-Buenas, por decir algo.
-Buenas, Miller. Vaya tarde de perros.
-Y que lo diga. Ni en Holanda en el 44 me había caído tanta lluvia encima.
-Pues siéntese, que le tengo preparada una generosa tapa de cachopo y una cerveza de parte de Herr Grognard. Seguro que le templará el cuerpo.
-Y después un carajillo.
-Y después un carajillo, faltaría más.
-Y póngales lo mismo a la pareja de la esquina de la barra. Están invitados.
-¿Les conoce?
-Y tanto. Y bien merecida que tienen la invitación. Ahí donde les ve, llegaron a ganarse el título de Ases cooperando muy estrechamente, como no podía ser de otra manera, y cuando la superioridad enemiga era más que evidente, además de que su avión no era un dechado de virtudes.
-Entonces dóblemente merecido.
-Por supuesto. Además ambos sobrevivieron a la SGM, y fueron merecidamente condecorados por su desempeño en combate. Como también será merecedor de unos callos con garbanzos y botella de Rioja el tirador que identifique a la pareja en cuestión.
-Tomo nota. ¿Algún detalle más?
-Claro que sí. Se convirtieron en Ases combatiendo en Europa.
Buena caza.
