LA IIª GUERRA MUNDIAL
"Sopla en toda la Tierra
El mismo viento que se llevó tu casa."
León Felipe.
El 27 de agosto de 1939, la Unión Soviética y Alemania firmaron un pacto de no agresión con cláusulas secretas. El acuerdo provocó una conmoción en los campos de concentración de la Diáspora Republicana. Las condiciones de vida y la seguridad de los refugiados españoles se agravaron aún más. La invasión de Francia en mayo de 1940 por los ejércitos de Hitler hizo conocer de nuevo a los españoles los centros de internamiento, los trabajos forzados y los campos nazis de exterminio.
Un decreto de 12 de abril de 1939 estableció que los extranjeros refugiados o apátridas quedaban obligados a prestar sus servicios a las autoridades francesas. A los españoles se les ofrecieron cuatro opciones: ser contratados a título individual por patronos agrícolas o industriales, integrarse en Compañías de Trabajadores Extranjeros, alistarse en la Legión Extranjera o en los Batallones de Marcha de Voluntarios Extranjeros, unidades militares con mandos franceses, contratados por el tiempo que durase la guerra.
Unos 50.000 españoles fueron adscritos a las Compañías de Trabajadores, de los cuales alrededor de 12.000 fueron enviados a la línea Maginot y al "Primer Frente" y unos 30.000 a la zona comprendida entre la línea Maginot y el Loira. Otros 5.000 se encuadraron en los Batallones de Marcha.
En el norte de África, los refugiados en Oran y Argel fueron adscritos también en Compañías de Trabajo.
En febrero de 1940, varios millares de internados fueron forzados a trabajar en la construcción de la vía férrea entre Bou-Arfa y Colomb-Bechar y Kennadza en condiciones laborales y climáticas dramáticas.
Tras la declaración de guerra y el armisticio, las autoridades francesas crearon el 8ú Regimiento de "trabajadores extranjeros"..
Un importante número de dirigentes españoles fueron detenidos en Orán, Argel (Bou-Arfa y Colomb-Bechar) y enviados a los presidios de Maison-Carrée, Berrouaghia y Lambése.Un número importante de brigadistas internacionales procedentes de los campos de Francia fueron deportados al campo de Djelfa.
La resistencia iniciada dentro de las compañías de trabajadores fue reprimida duramente y se envió a los cabecillas a la guarnición de Meridge, a más de cien kilómetros al sur de Colomb-Bechar, más tarde a Aïn el Ousaak, en Marruecos, y Hadjerat M´Guil donde fueron torturados y asesinados doce españoles.
En la zona libre, el llamado Gobierno de Vichy, reorganizó las Compañías de Trabajo con el nombre de Grupos de Trabajadores Extranjeros. En los campos de concentración en Francia quedaron los hombres mayores, los enfermos, los mutilados y aquellos considerados peligrosos por su actividad política que fueron enviados al campo de castigo de Vernet d´Ariège, al fuerte prisión de Collioure y en algunos casos, al norte de África.
Muchos republicanos, aprovechando la circunstancia de la guerra, escaparon de los campos de concentración.
La actividad de los partidos y organizaciones se hizo clandestina.
En los primeros días de junioel ejército alemán deshizo las líneas defensivas francesas y avanzó hacia París. El Gobierno de Reynaud abandonó la capital el 10 de junio de 1940 y dimitió. El nuevo gobierno dirigido por Petain solicitó un armisticio.
Francia quedó dividida en dos zonas: la costa atlántica y del Canal de la Mancha junto con gran parte del norte quedó ocupada por Alemania, y el resto bajo la administración del gobierno colaboracionista de Vichy presidido por Petain.
El 22 de junio de 1941 el ejército alemán invadió el territorio soviético.
Mandados por oficiales franceses y suboficiales españoles, un porcentaje de los republicanos reclutados terminaron reforzando las defensas francesas, básicamente la conocida como Línea Maginot. El avance de los alemanes sorprendió a estos republicanos españoles, los primeros que recibieron el impacto de la Wehrmacht cuando las defensas francesas fueron desbordadas en Sedan el 14 de mayo de 1940.
Por su condición de obreros, no contaban con el estatuto de prisioneros de guerra.
Los alemanes hicieron prisioneros a unos 40.000 españoles integrados en las Compañías de Trabajo en Alemania y los incorporó forzosamente a sus batallones de trabajo. Fueron internados en Stalags como prisioneros de guerra y conducidos muchos de ellos a campos de concentración como Dachau, Buchenwald o Mauthausen.
Otros fueron internados en campos de trabajo de la zona ocupada Calais, Brest, Cherburgo, Rochela o Burdeos.
Entre 1942 y 1944 la Organización Todt (creada por el ingeniero alemán Fritz Todt y que tenía como objetivo reforzar el Muro Atlántico para evitar el ataque de los aliados) reclutó unos 26.000 españoles
Pese a que el grueso de los españoles se encontraba en el mediodía, en la demarcación de Vichy, los colaboracionistas franceses no vacilaron en mandar a territorio alemán a los españoles -y extranjeros en general, que solicitaban las autoridades alemanas.
El 6 de agosto de 1940 llegó a Mauthausen el primer grupo de republicanos. Fueron enviados alrededor de 7.200 españoles. Otros 12.000 republicanos españoles fueron a parar de forma obligada a diversos campos de concentración o de exterminio.
De la tragedia, de la hecatombe mundial no se libraron los niños.
En los primeros días de la ocupación alemana, los nazis deportaron a familias españolas enteras e internaron a los niños adolescentes en el campo de Mathausen, después de haberlos separado de sus padres. 16 niños fueron asesinados en Ravensbrück.
El día 13 de septiembre de 1940, Ramón Serrano Suñer, ministro del Interior y de Gobernación entre el 30 de enero de 1938 y el 15 de octubre de 1940, y ministro de Asuntos Exteriores del 16 de octubre de 1940 al 3 de septiembre de 1942, se trasladó a Alemania y se entrevistó con Hitler. Hitler solicitó un encuentro de la cumbre.
La entrevista entre el Führer y el Caudillo se celebró el 23 de octubre en Hendaya. En el encuentro Franco y Hitler insistieron en las exigencias ya conocidas sobre las ambiciones españolas en el norte de África.
Serrano Súñer y Stchrer redactaron el protocolo donde se contemplaba la participación de España en la guerra a cambio de compensaciones territoriales en el Magreb.. El Protocolo de Hendaya acordaba la entrada de España en la guerra en fecha indeterminada y una vez cumplidas por el III Reich las compensaciones exigidas por Madrid.
Septiembre y octubre asistirán a un complicado juego diplomático con presiones sobre Madrid de Inglaterra y el Eje que obligaron a Franco a salir, al menos verbalmente, de su calculada indefinición y vaguedad.
Coincidencia de fechas. En septiembre de 1940 Ramón Serrano Súñer, visitó Berlín para negociar la entrada de España como aliada de los alemanes en la Segunda Guerra. Consta que directamente después de la visita empezaron las deportaciones de republicanos a Mauthausen y otros campos de la muerte.
Tras una visita de Himmler a España a mediados de octubre, Serrano Suñer sería convocado un mes después a Lierchtesgaden por Hitler para comunicarle la inminencia del ataque a Gibraltar y apremiar a España a entrar en la lucha. Poco después llegó a Madrid el jefe del espionaje alemán, el almirante Canaris.
Himmler, jefe de la SS y Serrano Suñer, así como Heinrich Müller, jefe de la Gestapo y el General Franco tuvieron una reunión para tratar el tema de prisioneros españoles en los campos de concentración. En esas conversaciones en Madrid se habló del tema de los republicanos exiliados.
Lluis Companys, Joan Peiro, Julián Zugazagoitia, Cipriano Rivas Cheriff, cuñado de Azaña, fueron secuestrados, extraditados y fusilados por Franco.
Los Republicanos españoles fueron considerados apátridas
El cuñado de Franco y por aquel entonces ministro de Asuntos Exteriores de España, Ramón Serrano Suñer, se negó a reconocer la nacionalidad española a los exiliados republicanos que fueron exterminados en gran número en los campos nazis, padeciendo todo tipo de torturas, malos tratos y vejaciones mientras duró su cautiverio.
Sin embargo al mismo tiempo que los republicanos españoles exiliados fueron declarados apátridas por el gobierno franquista, embajadas y consulados franquistas otorgaron la ciudadanía española a judíos en los países ocupados por los nazis. En una carta a la embajada en París en 1940 Serrano Súñer aconsejó "que los sefardíes súbditos españoles (...) harán constar claramente su condición de españoles para poder ser defendidos como tales en el momento oportuno."
En Francia fueron deportados a casi todos los campos de exterminio alemanes. En el campo de Mathausen estuvieron miles de españoles. Murieron siete mil y sólo sobrevivieron unos dos mil en pésimas condiciones de salud. Los republicanos siguieron luchando sin embargo. En este campo de exterminio los internados crearon el A.M.I. (Apara.to Militar Internacional), del que varios republicanos españoles fueron dirigentes.
En los últimos días de la guerra, 67 republicanos españoles fueron evacuados junto con 8.000 deportados del Komando de Landsberg hacia el Komando de Allach, situado entre Dachau y Munich. Los detenidos trabajaban sobre todo para la BMW (fabrica de motores de avión de guerra).