Después de 1940, era obvio que para ganar la guerra en Europa, y luego en Asia, se deberían transportar grandes ejércitos a distancias muy considerables. Los puertos estarían o bien destruidos o extremadamente defendidos. Obviamente, para mantener la iniciativa se tendría que desembarcar en las playas.
Lo cierto es que apenas se había dado atención a los buques y lanchas de desembarco antes de la guerra, pero eso empezó a cambiar a partir de Dunkerque, cuando los británicos comenzaron a desarrollar numerosas ideas con rapidez, pasándoselas a los americanos para que las llevaran a cabo dentro de los acuerdos Lend-Lease. Para cuando EEUU entraron en el conflicto, en diciembre de 1941, ya habían acumulado una considerable experiencia sobre qué construir.
La gran flota de buques anfibios que tomaron parte en la guerra demostraron un considerable grado de innovación. Se agrupaban en varios grupos:
a) barcos para transporta a la infantería, los Landing Ships, Infantry (LSI - buques de desembarco de infantería)
b) Landing Ships, Dock, o LSD, para transportar embarcaciones menores que no podían cruzar el mar abierto.
c) lanchas de desembarco, capaces de transportas vehículos, equipo y personal a la playa.
Esta clase de barcos no ganaron ellos solos la guerra, pero sin ellos, el triunfo no habría sido posi