carne de cañón, lo que era falso, pues a Alemania la destrucción de la división española le hubiera reportado más problemas que ventajas. Otro asunto que enfurecía a los españoles era el trato, casi criminal, que recibían los civiles, sepecialmente polacos, judíos y rusos. La orden que fue desobedecida con mayor frecuencia fue la que prohibía confraternizar con los judíos.

Pese a todo, la Wehrmacht era muy bien considerada, por su titánica lucha contra el comunismo, aunque eran conscientes de que no era la tremenda máquina de guerra que decía la propaganda.

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Dos leyendas de la división Azul: A la derecha, el mayor Miguel Román Garrido (1899-1960), uno de los héroes de la Azul. Oficial de los regulares, ganó numerosas condecoraciones, como podemos ver en esta foto, con la cruz de Hierro debajo de su Medalla Militar. Su batallón, el II/269, ganó la Medalla Militar Colectiva (FDA, Osprey, 54) A la izquierda, el capitán Urbano Gómez García (1917-96), luciendo sus medallas, entre la que se incluyen los dos distintivos otorgados por destruir personalmente dos carros de combate, su Cruz de Hierro, que no se puede apreciar bien en la foto. Sobre el bosillo izquierdo se puede ver el emblema de su cuerpo de origen, la Legión. Tras disolverse la División Azul, sirvió como capitán de Infantería en la Legión Azul. (FDA, Osprey, 51)

Re: La División Azul

Jue Abr 08, 2010 11:26 am

Para finalizar estas notas, comentaré brevemente el destino de los prisioneros de la Azul y el retorno de la misma a España.

Entre 1941 y 1945 el ejército rojo capturó a 464 soldados españoles. Teniendo en cuenta que pasaron 45.000 hombres por la División Azul, podemos concluír que los españoles no eran dados a dejarse capturar vivos. De este total, 70 eran desertores que querían pasarse a los soviéticos. Como podemos ver, la deserción fue un fenómenos raro en la unidad.

Las duras condiciones de vida en el frente ruso y la intensa propaganda soviética hizo que un puñado de voluntarios desertaran, cometiendo el peor error de sus vidas, pues los rusos los mantuvieron en cautividad hasta 1954, como la mayoría de los otros prisioneros, y, en algunos pocos casos, hasta 1956. Como Franco nunca reconoció diplomáticamente a la URSS, Stalin nunca dio a estos cautivos el status de prisioneros de guerra, por lo que no recibieron cartas de sus famílias y tuvieron que esperar a la muerte de Stalin para volver a España. En este cautiverio murieron 130 españoles.

El retorno.
El primer batallón que regresó a España en 1942 recibió una bienvenida masiva, similar a la despedida que se le dio en 1941. Pero cuando el último batallón de la Legión Azul regresó en 1944, nadie se acordaba de ellos. El curso de la guerra había cambiado para siempre la opinión sobre la guerra y la azul. Los divisionarios pasaron de ser considerados como héroes a ser vistos como un engorro.

La derrota nazi hizo que que Franco se esforzara en ocultar a la Azul, ya que preveía que su supervivencia iba a estar en peligro. Por ello se dedicó a aplacar como pudo a Gran Bretaña y a EEUU. Uno de los caídos en desgracia fue Serrano Suñer, que, que, al publicar sus memorias sobre la Segunda Guerra Mundial, se olvidó de mencionar a la división, a pesar de haber sido su máximo impulsor. La réplica de los indignados divisionarios fue publicar sus libros sobre sus vivencias en Rusia.

La Guerra Fría hizo que España fuera "readmitada" en el mundo occidental, como confirman los acuerdos con EEUU y las visitas a España de Eisenhower, presidente de EEUU, y de De Gaulle, presidente de Francia, que no dudaron en abrazar a Franco.

Un hecho poco conocido es que Franco, al darse la rebelión húngara de 1956, pensó que EEUU lideraría una nueva cruzada anti-comunista y ofreció crear otra "división azul". Por unos pocos meses brotaron libros, artículos periodísticos e incluso películas sobre la División. Pero poco tardó el regimen franquista en descubrir que la Azul era un desagradable recuerdo que rememoraba la colaboración de España junto al Tercer Reich. Otra vez la Azul fue enviada a las sombras.

La difusión de los crímenes nazis puso en peor situaciíon a los veteranos de la Azul, pese a que ellos no tuvieron que ver con tales actitudes. Era el precio a pagar por todos aquellos que alguna vez vistieron el uniforme alemán.

La derrota del Eje acabó con las posibilidades de la revolución falangista. Los más ardientes llegaron a criticar a Franco por no realizar una política de justicia social o modernizar completamente España. Algunos llegaron a romper con Franco y Falange y se pasaron a la oposición. Pero, con los rusos en el Elba y en China, la amenaza comunista persuadió a muchos de seguir fieles al régimen. Pero para todos haber servido en la Azul fue motivo de orgullo, y siguieron luciendo sus medallas y distintivos divisionarios.

A partir de 1954 se comenzaron a formar asociaciones de veteranos de la Azul, que no recibieron apoyo del gobierno, por motivos obvios.

Hoy en día la división Azul es considerada como el último capítulo de la guerra civil española. Para unos es una muestra más del fanatismo fascista, para otros es un elogio al valor y al sacrificio por la patria.

Re: La División Azul

Lun May 17, 2010 2:19 am

Kurt_Steiner escribió:Una de sus menos encomiables características era el concepto que los mismos oficiales tenían de ser una casta aparte de suboficiales y soldados, algo que, cuando se entró en contacto con la Wehrmacht, quedó en evidencia. Los soldados españoles quedaron impactados a ver a los oficiales alemanes, generales incluídos, haciendo cola en los comedores militares junto con la tropa.


Estimado Kurt_Steiner:

Me parece de los más raro que los oficiales de la Wehrmacht, comieran con los soldados. Sólo hay que ver como a día de hoy, eso no pasa en el cuartel general de ISAF en Kabul. Y tampoco creo que pase en Maraz-zarit o como diablos se escriba.

Saludos. :D

Re: La División Azul

Lun May 17, 2010 10:19 am

Parece ser que en esa época se estilaba eso.

Re: La División Azul

Mar May 18, 2010 3:22 am

Sí, supongo que sería una moda.

Saludos.

Re: La División Azul

Sab Sep 08, 2012 1:57 pm

El himno y algunas fotos en este vídeo:



Saludos, Richard.

Re: La División Azul

Vie Jun 14, 2013 9:17 pm

La División Azul mostró un alto grado de implicación en la lucha contra el comunismo, sin embargo fue una de las nacionalidades encuadradas al Ejercito alemán que mejor trato a la población civil rusa, en una ocasión leí que en una ocasión una unidad española de camino al frente tuvo que parar en pueblo ruso para pasar la noche, la costumbre en el ejercito alemán era la de echar la gente de sus casa para dormir en ella, sin embargo los soldados españoles se negaron a echar a esas gentes de sus casas y los campesinos rusos invitaron a los españoles a dormir con ellos, así todos pudieron dormir bajo techo.

La División Azul

Dom Ago 11, 2013 7:05 pm

Magnífica exposición, siendo breve en su narración pero completa en sus contenidos. Muchas gracias por tan brillante aportación, a mí, personalmente, me ha gustado mucho.

Re: La División Azul

Dom Ago 11, 2013 10:12 pm

Si quieres más información sobre la División Azul...

Referencias varias sobre la División Azul
http://www.zweiterweltkrieg.org/phpBB2/ ... =80&t=1067

Otra referencia
http://www.zweiterweltkrieg.org/phpBB2/ ... =80&t=3875

El tiempo de los emperadores extraños, de Ignacio del Valle, novela en la que se ha basado la película "Silencio en la nieve", y muy recomendable
http://www.zweiterweltkrieg.org/phpBB2/ ... 08&p=84675

Una obra "genérica" interesante es "La División Azul", de John Scurr, que he leído y también te recomiendo

Re: La División Azul

Vie Oct 18, 2013 12:57 pm

El Estado Mayor Central evalúa la Retirada y Reorganización de la División 250

Fuente: De héroes e indeseables, José Luis Rodriguez Jimenez. (pps 197-202)

La creciente lista de bajas y las quejas por el insuficiente apoyo alemán al cuerpo expedicionario español llevan a que tanto el genereal Varela como a Serrano Suñer, encarnizados rivales, se preocupen por el estado de la División Azul.

Con fecha del 9 de febrero de 1942, el jefe del Estado Mayor Central, el general Carlos Asensio Cabanillas, menciona en un informe que llegará a manos de Franco que la situación de la división "comienza a constituir una preocupación seria para este Estado Mayor".

De repente parece ser que en España son conscientes de que la División Azul es ahora la División 250 de la Wehrmacht, y que como tal es usada, con todas sus consecuencias; que juraron lealtad a Hitler, y que ahora se les exige cumplir este juramento. Se considera que la división no es tratada adecuadamente por los alemanes ("el trato que nos dan no es adecuada nuestra psicología", dice el informe), que tiene que asumir riesgos inaceptables y que se "abusa" de sus fuerzas, ya sea por desdén alemán o por falta de reservas de la Wehrmacht. Asensio, siempre tan pro alemán, parece desengañado.

Por eso el general propone dos alternativas: o bien retirar de primera línea a la División y llevarla al interior de España para reorganizarla y entrenarla, o bien relevar de forma inmediata a cuantos divisionarios asi lo deseen y en breve plazo al resto. Asensio cree que la primer opción es la mejor de todas, pero duda de su probabilidad por la escasez de medios de transporte ofrecidos por los alemanes. De la segunda, un relevo resulta imposible por la escasez de voluntarios civiles, así como de suboficiales y tropa.

Esto indica el grado de desengaño que impera en la calle e incluso entre las filas falangistas respecto a Rusia. El propio Asensio reconoce que, fuera de Falange, el número de voluntarios es mínimo, tanto entre los civiles como entre los militares.

A finales de febrero el embajador español en Berlín transmite la petición de retirada, en dos ocasiones, y también el general Martín Alonso en escrito al general jefe del ejécito de reserva. Todas reciben idéntica respuesta negativa y gestos airados de Berlín. Franco instruye a su ministro del ejército para que curse una petición de relevo escalonado de efectivos. Berlín acepta.

A continuación Franco realiza una bravata que el tiempo se encargará de desmentir: hace la promesa imposible de proporcionar un millón de hombres para defender Berlín si el Ejército Rojo amenaza algún día la capital del Reich (increíble la visión de futuro del Caudillo...). Mientras tanto, Hitler se traga su enfado como puede.

Re: La División Azul

Vie Oct 18, 2013 1:23 pm

El primer relevo

Fuente: De héroes e indeseables, José Luis Rodriguez Jimenez. (pps 202-215)

Cuando se organiza el cuerpo expedicionario se toma en consideración cubrir bajas mediante batallones en marcha, pero no conceder permisos a la tropa, ya sea en España o en Alemania. Entre dimes y diretes, nadie quiere asumir las responsabilidad de tan grave error.

La falta de un permiso hace mella entre los divisionarios. Unas decenas, no más de 40 hombres, deserta a la retaguardia. Se ocultan en los hospitales o vagan sin rumbo fijo. Entre estos hombres figura un caso curioso, el de Arturo Iglesias, que e condenado a prisión militar perpetua por desertar. Encerrado en el fuerte de San Marcos (Pasajes Guipúzcoa), se escapa... para volver a alistar para el frente del Este, sin ser descubierto hasta pasadas varias semanas a su regreso al campo de batalla, donde se distingue en varios combates y es condecorado con la Cruz de Hierro de Segunda Clase. Acabará siendo indultado por el mismo Franco.

No todos tienen la misma suerte ni el mismo comportamiento. Cuarto desertores son condenados a muerte, y uno de ellos es ejecutado, Antonio Sánchez Nieto, nacido en 1920 en Torrox, Málaga, que tras desertar se dedica a realizar estafas, meterse en altercados varios y perpetrar delitos contra la propiedad privada. Muñoz Grandes, al firmar su orden general del 30 de enero, dirá del preso:

"Contrastando con el sublime heroísmo de nuestros soldados que tan alto ponene el nombre de nuestra Patria, un desgraciado, Antonio Sánchez Nieto, cobarde y ladrón, la ha ofendido gravemente; juzgado en consejo de guerra y aprobado por mí el fallo, la sentencia de muerte ha sido ejecutada esta madrugada.

En la España honrada y valiente por la que un millón de hombres dieron sus vidas y por la que vosotros lucháis con ejemplar bravuera no caben estos seres.

Que Dios le perdone".

Las penas de muerte, por supuesto, no disuaden a otros desertores. Al contrario, los casos aumentan. Todo por falta de permisos.

A finales de febrero comienzan los primeros relevos, que afectan a los casados, a los enfermos y a los mayores de treinta años. Muñoz Grandes también es reemplazado. El desorden es total. En contraste con lo que sucede con los pilotos, que tan pronto llegan parte una segunda escuadrilla, los divisionarios no parecen estar en mente de nadie.

Los voluntarios civiles observan primero con pasmo y luego con ira como no hay dependencias médicas ni seguridad social para ellos, aunque sí para los militares. El coronel gobernador general de San Sebastián se queja, en carta de 16 de abril, de la falta de medios e instalaciones para acoger a los que llegan heridos o enfermos. Peor aún, los voluntarios que regresan expresa su desconfianza respecto a los alemanes e incluso se quejan de la campaña de propaganda que les llevó a alistarse. La ausencia de un recibimiento apropiado se repite en otros escenarios, pero no en Madrid, donde se hacen preparativos para recibir al primer contigente (1.312 hombres), que llega el 25 de mayo.

El relevo se prolonga hasta el mes de agosto, y afecta a todos, incluso a los principales mandos de la división, con la excepción de Muñoz Grandes. En julio no queda ya ninguna jerarquía falangista en el frente. Se ha terminado lo de "dar ejemplo". Algunos altos cargos falangistas que se "alistaron" nunca llegaron a partir, y otros regresaron muy pronto. Como Carlos Pinilla Este, jefe provincial y gobernador civil de León, que parte de permiso a España, lo disfruta, no regresa a su destino y sigue cobrando su paga de combatiente. En octubre el mando de la División ordena su busqueda. Todo lo más que logran es que envíe a su secretario para explicar que fue autorizado a permanecer en España por el ministro secretario general del Partido, aunque no existe c onstancia de ello. Le toca al general Asensio dictaminar que se hace. Se opta por una solución "política". Pide un castigo para evitar que se burlen del cunplimiento del deber. No obtendrá respuesta oficial, En 1944 volverá a quejarse de actitudes como la de Pinilla.

No todos los falangistas serán tan cobardes. Como Rodrigo Royo, estudiante alistado que sufrirá de congelación en ambas piernas y será delcarado inútil tras serle amputado el pie derecho por su parte media.

Aunque no faltan voluntarios, se tiene que recurrir a la Legión, a soldados realizando su servicio militar y a civiles, a los que se fuerza a vestir el uniforme alemán.

Re: La División Azul

Vie Oct 18, 2013 8:22 pm

Voluntarios a la fuerza
Fuente: De héroes e indeseables, José Luis Rodriguez Jimenez. (pps 301-311)

Hacia la primavera de 1942 el número de voluntarios desciende de manera sonrojante. Dado que no hay suficientes y cada vez habrá menos, se opta por recurrir al servicio "forzoso". Se recurre a los derrotados de la guerra civil, a los condenados por delitos políticos. Los partidarios del régimen, los que aplaudieron la creación de la División Azul, envían a otros a que mueran en su lugar.

Como ya ocurriera con la primera recluta, se recurre a soldados que realizan el servicio militar. Esta vez la presión es todavía mayor. Se recluta en los cuarteles de la Legión. Y ya sea por cambiar de aires o pensando en familiares en la cárcel, algunos se apuntan. Como Antonio Granados, de Nerva, socialista y ex-preso político, que por la falta de empleo opta por alistarse a Legión, y de ahí a la Azul.

Se presiona a los desempleados con pasado político poco conveniente en la España de Franco, como los tres hermanos Ciges, Luis, Manuel y Carlos, sobrinos del escritor Azorín, hijos de Manuel Ciges, escritor valenciano, gobernador civil de Ávila fusilado a comienzos de la guerra civil. Los tres se alistan en marzo de 1942, donde coincidirán con Luis García Berlanga, cuyo padre había sido también condenado a muerte. Asignado a la cuarta batería del segundo grupo del regimiento 250, regresa con el primer relevo. Los Ciges permanecerán en Rusia hasta noviembre de 1943.

Una parte de los voluntarios no es del agrado del Estado Mayor de la 250. Son demasiados "rojos". Más de mil "indeseables" son repatriados con escolta. Al final se elaboran 2.721 expedientes sobre indeseables que incluyen tanto a seres políticamente incorrectos como gente con tendencias "perniciosas" desde el punto de vista social o sexual. El primer contingente de "indeseables" es repatriado en fecha tan temprana como agosto de 1941: trece personas: un sargento, un cabo y once soldados. El segundo parte el 4 de septiembre, el tercero el 19 y a partir de entonces va aumentando el número. Si en enero de 1942 son 18 los repatriados, en febrero son 15 y en marzo 42, entre ellos ocho oficiales y diez suboficiales. Los delitos incluyen el estraperlo, la desobediencia a sus superiores y el maltrato a sus inferiores. Entre los repatriados figuran varios legionarios ("rojo, ladrón, mala conducta, desertor" es la acusación más repetida)

Hacia finales de 1942 aumenta la desconfianza del Estado Mayor hacia los llegados de España. Aumentan los repatriados, se investigan a los incorporados a las compañías antes de su partida para el frente. La mejora de la propaganda soviética y la llegada de ex presos políticos recién salidos de la cárcel (entre enero y mayo de 1942 se liberan más 11.000 prisioneros) de preocupa. Y mucho. No pocos son presionados para alistarse para obtener la libertad condicional. No sabemos cuantos se alistarán, pero sí que en las semanas siguientes el número de "indeseables" repatriados aumenta considerablemente.

Re: La División Azul

Vie Oct 18, 2013 9:05 pm

La 250 como "batallón de castigo"
Fuente: De héroes e indeseables, José Luis Rodriguez Jimenez. (pps 312-315)

Si la llegada de "indeseables" resulta preocupante, las deserciones, sobre todos la que se producen en grupo, aún asustan más.

El servicio de información estudia a fondo a los recién llegados. Se envían de vuelta a homosexuales, violadores, pederastas, pero también a estraperlistas y vivales varios. Los más preocupantes son los antifranquistas que acuden al frente buscando desertar. Esteban Infantes, que reemplaza a Muñoz Grandes, cursa una serie de protestas al Ministerio del Ejército para que se ponga fin al envío de "personal de dudosa conducta o malos antecedentes". Su EM se ha enterado del envío de un contingente de soldados que, por falta grave, han sido castigados con dos divisiones de recargo en el servicio ,a cumplir, precisamente, en la DEV. Indignado por este proceder, cursa una protesta al general jefe del Estado Mayor del Ejército. Dos meses después repite la protesta. Trata de hacer ver que si en todas las expediciones de relevo figuran soldados con recargo en el servicio, la DEV se acabará convirtiendo en un "cuerpo disciplinario", lo que causará graves problemas en términos de eficacia militar.

"Nuestra División debemos considerarla como el escaparate en Europa de nuestro Ejército. Para su arreglo y buena presentación necesitamos vuestra ayuda y claro está que no es muy adecuado llevar a él mala mercancía".

Re: La División Azul

Sab Oct 19, 2013 12:56 pm

La Legión Española de Voluntarios
Fuente: De héroes e indeseables, José Luis Rodriguez Jimenez. (pps 337-344)

Asensio, ministro del Ejército, quiere sustituir a la DEV por una unidad de infantería integrada por personal que, habiendo formado parte de la División, se encontrase en Rusia o en España, no hubiesen pasado diez meses en el frente. Pero todo depende de la actitud de Gran Bretaña y Estados Unidos. Franco, convencido de que la única salida del atolladero es reducir la presencia militar en el frente ruso, ordena el regrso de la mayor parte de la tropa tan pronto como sea posible.

El 6 de noviembre se cursa la orden de concentrarse en Wolosowo y entregar el material de guerra, ganado y automóviles, y el 7 se constituye la Legión Española de Voluntarios. Una vez más se recurre al "voluntariado forzoso": los últimos en llegar con los batallones de marcha y los que lleven menos de seis meses en el frente son elegidos para el servicio. Pero como el número de hombres es insuficiente, se buscan más voluntarios, ya sea entre la tropa como entre los oficiales. Los que se marchan no quieren colaborar en lo que consideran un sacrifico ilegítimo. Los recién llegados están asustados por su porvenir y odian a los que les fuerzan a quedarse.

La LEV es encuadrada en la 121 División de Infantería, en el grupo de Ejércitos Norte. Como pasó con la DEV, la Legión carece de protección AA, material antitanques y, desde luego, tanques y vehículos blindados. Ni cuando los tanques soviéticos les pasen por encima los legionarios españoles verá a los panzers alemanes.

Los 2.200-2300 hombres de la LEV se convierten en secreto de estado. Todos sus jefes y oficiales son declarados en situación de disponible y no se les menta en boletín oficial alguno. Los aliados los descubren igualmente y las excusas de Madrid no resultan creíbles. A mediados de noviembre la LEV llega a JAmburg, a unos 130 kms de Leningrado, en sus cuarteles de invierno, donde permanecen hasta el 2 de diciembre, en instrucción. Tod osea por retrasar su envío al frente, deseo de Franco de escabullirse del desastre y congraciarse con los Aliados.

A partir de ese día la LEV es usada en misiones antiguerrilleras, relevando a los alemanes en laboraes de guarnición, defensa de posiciones y mejora de fortificaciones. La moral cae y no hay gloria para ganar en medio de la retirada que la Wehrmacht se ve obligada a emprender.

Re: La División Azul

Dom Oct 20, 2013 12:35 pm

La Legión Española de Voluntarios -2-
Fuente: De héroes e indeseables, José Luis Rodriguez Jimenez. (pps 337-344)

Finalizada la instrucción parte la LEV el 15 hacia el frente. Va a relevar a tres batallones del regimiento 430 y uno del 445. Es un frente de 12 kms en la región de Kostowo, al norte del lago Ilmen. Era un frente tranquilo pero ahora el enemigo multiplica sus acciones. A las bajas en combate se suman las causadas por el frio y el tifus.

La ofensiva de enero de 1944 desmorona la linea en Pushkin. La LEV se retira a pie a trravés de la nieve. Crece la ansiedad. Los hombres se sienten cercados y la moral es escasa. Las noches son interminables y el frío cruel. García Navarro multiplica su presencia, preocupado por los ánimos del personal forzoso.

Las creencias políticas no tienen que ver con este pánico, aunque los indeseables aprovechan y se lanzan a cometer actos irresponsables, que cuestan la vida a algún legionario.

Mientras, en España reina el olvido.

El 14 de enero de 1944 los soviéticos atacan las linas de la LEV. El 16 la unidad es integrada en una agrupación al mando de un coronel alemán y el 19 cae Novgorod. El 18o Ejercito corre peligro de ser dodeado. La LEV se retira destruyendo todo lo que no puede transportar.

Al día siguiente se recibe orden de evacuar la primera y segunda banderas a Nowinka y la tercera a Ljuban. La marcha a esta ciudad (50 kms) resulta penosa por el estado de los caminos, con nieve abundante, intenso frío y la acción del enemigo. Se lanzan las sombras de la Grande Armée y de 1812.

Las banderas llegan a sus destinos en los días 21 y 22. Alemanes y españoles continúan su marcha a través de bosques y pantanos, donde arrojan parte del material para librarse de su peso.

Re: La División Azul

Dom Oct 20, 2013 12:37 pm

La Legión Española de Voluntarios -3-
Fuente: De héroes e indeseables, José Luis Rodriguez Jimenez. (pps 337-344)

Mientras la retirada se convierte casi en desbandada, al amanecer del 22 la LEV se concentra en Ljuban. Da comienzo a un nuevo calvario para los soldados españoles. Una parte de la tropa protege la orilla este del pantano Gladkij, el resto se une a los alemanes en la defensa de la población para mantener abierta la línea férrea y permitir el repliegue de las unidades alemanas. No es fácil debido a la acción de la aviación enemiga y de los guerrilleros, que llegan a infiltrarse entre las líneas y llegan hasta el interior de la ciudad. Se sufren numerosas bajas: seis muertos y diecinueve heridos el 24, y seis muertos y diecisiete heridos el 25. Esa noche los guerrilleros llegan hasta muy cerca del puesto de mando de la Legión. La infiltración de tropas enemigas hacia Ljuban fuerza la retirada, mientras se vuelan puentes y carreteras y se incendian los edificios. El 26 el parte de bajas incluye ochos muertos, diez heridos y cuatro prisioneros.

Cuando el 27 la LEV llega a la estación de ferrocarril el coronel Navarro descubre que la mayor parte de sus hombres se han de retirar a pie hacia Luga, es decir, a través de 140 kilómetros, peores aún que la retirada anterior, por el cansacio acumulado, las acciones de los partisaones y las vanguardias soviéticas y el desánimo que cunde entre la tropa, los rumores, la incerteza. Es una nueva Anábasis llevada a cabo por dos mil españoles hambrientos, asedidados y ateridos por el frío.

Las unidades hipomóviles -cañones, antitanques y sanidad- logran cubrir la distancia por sus propios medios, mientras que zapadores y exploradores son recogidos en camiones que el mando alemán envía tras repetidas protestas por parte española, cuando ya se ha cubierto la mitad del camino. Entre tanto, prosigue el abandono del material mientras las botas se caen a pedazos.

Abundan los que intentan desertar. Son unos pocos. Unos logran su objetivo, otros fracasan y terminan frente a un pelotón de fusilamiento, como Raúl Pérez Pérez, orensano, camarero de profesión, que, con sólo once días de estancia en el frente y muy escaso conocimiento de la zona, intenta desertar, se pierde... y regresa a las lineas españolas gritando "Spanki Sudá", siendo reducido por el cabo primero de la 8ª Compañía, Eduardo Martínez Cano. Pérez, junto a Francisco Tomero Alarcón, albañil nacido en Fuente del Olmo, Segovia, serán fusilados el 13 de marzo e inhumados en el cementerio de Lehtse (Estonia), en una tuma sin marca. En el informe redactado por el capitán de la compañía de Pérez se lee "Fallecido el día 13 de marzo de 1944 a consecuencia de..." sin especificar más. También está en blanco el espacio destinado a la tumba, fila y fosa.

No todas las compañías alcanzan Luga. Durante la retirada se sufren numerosas bajas, a los que añade su peso la confusión de la retirada y las dificultados de reunir a los soldados que se entremezclan con otras unidades. El contingente principal alcanza Luga entre el 29 y el 31 de enero. Rotos de cansancio, con la moral destrozada, los legionarios españoles no pueden sumarse a la defensa de la comprometida plaza. El jefe de la plaza, el general Anton Grasser, jefe del 18º Ejército, prefiere que descansen y se reorganicen.

Mientras, con la línea férrea cortada por los partisanos, crece el temor a ser cercados. El fantasma de Stalingrado recorre las bocas españolas y alemanas. El 4 de febrero comienza la retirada española: de Luga ATaps, Estonia, a donde llegan el 9, tras trescientos kilómetros de viaje.

La LEV no volverá al frente. Model, que reemplaza a von Küchler al mando del Grupo de Ejércitos Norte, comprende que no puede utilizarlos. Además se añaden las protestas del gobierno español. La tropa se recupera, hace instrucción, come y, como no, se lance detrás de toda mujer que se le ponga a tiro. La cercanía de la muerte dispara los instintos naturales. También las peleas y alguna muerte violenta.

La presencia de la LEV en el Este empieza a ser cara para Madrid (los aliados le embargan el petróleo desde enero), y tampoco sirve para satisfacer las necesidades de Hitler. Por esto, Franco ordena una drástica reducción en la exportación de mineralse a Alemania y pide la repatriación de la LEV y la Escuadrilla Azul.

Finalmente, la LEV regresa a España. El primer contingente emprende la marcha el 16 con rumbo a Königsberg, donde develven los uniformes alemanes y parten hacia Irún. Sólo se quedan atrás los heridos de los hospitales de Königsberg y Riga. Su llegada a España estará marcada por los intentos de las autoridades de que pasen inadvertidos. Lo mismo pasa con la cuarta escuadrilla, a pesar de que mueren siete de sus pilotos en combate. E igual suerte correrá la quinta, que vuela un reducido número de misiones a causa del invierno y que regresa un mes después de la retirada de la LEV.

Re: La División Azul

Dom Oct 20, 2013 9:08 pm

El final
Fuente: De héroes e indeseables, José Luis Rodriguez Jimenez. (pps 337-344)

Oficialmente se podría decir que con la retirada de la LEV finaliza la intervención española en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, varios cientos de españoles seguirán combatiendo en las filas alemanas. Es imposible determinar su numero por su variada procedencia. Una parte ya había vestido el uniforme de la Wehrmacht, pero muchos lo harán por primera vez. También los habrán forzados, en ocasiones sin pasar ni siquiera por un periodo de instrucción.

Una parte de ellos estará encuadrada en las Waffen SS. Ironías de la guerra, los que antes eran catalogados en la escala racial como inferiores a los arios pero superiores a negros y amarillos pueden desempeñar papeles de arios.

Algunos son reclutados de entre las filas de la LEV antes de su partida. Son los que han exteriorizado su simpatía con el nazismo. Algunos aceptan. Lo mismo sucederá en Königsberg. Se desconoce cuántos aceptan. A ellos se suma los reclutados clandestinamente en España (falangistas radicales, ex-veteranos de la DEV, aventureros, desesperados, etc). Rufino García Valdajos, teniente provisional durante la guerra y al que se busca en España por abandono del destino y malversación de fondos, se alista. Lo mismo hará Lorenzo Ocaña, alférez de Milicias destinado en Castellón a su regreso de Rusia y al que se busca por cometer un desfalco. Será capturado por los soviéticos vistiendo el uniforme de las SS.

Las autoridades franquistas intentan evitar este reclutamiento, y así se lo hacen saber activamente al embajador británico, Hoare. Se van cortando lazos con la Alemania nazi. Hay que rectificar el pasado.

Otros reclutas son los que emigraron al Reich a trabajar. Una parte de ellos se han quedado sin empleo por la acción de los bombardeos aliados. Las autoridades alemanas no autorizan su salida del país. Desesperados, decenas de estos emigrantes se alistan o son forzados a ello. También están los voluntarios imposibles: los rojos exiliados tras la guerra, capturados y usados en la construcción de fortalezas y alistados bajo amenaza ahora. Quizás no sean muchos ,pero alguno hay.

Por diferentes rutas llegan a Alemania. Según el testimonio de Miguel Ezquerra, falangista que fue enviado al frente ruso en agosto de 1943 (y no en 1942 como él asegura en su libro), se reúnen en el centro de instrucción de Stablack, próximo a Königsberg, a unos cuatrocientos españoles. Dos compañías ya entrenadas serán enviados al Alto Tirol. Queda una tercera en formación. Estos españoles acabarán por ser agregados a la brigada germano croata, a la unidad Ezquerra, a la Sturmbrigade Wallonia de Degrelle, y a los comandos SS de Skorzeny. A ellos cabe añadir un Batallón de voluntarios Españoles de Cazadores citados en los documentos de la CIPETA (Comisión Interministerial Permanente para el Envío de Trabajadores a Alemania).. Lucharán en los Balcanes y en los Cárpatos, y también en el frente occidental, en primera línea o utililizados en tareas de sabotaje.

En los documentos de CIPETA aparecen españoles alistado en la Legión Flamenca. No faltan numerosos menores de edad de familias falangistas que son buscados por sus padres, lo que presiona más a las autoridades falangistas.

Una de las compañías enviadas al Alto Tirol acabó en los Cárpatos, la otra en Yugoslavia, luchando contra los hombres de Tito. Su suerte será la misma: el empuje del Ejército rojo hará que se retiren a Alemania, sean capturados y ejecutados y otros mueran en los combates.
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