Anna Maria Enriques Agnoletti(1907-1944) nació en Bolonia. Su padre, Paolo Enriques, era judío; su madre, María Clotilde Agnoletti Fuscon,i era católica. Ninguno de sus padres practicaba la religión, por lo que Anna Maria y su hermano Enzo recibieron una educación laica. Su padre fue un importante biólogo que dio clases en varias universidades. Por su trabajo, la familia se mudó a varias ciudades italianas; viveron en Nápoles, Sassari y finalmente en Florencia. Anna Maria asistió al Liceo Classico Michelangelo en Florencia
En 1926 comenzó a estudiar para obtener su licenciatura en literatura y filosofía, obteniendo el título en 1930. Su director de tesis de licenciatura fue Nicolaj Ottokar. Este encuentro fue extremadamente importante para ella. Nicolaj había venido de una universidad rusa y durante su estadía en ese país, había sido testigo de los acontecimientos que condujeron a la Revolución de Octubre en 1905. Enseñó en Florencia durante 30 años, comenzando exactamente en el año en que Anna se matriculó por primera vez.
En 1932, después de su graduación, y después de haber estudiado paleografía e investigación de archivos, Anna Maria consiguió un puesto temporal en la Universidad como asistente conjunta, trabajando en el Archivo Estatal de Florencia. En 1936 fue nombrada archivista principal, continuando su colaboración con el Archivo Histórico Italiano, escribiendo reseñas de libros e informes de conferencias.Anna inició el proceso de conversión al catolicismo en 1936, completándolo en 1938. Fue el resultado de una búsqueda espiritual que se prolongó durante muchos años y marcaría las decisiones de su vida hasta su muerte.
En 1938 se aprobaron las Leyes Raciales Italianas, lo que provocó la interrupción de los estudios y la carrera de Anna, ya que, a pesar de su conversión, todavía se la consideraba judía. Según estas leye, estaba prohibido que los judíos sirvieran en el ejército, fueran dueños de una empresa, poseyeran tierras o bienes inmuebles, y tener "arios" viviendo en el hogar. A los judíos ya no se les permitía trabajar en la administración militar y civil, los organismos provinciales y municipales, los bancos y los seguros, las escuelas y las universidades, independientemente de su rango. Eventualmente, los estudiantes judíos fueron excluidos de las escuelas estatales.
Anna fue despedida del Archivo Estatal en un momento de inestabilidad económica para su familia. En aquellos años la figura más importante del catolicismo florentino era Giorgio La Pira, Anna tenía con él una relación de estima y cariño. En 1939 fundó una revista llamada "Principi", cuyo propósito era mostrar "el abismo de la guerra hacia el que corremos". Esta revista fue muy importante para la formación intelectual de Anna. La Pira la ayudó a encontrar un nuevo trabajo: acompañó a su hermano Enzo a visitar al arzobispo de Florencia y gracias a él, Anna fue contratada en la Biblioteca del Vaticano. Anna vivía con las monjas, compartiendo la habitación con Tea Sesini; las dos chicas eran colegas en la Biblioteca del Vaticano y también camaradas. La entrada italiana en la Segunda Guerra Mundial produjo un alboroto en la Biblioteca del Vaticano a causa del movimiento antifascista activo allí.
Anna se hizo amiga de un sacerdote que le presentó, entre otros intelectuales, a Gerardo Bruni, quien había estudiado filosofía en la Universidad Sapienza de Roma y había estado involucrado en el Partido Popular Italiano. Ella y Bruni constituyeron el primer núcleo del grupo Social Cristiano, junto con algunos otros amigos. Se convertiría en un movimiento y finalmente en un partido político. En 1943 Anna Maria dejó su trabajo en Roma y regresó a Florencia para estar cerca de su madre, que se había quedado sola. Aquí comenzó a participar en el movimiento de resistencia italiano, ayudando a las familias judías,proporcionándoles documentos de identidad. A menudo los acompañaba al Ayuntamiento para las actas notariales. Pero el 12 de mayo de 1944 fue traicionada por un informante fascista, que la esperaba en su casa y la arrestó junto con su madre. Tres días después, Anna fue llevada a Villa Triste (Villa Triste es el nombre dado a varios lugares de tortura abiertos por los nazi-fascistas durante los últimos años de la Segunda Guerra Mundial. De nota particular, siniestra fueron la Villa Triste en Florencia, Roma y Milán)
La Villa Triste en Florencia todavía está en Via Bolognese 67. Los alemanes concedieron a los fascistas el uso de los pisos inferiores y el sótano del bloque de viviendas, donde el comandante Mario Carità organizó el Departamento de Servicios Especiales, una institución donde se acogía a los criminales amnistiados de todo tipo. En Villa Triste los condenados eran interrogados acostados en una especie de cama de faquir. Los obligaban a beber aceite y los sometían a torturas de diversa índole, como descargas eléctricas en los genitales o la ingestión forzada de sal, sin agua. Los torturadores, que eran reemplazados constantemente, solían estar borrachos con coñac o drogados con cocaína. Cuando la tortura no logró convencer a las víctimas para que hablaran, lo ejecutaban. Anna Maria también fue torturada. Durante siete días, la obligaron a permanecer de pie sin poder sentarse ni dormir.
Parece que los participantes en las sesiones sádicas incluían incluso a hombres religiosos, incluido un monje benedictino, el padre Ildefonso, que se divertía tocando canciones populares napolitanas en el piano durante la tortura. El 12 de junio, los fascistas se llevaron a Anna a Cercina, un pequeño lugar en las colinas al norte de Florencia, cerca de Sesto Fiorentino, la única mujer entre los seis jóvenes del grupo Cora del que formaba parte. Todos fueron fusilados allí y sus cuerpos luego abandonados. Anna tenía 37 años. Florencia fue liberada poco después.
Radio CORA (acrónimo de Comisionado Radio) fue una emisora clandestina del Partido Acción Florentino, que, de enero a junio de 1944, aseguró una conexión entre el movimiento de resistencia italiano y los comandos aliados. Los artífices de la iniciativa fueron un grupo de jóvenes, entre ellos Enzo, el hermano de Anna, y una veintena de colaboradores. La actividad de la radio clandestina, que transmitía información sobre la actividad alemana en Florencia a los mandos aliados y pedía ayuda a los partisanos, fue tan importante que el 2 de junio de 1944 los aliados lanzaron a algunos hombres en Prato para ayudarles.
Es posible que Anna fuera detenida por su trabajo como espia para CORA.
Anna Maria Enriques Agnoletti fue condecorada con la Medaglia d'oro al Valor Militare (Medalla de Oro al Valor Militar) a título póstumo.
https://en.wikipedia.org/wiki/Anna_Mari ... _Agnoletti