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Ansiedad de Combate ¿qué es y por qué?

Lun Nov 27, 2006 10:56 am

Holaaa, chicos.

Bueno, yo sigo con mis aspectos psicosociales y ahora le toca el turno a la Ansiedad de Combate, que más tarde, muuuucho más tarde pasaría a llamarse Trastorno de Estrés Postraumático (TEPS). Os aseguro que tratar a una persona diagnosticada con este trastorno puede llegar a ser agotador y muy frustrante en ocasiones; a veces el horror vivido en una determinada situación es tan espantoso que la persona se hunde en un abismo del que es casi imposible sacarla. Otras veces, vivirá inmersa en una angustia que marcará todos los aspectos de su vida: afectivos, sociales, sexuales, laborales… Y sólo con el tiempo algunas personas lo superan. Pero hay casos donde los afectados/as han perdido el punto de retorno.
Prácticamente todas las mujeres víctimas de la violencia doméstica experimentan este trastorno. Sacar adelante a una mujer que ha vivido durante años una "ansiedad de combate" es trabajo de titanes. Pero puede conseguirse.
Las víctimas más recientes como son las del 11-M siguen luchando por seguir adelante; algunos ya son irrecuperables. Desconozco como están evolucionando las victimas del 11-S en EEUU, pero me puedo hacer una idea por extrapolación. Horrible.

Y como íbamos diciendo:

"El corazón de un sobreviviente es como una campana de cristal con una pequeña grieta: Ya no resuena" (Fred Wander, 1985).

La guerra representa uno de los hechos más traumáticos que puede atravesar el ser humano.
Para afrontarlo, se le exige suprimir sus emociones normales, suspenderlas, dejarlas entre paréntesis, levantar "la pared del sobreviviente".

Los primeros estudios sobre la ansiedad de combate se desarrollaron a partir de la I Guerra Mundial. Las expresiones empleadas entonces para denominar este trastorno vinculado con el estrés fueron "neurosis de guerra" y "shell-shock". Más tarde, con el desarrollo de la II Guerra Mundial, el mismo cuadro fue descrito bajo el nombre de "fatiga de batalla" (battle fatigue) o "fatiga de combate" (combat fatigue).

Los síntomas más característicos consisten en la suspensión de la habilidad para el juicio intelectual y en un estado de bloqueo emocional, acompañados, por lo general, de otras manifestaciones tales como:

* abuso de sustancias adictivas como el alcohol y las drogas; (respeto el original, pero me hace gracia que se hable siempre por separado de "las drogas" y el alcohol)
* alucinaciones;
* ansiedad;
* apatía;
* ceguera, mudez o sordera histéricas;
* desinterés;
* deterioro de los mecanismos de autocontrol;
* disminución de la confianza en sí mismo;
* espasmos epilépticos;
* incapacidad para comprender los problemas o planteos más sencillos;
* incomodidad física;
* inestabilidad emocional;
* insomnio;
* llanto incontrolable;
* parálisis;
* pensamientos dolorosos obsesivos;
* pérdida de la memoria;
* pesadillas;
* temblores;
* temores.

En el caso de los líderes, los primeros síntomas del trastorno suelen evidenciarse, además, en la falta de concentración, los olvidos, el desánimo, la depresión y los sentimientos de culpa.
De acuerdo con el modelo explicativo propuesto por Janoff-Bulman y Frieze, la guerra pone en crisis el bagaje cognitivo del sujeto. Ese mundo pleno de significaciones, predecible y por lo general carente de peligro, se ve cuestionado por el evento traumático.
La situación se torna incontrolable para el individuo y queda a merced de ella. Si bien la ansiedad de combate encuentra campo fértil en psicopatologías latentes previas que no fueron detectadas en el proceso de selección, la mayoría de los casos son el resultado de un trauma sufrido en elcampo de batalla.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Durante la Primera Guerra Mundial, inicialmente se creyó que la sintomatología traumática era de origen físico, y se atribuyó al efecto de la explosión de las granadas ("shell shock"). Paradójicamente, el británico Charles Myers, que en 1915 fue el primero en usar el término shell shock, postuló que las causas de la sintomatología presentada por los soldados eran de origen psicológico. De cualquier manera, la creencia más común era que los síntomas postraumáticos se debían a la cobardía y debilidad del soldado. En esta dirección, Yealland llegó a proponer en su trabajo de 1918, Hysterical Disorders of Warfare el uso de amenazas, castigos y avergonzamientos a modo de "tratamiento" para quienes sufrieran la Neurosis de Guerra. Incluso llegaron a usarse descargas eléctricas para tratar el mutismo y pérdida sensorial de algunos pacientes.

Un pequeño inciso: por eso le tengo tanta manía a Patton. Esa anécdota que cuentan de él en la que abofeteó a un soldado por "cobarde" me resulta despreciable; es como pegar a un paralítico porque no puede andar.
Sigo.

En 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, Abraham Kardiner escribió The Traumatic Neurosis of War, donde describió los síntomas asociados al estrés postraumático, incluida la amnesia. Kardiner, junto con Herbert Spiegel, desarrollaron tratamientos para integrar las experiencias traumáticas.
La identificación de los síntomas con una alteración de la salud permitió sustraer paulatinamente el tratamiento de la órbita disciplinaria para convertirlo en objeto del dominio científico.
Las primeras descripciones del shell-shock fueron coincidentes, pero las interpretaciones propuestas discrepaban. Algunos médicos adjudicaban los síntomas a una suerte de locura debida a una herida en el cerebro ocasionada por el estruendo propio de la batalla. Otros, desde la psiquiatría, atribuyeron la enfermedad a una tendencia degenerativa latente en el paciente disparada a raíz del clima y el entorno vividos en el campo de batalla. Sin embargo, dado que no existía un sustento empírico que fundamentara una etiología fisiológica del mal, se abrió un espacio para el abordaje psicológico.


DISPARADORES DEL TRASTORNO

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el estrés constituye "el conjunto de reacciones fisiológicas que preparan al organismo para la acción". Definido así, puede afirmarse que este concepto describe la respuesta normal del sujeto en el campo de batalla. La ansiedad de combate, en cambio, se corresponde con un nivel de estrés que excede ampliamente los límites habituales de ese estado de aprestamiento. El trastorno puede producirse luego de un instante o de un largo proceso de exposición a una experiencia traumática.

Su origen se vincula con el conflicto básico que se desarrolla en el soldado entre la preservación de la vida (propia o ajena) y el horror a la muerte (del sujeto, su compañero o su contrincante). En tanto que el deseo de vivir lo mueve a alejarse del peligro, los valores morales, religiosos y culturales, así como sus deberes para con los camaradas y la patria lo convocan a la batalla. Un combatiente puede estar fuertemente motivado para luchar y ganar, sin que por esa razón desee matar.

El contacto visual, la cercanía física, la similitud étnica, la pertenencia a un mismo grupo social o credo religioso, u otros elementos similares alientan la identificación del soldado con su contendiente y dificultan apuntar a matar. Cuanto más patente se hacen aquellos rasgos en que el atacante reconoce en el otro su propia humanidad, más difícil se torna acabar con su vida.
Por el contrario, todo lo que subraya las diferencias deshumaniza la imagen del contrincante, estimula sentimientos negativos hacia él (odio, rencor, deseo de venganza) y favorece la acción para su eliminación física. Así se explica, en buena medida, por qué quienes se desempeñan en tareas que lo alejan de una situación "cara a cara" con el enemigo (por ejemplo, en la artillería antiaérea) están menos expuestos a la ansiedad de combate.

La fatiga física y la irregularidad de los periodos de descanso y actividad contribuyen para que el estado de estrés del combatiente pueda resolverse en fatiga de batalla. Las últimas grandes guerras (como, por ejemplo, la del Golfo o Irak), muestran que alrededor del 25% de los casos se presenta durante los primeros 30 días de combate. Transcurrido ese tiempo, algunos sujetos desarrollan el "Síndrome de los Viejos Sargentos" ("Old Sergeants Syndrome") descrito por Chermol, cuyos síntomas característicos son, entre otros, la apatía, la falta de apego a la vida y al equipo, la ausencia de iniciativa, los vómitos, la diarrea, la depresión y el rechazo al contacto social.


Existe una relación bastante estrecha entre la índole de la tarea a desempeñar por el individuo y la posibilidad de aparición del trastorno. El número de víctimas de la fatiga de combate se incrementa con la peligrosidad de la misión. Por ejemplo, las fuerzas blindadas durante la II Guerra Mundial registraron los más altos índices de casos. Estos grupos suelen estar asignados para llevar adelante trabajos muy arriesgados y prolongados.
Aislados en un entorno de ruidos y confinamiento que favorece cierta pérdida de la noción del tiempo, conviven constantemente con una gran probabilidad de morir por incineración.

Si bien el cansancio y el estrés a los que están expuestos los miembros de las fuerzas armadas no necesariamente desembocan en ansiedad de combate, estos factores favorecen su aparición. Los avances en las tecnologías empleadas para la guerra permiten sostener ininterrumpidamente la situación de batalla durante periodos muy prolongados. Los enfrentamientos bélicos de fines del siglo XX y comienzos del XXI muestran que las acciones pueden continuar día y noche con independencia suficiente de los factores climáticos y de los condicionamientos del terreno. En consecuencia, resulta esperable un incremento del número de víctimas provocado por el trastorno bajo estudio.

El entrenamiento clásico impartido a quienes participaron en la I Guerra Mundial se hallaba impregnado de una fuerte inspiración en las formas burocráticas de organización del trabajo. Puede pensarse, entonces, que una parte significativa de los combatientes que desarrollaron shell-shock se sintieran a sí mismos como una suerte de engranaje que, alienado de voluntad, debía poner su acción y esencialmente su vida al servicio de una máquina (la organización militar) regida por una lógica propia. Además de obligar a una reflexión sobre las responsabilidades militares involucradas en estos padecimientos, las experiencias de aquel enfrentamiento motivaron una profunda revisión de las ideas dominantes sobre la salud mental.

EL TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO HOY.

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-III) reconoció por primera vez el TEPS (Trastorno de Estrés Postraumático) o PTDS ( Postraumatic Stress Disorder) como una entidad diagnóstica diferenciada en el año 1980.Fue categorizado como un trastorno de ansiedad por la característica presencia de ansiedad persistente, hipervigilancia y conductas de evitación fóbica.
Las respuestas al estrés traumático han sido etiquetadas de muy diversas formas a lo largo de los años.Algunos términos diagnósticos utilizados han incluido los de Neurosis de Guerra,Neurosis Traumática,síndrome Post-Vietnam o Fatiga de Batalla (Meichenbaum,1994).
En 1994,el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV) fue publicado y en él se recogen,respecto a los criterios diagnósticos del trastorno,los últimos avances e investigaciones realizadas en el campo.

TIPOS DE EVENTOS TRAUMÁTICOS

Los eventos traumáticos son, en la mayoría de las ocasiones, inesperados e incontrolables y golpean de manera intensa la sensación de seguridad y auto-confianza del individuo provocando intensas reacciones de vulnerabilidad y temor hacia el entorno. Resulta interesante saber que los casos de violencia provocados por la mano del hombre resultan mucho más traumáticos que cualquier catástrofe natural.

Ejemplos de este tipo de situaciones son los siguientes:

-Accidentes
-Desastres naturales -huracanes, terremotos, inundaciones, avalanchas, erupciones volcánicas-
-Inesperadas muertes de familiares
-Asaltos/delitos/violaciones
-Abusos físicos/sexuales infancia
-Torturas
-Secuestros
-Experiencias combate
-Violencia doméstica.

Otras formas de estrés severo (pero no extremo) pueden afectar seriamente al individuo pero generalmente no son los detonantes típicos de un trastorno por estrés postraumático, como por ejemplo la pérdida del puesto de trabajo,divorcio,fracaso escolar...etc.

Es importante destacar, tal como indica la investigación reciente que, a pesar de la heterogeneidad de los sucesos traumáticos, los individuos que directa o indirectamente han experimentado este tipo de situaciones muestran un perfil psicopatológico común etiquetado en la actualidad bajo el rótulo de TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO y en algunas ocasiones se presentan otros trastornos asociados como depresión, trastorno de ansiedad generalizada, ataques de pánico o abuso de sustancias (Solomon, Gerrity, & Muff, 1992).

SÍNTOMAS DEL TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO

Podríamos agrupar la sintomatología asociada mas común en tres grandes bloques:

A.- RE-EXPERIMENTACIÓN DEL EVENTO TRAUMÁTICO

-Flashbacks.Sentimientos y sensaciones asociadas por el sujeto a la situación traumática
-Pesadillas .El evento u otras imágenes asociadas al mismo recurren frecuentemente en sueños.
-Reacciones físicas y emocionales desproporcionadas ante acontecimientos asociados a la situación traumática

B.-INCREMENTO ACTIVACIÓN

-Dificultades conciliar el sueño
-Hipervigilancia
-Problemas de concentración
-Irratibilidad / impulsividad / agresividad

C.- CONDUCTAS DE EVITACIÓN Y BLOQUEO EMOCIONAL

-Intensa evitación/huida/rechazo del sujeto a situaciones,lugares, pensamientos,sensaciones o conversaciones relacionadas con el evento traumático.
-Pérdida de interés
-Bloqueo emocional
-Aislamiento social

Los tres grupos de síntomas mencionados son los que en mayor medida se presentan en la población afectada por el trastorno por estrés postraumático,sin embargo es común observar en la práctica clínica otros problemas asociados al mismo.

Entre los TRASTORNOS más comunmente asociados destacan:

-ATAQUES DE PÁNICO

Los individuos que han experimentado un trauma tienen posibilidades de experimentar ataques de pánico cuando son expuestos a situaciones relacionadas con el evento traumático.
Estos ataques incluyen sensaciones intensas de miedo y angustia acompañadas de síntomas como taquicardias,sudoración,nauseas,temblores,etc.

-DEPRESIÓN

Muchas personas sufren episodios depresivos posteriores ,pérdida de interés,descenso de la autoestima e incluso en los casos de mayor gravedad ideaciones suicidas recurrentes.
Estudios recientes muestran,por ejemplo,que aproximadamente el 50% de las víctimas de violación muestran ideas recurrentes de suicidio.

-IRA Y AGRESIVIDAD

Se tratan de reacciones comunes y,hasta cierto punto lógicas,entre las víctimas de un trauma.Sin embargo cuando alcanzan límites desproporcionados interfiere de forma significativa con la posibilidad de éxito terapéutico así como en el funcionamiento diario del sujeto.

-ABUSO DE DROGAS

Es frecuente el recurso a drogas como el alcohol para tratar de huir/esconder el dolor asociado.En ocasiones esta estrategia de huida aleja al sujeto de recibir la ayuda adecuada y no hace más que prolongar la situación de sufrimiento.

-CONDUCTAS EXTREMAS DE MIEDO / EVITACIÓN

La huida/evitación de todo aquello relacionado con la situación traumática es un signo común en la mayoría de los casos,no obstante,en ocasiones este intenso miedo y evitación se generaliza a otras situaciones,en principio no directamente asociadas con la situación traumática lo que interfiere de forma muy significativa con el funcionamiento diario del sujeto.
Estos y otros síntomas,en la mayoría de los casos,disminuyen de manera significativa durante el tratamiento,sin embargo en ocasiones,y dada su gravedad,pueden requerir intervenciones adicionales específicas.
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De los tratamientos hablamos otro día...pero si alguien tiene curiosidad sólo tiene que pinchar en el primer enlace de abajo.


Besiños a todos de esta que lo es: la recluta pelonaImagen


http://www.psicologia-online.com/ciopa2 ... idades/16/
http://usacac.leavenworth.army.mil/CAC/ ... 5/levy.pdf
http://www.psicologiacientifica.com/pub ... chol02.htm

Lun Nov 27, 2006 10:56 am

Peaso artículo, gracias francotiradora Mikhailovna ;)
Os recomiendo una excelente, y durísima, película llamada Regeneración. Trata precisamente de las relaciones entre un doctor y varios pacientes que sufren de TEPS, aunque por entonces nadie tenía ni idea de lo que era el TEPS, en un hospital durante la 1GM.
Está editada en DVD, pero es de las complicadas de encontrar. Mi copia es de las de kiosko a 10€, he buscado en Fnac y no aparece en el catálogo, pero no creo que sea muy difícil de conseguir por encargo armándose de paciencia.
Os dejo un enlace a una buena reseña de la película:
http://thecinema.blogia.com/2005/112801 ... racion.php
Saludos.

Lun Nov 27, 2006 10:56 am

Bueno, el "estrés" postraumático (o como quiera denominarse, podemos usar la admitida PTSD) había sido reconocido ya en la Guerra Civil Norteamericana como una importante causa de bajas en combate. Con todo, en guerras anteriores a la PGM la solución era (relativamente) sencilla: la deserción, "mal" que aquejó masivamente a todos los ejércitos al menos desde que se inventó la conscripción.

De hecho, muchas prácticas militares están encaminadas expresamente a combatir los efectos de ese trastorno: tanto los "refuerzos positivos" como los "refuerzos negativos".

Entre los "refuerzos positivos" se pueden incluir tanto el fomentar el compañerismo (consciente o inconscientemente) y el espíritu de cuerpo: desde las condecoraciones napoleónicas al sistema regimental británico. También, intentar conseguir que el soldado actúe como un autómata sin importar su estado anímico. Especialmente, la instrucción cuartelera surgió como un sistema para poder formar y mantener densas líneas en las batallas campales propias de los siglos XVIII y principios del XIX. Hoy día, muchos ejércitos gastan demasiadas horas en ensayar formaciones que tienen el mismo valor táctico que el entrenamiento con gladium… claro que la idea es intentar acostumbrar al soldado a actuar automáticamente.

Entre los "refuerzos negativos", está el etiquetar el PTSD como cobardía y castigarla adecuadamente: tanto mediante la vergüenza pública como, sobre todo, con castigos mucho más duros: me gustaría saber cuantos ejecutados ¿asesinados? por cobardía eran realmente víctimas del PTSD.

Por otra parte, quisiera señalar unos aspectos importantes, en los que creo que no coincido con nuestra querida francotiradora:

- Los enlaces que nos proporciona: sí y no. Especialmente el primero (psicología on line). A priori está bien, pero uno tiene una formación científica que le hace desconfiar de determinados temas. Parafraseando al enano infanticida "cuando oigo la palabra psicoanálisis desenfundo la pistola argumental". Y ya, cuando escribe "aromaterapia" o "medicina holística" y se queda tan pancho… Personalmente pienso que esos detalles desautorizan todo lo que escriba el autor que no pueda ser comprobado en otras fuentes. Pero como casi todo lo que pone en ese enlace es copia del DSM-IV…

(un inciso: no coincidiremos en la vida, y es una opinión personal, pero tengo serias dudas sobre la eficacia de algunas técnicas psicológicas comúnmente admitidas; por ejemplo, recientemente se han hecho críticas muy serias a la validez de los test proyectivos)

- Algún detalle es erróneo: por ejemplo, se ha comprobado repetidamente en las "guerras modernas" que el soldado procedente de países desarrollados, con mejor formación cultural, el más capacitado para ver al enemigo como otro ser humano, resiste mejor el estrés del combate (la tarea del soldado de infantería es de las peores experiencias que puede sufrir una persona) que el procedentes de las colonias, aunque muchas veces pertenezca a tribus o castas "guerreras". Esas tribus o castas "guerreras" demasiadas veces se han dispersado cuando se enfrentan al "modo occidental" de la guerra. Probablemente porque la "guerra occidental" con su énfasis por el choque y la resolución sangrienta del conflicto está muy alejada de la experiencia de esas personas, más próximas a la "guerra primitiva" de Keegan. Pero esa es otra.

Por eso, creo que decir que el PTSD afecta más a quienes ven la cara al enemigo es simplista. Simplemente, la tarea de un infante es infinitamente peor que la de un artillero. Así, el PTSD afectó a las tripulaciones de los bombarderos aliados durante la SGM, que no veían la cara del enemigo ni de cerca, pero cuyas misiones eran agotadoras y aterradoras. También afecta frecuentemente a mandos o personal de transmisiones, con tareas agotadoras pero diferentes a las del soldado.

- Es muy importante señalar que el PTSD es una característica típica del "ciudadano soldado" occidental. Probablemente ha afectado a todos los soldados en todas las épocas, pero con manifestaciones diferentes y efectos diferentes. La mejor prueba está en esos conflictos en los que se ha descrito el PTSD. Mientras los ingleses y norteamericanos sufrían cientos de miles de bajas por "fatiga de combate" en la SGM, los soldados alemanes o soviéticos simplemente no se lo podían permitir. Luego las manifestaciones serían diferentes (supongo que los más afectados serían candidatos a ser baja o a ser fusilados). Lo mismo con los reclutas vietnamitas o del Vietcong, el tratamiento para los trastornos psicológicos era el tiro en la nuca. El hecho es que los soldados alemanes o soviéticos de la SGM soportaron una guerra estremecedora para los estándares norteamericanos o ingleses y respondieron muy bien.

Un marine podía tener una labor durísima, pero en los cuatro años de guerra del Pacífico el tiempo en el que estuvo en primera línea fue muy escaso: por ejemplo, la 2ª división del USMC estuvo en combate un mes en Guadalcanal, cuatro días en Tarawa, mes y medio en las Marianas, y unos días en Okinawa. Se lo cuentan eso a un veterano de la Grossdeustchland o del Tercer Ejército de Guardias y se cae de la silla de risa.

- Un problema muy concreto del PTSD es que puede ser usado como una escapatoria para evitar el combate, y de hecho parece que algunos de los afectados por la "fatiga de combate" en el ejército norteamericano lo habían hecho. Eso produjo que la infantería se quedase casi sin efectivos en algunas situaciones, y el enfado de los mandos (sin que justifique al patán presuntuoso que fue Patton). Lo curioso fue que ese cuadro afectó mucho menos a determinadas unidades, especialmente las voluntarias, como el USMC, o las unidades norteamericanas de origen japonés.

Lamento disentir, pero sin negar (ni mucho menos) valor a la psicología, uno es de los que creen en la bioquímica y en los neurotransmisores. Otra cosa que no los conozcamos bien.

Saludos

Lun Nov 27, 2006 10:57 am

Hola, en lo citado por Domper, yo particularmente creo qué, si los soldados alemanes o soviéticos respondieron mejor, se tendría que ver?, es llana y simplemente que no podían huir al problema, su única situación valida era Guerra y nada más, a diferencia de un soldado Americano o Inglés que pertenecian a territorios relativamente seguros en el caso Inglés y muy seguro en el caso Americano, incluyo las retaguardias!, por tanto tenian un sitio donde escapar del trauma del frente, por tanto prolongaban la ansiedad o el estrés,o podían tener la seguridad de volver a su tranquila casa. Mientras hay una escapatoria al problema y no sé afronta seguirá, esta escapatoria puede ser definitiva y con ello abandonar el problema, con el simple echo de volver a casa,pero cuando sólo queda un individuo y su problema, éste mismo es una batalla para el individuo, o vence o será vencido! delante suyo Guerra, dentro y fuera de el, por que al Soldado aleman sólo le quedaba lucha, por qué volver!, volver adonde?.

La teória está bien pero cuando se vive es otro tema, y las teorias no son aplicables a todos por igual, somos muy similares pero habeces muy diferentes delante situaciones similares.

La Bioquímica esta muy bien y seguro podrá explicar todo lo qué siga descubriendo, pero yo parto de la irracional idea que dentro mio hay algo que no puede ser medido por parametros científicos.

Saludos!.

Lun Nov 27, 2006 10:57 am

Bueno otro pregunta, y sobre todo un felicitación por tu articulo Mikhailovna.
Como afectaría todo lo citado en tu articulo a un Sociopata/Psicopata, estaba el Ejercito Alemán demasiado repleto de estos individuos?

Lun Nov 27, 2006 10:57 am

Una cosa es que no haya escapatoria, otra cosa que no se produzca el PTDS (la "fatiga de combate"). Precisamente al ver el atípico comportamiento de otros ejércitos (alemán, ruso, japonés) sería interesante ver en que se diferenciaban. O si realmente sí se producía ese trastorno y se "trataba" en unidades disciplinarias (es mi impresión).

Con todo, un hecho en la SGM fue que el soldado alemán, a pesar de criarse en un ambiente similar al de los ingleses o norteamericanos, se comportó mucho mejor en combate. Se ha aducido la brutalidad del régimen nazi, pero no lo tengo muy claro: si eras un alemán rubito, sin antecedentes dudosos, y sin especiales inquietudes políticas o sociales (vamos, de la mayoría) tu infancia en poco se diferenciaría de la de un californiano de la época. Lo del adoctrinamiento político me lo creo a medias, pues viví en la España de Franco y todos hemos visto como su "lavado de cerebro" no funcionó mucho.

Sobre los "psicópatas" alemanes, pues tendrían como todos, los alemanes se diferencian muy poco de los anglosajones, de los tibetanos o de los quechuas. El ambiente, eso sí, puede hacer que la predisposición individual se manifieste o no. La sociedad soviética, con su alcoholismo institucionalizado y con su terrible estrés, no ayudaría mucho a la salud mental de los que la sufrieron. En Alemania el medio no era tan opresivo, salvo en casos concretos.

(no entro en la definición de "psicópata" pero no sueltes ese palabro delante de un psiquiatra por bien de tu integridad facial)

Otra cuestión era lo que se hacía con los psicópatas. Los norteamericanos pudieron darse el lujo de seleccionar sus reclutas (creo que un tercio se rechazaban por motivos médicos) y se quitarían de encima a los "psicópatas" en cuanto los detectasen. Claro que el problema es detectarlos. En otros ejércitos más necesitados, siempre ha sido tradición que los oficiales se quiten de encima a los soldados más problemáticos (es decir, que los transfieran). Por ejemplo, un motivo del fracaso de determinadas unidades (como la de las compañías de cañones que se añadieron a los batallones norteamericanos en 1942) es que para constituirlas todo el mundo se quita de encima a las "manzanas podridas" y esas unidades se llenan de desadaptados, delincuentes, retrasados y demás gollerías.

Los ejércitos alemán y soviético tenían para eso a sus unidades disciplinarias, que tenían la "ventaja" de das una solución definitiva al problema en unos días. Pero otro lugar donde solían aterrizar todos esos personajes era en unidades secundarias: de seguridad, etcétera. Una "tradición militar" ha sido destinar a los peores elementos para vigilar prisioneros, como han demostrado recientemente los yanquis en Irak. Aparte de eso, los pobres desgraciados que cayesen en unidades represivas tenían muchos boletos para insensibilizarse… por decirlo suavemente.

Respecto a si somos trascendentes o no, se les podría preguntar a los sacerdotes. Pero aviso que en su día me hicieron estudiar teología (en una carrera científica, sí, parece mentira) y puedo marear al más pintado ¿quieres que te demuestre como la teoría cuántica de Plank anula las "pruebas" escolásticas de la existencia de Dios?

Además, se supone que psicólogos y psiquiatras no se dedican a elucubrar (es lícito) sino a tratar con personas, y los tratamientos no debieran decidirse por consideraciones filosóficas, sino con una base científica. Lamentablemente, bastantes "investigadores" en ese campo, con Freud a la cabeza, no han demostrado excesivo rigor. No niego la validez de la psicología y de ramas relacionadas (no sería científico) pero sí el método que aplican algunos de ellos.

Saludos

Lun Nov 27, 2006 10:58 am

Ok, como simpre muy técnico, gracias, pero sigo pensando que cuando el problema esta muy presente suele ser superado con más facilidad, de ahí creo yo la mejor adaptación entre comillas de los soldados alemanes.

Dejamé todavia tener ciertas creencias que no quiero explicarlas de un modo racional, pierden fuerza! y con ello su sentido "Mágico", y con ello la sugestión, Y sino que se lo digan a un ejercito cargado de simbologia como el Alemán, la mejor arma de los Nazis!!!!!!!!!!!! sugestión!!!!!!!!. cargarse la lógica y el mundo moderno y con ello ensalzar la libertad de pensamiento de quién se crea su credo!.Una locura desdeluego, libres hasta para robar la libertad del prójimo!.

Abogo a ello la atracción casi "mágica" que ejerce la estética Nazi a muchos foreros que sin considerarse noenazis ni nada por el estilo, (Dios me libre)! quedán embaucados en cierta medida(permitirme esta expresión) por toda su parafernalia, empezando en su cruz sinistrógira, sun runas, o su saludo transmisión de poder hacia la persona receptora. Valga para ello por ejemplo la común utilización de apodos basados en personajes celebres del ejerctio Alemán, la utilización para subir de categoria en el foro de rangos de este mismo, el nombre del mismo foro y la foto del encavezamiento,etc.

Para mí su doctrina de Honor peca de la falta total del mismo!, no hay Honor ni Magia en obligar a los demás!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!.

Respondiendo a Domper.

1-No sufrieron tanto estrés por qué sólo les queda la Guerra, tienen tanta que es lo que hay!, o la ejercen para defenderse o les acaban machacando por lo que han echo.
2-Tenían tal grado de sugestión, con tanta swástica y tanto rollo mítico de un reino inigualable y de su superioridad, que ello en más o menos medida y según el individuo,podia ayudar a creer en la guerra como medio para conseguir los propositos y por tanto hacerla más soportable.


PD:Con todo lo malo que se expone de la Guerra y viendo Irak, pero como tantos Yankees se alistan en el ejercito?, es para flipar!!!!.No leeran que sufrirán estrés postraumatico?.

Saludos!!

Lun Nov 27, 2006 10:59 am

Parafraseando a un buen amigo: varias cosas.

Yo sí que tengo ya "fatiga de combate" contigo, Domper, y Trastorno de Estrés Postraumático (TEPS)… y CUATOPS y hasta CINCOPS si esto sigue así. O te doy un electro-shock o meto yo los dedos en el enchufe!, ¡agggg, que hombre!.

Si es que siempre hablas sin saber. Lees un mensaje, lo interpretas a tu manera y ni te molestas en contrastar tu percepción. No es por meter los deditos en la llaga, pero algo así como lo que te ha pasado con Albert recientemente. A ver, ¿de o en dónde deduces tú que yo sea de tendencia psicoanalítica?. El Capitán Miller debe estar con la mandíbula desencajada (j***o, que te veo) porque "alguien" que , evidentemente no me conoce, ha osado insinuar que tengo tendencias psicoanalíticas. Méntame a Freud otra vez, Domper, y no sólo pasaremos a DEFCON 1 (me lo estoy pensando) sino que seré capaz de dejar mis posts (tus respuestas incluidas) como un solar nuclear. Por tanto, antes de llegar a eso, y para sucesivas ocasiones, me voy a presentar un poco.

Detesto a Freud.
Odio a Freud.
Maldigo el psicoanálisis, el neopsicoanálisis, el psicodinámismo y a todos aquellos que siguen mezclando Psicología con algo tan vergonzoso como es el psicoanálisis. Ninguna Universidad (seria) de este país tiene como paradigma el psicoanálisis, NINGUNA, y creo que en el resto de Europa tampoco; sí hay Master (master del ridículo, claro), cursitos y lo mismo alguna Universidad privada (muy listillos ellos), pero creo que no.

Quiero que mi profesión sea una ciencia, no una charlatanería. Soy biologicista hasta la médula, y al igual que en su día se demostró que la esquizofrenia se debía a un exceso de dopamina (y no a que tu madre te pillase practicando el onanismo compulsivo) y la depresión (algunas de ellas) a un déficit de serotonina ( y no al deseo reprimido que albergas hacia tu madre pero te genera un conflicto en el superego por el afecto a tu padre, bla, bla, bla…¡¡¡si es que me pongo mala con tanta g********z!!!) confío que también se seguirá demostrando que "el aleteo de las mariposas contiene el secreto de la mente" (Ramón y Cajal) o sea, las neuronas y sus sinapsis. Hasta entonces trabajo con las leyes del aprendizaje, la influencia del entorno y la información de los genes...To mezclao, pa que no se diga. Bueno, y más herramientas que no viene al caso explicar aquí. No es tan sencillo ni es el lugar.
Y desde luego, entre mis herramientas de trabajo no hay ni un solo test proyectivo. Me producen alergia, aunque te rías un rato con ellos.

Por otro lado, si has leído mis enlaces "si y no", te habrás dado cuenta, o te habrías dado cuenta si no te cegara la primera intuición como siempre, de que he suprimido intencionadamente cualquier vocablo que apeste a Tito Sigmund: palabras tales como conflicto inconsciente, neurosis, transferencia, etc, porque sé de lo que hablo y tengo criterio, además de una base muy sólida que me capacita para elegir lo que digo, donde lo digo y correctamente aplicado a lo que digo. Por cierto, hablando de dominar el tema: la cuestión de los "refuerzos positivos y negativos" no la tienes bien dominada.
Para mañana repasa a Skinner y a Watson.

Y una vez aclarada mi tendencia, cognitivo-conductual of course, y a ratos ecléctica, vayamos al campo de batalla, eso sí, no sin antes agradecerte la delicadeza con la que pretendías decirme que el psicoanálisis en una m-i-e-r-d-a. (lo pongo así porque encima me joderá la censura). Bueno, pues menos mal que coincidimos en algo: el psicoanálisis es una ful, ya te lo digo yo.

El penicillium existió siempre, o casi siempre, pero se conoció y reconoció en 1928; pues con el TEPS pasa igual: se conoció, reconoció y empezó a diagnosticarse como tal en el DSM-III en 1980. Antes de 1980 no hablemos de TEPS ni de PTDS, plis, por una razón muy sencilla: el TEPS se refiere (y te lo copio de mi post inicial, porque parece que lo has pasado por alto) a un trastorno de ansiedad por la característica presencia de ansiedad persistente, hipervigilancia y conductas de evitación fóbica, es decir, podemos estar hablando de las respuestas de una víctima de violación o del superviviente de un terremoto. El concepto incluye a las víctimas de combate, pero NO exclusivamente a ellas. De hecho expongo una bonita lista de eventos traumáticos que pueden provocar un TEPS.

Con el "estrés" otro tanto de lo mismo, cosecha de los años 30, por tanto te dejo que lo menciones de cuando en cuando, pero no para referirte a la GCNA. Ea, es que yo también soy muy quisquillosa en eso de aplicar a cada cosa su definición correcta.

Respecto a tu disertación sobre si ver la cara al enemigo o no causa mayor o menor trastorno…no tengo nada que añadir. Yo lo tengo claro, y los tropecientos mil estudios (apoyados en investigaciones con otras tantas declaraciones de excombatientes) que se han hecho también lo tienen claro.
Como tan claro está que existe el Síndrome de Estocolmo. Ya ves, lo humanos somos así de raritos cuando de buenos y malos se trata mirándose a los ojos.

Y hablando de humanos "raritos",paso a responder a Albert, y cuando digo raritos no me refiero a ti, Albert, sino a los psicópatas o sociópatas; ambos términos hacen referencia a lo mismo.

¿Qué si había muchos psicópatas en el ejercito alemán?, ni más ni menos que en cualquier ejercito. Que los seleccionaran a propósito eso ya lo ignoro, lo que está claro es que el mejor perfil para una guerra es un psicópata, precisamente porque no tiene empatía, es decir, porque no es capaz de "leer" las emociones en el otro…En el "cara a cara" no dudaría, y desde luego no tendría nunca un TEPS .
El psicópata conoce la letra, pero no la música. Sabe perfectamente distinguir entre el bien y el mal, pero no siente ningún tipo de remordimiento ante el mal, ni da valor al bien. Aprende las emociones (la música), pero es incapaz de sentirlas, excepto la ira, y poca cosa más.
En manos de un buen lavado de cerebro un psicópata es una perfecta máquina de matar, ya sea alemán, americano, ruso o japonés.

Quiero dejar claro que un psicópata puede ser cualquiera, desde el panadero hasta el mecánico del taller al que llevas el coche y llevar una vida lo más normalizada posible. No necesariamente tiene que delinquir,aunque tiene muchas más papeletas de acabar haciéndolo por su falta de escrúpulos y de conciencia que cualquiera de nosotros. Es que decimos psicópata y parece que todos son asesinos en serie. Y no es así, pero tampoco te aconsejo que tengas un amigo psicópata; no porque pueda ser peligroso, sino porque lo más parecido que siente al afecto es lo que siente una ameba.
Y eso duele y hace sufrir.

Bueno, yo me voy a limpiar mi visor y antes de que anochezca buscaré una buena posición.

Al resto os aconsejo un refugio cercano.

Besotes a todos, y un abrazote de oso a Domper, de la recluta revientamanzanas pelona.

P.D.

Del erotismo del poder nazi habría mucho que decir, Albert, muuucho, mucho.
Peeero...¿se considera temática del foro, Paradise? :lol:

Lun Nov 27, 2006 10:59 am

Buen e interesante trabajo, amiga Mik, pero apostillar solo una cosa a favor de mi amigo Patton, quizas no conocia la fatiga de combate cuando abofeteo al soldado...¿pudiera ser no? :wink:
Y desde luego que mi mecanico es un psicopata, no tiene nada de remordimiento cuando me presenta la factura del arreglo del coche, ves, del panadero no opino lo mismo pues su precios aun no son muy abusivos... :shock:

Gracias por mostrar aspecto que los que somos mas "batallistas", a veces pasamos por alto...pero que sepas que..


Seguimos en el frente...bombardeado frente

Lun Nov 27, 2006 10:59 am

Esteee...ejem, lo siento por tu amigo Patton, Jac, pero algo debía haber oido sobre los soldados de la IGM y trastornos similares. De verdad que lo sorry, pero no cuela. De todos modos creo que, aunque hubiera sabido de la existencia de la fatiga de combate, el guantazo se lo habría dado igual: sencillamente no parecía soportar la "debilidad". Era un chicarrón del norte :P

No olvides ponerte el casco...

Un besote, compañero.

Lun Nov 27, 2006 11:00 am

Me alegro que coincidamos en lo del biologicismo y en la aversión a los métodos de ciertos "investigadores".

Podrás ver en mi mensaje que no critico lo que dices sino, sobre todo, lo que se pone en el primer enlace que proporcionas. Posteriormente, mis críticas a Sigmund (al que hay que reconocer que abrió un nuevo método de estudio de la ¿psike?) estaban en una discusión con Albert.

No dudo en la existencia de esos trastornos, aunque sólo sea porque se han detectado. Ya lo he dicho por ahí, los hechos son muy tozudos y se emperran en desautorizar al que los niega. Lo que digo (opino) es que herramientas de algunas ramas de la psicología tienen valor cuestionable. Y que por desgracia es una ciencia en la que es muy difícil diferenciar el grano de la paja, y en al que hacer un estudio riguroso no es fácil ¿coincidimos en eso?

Y si salté es que en el primer enlace que proporcionaste (psicología on line) se nombraban aspectos como la aromaterapia… que es como entrar fumando en un pañol (vulgo polvorín). Puse expresamente que eso desautorizaba el mensaje, exceptuando aquello que estaba claramente extraído de otras fuentes. Sé diferenciar entre el DSM-IV y la medicina holística.

Sobre el TEPS o PSTD (usé esas iniciales anglosajonas porque eran las del enlace que proporcionas, y porque procuraba aplicar la nomenclatura que se usaba en cada época: en la SGM se diagnosticaba de "fatiga de combate" y en los cincuenta se puso de moda el "estrés"), claro que existe una respuesta a la presión extrema, que en algunos individuos se manifiesta mucho más marcadamente que en otros. El problema (creo) es saber por qué unos individuos responden de esa manera, y otros no. Desde luego, experiencias como una guerra, un secuestro, una violación o un asalto marcan, pero no por igual a todos y, que yo sepa, no se sabe por qué.

(lo que sí se sabe es que con pastillazos no se corrige)

Lo que sí hay es un hecho: hubo ejércitos en la SGM que apenas sufrieron bajas por ese trastorno. Como yo creo que los humanos somos muy parecidos unos a otros, se supone que será o porque supieron prevenirlo de alguna manera, o porque no lo reconocieron. Incluso porque la misma sociedad ya se había encargado de alguna manera de "seleccionar" a sus miembros (caso de la URSS, especialmente en las zonas sometidas a la gran hambruna). Y de lo que estoy seguro, pero no sé si existe mucha documentación, es que los individuos que presentasen ese trastorno en el Ejército Rojo en sus formas más marcadas acababan en batallones disciplinarios. Las que no afectaban demasiado a la "disciplina militar", sumergidas en alcohol. Y (supongo) que los que padeciesen ese trastorno eran candidatos a ser baja en la siguiente operación.

Con todo, el ER obtuvo algunas conclusiones de la SGM, como la que evitar la fatiga excesiva en los mandos (tanto subalternos como superiores) aumenta mucho su rendimiento. Parece de cajón, pero creo que coincidimos en que un factor de riesgo para presentar el PSTD (al menos en los soldados) es la fatiga.

Sobre los "psicópatas". Estamos hablando de muchos tipos de trastornos de la personalidad, con formas intermedias o complejas, y además lo difícil es poner el límite entre las variantes de la normalidad y lo patológico. Por ejemplo, el sistema universitario tiende a seleccionar a personas perfeccionistas ¿cuántos de ellos están sanos, y cuántos tienen un trastorno anancástico de la personalidad? Al final la diferencia es estadística. Y la estadística es una buena herramienta científica, pero un poco burda (volviendo a la Penicilina, no necesitó ningún estudio estadístico para demostrar su eficacia). No te me tires al cuello, de psicología no lo sé, pero de estadística y de niveles de evidencia, un rato.

Entre los afectos del trastorno antisocial de la personalidad (vulgo psicópatas) también hay grados, pero los más afectos tienden a integrarse muy mal en ambientes en los que se exige disciplina. Esos "garbanzos negros" es fácil que acaben rebotando de unidad en unidad, o sean encausados, o deserten, etcétera. Los menos afectos son candidatos a "matadores" ¿a buenos guerreros? pero no siempre, aviso. Algunas de las manifestaciones de ese trastorno no son las deseables en un buen soldado: este se supone que deberá colaborar con sus compañeros, obedecer las órdenes aplicando su iniciativa, planificar futuras acciones (aunque sea a corto plazo)… nos entendemos.

Mi impresión (y por lo que he leído por ahí) es que el candidato ideal a soldado es precisamente el que no suele presentarse voluntario, o en todo caso lo hace a oficial, y que sus cualidades lo hacen más propenso a sufrir el PSTD. Y desde luego no hay muchos factores predictivos de la buena respuesta o no en el combate, salvo los de siempre: entrenamiento, equipo adecuado, evitar la fatiga, y demás.

Para acabar. Me alegro, repito, que seas biologicista, y que no uses esas herramientas desprestigiadas. Pero que por desgracia se siguen usando ¿no siguen testificando ocasionalmente los grafólogos en los tribunales? (me refiero a grafopsicólogos, no a grafoanalistas de los que no dudo sobre su valor).

Lamento no conocer tan bien como tú tu campo científico (del que conozco lo suficiente apenas como para cuestionarme algunas cosas). Lamentablemente, en mi profesión tengo que relacionarme con frecuencia con psicopedagogos y… bueno, dejémoslo en que no solemos coincidir.

Saludos

P.D.: que pueda criticar algunos aspectos de lo que escribes no quiere decir que tus mensajes no me parezcan interesantísimos y que tratan aspectos que no se suelen recordar, pero de gran importancia.

Vie Jul 11, 2008 5:04 am

Mija, seria interesante, para los que estamos afuera del mundo "loquero" despues de despacharte con tecnicismo, meter una rabiosa vulgaridad debidamente cognoscitiva y claramente perceptiva, para los homo-sapiens-non-sapiensis-modernis. Es que entre domper y vocé, me mareé... Y ya no se si estan hablando de "despertares" o de la cachetada que le dio Patton al milicote.....

PD : Patton, podria tener alguna idea del asunto, pero no conciencia del mismo, que es otro cantar.... Pero el estado mayor de las FFAA de USA, lo concientizo, forzando a una disculpa frente a todo el ejercito...

Vie Jul 11, 2008 11:20 am

La “fatiga de combate” era más que conocida por el ejército norteamericano en 1943, y era una obligación su conocimiento para los oficiales superiores ¿no es su profesión? El problema fue cuando Don Jorge decidió ser más listo que todos los demás, que los enfermos no eran enfermos sino cobardes, y aplicar un correctivo a su manera.

Además, lo que hizo fue intolerable en un ejército de ciudadanos. Guste o no tenía que ser muy diferente el comportamiento de un oficial en ejército profesional británico del XIX que en el de ciudadanos del XX. No lo digo por decir, conscientemente se relajó la disciplina por ese motivo.

Es decir, la solución típica para el XIX (azotes, degradación y expulsión, consejo de guerra, incluso tiro en la nuca a escondidas) no era una receta admisible en 1943.

Y para terminar, supongo que sentaría bastante mal que un genera desde su puesto de mando se permitiese criticar a los soldados. Patton en la Gran Guerra había sido teniente coronel y aunque vio disparos (y fue herido) no es lo mismo que vivir en uan trinchera.

Luego de disculpas a Patton, ninguna. Si no le gustaba, que dimitiese y que se fuese a casa, él no estaba en la guerra obligado.

Saludos

Vie Jul 11, 2008 12:03 pm

Por si os sirve, voy a copiaros unos textos del libro de Catherine Merridale La guerra de los ivanes, sobre el tema del tratamiento del estres del combate en la URSS:

(...)La actitud médica frente a las tribulaciones de la mente era parecidamente enérgica. El simple estrés, por no hablar de diagnósticos más complicados como el transtorno por estrés postraumático, era algo que resultaba tan ajeno al personal médico del Ejército Rojo como las indisposiciones histéricas de la burguesía. Una generación antes, Rusia había sido el país con mayores conocimientos sobre el estrés del combate y había sacado diversas conclusiones basadas en los conflictos de los Balcanes y Extremo Oriente; pero el trauma personal, como el deseo personal, era un concepto ajeno al estalinismo. Los soldados formaban parte de un colectivo; mantener la moral alta era su deber, no su derecho. Lo más probable era que los que se quejaban, se fingían enfermos o mostraban signos de cobardía hubieran de enfrentarse a un castigo, ya fuera una bala o el batallón de shtraf.

El rechazo por parte del Ejército Rojo de la psiquiatría en esta guerra -o mejor dicho, su olvido de ella en el frente- se ha traducido en el hecho de que hayan llegado hasta nosotros pocos informes sobre este aspecto de la moral. Si ellos, resulta fácil olvidar que aquellos soldados fueron presa de las mismas emociones que sus aliados. Fue la actitud de los hombres con respecto a esos sentimientos, no la propia respuesta humana al estrés, la que varió de unos ejércitos a otros. (...) A diferencia de sus colegas británicos y estadounidenses, la única clase de transtorno mental que las autoridades de la Unión Soviética reconocían durante el período bélico era aquel que tuviera una causa orgánica clara. El resto eran debilidades, fracasos personales, algo que tapar con vergüenza. Muchos miles de soldados, debilitados por el agotamiento y la constante tensión, fueron ejecutados por desertar en el campo de batalla. Otras víctimas mentales desaparecieron de los registros cuando resultaron muertas, quizás demasiado cansadas o confundidas para sobrevivir a otra ronda más de bombardeos. Las heridas psiquiátricas eran reales, pero solo se reconocieron los casos extremos, como aquellos en los que los hombres manifestaron esquizofrenia tras ser reclutados. Las estimaciones varían, pero parece probable que solo 100.000 de los 20 millones de soldados del Ejército Rojo en servicio activo se contabilizaran a la larga como víctimas permamentes de transtornos mentales.

(...)La ignorancia del personal sanitario de campaña, la mayoría de cuyos integrantes se formaron en la década de 1930, o incluso, de manera algo apresurada, durante la propia guerra, reflejaba una opción política deliberada. Tras las líneas seguía habiendo especialistas con todos los conocimientos necesarios, tan bien informados como cualesquiera de sus colegas de Estados Unidos o Gran Bretaña. Algunos de los de mayor edad habían dirigido el debate europeo sobre el estrés durante la Primera Guerra Mundial. Todavía en 1942 se habían producido algunas discusiones entre especialistas sobre experiencias traumáticas, una conferencia o dos; pero aquellas ideas jamás llegaron a los equipos médicos del frente. De hecho, no había personal psiquiátrico por debajo de los estadios correspondientes a los frentes y ejércitos enteros. Los recursos eran un problema; otro era que la psicología militar, cuando no el tratamiento generalizado de los enfermos, había adoptado un rumbo distinto desde la llegada de Stalin al poder. Buena parte de la experimentación se dedicaba a una especie de taylorismo, a la preparación mental de cada soldado para adaptarse a la máquina o al arma que iba a tener que usar, ya que se consideraba que se podían aplicar a la guerra las mismas reglas que a la producción masiva. Hombres y máquinas tenían que trabajar en armonía, y no había lugar para la histeria.

Había síntomas, no obstante, que no podían ignorarse. Los hombres que sufrían mutismos, convulsiones y estados de fuga no podían permanecer en primera línea, y menos aún limpiar y manejar armas de fuego o manejar equipamiento delicado. En general se les trataba en las inmediaciones del frente, más que nada porque los hospitales más grandes estaban abarrotados de heridos y moribundos. El tratamiento era de carácter muy básico. Las inyecciones siempre parecían ayudar algo: ejercían una suerte de influencia mística en los campesinos que no tenían ni idea de medicina. Luego déjese dormir a los hombres -proseguía el razonamiento- y pronto se recuperarán, o al menos volverán a encontrarse lo bastante bien como para luchar. En muchos casos eso era cierto. También resultaba beneficiosa una atención rápida al problema, lo cual solo era posible en primera línea.

Algunos pacientes no mejoraban. A los que necesitaban largos períodos de reposo se les podían asignar diversas tareas en la maraña de campamentos y depósitos de transporte que había justo tras las líneas. Trabajaban como mozos de almacén, camilleros, personal de limpieza o cocineros; pero muy pocos de ellos llegarían a ver jamás un pabellón psiquiátrico. Para llegar allí, sus síntomas tenían que persisitir tras varias semanas de pruebas y "tratamientos", incluida la administración de electrochoques (supuestamente para estimular los nervios) o el uso de ropas empapadas y máscaras de goma para inducir la sensación de ahogo (con el fin de comprobar si sus síntomas se controlaban o no voluntariamente). La brutalidad de esas primeras medidas presagiaba el sombrío mundo de los pabellones psiquiátricos. A quienes veían confirmado el diagnóstico les esperaba una vida miserable: pasando hambre, sin afecto alguno y atiborrados de medicamentos.

En el frente ruso, un problema que no lo fuera en términos oficiales pronto parecía desvanecerse. En ese sentido puede decirse que el enfoque soviético de la experiencia traumática resultó eficaz. En esta guerra, por ejemplo, entre los soldados estadounidenses, cuyos síntomas se tomaban más en serio, la proporción de bajas del servicio activo era entre cuatro y seis veces superior a la del Ejército Rojo. Los soldados de Stalin aprendieron que mencionar el estrés del combate no constituía precisamente el mejor modo de quejarse de agotamiento, de pánico o de insomnio. Las lesiones físicas, que pronto seguían a las mentales, representaban una forma más efectiva de conseguir un billete a casa o, cuando menos, a un hospital de campaña y una cama.(...)


Perdón por el copy&paste, pero últimamente no tengo tiempo para nada más. Por otro lado tampoco es un tema que tenga estudiado. Esta tarde o mañana, os copiaré lo que dice sobre este tema tras la guerra.

Vie Jul 11, 2008 12:07 pm

Creo que la fatiga de combate era una asignatura que muchos oficiales de la mayoría de los ejércitos implicados en la SGM debieron saltarse, por muy profesionales que fueran.

Sin ir más lejos, durante los combates en el Bosque de Hurtgen en Noviembre de 1944, el 112ú Rgto. de Infanteria USA, perteneciente a la 28ª División, sufrió unas bajas de 2.093 hombres, de los cuales una cuarta parte estaban afectados de fatiga de combate y pie de trinchera. La mayoría de dichas bajas se produjo durante los combates por Vossenack, cuando el regimiento no fue reemplazado al alegar su comandante que la unidad estaba en perfectas condiciones de combate. Lo que el coronel al mando del 112ú consideraba como "perfectas condiciones", demostraba un total desconocimiento de la situación real de sus fuerzas, gran parte de ellas agotadas física y mentalmente tras los constantes contraataques alemanes en el sector, y en un frente en el que resultaba casi imposible determinar dónde estaban las posiciones de cada cual.

Esta falta de sensibilidad tampoco disculpa a Patton de su comportamiento, pero demuestra que la percepción que de la fatiga de combate tenían muchos oficiales distaba bastante de considerarla más que una excusa para no cumplir con el deber del combate, y nada que no pudiera resolverse con un par de órdenes estrictas e irrevocables en el momento justo.

Saludos.

Vie Jul 11, 2008 2:02 pm

En eso, de acuerdo, pero con una salvedad. Dada la apresurada expansión del ejército norteamericano, una parte muy importante de los mandos tenían escasa o nula experiencia militar. Los mandos del ejército de la preguerra, además, estaban en situación “delicada”: tenían la oportunidad de ascender rápidamente y ocupar puestos de responsabilidad, pero también corrían en riesgo de quedar relegados y ser pforzados pronto al retido.

En la 28 división y el 112 regimiento se daba esa circunstancia. El general al mando era el famoso Norman Cota, héroe de la playa Omaha. El coronel del 112, Peterson, había sido Mayor y había ascendido dos grados al ser designado para el mando. Dicho coronel pertenecía (por lo que he podido suponer) a una “dinastía militar” y su hijo del mismo nombre llegó también a Coronel. Varios oficiales subalternos habían sido “propulsados” de capitán a teniente coronel. Luego, durante el combate hubo “roces” entre Cota (presionado a su vez por Hodges) y Peterson, incluyendo un mensaje de Cota ordenando a Peterson dirigirse a su puesto de mando (que Cota negó haber enviado). Peterson fue herido al dirigirse al cuartel general, y Cota le acusó de desertar…

Luego las relaciones entre ambos mandos, muy presionados, no eran como para declarar que una unidad estaba incapacitada, y menos por bajas médicas (no heridas). Finalmente, la prometedora carrera de Norman D. Cota quedó arruinada en Hurtgen, y por lo que sé la de Peterson, también. Más arruinadas quedaron las vidas de sus soldados.

Aunque no está de más la perspectiva, los norteamericanos sufrieron unas 33.000 bajas en los combates en el bosque de Hurtgen, pero 9.000 fueron por enfermedades (que en el ejército norteamericano, que tenía Penicilina, raramente eran mortales). Aplicando la regla habitual de un muerto por cada tres heridos, las bajas mortales norteamericanas en esa batalla serían unas 6.000. Incluso habría que revisar la cifra a la baja, porque los avances médicos (cirugía de campaña, transfusiones y Penicilina) hacían que la proporción de muertes en el ejército norteamericano fuese menor (actualmente está en cinco a una, por entontes sería de cuatro a una). Seis mil muertos es una barbaridad, pero si se lo cuentan a Meretskov o a Model seguro que se partían de risa.

Volviendo al tema: ni Cota ni Peterson tenían demasiada experiencia de combate, ninguno había participado en la Primera Guerra Mundial. Eso no podía decirse de Patton, que sí tenía experiencia de las trincheras. Si prefería ignorar un hecho sabido, pues allá él.

Ahora, de vuelta a Hurtgen. La batalla fue horrible, según algún alemán participante con experiencia en el Este, la peor de la guerra. Las tropas norteamericanas lo pasaron mal, pero las alemanas tampoco disfrutarían, sometidas a grandes bombardeos aéreos (uno de ellos, el mayor de la guerra) y a la artillería norteamericana, mucho más potente que la soviética (aspecto que no se suele recordar: los norteamericanos tenían tantos cañones como los rusos, y mucha más munición). En esa batalla el ejército alemán ¿no sufrió bajas por fatiga de combate? Supongo que se les aplicaría un tratamiento parecido al que se cita en el libro “la guerra de los ivanes” que nos propone Bitxo.

Saludos

Vie Jul 11, 2008 2:38 pm

Prosigo con Merridale y su libro "La guerra de los ivanes". Lo siguiente refiere ya a una vez finalizada la guerra:

(...) La bebida constituiría también el principal remedio para otro dolor de carácter más universal: la conmoción y el trauma que siguieron a la guerra. Apenas hubo reconocimiento oficial en lo relativo a los efectos psicológicos de la guerra, y casi no lo hubo en absoluto en el caso concreto de la afección que hoy se conoce como transtorno por estrés postraumático. Por una parte, todo el mundo tenía pesadillas. El país entero había sufrido, incluso los niños. Para complicar aún más las cosas, aquella violencia, aunque nueva en su escala y vehemencia, no carecía de precedentes en un país que había vivido tanto la guerra civil como la represión estatal a lo largo de varias décadas. No estaba claro dónde había que trazar la línea divisioria entre la conmoción, la depresión y el agotamiento que todo el mundo sentía, y el verdadero trastorno psíquico. Los médicos seguían dejando constancia de casos de contusión, y asímismo respondían a los problemas más agudos con diagnósticos de neurosis, esquizofrenia y manía que abarrotaban los despachos de los hopitales. Pero era poco probable que se tratara a los veteranos del estrés del combate. Puede que se les diera vitaminas, y en casos extremos hasta se les podía encerrar, pero a la mayoría se les instaba a pensar en su deber y a seguir con su vida. La locura comportaba un verdadero estigma, y cualquier clase de dependencia se trataba como debilidad.

Aún así, los médicos conscientes observaban y tomaban nota de cambios que el dogma oficial era incapaz de explicar. Durante unos meses tras el final de la guerra se produjo un aumento de los problemas de tensión arterial, de los transtornos digestivos e incluso de las enfermedades coronarias; pero era fácil descartar estos transtornos como efectos universales de la vida en tiempo de guerra. Por otra parte, los hospitales de la posguerra a los que se enviaba a los pacientes resultaban tan poco acogedores, y los tratamientos tan inciertos, que a partir de 1946 el número de pacientes descendió con rapidez. (...)

Sab Jul 12, 2008 1:40 am

Hola a todos,

En primer lugar gracias, Simon, por sacar del fondo del baúl viejos post y nuevamente os pido disculpas si uso tecnicismos, pero os garantizo que siempre trato de usar los justos e imprescindibles para que resulte medianamente comprensible cualquier texto; si usara el lenguaje tal cual de la psicología os resultaría un peñazo insufrible y de difícil digestión.

No hay mucho que explicar sobre la Ansiedad de Combate, dícese TEPS, dícese REC (reacción al estrés de combate), pero no entremos en más siglas. Es tan sencillo, Simon, como decir que el soldado "se rompe"; imposible sostener dentro de "la cordura" tanto horror como el que obliga a experimentar una guerra en cualquiera de sus aspectos y consecuencias.

Sí habría que explicar un poco más sobre el trato psicológico-militar que se dio a dicho trastorno desde principios de siglo XX, incluso antes.

No veo mucha diferencia entre el trato, o más bien la interpretación, que de este trastorno hicieron todos los países implicados en la guerra: en la I porque fue donde por fin lo diagnosticaron y le pusieron un nombre, y en la II porque se lo pasaron por el mismísimo sitio que en la I, pese a saber de que se trataba. Ni rusos, ni ingleses, ni americanos, ni alemanes, ni japoneses: para cualquiera de ellos este trastorno era un síntoma de debilidad, una vergüenza, se ignoraban sus síntomas y punto.
No niego que pudieran existir oficiales más sensibles y empáticos con este síndrome (más que nada porque ellos también lo padecían) pero con carácter general ya sabéis que estaba mal visto.

Y hoy en día seguimos igual. Hace no mucho vi un documental donde hablaban soldados "exiliados" en Canadá, bien por desertar en la actual guerra de Irak o bien por ser diagnosticados con un TEPS, y ante la discriminación de sus propios compañeros y oficiales pusieron tierra por medio: están denunciados y acusados de deserción.

En su momento (creo que hasta hace dos días), y por aquello de guardar las apariencias y no parecer inquilinos recién salidos de Atapuerca, lo que persiguió la psicología militar era buscar métodos o terapias para -recuperar- al soldado aquejado con este síndrome lo antes posible para que volviera a combatir; poco importaba que esas terapias no abarcaran el tratamiento de los otros aspectos de una persona que también quedan irremediablemente tocados, es decir, todos. Bastaba o basta con un rápido DEBRIEFING (El Debriefing pretende ventilar los sentimientos, miedos y emociones experimentados por el sujeto mediante el relato del acontecimiento traumático. Marshall, en la II GM, fue uno de los impulsores del Debriefing post-combate como elemento preventivo del estrés de combate y preparador para las sucesivas entradas en combate) y hala, a pegar tiros otras vez. Imagino que tanta sensibilidad como un DEBRIEFING no se debía dar en el tercer ejército que comandaba Patton, alias, el Testoterónico.

Hoy la psicología militar, junto con los responsables de tecnología armamentística persiguen la mayor -asepsia bélica- posible mediante armas de largo alcance, o cualquier otro método que mantenga a los soldados lejos del cuerpo a cuerpo y el cara a cara. Se persigue el anonimato del enemigo de un modo más literal que nunca y más factible de lo que jamás hayamos imaginado. Por un lado me alegro, porque alternativas como ésta me demuestran que nunca existirá un entrenamiento lo suficientemente válido para preparar máquinas de matar sin destruir la esencia de un ser supuestamente humano. Alternativas como ésta me permiten seguir creyendo en nuestra penosa especie; de lo contrario me iré al Serengueti a gozar de los leones…hasta que ellos acabasen -gozando- de mi.

Llegados a este punto sí debo señalar que los alemanes fueron retorcidamente pioneros en esto de la "asepsia", aunque no necesariamente aplicada a la prevención de un TEPS tal y como se define, pero sí a la prevención de posibles trastornos psicológicos… Ya comenté en otro lugar que, dado que contemplar los desgarradores "espectáculos" que se daban cuando separaban a los hijos de las madres para gasearlos provocaba en los responsables nazis severos conflictos, decidieron entonces gasearlos juntos evitando así una exposición innecesaria a semejante evento por parte de los oficiales; ya dije también que para la selección la mayoría optaba por hacerla bajo un considerable estado etílico; parece ser que para eso no encontraron mejor sistema que estar alcoholizado.
Muy significativo también fue el hecho de que ningún alemán interviniera "directamente" en el proceso de genocidio como tal: para eso estaban los Sonderkommando que daban instrucciones en las duchas, luego los sacaban y posteriormente los quemaban y se deshacían de las cenizas… Lo único que hacía la mano alemana era abrir una trampilla y dejar caer los simpáticos cristales de Zyklon-B…Asepsia psicológica, si señor; otra cuestión era como quedaban los judíos del Sonder., claro ejemplo de la fuerza del instinto de supervivencia…aunque tampoco les duraba mucho el trauma.

No se me ocurre más; si me dejo algo en el tintero (seguro que sí) ya lo comentaré.

Un kiss pelonero a todos.

Sab Jul 12, 2008 2:20 am

Ahora bien mija, teniendo en cuenta que eres biologista, que parte del cerebro se "quema" del soldado, que le produce fatiga de combate, y como se produce dicho proceso? Y en el caso de la poblacion civil azotada por bombarderos o lucha casa por casa y asedios?

Sab Jul 12, 2008 11:58 am

¿Qué que parte se "quema" de nuestro cerebro?...yo le daría "siniestro total"!! :?

No, no es tan fácil. Insisto en que no podemos -parcelar- nuestro cerebro tan alegremente. A lo mejor dentro de 50 ó 100 ó 200 años ese gran desconocido que es nuestro seso no será tal y comprenderemos toda su magia (no tienes ni idea como me duele perderme ese momento :( ), pero hoy en día sólo sabemos, con una certeza absoluta, que nuestros estados psicológicos modulan la química del cerebro y viceversa. Sabemos que hay un equilibrio más o menos estable entre nuestras sustancias neuroquímicas (neurotransmisores) y nuestra conducta o percepción de nuestro entorno; y que cuando se rompe ese equilibrio vienen las patologías mentales o los trastornos psicológicos, a veces, y en según que casos, la química tiene más relevancia que en otros. Si la depresión, por ejemplo, (y según que tipo) mejora o se cura con serotonina eso nos indica que hay una base bioquímica que la provoca. No todo es puramente mental, ni todo completamente bioquímico. Es complicado de narices, lo sorry :lol:

El estrés, el nuestro del día a día, es capaz de hacer estragos en nuestra mente y en el resto de nuestro organismo. Tiene una explicación química donde entran en juego sustancias como el cortisol, las células killer (células asesinas, un tipo de linfocito), el sistema inmunológico, cardiaco, etc. y todo junto nos acarrea desde depresiones, ansiedad, etc, hasta incluso el mísmisimo cáncer.
Imagina ahora como debía ser el estrés de estos soldados y el de la población civil...imagina el lamentable estado en el que quedaban :( .

Somos frágiles y no siempre es reversible, por desgracia, una situación como la que estamos hablando. Posiblemente en el cerebro se produzca un daño irreparable que impide devolverlo a su equilibrio anterior; posiblemente haya receptores que queden dañados...posiblemente...

Lo que está claro es que en algún lugar quedan grabadas "en fuego" estás experiencias tan traumáticas. Y te pongo un ejemplo:

Durante la Guerra del Golfo, en Israel, se dio una Reactivación de la Respuesta de Estrés en todos los supervivientes del Holocausto: el sentimiento de ser una vez más un blanco seguro, muerte inminente, amenaza del uso del gas y las filas de duchas descontaminantes situadas en las entradas de todos los hospitales trajeron a la memoria de estos supervivientes demasiado horror...Volvieron a "romperse".
Todos los años pasados no habían servido prácticamente para nada; regresaron al mismo estado como si acabaran de salir de Auswitch.

Y termino con un ejemplo más reciente que nos sirve para hacernos una idea de lo devastadora que es una guerra. Aquí en España, en el atentado del 11-M, muchísimos de los psicólogos que atendieron a las víctimas in situ, necesitaron a su vez la intervención de los colegas con ellos mismos. Imagino que en el atentado de la Torres Gemelas debió ocurrir más de lo mismo y peor.
Y no es una situación comparable con una guerra ni de lejos, y además nosotros, "supuestamente", tenemos herramientas y recursos psicológicos para saber afrontar situaciones catastróficas.

Y aún así..."se rompieron".

¿Qué no podía ocurrirles a aquellos soldados, nacionalidad a parte?

Pelonereision kiss.

Mar Jul 15, 2008 12:18 am

Hasta donde yo entiendo, existen dos tipos de trastornos cerebrales. Uno el fisico, producto que el cuerpo tiene un trastorno fisico "real", digamoslo en criollo, las neuronas no se pueden conectar, porque una maldita sustancia hormonal no se haya, o porque en el cerebro se produce un tipo de "tumor" (tomar la palabra con muchisima precaucion) como por ejemplo les pasa a los epilepticos (algunos) que hacen que la transferencia electrica-conductiva se vaya al cuerno. O como en algunos casos de depresion, donde una sustancia que deberia estar para "equilibrar" a la persona no esta o no esta en la medida correcta. Pero que pasa con las alteraciones, producto del entorno? Por ejemplo el mutismo repentino de una persona traumada por un hecho chocante? Porque el cerebro deja de funcionar correctamente? Y poniendome solo un poquito del lado de Freud, Lamarck, Pichon Riviere, Jung y otros giles, y es que ciertas situaciones, "generan" ciertos estimulos, que el cerebro no puedo o no quiere o vaya uno a saber, interpretar correctamente, y empieza hacer cualquier cosa. Alterando el normal funcionamiento de sus funciones. Es aqui donde aparece el sicologo, y es aqui donde tal vez una pildora no sea el mejor remedio. No se si me explico, no se :)

Saludos loqueros!!!!

Mar Jul 15, 2008 7:24 pm

Hitler habría podido tenerlo me explico, el vivio la IWW como soldado y algunos de los sintomas...

A.- RE-EXPERIMENTACIÓN DEL EVENTO TRAUMÁTICO

-Flashbacks.Sentimientos y sensaciones asociadas por el sujeto a la situación traumática

Explicaria en parte su obsesion por el tratado de Versalles

-Reacciones físicas y emocionales desproporcionadas ante acontecimientos asociados a la situación traumática

Por ejemplo cuando sufrió los atentados...

B.-INCREMENTO ACTIVACIÓN

-Dificultades conciliar el sueño

Mucha de la gente que llego a conocerlo ha admitido que se dormia y se levantaba muy tarde

-Hipervigilancia

Ejem... creo k encaja bastante bien

-Irratibilidad / impulsividad / agresividad

... solo hay que oírle

C.- CONDUCTAS DE EVITACIÓN Y BLOQUEO EMOCIONAL

-Intensa evitación/huida/rechazo del sujeto a situaciones,lugares, pensamientos,sensaciones o conversaciones relacionadas con el evento traumático.

Efectivamente la IWW no era de sus temas favoritos

-Aislamiento social

Era muy muy muy reservado...

Ademas entre los TRASTORNOS más comunmente asociados destacarian en él:

-DEPRESIÓN

-IRA Y AGRESIVIDAD

¿podría ser?

Jue Jul 17, 2008 2:45 am

Como ya he intentado expresarme en el post de más abajo, nuestro procesamiento intencionado módula la química del cerebro. Que yo sepa hoy todavía no está muy claro qué ocurre con exactitud, a nivel neural, en uno de esos episódios traumáticos donde la persona se queda colgada o muy afectada cognitivamente; sí tenemos claro que algo se desencadena físicamente de un modo paralelo a lo psicológico. Luego ya interviene la vulnerabilidad de cada persona para canalizar o no esos impactos.

Ya lo comenté en otro hilo por aquí: hay una rama actual de la psicología que comparte investigación con la ciencia cognitiva y la Inteligencia Artificial (IA) en su empeño por construir algún día aquel programa que sea una réplica de nuestro cerebro (yo lo dudo muchísimo, pero bueno); esta linea de investigación busca la simulación del pensamiento humano y defiende que nuestro cerebro funciona como un PC (analogía mente-ordenador) con su disco duro, su memoria, su procesamiento en paralelo (las mujeres más que los hombres :P )y un lenguaje lógico mejor que el nuestro; dentro de esta rama están los que pretenden -eliminar- las emociones porque consideran que son un sesgo humano que obstaculiza una correcta toma de decisiones (eso es verdad, las emociones median en nuestras decisiones) y otros que piensan que no puedes eliminarlas porque entonces nunca simularían el verdero pensamiento humano: son partidarios de disminuir los errores de procesamiento a la mínima expresión pero conservando las emociones.
Todo esto viene a cuento porque si preguntas a los partidarios de este paradigma qué ocurre en la situación que tú planteas te responderian que el "sistema peta"...como cuando nuestro PC se queda colgado...igual. ¿Qué ocurre dentro de un ordenador? conflictos de programas, exceso de información procesándose al mismo tiempo, etc...Escalofriantemente parecido, vive dios. :shock:

En casos extremos, y volviendo a la psicología más real y menos futurista, el electroshock ( o TEC, Terapia electro-convulsiva)vuelve a hacer furor durante la última década, sobre todo en algunas depresiones graves, trastornos bipolares y algunas esquizofrenias. Un par de descargas "reinician" nuestro sistema. Y es cierto. No saben cómo ocurre pero está dando resultados milagrosos en ese tipo de patologías y en algunos estados severos como resultado de un trauma grave...o de un estres postraumático. Nadie sabe que tipo de "tormenta" sacude nuestro cerebro, pero se quedan como nuevos...

Eso sí, casi todos refieren perder el recuerdo de algunos episodios de su vida aunque sea pasajero. Algunos/as no recuerdan cuando se casaron,o el día que nació un hijo,cosas así...es decir, la TEC no es la panacea y no se pueden dar muchas sesiones porque destrozan neuronas que son irrecuperables.

La rama mayoritaría de la psicología en casi todos los paises, por lo menos de Europa, la cognitivo conductual, no se preocupa tanto del origen bioquímico que genera un estado traumatico (también depende, cuidado) y sí más en cómo resolverlo para devolver al paciente a su vida "normal" y autónoma.

Sobre tu mensaje Bressend (por cierto, hola y muy bienvenida :D ) me parece muy interesante, sí; no se me había ocurrido contemplar esa posibilidad pero se tambalea un pelín porque transcurrió mucho tiempo entre la posibilidad de que Hitler sufriera un posible TEPS en la IGM y seguir manifestando sus síntomas tantos años después. Aunque si Hitler ya tenía un "toque"...pudiera ser que ese mismo TEPS canalizara la expresión de cualquiera que fuera el trastorno que tenía este individuo. Pudiera haber algo en ello... :wink:
Otra opción hubiera sido también algo aclaratoria si el gas mostaza al que dicen que estuvo expuesto hubiera sido neurotóxico; pero no, el gas mostaza es vesicante, afecta a la piel, las mucosas, los pulmones, los genitales, pero que yo sepa... no al sistema nervioso.

Un besote pelonero a los dos.

Fatiga de Combate.

Vie Jul 10, 2009 5:19 pm

Desde la primera guerra mundial, la fatiga de combate (Combat stress reaction o Shell Shock, en inglés) se comenzó a tratar como una patología psiquiátrica, ante un aumento excesivo de los soldados afectados por ésta, en la guera de trincheras. Esta patología se ha ido incrementando en todas las guerras posteriores (SGM, Korea, Vietnam, Golfo, Bosnia, Irak, etc) y también su tratamiento.

La fatiga de combate comienza con una sintomatólogia generalizada y por un corto periodo de tiempo, pero luego deriva en varias afecciones psiquiatricas como el estres post-traumático (PTSD por sus siglas en inglés) , desordenes de personalidad y principos de esquizofrénia junto con síntomas parkinsonianos.

Los primeros síntomas y que no son crónicos sino que sólo duran un par de días o semanas se pueden enumerar en: Fatiga, reacciones lentas, irritabilidad, indecisión y ansiedad. Como toda situación estresante, puede llevar a un estado depresivo que debe ser tratado, debido a que en la PGM y en la SGM no existían tratamientos para este tipo de casos, ni tampoco fármacos anti depresivos o ansiolíticos esta enfermedad se propagó como un resfrió en un cuarto cerrado, la fatiga de guerra afectó a muchos soldados durante la Primera Guerra Mundial y en la Europa de la Post-guerra sus síntomas y las personas que los padecían se volvieron algo relativamente normal para la época y comunes en la sociedad civil.

La fatiga de combate y como se produce.
El estrés postraumático se origina tras haber sufrido u observado un acontecimiento altamente impactante (atentado, violación, asalto, secuestro, accidente, etc)

Las imágenes de la situación vuelven a reexperimentarse una y otra vez, en contra de la propia voluntad, a pesar del paso del tiempo, imaginando con todo lujo de detalles y acompañado de intensas relaciones de ansiedad.

La Asociación Americana de Trastornos de la Ansiedad observa que entre un 15 y 30% de los tres millones y medio de combatientes en Vietnam lo han sufrido.

La fatiga de guerra en la SGM.

Si bien los británicos y estado unidenses conocían esta enfermedad desde la priemra guerra mundial, en la SGM parecían no estar preparados para la fatiga de combate que habría entre sus tropas, las tropas estado unidenses recién adjuntaron a un siquiatra al organigrama de las divisionesen 1942 y sólo en 1944 se implementó la ayuda psiquiátrica para los soldados en el frente de Europa Central. En el bando Alemán hubo un aumento de un 5% en los casos de fatiga de combate que requerían hospitazalición entre 1939 y 1942. En la guerra de invierno muchos operadores de ametralladoras pesadas que defendían posiciones fija sufrieron cuadros de estrés luego de repeler ataques masivos de infantería soviética contra las posiciones fortificadas.

Si bien hoy en día existe un tratamiento para el estrés que se da en la guerra, es un tratamiento corto que no subsana el problema de fondo, por ejemplo, en la Guerra de Corea un 85% de las tropas que sufrieron fatiga de combate volvieron al campo de batalla en menos de 3 días, como resultado la recurrencia de esta patología fue aumentando y también afectó a los soldados que volvieron a sus hogares luego de estar en el campo de batalla. La situaciones de estrés pos-traumático terminan en depresiones con resultado de muerte, un claro ejemplo de esto es la situación de los Ex-Combatientes de la guerra de las Malvinas, se estima que cerca de 400 ex combatientes se han suicidado, superando así, el número de bajas que hubo durante los combates en el archipiélago. Otro dato no menor es que el 39,1 por ciento de los ex combatientes argentinos de la Guerra de Malvinas intentó suicidarse y el 78,2 por ciento padece patologías del sueño.

Además, según un estudio de la Harvard School of Public Health, explica la fatiga de combate aumenta los riesgos de tener afecciones coronarias a futuro y los que la han padecido son más propensos a sufrir enfermedades como artritis y psoriasis(ambas. enfermedades autoinmunes, lo que demuestra una clara baja en las defensas y una supresión del sistema inmunológico causados por el estrés post-traumático).


Un video explicativo que muestra lo horrible de la guerra y sus efectos en los soldados, la verdad es que las imagenes son realmente impactantes y sobre todo el estado (tanto físico y sicológico) en el que quedaron los ex combatientes.




Un video "amateur" con las estadísticas de los soldados estadoundienses con PTDS.


Espero haber publicado el tema en el lugar correcto, ojalá sea de su agradado.
¡Hurra!

Fuentes
jch.sagepub.com
www.wikipedia.com
Youtube.com
www.nimh.nih.gov
http://www.belt.es

Re: Ansiedad de Combate ¿qué es y por qué?

Vie Jul 10, 2009 5:51 pm

He unido el post de Dimitri con el hilo existente sobre Ansiedad de Combate al tratarse de trastornos similares, con el fin de tener unificada la información.

Re: Ansiedad de Combate ¿qué es y por qué?

Mar Jul 14, 2009 7:26 pm

Voy a mirar si tengo fotos sobre la exposición que dedica a este apartado el museo de la guerra de Ottawa, no prometo nada. En caso de no tener veré si cuando vuelva, puedo hacer una escapadilla.

Re: Ansiedad de Combate ¿qué es y por qué?

Mar Jul 14, 2009 10:21 pm

QSL...QSL... von krischer...aquí, en standby....OUT. :wink:

Re: Ansiedad de Combate ¿qué es y por qué?

Mié Jul 15, 2009 6:50 pm

Que soy de infantería esos códigos no los entendemos aquí abajo :lol: :mrgreen: :wink: .

No tengo fotos sobre dicho apartado del museo así que hasta septiembre, como muy pronto, no podré colgárlas.

Re:

Vie Ene 01, 2010 11:28 am

En esto de opinar, sobre este famoso estress, hay solo 2 formas: O sos un sociologo, o siquiatra o sicologo; o has tenido que verle la cara a la muerte. Soy excombatiente de El Salvador, serví 1 año en la Fuerza Armada y fuimos sometidos a muchas presiones y sí, me considero haber pasado por estress postraumatico, pero tampoco es la muerte y la mayoria salimos con nuestra conciencia y nuestra mente mas o menos completa.

Es cierto que la historia y los historiantes hacen ver los conflictos como heroicos, y de alguna manera lo son pues muestran una faceta del hombre y de la humanidad, que normalmente no se ven en tiempos de paz. Sin embargo el que diga que no se siente miedo, que no se piensa en que hoy es el dia que le toca, o que no tiene pesadillas locas, ese no tiene la menor idea. Comparto lo que dicen los expertos, sobre las sensaciones y condiciones que se viven despues de estar una semana continua enmontañado, mal comido y sin dormir más que dos horas para terminar en que a veces no vez nada ni hiciste nada. Hay de historias en esto.
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