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La guerra en el Mediterráneo
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Las Batallas de Gazala y Tobruk, 1942.

Lun Jun 15, 2009 8:42 pm

Bueno, pues como dice el título del post, vamos a dar un repaso a la ofensiva de Rommel que supondría la toma de Gazala y Tobruk, y que llevaría el avance del Eje en el Norte de África hasta un lugar llamado El Alamein.

Espero que sea de vuestro interés. :)

Saludos.

Gazala y Tobruk, 1942.

Tras la Operación Crusader que había llevado a las fuerzas británicas hasta las inmediaciones de El Agheila, y la contraofensiva de Rommel que había vuelto a tomar Bengasi y Derna, el 8º Ejército se había retirado a la seguridad de la Línea Gazala-Bir Hakeim. Su comandante, el Tte. General Neil Ritchie, decidió consolidar sus defensas como fase previa a la reanudación de la ofensiva hacia el oeste. Mientras tanto, Auchinleck tenía que bregar con las exigencias de Churchill respecto de la urgencia de una ofensiva que garantizara una victoria para una Gran Bretaña necesitada de éxitos militares de relevancia.

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La situación en el Norte de África entre la Operación Crusader y el contrataque de Rommel.

Afortunadamente, los refuerzos británicos continuaban llegando al teatro de operaciones norteafricano, sobre todo en lo relativo a las fuerzas acorazadas, para así alcanzar la superioridad necesaria sobre las fuerzas del Eje en dicho sentido, que Auchinleck consideraba como minimo de 3 a 2 para tener una garantía de éxito sobre Rommel si se quería reanudar la ofensiva a finales de Abril. Sin embargo, aún quedaba mucho trabajo que hacer si se quería disponer de una fuerza entrenada y bien organizada, por lo que Auchinleck no vio probable la continuación de la ofensiva para antes del 1 de Junio.

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Un Matilda británico; dotado de un excelente blindaje, pero con un armamento poco eficaz contra los blindados alemanes del DAK.

La posición del 8º Ejército discurría desde Gazala, en la costa, hasta Bir Hakeim, en el sur y enmedio del desierto. A lo largo de la línea se encontraban una serie de posiciones fortificadas, ocupadas por unidades a nivel de brigada, y constituidas por fortines, líneas de trincheras, campos de minas y todo tipo de obstáculos. Sin embargo, la gran extensión cubierta por estas posiciones impedía el que disfrutaran de apoyo mutuo o pudieran cubrir todos sus campos de minas con fuego de artillería. Esta serie de posiciones cubría todas las rutas en dirección este, incluyendo la Via Balbia, paralela a la costa, y las dos que discurrían más hacia el sur, sobre Trig Capuzzo y Trig el Abd. Como refuerzo se instalaron otras dos posiciones de apoyo en retaguardia, una defendiendo Acroma y la otra, llamada Knightsbridge, sobre la vía que conectaba Acroma con Trig Capuzzo. Aún más a retaguardia, Tobruk se constituía como la base desde la que lanzar la próxima ofensiva. En el hipotético supuesto de un ataque alemán, debía evitarse que Tobruk quedara aislada o su guarnición cercada, debiendo retirarse con el resto del 8º Ejército hacia la frontera de Egipto.

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Claude Auchinleck, Comandante en Jefe de las Fuerzas Británicas en Oriente Medio.

A principios de Mayo, los servicios de inteligencia británicos informaron que podía ser posible que Rommel lanzara su ofensiva contra el 8º Ejército antes de que Auchinleck pudiera organizar su ataque. Ritchie se vio en la disyuntiva de concentrar sus fuerzas, arriesgándose a ser rodeado por un movimiento enemigo de flanqueo, o extender su línea del frente, para forzar a Rommel a internarse más en el desierto, hacia el sur, si pretendía realizar ese flanqueo. Esta segunda opción parecía la más apropiada ya que , además, obligaba al enemigo a alargar sus vías de suministro, y lo exponía a un ataque del 8º Ejército desde el norte.

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Pierre Koenig (dcha.), comandante de la guarnición de Bir Hakeim y protagonista junto con sus hombres de la 1ª Brigada Francesa Libre de la heróica defensa de la posición.

Finalmente, y con la aprobación de Auchinleck, Ritchie se decidió por ésta solución. Sin embargo, aunque Ritchie fuera el comandante del 8º Ejército sobre el terreno, Auchinleck tenía una importante influencia en el aspecto táctico. Él fue quien sugirió que todas las fuerzas blindadas se concentraran en el XXX Cuerpo, y mantenerlo entre Trig Capuzzo y el este de El Adem. Desde esta posición podría moverse hacia una hipotética ruptura alemana en el centro o para enfrentarse a un flanqueo por el sur. Auchinleck insistió en que las divisiones acorazadas debían emplearse como una única fuerza controlada por el XXX Cuerpo, y no ser dispersadas para taponar brechas a lo largo del frente.

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Neil Ritchie, en una fotografía tomada durante la Campaña de Francia en 1940, comandante del 8º Ejército Británico.

El XIII Cuerpo del Tte. General Gott ocupó las posiciones desde la costa hasta la posición de Knightsbridge, en Trig Capuzzo. Hacia el sur, la línea británica consistía en un gran campo de minas que se extendía hasta la posición de Bir Hakeim, guarnecida por la 1ª Brigada Francesa Libre, encuadrada en el XXX Cuerpo, que a su vez desplegaba la mayor parte de su fuerza al sur de Trig Capuzzo. Ritchie creía que la amenaza principal del enemigo podía llegar desde el sur, y por ello emplazó la mayor parte de sus fuerzas acorazadas más al sur de lo que Auchinleck habría deseado.

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William Gott, comandante del XIII C.E. Británico.

Por parte del Eje, y tras los éxitos de Rommel en Enero, Mussolini consideraba como su principal responsabilidad la defensa de Tripolitania. Ante la falta de refuerzos, las órdenes fueron que las tropas italianas mantuvieran sus posiciones y evitaran cualquier posible avance hacia el este, mientras que Rommel fortalecía su ejército y lo preparaba para responder a cualquier posible ataque británico.

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Rommel (izda.), junto al general Nehring, comandante del Afrika Korps.

El 1 de Mayo, Hitler se encontró con Mussolini en Berchtesgaden para analizar la campaña del Mediterráneo. Los refuerzos a las tropas del Eje en el norte de África estaban sufriendo serias dificultades por los ataques británicos procedentes de Malta, y se veía como imprescindible el acabar con la resistencia de la isla. El plan de invasión de Malta, la Operación Hércules, fue aprobado, debiendo ser realizado por tropas italianas apoyadas por una división paracaidista alemana. Pero primero se debían capturar los aeródromos británicos en el área de Gazala, para evitar que la RAF pudiera apoyar desde allí a los defensores de Malta. Ambos dictadores estuvieron de acuerdo en poner en marcha la llamada Operación Aida, un avance en dirección al Nilo que debería iniciarse a finales de Mayo y anticiparse a la esperada ofensiva británica. La primera fase del plan contemplaba la derrota del 8º Ejército y la captura de Gazala y Tobruk, así como la eliminación de todas las fuerzas británicas hasta la frontera de Libia con Egipto. Una vez logrados estos objetivos, se pondría en marcha la Operación Hércules contra Malta, abriendo definitivamente el Mediterráneo a los convoyes del Eje hacia Bengasi y Tobruk. Una vez reforzadas las tropas de Rommel, éste continuaría el avance sobre Egipto.

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Un Panzer III Ausf H en el Norte de África. Este el principal carro de combate de las unidades del Panzerarmee Afrika durante las batallas de Gazala y Tobruk.

Sin embargo, y tras la entrevista, Hitler no dejó de albergar serias dudas sobre la capacidad italiana de acometer la invasión de Malta, sobre la flota italiana que debía apoyar la invasión y defender las fuerzas del Eje de la previsible respuesta por parte de la Royal Navy, de la seguridad de las comunicaciones italianas… Demasiadas dudas que finalmente significaron que los planes de la Operación Hércules sólo siguieran adelante sobre el papel, y que dicha operación fuera finalmente abandonada si Rommel lograba hacerse con el vital puerto de Tobruk.

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Ettore Bastico, Comandante en Jefe de las fuerzas del Eje en el Norte de África.

Para Rommel, la reunión de Berchtesgaden significaba que finalmente tenía las manos libres para pasar al ataque y expulsar a los británicos del Norte de África. El general alemán creía que Ritchie esperaba que el ataque principal se fuera a realizar sobre el norte y el centro de la Línea Gazala, y suponía que los británicos habrían emplazado la mayor parte de sus fuerzas acorazadas en ese sector. Por ello, su plan era realizar un ataque de diversión sobre esa área, mientras que el ataque principal se realizaría hacia el sur, sobre la posición de Bir Hakeim.

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Ludwig Cruwell, comandante del Gruppe Cruwell, la unidad que realizaría el ataque de diversión sobre la Línea Gazala en el norte y centro de la misma.

Rommel decidió que el Gruppe Cruwell avanzara en la tarde del 26 de Mayo sobre las posiciones de la 50ª Div. Británica y la 1ª Div. Sudafricana, entre Trig Capuzzo y la costa, mientras que él, con la fuerza acorazada principal, se movía hacia el sur. Cruwell dispondría de las unidades italianas encuadradas en los X y XXI Cuerpos, apoyados por la mayoría de la artillería disponible y por una brigada de infantería alemana. Como fuerzas adicionales, también contaría con dos regimientos acorazados del XX Cuerpo Italiano y un regimiento del Afrika Korps. Ambos regimientos debían ser el señuelo para hacer creer a los británicos que estaba en marcha un ataque con mayoría de fuerzas blindadas, pero después debían desviarse al sur para enlazar con la fuerza principal. Mientras Cruwell seguía presionando el centro de la línea británica, Rommel dirigiría personalmente el Afrika Korps, la 90ª Leichte Division y el XX Cuerpo Italiano, avanzando al abrigo de la noche hacia el sur hasta flanquear Birk Hakeim, para después girar al norte en dirección a Acroma y tomar por retaguardia al XIII Cuerpo Británico. Con las fuerzas de Gott atacadas desde el oeste y el este, el Gruppe Hecker realizaría un ataque anfibio entre Gazala y Tobruk, cortando así las comunicaciones de Gott con la retaguardia. Posteriormente, la 90ª Leichte Division seguiría avanzando hacia el este, en dirección a El Adem y el centro británico de suministros en Belhamed.

La disposición de las fuerzas enfrentadas era la siguiente:

Fuerzas Británicas.
Comandante en Jefe en Oriente Medio, General Claude Auchinleck.
8º Ejército, Teniente General Neil Ritchie.

XIII Cuerpo de Ejército, Tte. General William Gott.

50ª Div., Mayor General W. Ramsden.
1ª Div. Sudafricana, Mayor General D. Pienaar.
2ª Div. Sudafricana, Mayor General H. Kopper.
1ª Brigada Acorazada.
32ª Brigada Acorazada.

XXX Cuerpo de Ejército, Tte. General Norrie.

1ª Div. Acorazada, Mayor General H. Lumsden.
7ª Div. Acorazada, Mayor General F. Messervy.
1ª Brigada Francesa Libre, General P. Koenig.
5ª Div. India, Mayor General H. Briggs.
2ª Brigada Francesa Libre.
10ª Div. India, Mayor General T. Rees. (*)
11ª Brigada India.(*)
1ª Brigada Acorazada.(*)

(*) Agregadas con posterioridad al XXX C.E.

Fuerzas del Eje.
Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas del Norte de África, Mariscal E. Bastico.
Panzerarmee Afrika, General E. Rommel.

Gruppe Cruwell, General L. Cruwell.

X Cuerpo Italiano, General B. Gioda.
27ª Div. Brescia, General G. Lombardi.
17ª Div. Pavía, General A. Torriano.

XXI Cuerpo Italiano, General E. Navarini.
60ª Div. Sabratha, General M. Soldarelli.
102ª Div. Trento, General F. Scotti.
15ª Brig. Infantería Motorizada (15ª Schutzen Brigade).
Gruppe Hecker.

Gruppe Rommel, General E. Rommel.

Deutsches Afrika Korps, Tte. General W. Nehring.
15ª Panzer Division, General Mayor G. von Vaerst.
21ª Panzer Division, General Mayor G. von Bismarck.
90ª Leichte Division, General Mayor U. Kleeman.

XX Cuerpo Italiano, General E. Baldassare.
132ª Div. Acorazada Ariete, General G. de Stephanis.
101ª Div. Motorizada Trieste, General F. La Feria.

Continuará.
Fuentes: Gazala 1942, Rommel’s greatest victory. Ken Ford, Osprey Publishing.
http://en.wikipedia.org
Última edición por Capitan Miller el Mar Jun 16, 2009 8:14 pm, editado 1 vez en total

Re: Las Batallas de Gazala y Tobruk, 1942.

Mar Jun 16, 2009 1:22 am

Miller, impecable tu post...ya lo creo que ha sido de mi "interés" :wink: Seguimos a la espera de la continuación.

Re: Las Batallas de Gazala y Tobruk, 1942.

Mar Jun 16, 2009 6:13 pm

Gracias Capi, impreionante.


Una duda, en el Gruppe Cruwell del General alemán L. Cruwell, el XXI CE italiano consta de la

60ª Div. Sabratha, General M. Soldarelli.
102ª Div. Trento, General F. Scotti.
15ª Div. Infantería Motorizada (alemana).
Gruppe Hecker.



15ª Div. Infantería Motorizada (alemana), no me suena esta unidad¿? ¿Tienes más información?


NB: Capi ya sabes mi "debilidad" por los "orden de combate", de ahí mi pregunta. :D :D




Saludos y un fuerte abrazo.

Re: Las Batallas de Gazala y Tobruk, 1942.

Mar Jun 16, 2009 8:12 pm

Es que me he vuelto generoso y he convertido a la 15ª Brigada de Infanteria (Schutzen Brigade) en toda una división. Todo sea por dar ventaja a Rommel. :lol:

En el orden de batalla aparece como 15ª Schutzen Brigade Mot., osea que tienes toda la razón. Menos mal que uno tiene correctores de nivel, que si no... :mrgreen: Ahora mismo lo corrijo.

Gracias por caer en el detalle, compañero. :D

Un abrazo, Tio Von der Heydte.

Re: Las Batallas de Gazala y Tobruk, 1942.

Mar Jun 16, 2009 9:30 pm

Bueno, pues seguimos. Empieza el baile. :wink:

Sólo os pido paciencia, porque hasta llegar a Tobruk queda mucho camino por recorrer, y el desierto es complicado para echar carreras. :)

Saludos.

El Ataque de Rommel (1).

A última hora de la tarde del 26 de Mayo, el Gruppe Cruwell comenzó a avanzar en dirección a las posiciones británicas situadas entre Gazala y Sidi Muftah, apoyado por la artillería y los Stuka que bombardeaban las defensas del XIII Cuerpo en la Línea Gazala. La intensidad del fuego y la presencia de numerosas columnas de polvo, hicieron creer a los británicos que ese era el ataque principal, con toda la fuerza blindada que Rommel era capaz de reunir, y que el ataque iba dirigido al centro de sus defensas. Sin embargo, los carros del Gruppe Cruwell permanecieron en la formación el tiempo suficiente como para que su presencia fuera evidente, siendo reemplazados por camiones que arrastraban motores de aviación, con el fin de mantener esas columnas de polvo que eran el signo distintivo de los blindados en marcha en el desierto. Una vez conseguido el engaño, la fuerza acorazada giro hacia el sur para unirse al Gruppe Rommel.

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El ataque del Gruppe Cruwell al norte de la Línea Gazala y el flanqueo por el sur del Gruppe Rommel.

Con la llegada de la noche, el Gruppe Rommel, comandando en persona por el general, avanzaba hacia el sureste, en dirección a Bir Hakeim. Aunque Rommel confiaba en que su penetración fuera una sorpresa para el enemigo, algunos vehículos del 4º Rgto. Sudafricano de Reconocimiento observaban a distancia el avance del Gruppe, e informaban al Cuartel General del XXX Cuerpo. Durante la noche, el Gruppe Rommel detuvo su avance para repostar combustible y descansar, y al amanecer del día 27 reanudó la marcha. El ala izquierda estaba ocupada por el XX Cuerpo Italiano del General Baldassare, con 228 carros; en el centro se alineaba el Afrika Korps del Tte. General Nehring, con dos divisiones, la 21ª Panzer de von Bismarck en la izquierda y la 15ª Panzer de von Vaerst en la derecha, y un total de 332 panzers; en el ala derecha formaba la 90ª Leichte Division, cuyos objetivos eran El Adem y el centro británico de suministros situado en Belhamed. Al frente de la formación del Afrika Korps se encontraban las fuerzas blindadas, seguidas por las unidades de ingenieros, artillería y transmisiones, que a su vez precedían a las unidades de infantería, protegidas en los flancos por la artillería antitanque y cazacarros. En retaguardia, a distancia segura de las unidades de primera línea, se desplazaban los vehículos de intendencia cargados de combustible, munición y raciones.

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Un Panzer III camuflado varios kilómetros al oeste de la Línea Gazala.

Al sur de Bir Hakeim, el Gruppe Rommel comenzó a girar a la izquierda con el fin de dirigirse al norte, hacia el centro de la retaguardia del 8º Ejército Británico. En ese momento, decidió dejar que la 132ª Div. Acorazada Ariete se encargara de las tropas francesas que defendían Bir Hakim, manteniendo el resto el avance previsto. Todo parecía confirmar que la maniobra del Gruppe Rommel había pasado desapercibida para los británicos, y todo continuaba según el plan inicial.

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Legionarios franceses de la guarnición de Bir Hakeim.

En el bando británico, tanto Ritchie como Norrie estaban al corriente del movimiento de Rommel, pero no podían saber con certeza si se trataba de una finta, y por lo tanto tampoco podían saber si lo era el ataque del Gruppe Cruwell en el norte. Alrededor de las 02:30, ordenaron a la 4ª Brigada Acorazada que al amanecer se moviera 14km al sur de su posición, desde donde podría apoyar tanto a la 3ª Brigada Motorizada India como a la 7ª Brigada Motorizada. La situación comenzó a verse más clara cuando a las 06:30 de la mañana, el brigadier Filose, comandante de la 3ª Brig. Motorizada India informó al general Messervy, comandante de la 7ª Div. Acorazada, que se había encontrado con “toda una maldita división acorazada alemana”.

La Brigada, situada en aquel momento justo al sur de Bir Hakeim, había sido atacada realmente por la Div. Ariete, y la sorpresa fue mutua ya que los italianos no esperaban encontrar a la brigada india en su ruta de avance. Sin embargo, la rápida reacción de los italianos, empleando sus unidades blindadas, logró acabar con la resistencia del enemigo en menos de treinta minutos. Más de 450 oficiales y soldados fueron hechos prisioneros, mientras que el resto de la brigada se retiró en desorden hacia el norte y el este.

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Rommel en el sector de la Div. Acorazada Ariete.

La euforia inicial de los italianos se vio truncada cuando se dieron cuenta de que su rápida victoria no había sido sobre la guarnición de Bir Hakein, sino que se trataba de una posición defensiva avanzada de cuya existencia nadie tenía noticia. Sin embargo, la moral de la Ariete era alta, y aprovechó el momento para seguir avanzando sobre su objetivo real. Entre tanto, los Stukas comenzaban a castigar la posición francesa, “ablandandola” para sus aliados.

Hacia el este, en el ala derecha de Rommel ocupada por la 90ª Leichte Division, también se había establecido contacto con un puesto avanzado del 8º Ejército Británico. Las unidades, pertenecientes a la 7ª Brigada Motorizada, retrocedieron para atrincherarse en la posición defensiva de Retma, perseguidos de cerca por la infantería motorizada alemana del General Kleeman. La rapidez del avance alemán impidió una defensa ordenada de la posición, y las tropas británicas se vieron obligadas a huir en dirección noreste, hacia Bir el Gubi.

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Soldados sudafricanos observan el bombardeo de una posición cercana en la Línea Gazala.

En ese momento, la 4ª Brigada Acorazada británica avanzaba hacia el sur, con la certeza de que la fuerza principal de Rommel se dirigía hacia ellos. En cabeza atacaba el 3er. Regimiento Real de Tanques, que había sido equipado con los nuevos carros M3 Grant, y tendría que enfrentarse a la vanguardia de la 15ª Div. Panzer. La llegada de los británicos tomó por sorpresa al enemigo, y pronto, los Grant comenzaron a mostrarse como un enemigo a tener en cuenta, causando serias bajas a los blindados alemanes, que obligó a la 15ª Panzer a detener su avance. La presencia inesperada de los Grant británicos hizo que el pánico se apoderara de las líneas alemanas, que perdieron el orden de su avance inicial. El general von Vaerst reagrupó a sus unidades, y envió a un batallón de carros a flanquear a los británicos por la derecha, apoyados por una batería de cañones del 88. El 3er Rgto. Real prontó comenzó a sufrir pérdidas considerables, cogidos por sorpresa en ese ataque de flanco, y sobrepasado en número se vio obligado a retirarse hacia el norte.

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El general Auchinleck observa en persona unas pruebas del nuevo carro M3 Grant.

El 8º Rgto de Húsares avanzaba justo detrás del 3er. Rgto. Real, pero al contrario que sus compañeros no tuvo oportunidad de retirarse, y fue embestido de lleno por los panzer de von Vaerst, que prácticamente los aniquilaron. El batallón restante de la 4ª Brig. Acorazada, el 5º Rgto. Real, se encontraba seis kilómetros al norte, y estaba a punto de retirarse cuando fue alcanzado en el flanco derecho por el 21º Panzer de von Bismarck. La suerte del 5º no fue mejor que la de sus camaradas del 8º de Húsares, sufriendo graves bajas y pérdidas de material. Las pérdidas totales de la 4ª Brigada Acorazada fueron elevadas, y las unidades supervivientes tuvieron que retirarse hacia el noreste para intentar reagruparse, retrocediendo hasta 32km al noreste de El Adem. Sin embargo, también el Gruppe Rommel había sufrido unas bajas inesperadas, y no todo había salido en aquellos primeros momentos tal y como había sido planeado.

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Un cañón antitanque británico de 2 Libras y su dotación pasan ante los restos de un Panzer III.

Al mismo tiempo, la 90ª Leichte Division continuó en su avance al norte, hacia El Adem. La infantería motorizada de Kleeman había sobrepasado las posiciones de la 7ª Brig. Motorizada, que a lo largo del desierto ante ellos el paisaje estaba sembrado de vehículos británicos averiados y abandonados. En el C. G. de la 7ª Div. Acorazada, sólo a 13km al norte de la posición defensiva de Retma, el Mayor General Messervy había estado recibiendo con intranquilidad los mensajes relativos a la situación de sus dos brigadas. Messervy no era capaz de apreciar la velocidad a la que el enemigo se estaba moviendo en su dirección, pero no tardó en darse cuenta cuando a las 08:45 le llegaron informes sobre la presencia de vehículos blindados de reconocimiento alemanes en su Cuartel General avanzado. Inmediatamente se dio la orden de evacuar el Cuartel General, y trasladarlo en los vehículos de mando tres kilómetros en dirección noreste. Pero ya era demasiado tarde.

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Frank Messervy, "El Barbudo", comandante de la 7ª Div. Acorazada británica.

Para cuando quisieron retirarse, los británicos se vieron rodeados por vehículos enemigos y por un fuego concentrado que procedía de todas partes. En el caos del combate, los cinco vehículos con el personal del Cuartel General quedaron aislados del resto, y aunque tres de ellos lograron escapar en dirección norte, los otros dos, incluyendo el que transportaba a Messervy y a todo su personal del CG, fueron detenidos por los alemanes. Messervy, que tenía la costumbre de no afeitarse en combate y era conocido por sus hombre como “El Barbudo”, tuvo el tiempo justo de arrancarse los distintivos de su rango y mezclarse con sus hombres haciendose pasar por un ayudante del CG, evitando así ser identificado. Dos días más tarde, el general británico podría burlar a sus captores y evadirse, reuniéndose con las unidades que quedaban de su maltrecha división. La cuestión era que en aquel momento, unas horas después de iniciado el ataque, la 7ª Div. Acorazada había sido derrotada, se batía en retirada a través del desierto, y su comandante había sido hecho prisionero. Era el primero de los reveses que todavía estaban por llegar.

Continuará.
Fuente: Gazala 1942, Rommel’s greatest victory. Ken Ford, Osprey Publishing.
http://en.wikipedia.org
http://commons.wikimedia.org

Re: Las Batallas de Gazala y Tobruk, 1942.

Jue Jun 18, 2009 8:25 pm

La batalla continúa, y las cosas se ponen un poco complicadas para Rommel.

Saludos.

El Ataque de Rommel (2)

Con una de sus divisiones fuera de combate, el comandante del XXX CE Británico se veía obligado a reaccionar con rapidez. El Tte. General Norrie era consciente de que todo su flanco sur había colapsado, con la excepción de la guarnición francesa de Bir Hakeim, que todavía mantenía la posición después de haberse enfrentado a una fuerza blindada italiana de cincuenta carros. La única opción a corto plazo de Norrie para frenar la ofensiva de Rommel era utilizar la 1ª Div. Acorazada, por tanto, ordenó a su comandante, el Mayor Gral. Lumsden, que preparara a la división para avanzar hacia el sur con la mayor rapidez posible. La unidad más cercana al frente, situada a tan sólo 19km de donde había tenido lugar el combate entre la 4ª Brig. Acorazada y la 15ª Div. Panzer, era la 22ª Brig. Acorazada. Más al norte, entre la posición Knightsbridge y El Adem, se encontraba la 2ª Brig. Acorazada. Como medida precautoria, Norrie ordenó desplazar su Cuartel General al norte, alejada del avance de la 90ª Leichte Div., para evitar correr la misma suerte que Messervy.

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Una sección móvil de comunicaciones británica destruida durante el avance alemán.

La 22ª Brig. Acorazada no tardó en tomar contacto con la vanguardia de Rommel, y las dos Div. Panzer cayeron sobre la brigada con un efecto devastador. En poco más de media hora, la fuerza británica había perdido treinta de sus carros, y se hacía evidente que una solitaria brigada no podía ser capaz de frenar el avance de los blindados alemanes. Lumsden ordenó al general Carr que su unidad retrocediera hasta Knighstbridge y se reagrupara, debiendo prepararse para un segundo ataque en dirección sur, esta vez con el apoyo de la 2ª Brigada, que debería llevar a ambas unidades contra el flanco derecho enemigo. Adicionalmente, este nuevo ataque podría contar con el apoyo de la artillería de la división. El contraataque británico comenzó a última hora de la tarde, justamente cuando las dos divisiones alemanas se aproximaban a las posiciones de Acroma y Commonwealth Keep. Los blindados británicos golpearon a los panzer con valentía y determinación, obligando a las tropas de Nehring a detener su hasta entonces imparable avance. Justo entonces, los Matilda de la 1ª Brigada del general O’Carroll, se unieron al combate, y la batalla se convirtió en un salvaje caos de combates carro contra carro a corta distancia entre el humo de los vehículos incendiados y las nubes de arena. Aprovechando el desconcierto del momento, un batallón de carros británicos logró introducirse entre las formaciones blindadas enemigas, alcanzado a los convoyes de suministro que avanzaban en retaguardia y destruyendo a prácticamente todos los vehículos que se cruzaron en su camino, además de aislar al propio Rommel de sus unidades de vanguardia.

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Panzer IV destruido durante los combates.

El Afrika Korps había visto detenido su avance cinco kilómetros al norte de Knighstbridge, todavía a diez kilómetros al sur de Acroma, y parecía que el plan de Rommel comenzaba a salir mal. La 15ª Div. Panzer estaba empezando a estar falta de combustible y munición, y la situación empeoró tras la anterior incursión británica entre las columnas de suministro alemanas. La 90ª Leichte había llegado cerca de El Adem, pero había sido frenada por los restos de la 4ª Brig. Acorazada y la 9ª Brig. India que guarnecía El Adem. El depósito de suministros británico de Belhamed parecía no estar en peligro, y la 132ª Div. Acorazada Ariete, que no había logrado terminar con la resistencia de los defensores de Bir Hakeim, había avanzado al norte por el flanco izquierdo de Rommel sólo para encontrarse con la resistencia de la 1ª Brig. Acorazada británica, contra la que sufrió algunas pérdidas. La otra unidad italiana, la 101ª Div. Motorizada Trieste, parecía haber desaparecido del mapa después de entrar en los campos de minas situados al norte de Bir Hakeim. Para acabar de complicar la situación, al norte, el ataque del Gruppe Cruwell contra la línea Gazala parecía haberse atascado de forma definitiva en las líneas defensivas británicas.

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von Bismarck, comandante de la 21ª Div. Panzer.

Con la llegada de la noche, Rommel evaluó sus pérdidas y logros. Era cierto que había logrado dar un golpe considerable al 8º Ejército, pero pagando un alto precio en sus propias fuerzas blindadas. Los británicos todavía no habían empleado todas sus fuerzas acorazadas principales, además de las reservas de la 1ª Brig. Acorazada y de los blindados de la Brig. Acorazada del 32º Ejército, situada en la retaguardia de la Línea Gazala. No sólo Rommel no había logrado acabar con las fuerzas blindadas británicas ni con su capacidad de reagruparse, sino que además vista sobre el mapa su situación era un tanto precaria. Sus tropas estaban prácticamente rodeadas: al oeste estaban los sudafricanos, británicos y franceses, que todavía mantenían intacta la Línea Gazala; frente a él se hallaban la 1ª Brig. Acorazada y las dos brigadas todavía activas de la 1ª Div. Acorazada; y al este los blindados y la infantería motorizada de la 7ª Div. Acorazada. Además, sus líneas de suministro se alargaban por el desierto, sujetas a los ataques de la aviación y de unidades británicas aisladas. Aquella noche, el comandante del Panzerarmee Afrika escribió en su diario: “Nuestro plan para arroyar a las fuerzas británicas situadas tras la Línea Gazala ha fallado. La resistencia ha sido mucho más fuerte de lo previsto.”

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Rommel y Bayerlein conferenciando con otros oficiales.

En el bando británico se respiraba una cierta satisfacción. Excepto por la 3ª Brig. Motorizada India, que prácticamente había dejado de existir como unidad, el resto de brigadas habían sufrido poco más que una dispersión y unas pérdidas que aunque elevadas eran asumibles, y todavía se mantenía una considerable ventaja con el enemigo en el número total de carros. Más aún, la fuerza principal de Rommel parecía estar rodeada por el 8º Ejército. Los siguientes días serían los que marcarían la diferencia en el campo de batalla.

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Controlar un depósito de agua podía ser tan vital como tener gasolina y munición.

El 28 de Mayo fue un día para reagruparse, y sólo hubo combates menores. Rommel todavía estaba a la ofensiva, pero sólo con la 21ª Panzer como fuerza efectiva, ya que la 15ª todavía sufría la falta de suministros, pero aún así decidió seguir avanzando. Ordenó a la 90ª Leichte Div. que retrocediera desde su posición en El Adem y se uniera a la 132ª Div. Acorazada Ariete en Bir el Harmat. La 21ª Panzer recibió la orden de continuar avanzando hacia la costa, pero hubo de detenerse en el llamado Punto 209, 13km al oeste de Acroma. Aunque la 21ª tuvo que enfrentarse a unidades de la 1ª Div. Acorazada británica, el enemigo no era lo suficientemente fuerte como para detener a las fuerzas de von Bismarck, que llegaron a alcanzar la Vía Balbia, que ya estaba al alcance de la artillería de la división. Durante su avance, la 21ª Panzer llegó a alcanzar la retaguardia de la Brigada Acorazada del 32º Ejército, pero las fuerzas británicas no abandonaron sus posiciones para atacar a los blindados alemanes, ya que sus órdenes eran de mantener la posición para proteger la retaguardia de la 1ª Div. Sudafricana que defendía la Línea Gazala de los ataques del Gruppe Cruwell.

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Posición de infantería británica en la Línea Gazala.

Sin embargo, este atrevido movimiento hacia el norte no había podido ser todo lo agresivo que Rommel hubiera deseado, ya que ni la 15ª Panzer corta de suministros, ni la 90º Leichte y la Acorazada Ariete, sujetas a los contraataques aislados británicos, habían logrado sumarse al avance de la 21ª Panzer. Rommel decidió hacer retroceder a la 21ª Panzer de su expuesta posición sobre la Vía Balbia para reunirse con el grueso de sus fuerzas sobre Trig Capuzzo. Sin embargo, algo había habido de suerte para Rommel aquel día, ya que durante una visita realizada a la división de Vaerst, su CG avanzado situado en Bir el Harmat había sido atacado por fuerzas blindadas británicas, y no ser por su ausencia, el general alemán habría podido seguir la misma suerte que Messervy. Era evidente que una victoria rápida ya no era asequible para los alemanes, pero su posición, aunque no crítica, seguía siendo insegura.

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Puesto alemán de comunicaciones.

A última hora de aquel día, 28 de Mayo, llegó un pequeño golpe de suerte para el Gruppe Rommel, que ciertamente estaba necesitado de algo así. La hasta entonces desaparecida Div. Motorizada Trieste había logrado abrirse paso entre los campos de minas al norte de Bir Hakeim, lo que significaba que los italianos habían abierto una nueva vía de suministros, más corta, que rodeaba la posición francesa por su izquierda y quedaba libre de cualquier ataque de fuerzas móviles británicas. La situación todavía mejoró aún más cuando la 27ª Div. Brescia consiguió abrir otra brecha en los campos de minas enemigos más al norte, rodeando la posición defensiva de la 150ª Brigada de la 50ª División británica.

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Rommel en contacto con unos Semovente italianos.

El 29 de Mayo, el cuarto día de la batalla, el propio Rommel decidió guiar a uno de sus convoyes, que transportaba suministros para la 15ª Panzer, a lo largo de una nueva ruta, la tercera que se abría. Pero esta no era tan segura como las abiertas por los italianos, y estaba sujeta a ataques británicos. Sin embargo, la presencia del general al frente de la columna supuso una sobredosis de moral para sus hombres, que finalmente reabastecieron a la división, dejándola lista para el combate a media mañana del mismo día. Rommel, con este tipo de acciones, tenía en un constante sobresalto al personal de su Cuartel General, no sólo por el riesgo personal que corría, sino también por la imposibilidad de comunicarse con él durante sus “raids” por el desierto. Pero hay que reconocer que con el comportamiento de aquel día, Rommel había conseguido reagrupar a sus fuerzas y tenerlas listas para la acción antes de lo previsto. Ahora la 15ª Panzer volvía a estar preparada para reanudar los combates, y la 90ª Leichte y la Acorazada Ariete se habían agrupado entre Trig Capuzzo y Trig el Abd, al oeste de Knightsbridge.

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Un 88 y su dotación avanzando a través del desierto.

Sin embargo, Rommel decidió tomar una estrategia más defensiva. El avance hacia el mar fue cancelado, igual que el previsto desembarco del Gruppe Hecker sobre la Vía Balbia (*), y concentró sus fuerzas al oeste de las posiciones actuales, conteniendo a las fuerzas blindadas británicas con una línea de cañones anticarro y artillería que cubría cualquier aproximación por el este. No era una posición defensiva perfecta, ya que los campos de minas de la Línea Gazala se extendían por el sur, y las unidades blindadas del 8º Ejército británico se extendían por su frente norte, pero mantenía las rutas de suministro abiertas por los italianos, y eso permitía que las unidades móviles no sufrieran restricciones de abastecimiento. La intención de Rommel era que esta compacta posición defensiva detuviera los ataques británicos procedentes de la Línea Gazala, al oeste, y una vez logrado sirviera como base desde la que lanzar un ataque en dirección este, al corazón de las fuerzas de Ritchie. Se trataba de hacer que los británicos se estrellaran contra sus defensas, y después aniquilarles con un ataque inesperado y decisivo. Pero no todo iba a ser tan sencillo en una posición que acabaría recibiendo el nombre de El Caldero.

(*) Para más información sobre el Gruppe Hecker y su cancelado asalto anfibio podéis leer este post:
viewtopic.php?f=25&t=1470


Continuará.
Fuente: Gazala 1942, Rommel’s greatest victory. Ken Ford, Osprey Publishing.
http://en.wikipedia.org
http://commons.wikimedia.org

Re: Las Batallas de Gazala y Tobruk, 1942.

Vie Jun 19, 2009 11:17 pm

(*) Para más información sobre el Gruppe Hecker y su cancelado asalto anfibio podéis leer este post:
viewtopic.php?f=25&t=1470

Ah!!!, qué tiempos aquellos cuando éramos jóvenes y atrevidos... :D :D


Bueno compañero, te está saliendo un post de narices, fenomenal.
Dos cosas a destacar:
1. Sorprende la actitud de Rommel ( de ahí su fama, por supuesto), al frente de sus hombres, guiando tanto columnas de suministros, como guiando personalmente el atraque de sus panzer...
Y por supuesto destacar la flexibilidad táctica de sus acciones. Si una operación sale mal hay que adaptarse y tratar de explotar el éxito de otra forma...
2. El ejército italiano ( a pesar de sus defectos) apoyando las acciones de sus aliados alemanes. Estoy pensando en la actuación de la Ariete y la Trieste abriendo nuevas vías de comunicación durante la batalla, cuando todo parecía que el Gruppe Rommel estaba "casi"rodeado.


Un afectuoso saludo y esperando más... :D :D

Re: Las Batallas de Gazala y Tobruk, 1942.

Sab Jun 20, 2009 12:15 am

Vonder, no podía citar la cancelación de la acción del Gruppe Hecker y dejar el dato sólo ahí habiendo tan excelente información sobre el tema. Al César lo que es del César, y a Vonder también. :wink: :)

Y tienes razón, tanto en la actitud y flexibilidad de Rommel (a lo mejor otros habrían seguido con el plan original pasase lo que pasase o se habrían quedado sin saber que hacer ante la contrariedad), que es lo hace buenos o malos a los oficiales en campaña, y también en el trabajo a veces silenciado o minusvalorado de las tropas italianas.

Y, por supuesto, os agradezco los halagos, pero el merito real es del autor original, yo sólo traduzco y adorno un poco, con mayor o menor fortuna. Por favor, si véis cualquier error avisad, que estos calores no son buenos para las neuronas. :)

Hoy descanso, pero mañana más. :wink:

Saludos.

Re: Las Batallas de Gazala y Tobruk, 1942.

Mar Jun 23, 2009 3:36 am

Seguimos con Rommel, ahora aparentemente atrapado en El Caldero, pero las apariencias pueden engañar. :wink:

Saludos.

El Caldero (1)

Las primeras acciones pronto dieron la razón a Rommel. Norrie intentó concentrar todas sus fuerzas blindadas en un ataque que arrinconara a las fuerzas del Eje contra las posiciones de la 50ª Div. Británcia en la Línea Gazala, pero lo que debía ser una demostración de fuerza acabó siendo un esfuerzo desordenado y sin resultados. La 15ª Div. Panzer frenó el avance que desde el norte llevaba a cabo la 2ª Brigada Acorazada; y la 22ª Brigada Acorazada se estrelló en el centro contra la 132ª Acorazada Ariete, que encontró un inesperado aliado en una tormenta de arena que desorganizó el ataque británico. La misma tormenta que impidió a la 4ª Brigada Acorazada sumarse a tiempo al ataque desde El Adem. Para cuando la Brigada pudo alcanzar las posiciones programadas se vio detenida en seco por los antitanques y la artillería de la 90ª Leichte Div.

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Carros británicos Matilda cruzando el desierto.

Sin embargo, el 8º Ejército logró apuntarse un éxito inesperado: la captura del Tte. General Cruwell. El comandante alemán estaba realizando un reconocimiento de las posiciones de la 50ª Div. Británica, cuando el avión en el que viajaba fue abatido, y tras tomar tierra fue hecho prisionero por patrullas enemigas. Pero lo que podía haber sido una pérdida considerable para Rommel, no lo fue tanto por una casualidad imprevista. La noticia de la captura de Cruwell llegó a su cuartel general en un momento en que el mariscal Kesselring se encontraba allí, y éste no tardó un momento en asumir el mando hasta que se nombrara un sustituto para comandar el grupo norte de las fuerzas de Rommel.

En el extremo norte del frente de Ritchie, se lanzó un ataque por parte del 7º Rgto. Real Acorazado, apoyado por una batería móvil de artillería, contra el Punto 209, del cual se retiraba la 21ª Panzer. Aunque se había previsto el apoyo de otra columna que debía atacar desde el este, estos refuerzos nunca llegaron a materializarse, y el 7º Rgto hubo de retirarse tras sufrir serias pérdidas.

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Batería alemana de 105mm.

Mientras tanto, Rommel seguía consolidando las posiciones de sus fuerzas móviles retirándose a través de los pasos abiertos en los campos de minas. El movimiento no sólo concentraba su frente, sino que también acortaba sus vías de suministro. Estaba convencido de que cuanto más pudiera consolidar la posición, las posibilidades del enemigo de romper sus defensas se irían reduciendo drásticamente. Durante las primeras horas de la madrugada del 30 de Mayo, el Afrika Korps continuó su retirada hacia el oeste manteniendo a distancia a los británicos mediante sólidas acciones de retaguardia, pero en torno a las 02:00 se encontró con una sorpresa en las cercanías de Sidi Muftah. La 150ª Brigada de la 50ª Div., apoyada por treinta tanques, había establecido una posición defensiva, que dominaba los pasos en los campos de minas abiertos por los italianos, y suponía un inconveniente imprevisto en los planes de Rommel que debía ser eliminado cuanto antes.

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De ida. a dcha., Rommel, Bayerlein y Kesselring.

El primer ataque, llevado a cabo por la 15ª Div. Panzer, se detuvo al borde del campo de minas que rodeaba la posición, y tuvo que retirarse ante la amenaza de los cañones antitanque británicos. Cuando se estaba preparando un segundo ataque, las cosas comenzaron a ir de mal en peor para Rommel. A las 11:00 llegaron noticias de que la 1ª Brigada Acorazada británica estaba atacando a la 90ª Leicht Div en Bir Harmat; la 2ª Brigada Acorazada avanzaba a lo largo de Trig Capuzzo; la 201ª Brig de Guardias realizaba una salida desde la posición de Knighstbridge para unirse al ataque; y la 21ª Panzer se encontraba bajo un fuerte bombardeo procedente de la artillería de la Línea Gazala. Como guinda del pastel, la RAF se estaba empleando a fondo sobre las columnas alemanas en retirada.

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Carro Valentine transportando a soldados de un regimiento escocés.

En cuestión de unas horas, parecía que la victoria estaba al alcance de Ritchie y el 8º Ejército, con el enemigo atrapado en una relativamente pequeña área limitada por Bir Hakeim, Trig Capuzzo, Trig el Abd y las posiciones y campos de minas de la 150ª Brigada, una zona que recibió el nombre de El Caldero. Con la artillería de la 150ª Brigada controlando los pasos de los campos de minas, los suministros alemanes estaban limitados a movimientos nocturnos, y esa espina clavada en su retaguardia hacía que el plan de Rommel de detener los ataques enemigos procedentes del este pudiera tener muy pocas opciones de éxito.

Lo que en otras manos podría haber llevado a una retirada general a las posiciones de inicio, para Rommel significó que era el momento de demostrar que su confianza en sus planes, en sus comandantes, y en los hombres bajo su mando, estaba justificada. Pasado el momento de crisis provocado por la concentración de ataques enemigos, poco a poco fueron llegando noticias de que la situación iba estando controlada. Los ataques de las Brigadas 2ª y 22ª acabaron frenados por las defensas antitanque, igual que el protagonizado por la 201ª de Guardias. Ritchie había tenido su oportunidad, pero una vez más no se había producido una concentración de fuerzas blindadas suficiente como para romper las defensas del Eje. Durante la noche, las fuerzas de Rommel recibieron los suministros necesarios para volver a estar listas, y la atención del comandante del Afrika Korps se volvió hacia la posición de la 150ª Brigada en Sidi Muftah, a su espalda.

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Vehículos de reconocimiento de la 21ª Panzer.

El general Haydon, comandante de la 150ª Brigada, había estado esperando el ataque alemán desde hacía varios días, desde que las fuerzas de Rommel habían llegado al sur de Knightsbridge, aislando a la brigada del resto de la 50ª División. Aunque controlaba los pasos abiertos por los italianos en los campos de minas, la munición de su artillería había sido reducida a 25 proyectiles por cañón y día, ya que debía reservar fuerzas para el ataque principal que debería llegar desde el este. Tampoco podía esperar refuerzos de la 50ª División, ya que las órdenes de Gott al general Ramsden eran de no abandonar sus posiciones en la Línea Gazala.

Haydon esperaba que el ataque enemigo llegara a retaguardia de su posición, por lo que ordenó a uno de sus batallones, que contenía los ataques e la 101ª Motorizada Trieste en el sur, que se moviera hacia posiciones más orientales, y las reforzara con nuevas líneas de trinchera y posiciones de artillería. Como apoyo, Haydon ubicó en la nueva posición del batallón su regimiento de artillería, el 72º Real de Artillería de Campaña, compuesto por piezas de 25 libras, y una batería de anticarros de 6 libras. En retaguardia de la línea, se situaron sus fuerzas blindadas: los 30 Matilda del 44º Rgto. Real Acorazado.

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Soldados sijs de la 10ª Brigada India.

Para cualquiera en la Brigada, y prácticamente en el resto del 8º Ejército, era evidente que la posición de Sidi Muftah era insostenible ante un ataque blindado del Afrika Korps, máxime cuando el principal campo de minas se hallaba rodeándola por el oeste, norte y sur, estando totalmente abierto al este, justo por donde debía llegar el ataque alemán. En el Cuartel General del XXX Cuerpo, eran conscientes de que la única oportunidad de detener a Rommel era mediante un ataque en sus flancos y retaguardia, para de esta manera debilitar su avance sobre la 150ª Brigada y después rodearlo completamente y destruir sus fuerzas. El Mayor General Lumsden, comandante de la 1ª Div. Acorazada, envió a Haydon un mensaje de coraje, asegurándole que el 8º Ejército “estaba cociendo a Rommel en El Caldero.”

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Mapa de las operaciones contra la posición de la 150ª Brigada británica en Sidi Muftah.

El 30 de Mayo, superada la crisis de los primeros ataques británicos sobre sus posiciones, Rommel comenzó el asalto a la aislada posición de la 150ª Brigada. Los resultados de aquel día fueron inciertos, con posiciones que cambiaron de manos varias veces en pocas horas, y finalmente muy poco terreno había sido ganado o perdido por ambas partes. Ritchie felicitó personalmente a Haydon por haber contenido al enemigo con un sencillo mensaje: “¡Bien hecho!”. La moral británica estaba alta, tanto como para que la fuerza cercada realizara un par de ataques de diversión a primeras horas de la mañana del día 31, ataques que en ningún momento alteraron los planes de Rommel, con su retaguardia protegida tras una cortina de 90 cañones antitanque que hacían imposible cualquier avance blindado enemigo en su espalda. Las pérdidas en las unidades acorazadas de Lumsden hacían evidente que la única alternativa de romper la retaguardia de Rommel era mediante un ataque de infantería que acabara con las defensas anticarro enemigas. Tanto Norrie como Ritchie coincidieron en este punto, y se preparó un ataque para la noche del día 31. La 69ª Brigada de la 50ª Div atacaría desde el norte, mientras que una de las unidades de reserva del 8º Ejército, la 10ª Brigada India, lo haría desde el este. Entre tanto, la 150ª Brigada debía sostener su posición durante todo el tiempo posible. Como apoyo inmediato, y con el fin de hostigar a las fuerzas sitiadoras, se decidió enviar desde Knighstbrige una fuerza compuesta por una compañía de infantería, dos baterías de cañones antitanque y una batería de artillería. Por desgracia, el intento fue inútil, ya que cayeron bajo el fuego de la 21ª Panzer, perdiendo cinco cañones de 25 libras, siete antitanques de 6 libras y 157 hombres. Lo único que la columna pudo hacer para aliviar a sus compañeros de la 150ª Brigada fue que los sonidos del combate les confirmaran que algo se estaba haciendo por ellos, aunque no fuera suficiente ni, tal vez, llegara a tiempo.

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Columan de Panzer III esperando la orden de marcha.

El día 31 de Mayo, Rommel envió a Haydon una petición formal de rendición, que fue rechazada sin ningún tipo de comentario. Fue la señal para que un intenso bombardeo preparara el terreno para el ataque de la 90ª Leichte Division. La infantería alemana avanzó hasta alcanzar el borde exterior de las defensas británicas, librando durísimos combates cuerpo a cuerpo. Después de varias horas, el ataque cesó, logrando las fuerzas alemanas algunos avances, pero a un precio elevado de bajas. Una hora después, la infantería de Rommel volvió a atacar, esta vez con el apoyo de los blindados, y se consiguió romper la línea defensiva británica. La ferocidad del combate fue extrema por ambas partes, con los defensores empeñados en cerrar cada brecha y los atacantes presionando en todo el frente. Con la llegada de la noche y extenuados por el combate, los dos bandos se retiraron.

Para los hombres de la 150ª Brigada, haber aguantado un día más era una pequeña victoria, pero sobre el mapa su posición era desesperada. El área que ahora defendían se había visto reducida a la mitad de la inicial, líneas enteras de trinchera habían sido rebasadas y tomadas por el enemigo, todos los puestos aislados habían sido eliminados, y aunque la moral se sostenía, ésta era mayor que la munición y suministros restantes. Además, y en algo que por algunos fue considerado como un insulto al sacrificio de los defensores, el planeado ataque del 8º Ejército sobre los flancos y la retaguardia de Rommel había sido pospuesto 24 horas por necesidades de organización. Aquella noche no llegó ningún mensaje de Ritchie a las extenuadas fuerzas de Haydon, ni se realizó ningún ataque menor de diversión que aliviara en alguna medida la presión sobre los defensores.

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Un 88mm en acción como pieza antitanque.

El día 1 de Junio, Rommel ordenó un ataque masivo sobre la posición de la 150ª Brigada, apoyado por la mayor concentración posible de aviación y artillería disponibles. Como era de esperar, la resistencia de los hombres de Haydon fue aplastada por tamaña demostración de fuerza, aunque hicieron pagar un alto precio a los atacantes por cada metro de posición conquistado. El propio Rommel se puso al frente de una de los pelotones de vanguardia, liderando el ataque en la que tal vez fuera la última vez en la historia de la guerra en que un general comandó en combate a una fuerza tan reducida. La rendición de la 150ª Brigada en Sidi Muftah supuso la captura de 3.000 prisioneros, entre los que no se encontraba el general Haydon. Cuando Rommel se dirigió a lo que quedaba del Cuartel General de la brigada para felicitar personalmente a Haydon por su valentía y la de sus hombres, recibió la noticia de que éste había muerto en uno de los bombardeos realizados a primera hora de aquel día.

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Suboficial británico con un 28mm PzB41 capturado.

Las noticias de la derrota de la 150ª Brigada no llegaron a Ritchie hasta la noche del 1 de Junio. Entre tanto, el comandante del 8º Ejército seguía adelante con su plan de atacar a Rommel en El Caldero desde el norte y el este, apoyando la salida de la 150ª Brigada desde su posición. Pero sin embargo, el desorden en el bando británico era total. El XIII C. E. de Gott no iba a emplear la 69ª Brigada, sino que esperaba que fuera la 150ª la que avanzara desde el cerco para enlazar con la 69ª; y si fuera necesario, Gott decidió que sólo se utilizará un batallón para apoyar la salida de la para entonces ya inexistente 150ª. Por parte del XXX Cuerpo, la 10ª Brigada India empleó tanto tiempo en avanzar desde Tobruk, casi dos días, que el general Messervy, que había sido puesto al mando de la unidad, cancelo el ataque, e informó a Norrie sólo después de haber tomado tal decisión. En resumen, el plan de Ritchie para un ataque simultáneo que liberara a la 150ª Brigada y cercara a Rommel se había visto reducido al avance de un único batallón. Cuando Ritchie recibió la noticia de la derrota de la 150ª Brigada, si bien no pudo por menos que sentir la pérdida de Haydon y sus hombres, todavía siguió pensando que se encontraba en una posición excelente para rodear y derrotar a las fuerzas de Rommel. Sin embargo, Auchinleck veía las cosas de manera bien diferente; según él, la posición del enemigo era un peligroso y poderoso saliente en la línea del 8º Ejército, y puso sobre aviso a Ritchie de la posibilidad de que su ejército pudiera perder la iniciativa.

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Soldados de infantería de la 15ª Panzer tras los combates. La alegría de sus rostros es reflejo de los últimos éxitos logrados.

Con la derrota de la 150ª Brigada, Rommel había abierto definitivamente sus rutas de aprovisionamiento hacia el oeste, y la concentración de sus fuerzas hacia posible reforzar cualquier punto crítico de su posición con la rapidez necesaria ante la eventualidad de un ataque enemigo. Por otra parte, las tácticas de Ritchie se habían mostrado tan predecibles y simples, que la posibilidad de una situación crítica no era la de mayor peso de las barajadas por Rommel. Tal vez fuera el momento de fijar su atención sobre otra posición enemiga aislada en el sur: Bir Hakeim.

Continuará.
Fuente: Gazala 1942, Rommel’s greatest victory. Ken Ford, Osprey Publishing.
Rommel’s Afrika Korps. Pier Paolo Battistelli, Osprey Publishing.
World War II Desert Tactics. Paddy Griffith, Osprey Publishing.
http://en.wikipedia.org
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Re: Las Batallas de Gazala y Tobruk, 1942.

Mié Jul 01, 2009 7:01 pm

Tras un paréntesis más largo de lo deseado, volvemos sobre los pasos de Rommel hacia Gazala, haciendo un alto para derrotar a las fuerzas británicas en El Caldero y estancandose un poco inesperadamente en Bir Hakeim.

Saludos.

El Caldero (2)

La posición de Bir Hakeim estaba guarnecida por la 1ª Brigada Francesa Libre, comandada por el General de Brig. Koenig, y estaba compuesta por seis Batallones de Infª, de los cuales dos pertenecían a la 13ª Semibrigada de la Legión Extranjera, un Batallón de Artillería y una Cia. Antitanque. En términos de potencia de fuego, al comienzo de los enfrentamientos la Brigada podía desplegar 26 cañones de campaña (la mayoría piezas obsoletas de 75mm), 62 cañones antitanque de diversos calibres y 44 morteros. Desde el punto de vista de las infraestructuras, la posición de Bir Hakeim no era mucho más que una sucesión de posiciones, algunas con refugios subterráneos, y líneas de trincheras que se extendían sobre una extensión de desierto.

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Legionario de la guarnición de Bir Hakeim.

Durante el primer ataque a la posición, llevado a cabo el 2 de Junio por las divisiones Trieste y 90ª Leichte junto con algunos tanques de la Ariete, las líneas de defensa habían llegado a ser rebasadas en algunos puntos, pero la tenaz resistencia de los defensores, especialmente de los legionarios españoles de la 13ª en lo que fue conocido como “El Recital Español”, acabaron haciendo retroceder a las tropas germano-italianas. En palabras del general De Bollardiere:

“Parece que los estoy oyendo: -¡Como en Madrid, compañeros! ¡A por ellos!-. Las botellas de gasolina saltaban por todos lados, aquello era una especie de fuegos artificiales… “

En el Diario de Marcha de la 13ª Semibrigada se anotó que:

“Tras inmovilizar a los atrevidos tanques de la División Ariete, los legionarios se subían a ellos, la emprendían a tiros con sus ocupantes disparando por las aspilleras, hasta que se abrían las torretas y las portezuelas y se rendían. A las 10 horas, los tanques que aún no habían alcanzado el campo atrincherado dieron media vuelta, dejando sobre el terreno sesenta y tantos tanques, más o menos, despanzurrados. La Legión capturó un centenar de prisioneros, entre los cuales se encontraba el coronel Frisimone, de la Ariete.”

Mientras tanto, de vuelta al escenario principal de los combates, Auchinleck y Ritchie debían decidir que hacer a continuación. Auchinleck era partidario de realizar un ataque por parte del XIII C.E. en dirección a Bir el Temrad, en la retaguardia de las fuerzas del Eje, 16 km al oeste de la Línea Gazala. Sin embargo, Ritchie y sus oficiales eran contrarios a dicho planteamiento, ya que probablemente no podrían detener una ofensiva acorazada de Rommel mientras el XIII C.E. realizaba la maniobra. Finalmente, Ritchie decidió que la mejor opción posible era primero acabar con las fuerzas móviles de Rommel en El Caldero. Justamente lo que Rommel esperaba que hicieran.

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De izda. a dcha., los generales Norrie, Ritchie y Gott.

La operación, que recibió el nombre en clave de Aberdeen, se fijó para noche del 4 al 5 de Junio, y se debía desarrollar en dos fases: Primero, la 10ª Brigada India debería atacar desde el este, precedida de un intenso fuego artillero de barrera, y abrir un corredor en los campos de minas y líneas de artilleria antitanque de Rommel, a continuación, la 32ª Brigada Acorazada atacaría desde el norte para capturar las colinas de Sidra que dominaban El Caldero. Entonces llegaría el turno de la 7ª Div. Acorazada de Messervy y la 9ª Brigada India, que atacarían a las fuerzas enemigas situadas en El Caldero. La 1ª Div. Acorazada debía evitar una posible salida de Rommel en dirección norte o noreste, y una vez que la batalla avanzara debería estar lista para aprovechar cualquier éxito sobre las líneas enemigas.

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Mapa de los combates de la Operación Aberdeen.

La batalla comenzó a las 02:50 del 5 de Junio, y en un principio la 10ª Brigada India consiguió inmediatos progresos sobre sus objetivos iniciales a cambio de pocas bajas. Con la llegada del día, el flanco este del Caldero había cedido y todo estaba preparado para el ataque blindado de Messervy y la 9ª Brig. India. Sin embargo, cuando la 22ª Brigada Acorazada avanzó con sus 156 carros entre Grant, Stuart y Crusader, se encontró con que la línea defensiva principal de Rommel había retrocedido respecto de sus supuestas posiciones iniciales. En otras palabras, el bombardeo artillero de barrera había caido en tierra de nadie, y las defensas antitanques del Eje se encontraban intactas. Inmediatamente, un devastador fuego cayó sobre los blindados británicos. Con tremendas pérdidas, la 22ª Brigada se retiró en dirección a la posición de Knightsbridge, evitando caer en un combate cercano contra los blindados alemanes que avanzaban a cubierto de sus anticarro. Sin embargo, con ese movimiento, habían dejado solas frente a la fuerza acorazada enemiga a las brigadas indias 9ª y 10ª.

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Combate de tanques en el Caldero durante la Operación Aberdeen.

En el norte, las cosas para la 32ª Brigada Acorazada que debía hacerse con las colinas de Sidra habían ido de mal en peor. Primero había caído en un campo de minas, para después caer bajo el fuego de los antitanques de la 21ª Div. Panzer. Para cuando llegó la orden de retirada, la brigada había perdido 50 de sus 70 carros.

En el Cuartel General, la preocupación crecía conforme llegaban las noticias de los combates. Los comandantes de ambas fuerzas atacantes no sabían que hacer para volver a ganar la iniciativa. En un principio se envió a la 2ª Brigada Acorazada, reforzada por un batallón de infantería motorizada y un regimiento de artillería, para que apoyara a las fuerzas de Messervy al sur de Knightsbridge, pero la recepción de varias contraórdenes procedentes de la 7ª Div. Acorazada acabó paralizando su avance.

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Carro Grant perteneciente al Cuartel General de una Brigada británica sin identificar.

A media tarde, para Rommel estaba claro que el ataque británico había fracasado, y ordenó al Afrika Corps y a la Div. Ariete que avanzaran atacando en dirección este y noreste, lo que acrecentó aún más la confusión entre las fuerzas de Ritchie, algunos de cuyos Cuarteles Generales tuvieron que ser evacuados a toda prisa ante el peligro de caer bajo las vanguardias enemigas. El propio Messservy se vio por segunda vez aislado de sus hombres y obligado a huir para no caer prisionero. Un movimiento de flanco de la 15ª Div. Panzer dejó aislada a la 9ª Brigada India, y rodeó por completo a la 10ª. La situación no llegó a degenerar en un estado de pánico total, pero estuvo muy cerca, con todas las fuerzas británicas batiéndose en retirada y con sus líneas de comunicaciones rotas.

Con las fuerzas blindadas enemigas en retirada, Rommel cargó contra la infantería y artillería que todavía estaban aisladas y rodeadas en El Caldero. El día 6 de Junio, después de una dramática resistencia, el 4º Batallón del 10º Regimiento Baluch, el 2º del 4º Rgto. Gurkha Rifles, el 3º del 9ª Rgto. Jat, el 50º Rgto de Reconocimiento, los Regimientos 4º, 28º y 157º de Artillería Real y el 107º Rgto de Artillería Montada, fueron eliminados. Toda la artillería de la 5ª División India había sido capturada, y se habían tomado 4.000 prisioneros.

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Un Crusader y su tripulación a la espera de la orden de avance.

Rommel no reparaba en críticas hacia el VIII Ejército. No podía entender porque su comandante no había lanzado sobre él todas sus fuerzas, no habiendo empleado a tres de sus divisiones (la 1ª Sudafricana, la 50ª Div. Acorazada y la 1ª Div. Acorazada). “De qué sirve la superioridad numérica –escribió en su diario- si se permite que el enemigo elimine una por una a tus unidades y pueda concentrar fuerzas superiores en cada momento y en los lugares decisivos?”

Con los británicos derrotados, Rommel podía concentrarse en eliminar la resistencia francesa de Bir Hakeim. El día 3 de Junio, Rommel envió un ultimátum a Koenig pidiendo la rendición de la guarnición:

“A las tropas de Bir Hakeim. Toda resistencia ulterior conducirá a una efusión inútil de sangre. Cualquier resistencia no les conducirá más que a correr la suerte de las dos brigadas inglesas de Gott el Oualeb, que fueron exterminadas anteayer. Suspenderemos nuestro ataque tan pronto como icen la bandera blanca y acudan a nuestras filas desarmados. Rommel, General-Oberst.”

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Ultimatum de Rommel a la guarnición de Bir Hakeim.

Koenig no respondió a la petición de rendición, y cursó a sus hombres el siguiente mensaje:

“Debemos estar preparados para resistir y oponernos a un severo ataque que el enemigo lanzará con todos los medios de que dispone, aviación, blindados, artillería, infantería… El ataque que se prepara será el más duro que hayamos conocido. Estoy seguro de que cada uno de vosotros cumplirá con su deber sin el más mínimo desfallecimiento, en el puesto que se le ha confiado, esté o no aislado de los demás. Que todos, oficiales y soldados, capten bien el significado de mis palabras. Nuestra misión es resistir a cualquier precio, hasta la victoria definitiva. Buena suerte a todos. Koenig.”

En la noche del 6 de Junio, se dio la orden de que un grupo de combate de la 15ª División Panzer se dirigiera al sur para reforzar el asalto sobre la posición, mientras que el grueso de las fuerzas blindadas permanecía en las cercanías de Knightsbridge, ahora bautizado Servantsbridge por los alemanes (Knightsbridge=Puente de los Caballeros, Servantsbridge=Puente de los Siervos), para mantener allí a las fuerzas británicas que se habían retirado a la posición. Por otra parte, Ritchie no podía mover sus fuerzas blindadas de allí sin que ello supusiera abrir a Rommel una puerta para atacar Tobruk o el gran depósito de suministros de Belhamed.

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Soldados italianos de la Div. Trieste observan un bombardeo de Stukas sobre la posición de Bir Hakeim.

Un nuevo ataque sobre Bir Hakeim fue llevado a cabo el 7 de Junio, pero nuevamente fue rechazado por los defensores franceses. Rommel insistió en que la posición debía ser tomada al día siguiente, y envió un nuevo Kampfgruppe de la 15ª Div. Panzer y el Gruppe Hecker al completo para apoyar el asalto. El 8 de Junio, la Luftwaffe intensificó sus ataques sobre Bir Hakeim, lanzando 45 bombarderos y 54 cazas, que precedieron a los ataques de la infantería y los blindados. Sin embargo, la posición seguía resistiendo. Koenig comunicó al Cuartel General que sus hombres estaban exhaustos, y que se hacía necesaria una operación que permitiera la retirada, además de solicitar mayor apoyo aéreo. Sin embargo, y por extraño que pueda parecer, no se había planteado ningún plan para apoyar la salida de las fuerzas francesas cercadas, y aunque la 7ª Brigada Motorizada y la 29ª Brigada India se encontraban en el área atacando las comunicaciones enemigas, entre sus órdenes no se encontraba la de ayudar a sus camaradas aislados en Bir Hakeim. Por el contrario, se dio a la posición todo el apoyo aéreo posible, llegando a contabilizar la Desert Air Force 478 salidas sólo el 8 de Junio contra las fuerzas de Rommel, derribando además un avión alemán y tres italianos con unas pérdidas propias de 8 aparatos.

Los ataques prosiguieron el día 9 de Junio, encontrándose con la misma tenaz resistencia por parte de los cercados que ya habían desplegado los días anteriores. Esta vez se intentó un ataque sobre el flanco enemigo por parte de algunos elementos de lsa fuerzas británicas presentes en la zona, pero no fueron lo suficientemente firmes como para causar problemas a las fuerzas del Eje.

En Bir Hakeim la situación era más crítica conforme avanzaban los días. Las defensas del perímetro se iban estrechando cada vez más, y cada nuevo asalto debilitaba un poco más las trincheras y posiciones francesas. Los hombres de Koenig estaban combatiendo desde el inicio de la ofensiva enemiga el 27 de Mayo, y el cansancio iba haciendo mella en ellos, pero la moral seguía siendo alta, sobre todo por parte de los hombres de la Legión Extranjera, que inmediatamente cubrían cada brecha que los asaltos enemigos abrían en sus defensas.

El 10 de Junio, Ritchie decidió que la guarnición de Bir Hakeim debía retirarse aprovechando las horas de oscuridad, pero el repliegue no pudo ser llevado a cabo ese día por falta de los transportes que Koenig había solicitado para sus heridos, y debió retrasarse un día más. Para entonces, Rommel había decidido que ya había tenido suficiente de la terca resistencia de Bir Hakeim, y se desplazó en persona hacia la posición para comandar personalmente el ataque final. Durante todo el día, la infantería motorizada se abrió paso entre los campos de minas y las alambradas de los defensores. Por la tarde, la Luftwaffe realizó el mayor bombardeo hasta la fecha sobre la posición francesa, debilitando aún más el perímetro defensivo de los hombres de Koenig. Con la caida de la tarde, los cañones y los morteros de los defensores dispararon sus últimos proyectiles, y las tropas coloniales y legionarias se enfrentaron una vez más cuerpo a cuerpo a los asaltantes alemanes. Intentar resistir un solo día más era una locura, y no era la intención de Koenig el “hacer Camerone”, como se solía llamar en la Legión a una resistencia que condujera a la muerte a todos los defensores (recordando la famosa Batalla de Camerone, el 30 de Abril de 1863).

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Soldados y legionarios de la guarnición de Bir Hakeim tras lograr alcanzar el punto de reunión con los británicos tras su salida. La alegría es evidente en todos ellos.

Los ingenieros franceses lograron abrir un paso entre los campos de minas, y posibilitar así una vía rápida de evacuación. Reuniendo todos los vehículos todavía en funcionamiento, la mayoría Bren Carriers, para transportar a los heridos, la noche del 10 al 11 de Junio se dio la orden de retirada, dejando en Bir Hakeim a dos compañías que debían mantener el contacto con el enemigo, hacer de señuelos y cubrir la retirada. Aunque en un principio se logró la sorpresa, el movimiento fue descubierto por los sitiadores, e inmediatamente comenzaron a llover los proyectiles de mortero y el fuego de ametralladora sobre las tropas en retirada. Una vez más, el valor de los legionarios fue clave para el éxito de la operación, lanzándose al asalto de las posiciones alemanas e italianas que amenazaban el flanco de la retirada. Finalmente, las tropas francesas lograron alcanzar los camiones preparados por la 7ª Brigada Motorizada 10km al noreste de Bir Hakeim, y romper el cerco enemigo. Durante los dos días siguientes, y hasta una semana más tarde, pequeños grupos seguirían llegando al punto de reunión. Finalmente 2.700 hombres de la guarnición de Bir Hakeim, de los 3.600 que la componían al inicio de la batalla, consiguieron alcanzar las líneas británicas. El mayor número de bajas se produjo el día de la salida: 124 muertos, 190 heridos y 384 desaparecidos. La mayoría de ellos eran legionarios, y una buena parte españoles. El precio que el Eje había pagado por tomar Bir Hakeim había sido alto, 3.300 hombres entre muertos, heridos y desaparecidos. Y tal vez lo más importante, una parte de las tropas de Rommel habían estado detenidas durante quince días por una guarnición que en principio apenas contaba para los planes británicos.

En palabras de Auchinleck: “Las Naciones Unidas deben estar llenas de admiración y gratitude hacia las tropes francesas y su valiente general.” Y Churchill declaró que: “Resistiendo durante quince días la ofensiva de Rommel, los Franceses Libres de Bir Hakeim han contribuido a salvar el destino de Egipto y el Canal de Suez”.

De Gaulle declaró a Koenig: “Escúcheme, y dígaselo a sus tropas: toda Francia les contempla, ustedes son nuestro orgullo.”

Continuará.
Fuente: Gazala 1942, Rommel’s greatest victory. Ken Ford, Osprey Publishing.
Rommel’s Afrika Korps. Pier Paolo Battistelli, Osprey Publishing.
World War II Desert Tactics. Paddy Griffith, Osprey Publishing.
Republicanos Españoles en la Segunda Guerra Mundial. Eduardo Pons Prades. La Esfera de los Libros.
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Re: Las Batallas de Gazala y Tobruk, 1942.

Dom Jul 12, 2009 10:12 pm

Más madera, algo empieza a ir rematadamente mal para los británicos, y de maravilla para Rommel y sus fuerzas.

Saludos.

El Desastre del Arma Acorazada Británica

El tiempo ganado por el VIII Ejército gracias a la resistencia de la guarnición de Bir Hakeim no se empleó en cambio de forma práctica. El XXX Cuerpo se limitó a maniobrar defensivamente en torno a las defensas de Knightsbridge y El Adem, a la espera del siguiente movimiento de Rommel. Auchinleck esperaba que el siguiente ataque del Eje contra las sólidas defensas británicas no hiciera más que extenuar a las tropas enemigas, pero si bien era cierto que las pérdidas de Rommel eran importantes, también lo era el que tras cada enfrentamiento éstas mantenían la iniciativa, no pudiendo decirse lo mismo de Norrie y los comandantes de sus formaciones blindadas.

Sobre el papel, la superioridad de las fuerzas de Ritchie era evidente. Cinco de las siete brigadas emplazadas en la Línea Gazala desde el inicio de los combates no habían sufrido prácticamente ningún desgaste, y todavía podían incrementarse en dos más añadiéndolas la 11ª Brigada de la 4ª Div. India y la 20ª de la 10ª Div. India, que acababan de incorporarse desde Egipto e Irak. En cuanto a blindados, para el 11 de Junio las dos divisiones acorazadas sumaban 185 carros, 77 de ellos Grants, y la 32ª Brigada disponía de 86 Matildas y Valentines. Por parte enemiga, se estimaba que Rommel no disponía de más de 200 tanques, 85 de los cuales eran los M13 italianos y Panzer II.

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Un Panzer III de observación acompañando al vehículo de Rommel.

Pero en lo que no había comparación era en algo tan importante como el número y el armamento: la moral. Por parte británica, las elevadas pérdidas de hombres y materiales, que se traducían en nuevos reemplazos no familiarizados con el frente y en nuevos vehículos que con mucha frecuencia necesitaban mantenimiento antes de entrar en acción, así como el fatalismo que inundaba el ánimo de los veteranos, minaban la confianza de los soldados e incluso de sus comandantes. Por otra parte, el constante intercambio de unidades entre formaciones dificultaba las comunicaciones en la cadena de mando, y las relaciones entre Ritchie y sus comandantes de cuerpo, Norrie y Goth, eran cada vez más tensas, plagadas de constantes contradicciones y objeciones.

Con la pérdida del flanco sur, la línea de defensa británica se había reducido y extendido hacia el este. En aquellos momentos discurría entre la parte norte de la Línea Gazala, junto al mar, y Alem Hamza, en el sur, todavía en manos de las divisiones 1ª y 50ª Sudafricanas. Desde Alem Hamza a lo largo de Acroma, se habían creado cinco nuevas posiciones defensivas, cada una de ellas guarnecida por un batallón de infantería, una batería de artillería y algunas piezas antitanque. Knightsbridge permanecía en manos del 201º de Guardias, y la 29ª Brigada India defendía El Adem. En Tobruk se hallaba guarnecida la 2ª Div. Sudafricana, además de otras pequeñas unidades establecidas en Sidi Rezegh y Belhamed. El grueso de las fuerzas blindadas británicas se hallaba desplegado entre Knightsbridge y El Adem.

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Una columna alemana avanzando ante los restos de un camión.

En Bir Hakeim, Rommel reunió a sus comandantes para preparar su siguiente movimiento. La 90ª Leichte avanzaría una vez más por el flanco derecho, al sur de El Adem, en dirección a Belhamed. La 15ª Panzer y la Trieste harían lo propio por el flanco derecho, penetrando entre Knightsbridge y El Adem y teniendo como objetivo el aeródromo al norte de El Adem y posteriormente Tobruk. La 21ª Panzer y la Ariete, todavía en las cercanías de El Caldero, protegerían las rutas de suministro principales hacia el oeste, impidiendo cualquier avance de la infantería británica y amenazando a sus fuerzas blindadas en Knightsbridge.

Mediada la tarde del 11 de Junio, las fuerzas del Eje se pusieron en marcha. El avance de la 90ª Leichte fue pronto objetivo de los ataques de la 7ª Brigada Motorizada y de dos columnas de tropas indias todavía posicionadas en el flanco sur, pero en ningún momento se coordinaron dichos ataques como una contraofensiva real. Sin embargo, el movimiento de las tropas alemanas tampoco pasó desapercibido para la RAF, que inmediatamente informó a Norrie del movimiento enemigo. Como respuesta se ordenó avanzar a la 4ª Brigada Acorazada, estacionada en Knightsbridge, en dirección sureste. A la caida de la noche, la brigada había alcanzado una zona de terreno elevado en Naduret el Ghesceuasc, y decidió detenerse en aquel lugar hasta el amanecer. Curiosamente, lo mismo que hizo la 15ª Div. Panzer, detenida a unos pocos kilómetros al sureste de la fuerza británica. Cuando Norrie fue informado de la presencia de la 15ª Panzer, decidió que sería un momento excelente para reforzar a la 7ª División Acorazada de Messervy con los tanques de la 2ª Brigada, y realizar un ataque contra el flanco de las fuerzas blindadas alemanas, confiando en disponer aún de suficientes unidades acorazadas en Knightsbridge para lidiar con las otras dos divisiones del Eje estacionadas en El Caldero. Sin embargo, el nuevo plan de Norrie volvió a convertirse en una sucesión de despropósitos estratégicos y de mando.

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Un Crusader fuera de combate inspeccionado por soldados alemanes.

Por una parte, Lumsden no estaba dispuesto a entregar una de sus brigadas a Messervy, y éste creía que era más adecuado concentrar su división uniéndola a la 4ª Brigada Acorazada para así alcanzar el flanco sur de la 15ª Panzer junto a la 7ª Brigada Motorizada. Pero eso no era todo, ya que el comandante de la 4ª Brigada Acorazada, el brigadier Richards, no estaba de acuerdo con el plan de Messervy y prefería mantener su posición. También el comandante de la 2ª Brigada Acorazada, el brigadier Briggs, tenía su propia opinión, faltaría más, y veía más acertado hacer volver a su unidad junto a la 1ª Div. Acorazada, a la que pertenecía. Un desbarajuste semejante habría generado en cualquier ejército una sucesión de ceses y consejos de guerra en cadena, pero no en el VIII Ejército. Messervy, enfurecido por la actitud de ambos brigadieres, decidió reunirse con Norrie, y, una vez más, cuando se dirigía al Cuartel General del XXX Cuerpo estuvo a punto de caer prisionero cuando se topó con una patrulla enemiga, teniendo que pasar el resto de la noche ocultándose en el desierto. Mientras tanto, Richards y Briggs mantuvieron a sus brigadas en posición a la espera de órdenes.

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Los decisivos combates de los días 12 y 13 de Junio.

Mientras se desarrollaba el sainete británico, la 15ª Div. Panzer avanzó hacia el norte, en dirección a las dos brigadas acorazadas británicas, que no sin esfuerzo y gracias a la potencia de fuego de los Grant, lograron detener el ataque. En la tarde del día 12, Norrie se convenció de que Messervy había vuelto a desaparecer, y decidió poner las fuerzas blindadas bajo el mando de Lumsden. También advirtió que Rommel había dispersado sus fuerzas móviles a lo largo de un extenso frente, y consideró que aquel era el momento perfecto para lanzar un ataque sobre sus flancos. Por tanto, ordenó a la 22ª Brigada Acorazada que avanzara desde Knightsbridge, reuniendo así a todos sus blindados operativos para la operación. Pero antes de que las órdenes de Norrie se pusieran en práctica, Rommel en persona ya había reunido a la 15ª Panzer con las fuerzas del Afrika Corps de Nehring, y reforzándose con la 21ª Panzer, organizando así un nuevo ataque contra los británicos, directo hacia las posiciones del XXX Cuerpo.

El combate en las posiciones de Ghesceuasc fue creciendo en intensidad y derivando en enfrentamientos carro contra carro, con ambas fuerzas dispuestas a no cejar en la defensa y el ataque por cada metro de terreno. Entonces, y apareciendo casi de la nada, la 21ª Panzer se lanzó contra el flanco derecho de la 4ª Brigada Acorazada, que en poco tiempo perdió 20 de sus carros y se vio forzada a retroceder. Para acabar de empeorar la situación, los antitanques alemanes comenzaron a golpear el flanco izquierdo británico. Cuando parecía que el cerco estaba a punto de consumarse, la llegada de la 22ª Brig. Acorazada hizo posible que la 4ª Brigada se retirara con un cierto orden, retrocediendo casi hasta Tobruk, a lo largo de la carretera El Adem-Acroma. Su fuerza blindada había quedado reducida a sólo 15 carros operativos.

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Panzer III Ausf G de la 90ª Leichte.

Lumsden ordenó a las restantes dos Brigadas Acorazadas que se retiraran al este de Knightsbridge, mientras que las dos divisiones alemanas avanzaban hacia el norte; la 15ª Panzer a una posición entre las fuerzas británicas y El Adem, y la 21ª Panzer al oeste de Knightsbridge. Más hacia el este, la 90ª Leichte había avanzado más allá del flanco oriental de El Adem, entre el grueso del VIII Ejército y el centro de suministros de Belhamed. Para cuando los combates de aquel 12 de Julio llegaron a su fin, las fuerzas blindadas británicas habían perdido 138 tanques.

El día 13 de Junio, para Ritchie era claro que Rommel estaba en una posición inmejorable para avanzar hacia el norte y aislar el grueso del XIII Cuerpo de Gott, y si los acontecimientos se desarrollaban así, las divisiones 1ª y 50ª Sudafricanas quedarían cercadas. Las opciones para Ritchie se limitaban a dos: mantener la posición y combatir o retirarse hacia el este, probablemente hasta la frontera con Egipto. Ambas posibilidades entrañaban su riesgo. Si intentaba mantener las posiciones, sus fuerzas blindadas podrían ser destruidas y las divisiones de infantería aisladas. Por el contrario, si retrocedía hacia el este podría verse envuelto en una retirada desordenada que acabaría en desastre y dejaría Tobruk en manos del enemigo. Ritchie, en una decisión apoyada por Auchinleck y Churchill, optó por resistir. Ante la perspectiva de que el XIII Cuerpo de Gott quedara en el centro de su dispositivo defensivo, decidió transferir la 1ª Div. Blindada al XIII Cuerpo de Ejército. La unidad recibió la orden de mantener la línea Acroma-Knightsbridge, mientras que el XXX Cuerpo de Norrie tenía como misión hostigar la retaguardia enemiga con el apoyo de la 7ª Brig. Motorizada y la 10ª Div. India.

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La posición británica de Knightsbridge. Al fondo un Matilda.

El mismo día, Rommel avanzó hacia el norte con la 15ª y 21ª Divs. Panzer, rodeando la posición de Knightsbridge y enfrentándose a la resistencia de la 201ª Brig. de Guardias y a las fuerzas blindadas que guarnecían la posición. Al finalizar el día, las fuerzas británicas se habían reducido a 70 carros, y Knightsbridge estaba a punto de ser rodeado. Ante la posibilidad de otro desastre similar al sufrido por la 150ª Brigada, Gott dio la orden de retirada a la 201ª, que aquella misma noche retrocedió hacia el noreste en dirección a Tobruk. El empuje del avance alemán hizo que Rommel intentara proseguir hasta cercar a las dos divisiones británicas estacionadas en la Línea Gazala cortando la carretera de la costa, pero sus exhaustas tropas no fueron capaces de romper las líneas de defensa enemigas alrededor de Eluet et Tamar.

Los combates de los últimos dos días habían prácticamente terminado con la cohesión del VIII Ejército. Incluso Auchinleck se vio forzado a admitir que la derrota de sus fuerzas blindadas era un hecho incuestionable, y que en aquel momento tanto la calidad como la cantidad de las tropas de Rommel eran superiores. Ahora se trataba de salvar de la debacle a la mayor parte de fuerzas posible, y la estrategia del VIII Ejército debía ser cómo sobrevivir a la derrota. Con la caida de Knightsbridge se había perdido una posición vital en la línea de defensa británica, y toda el área al oeste de Acroma era ahora vulnerable. Para evitar el casi inmediato cerco de las dos divisiones de infantería del XIII Cuerpo atrincheradas en la Línea Gazala, éstas debían retirarse de inmediato hacia el este, pero ¿qué se iba a hacer con Tobruk?

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Norrie (izda.), comandante del XXX Cuerpo de Ejército Británico.

Ya en Febrero, tanto Ritchie como Auchinleck habían coincidido en que si la ofensiva de Rommel tenía éxito habría que abandonar Tobruk. Un segundo sitio del puerto sería un nuevo desastre, con la pérdida de recursos que inevitablemente supondría, y la estrategia inicial se había concebido sobre la base de evitar que el VIII Ejército maniobrara hasta una posición que supusiera la pérdida de Tobruk. Pero los hechos, desafortunadamente para los británicos, habían desembocado precisamente a lo que se había querido evitar. Sin embargo, entregar Tobruk a Rommel era una decisión difícil de ejecutar, no ya sólo por el valor efectivo y simbólico del puerto, sino también por el efecto del hecho en la moral y por el deseo expreso de Churchill de mantener Tobruk en manos británicas. Una posible solución de compromiso podría llevarse a cabo si el VIII Ejército dispusiera de un par de semanas para recomponerse y se mantenía abierta la carretera hasta Tobruk de forma que su guarnición pudiera se apoyada, además de disponer de las ingentes cantidades de suministros allí almacenadas.

Como primera medida, Ritchie decidió que las dos divisiones sudafricanas ubicadas en la Línea Gazala, la 1ª y 50ª, se retiraran hasta la frontera con Egipto y organizaran una línea defensiva tras la que las fuerzas blindadas restantes del VIII Ejército pudieran reagruparse. La retirada daría comienzo la noche del 14 de Junio, y al mismo tiempo se destruirían los depósitos de suministros de Belhamed, evitando así que los casi seis millones de litros de combustible allí almacenados cayeran en manos enemigas. Ritchie envió una transmisión a Auchinleck solicitando su opinión sobre el plan, pero omitió las órdenes ya emitidas a las dos divisiones sudafricanas para su retirada hasta Egipto.

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Rommel abordo de su semioruga Sdkfz 250 "Greif".

Auchinleck había creido que la decisión inicial de Ritchie de mantener las posiciones y combatir no incluía la retirada de ninguna unidad, y confiaba en que las pérdidas sufridas por Rommel le impedirían realizar cualquier operación a gran escala de forma inmediata, especialmente cuando la Inteligencia Británica había informado de que las fuerzas del Eje estaban escasas de munición. Las órdenes de Auchinleck, por tanto, fueron claras, no habría ninguna retirada de Tobruk, y se mantendría la línea Acroma-El Adem-Bir Gubi, debiendo Ritchie mantener la movilidad de sus fuerzas para contraatacar cualquier intento de avance de Rommel.

Pero las dos divisiones sudafricanas recibieron la orden de retirada, y comenzaron su movimiento la noche del 14 de Junio. La 1ª División debía moverse a lo largo de la costa, en dirección a Tobruk, y después proseguir hasta la frontera egipcia. La 50ª División, ubicada más al sur, tendría que retirarse hacia el sur, rodeando Bir Hakeim y a lo largo del desierto hasta la frontera. El resto de pequeñas guarniciones emplazadas entre la Línea Gazala y Acroma también deberían retirarse. La retirada de los sudafricanos recibió la ayuda inesperada de una tormenta de arena, que inicialmente ocultó sus movimientos, pero avanzada la noche comenzaron a tener que enfrentarse con algunas unidades alemanas y abrirse camino combatiendo. La peor parte se la llevó la retaguardia de la 1ª División, que sufrió 27 muertos y más de 350 heridos y desaparecidos. La retirada de la 50ª División fue mucho más dura, ya que en primer lugar debía abrirse camino a través del X Cuerpo Italiano. Para ello, la unidad se dividió en dos brigadas, cada una de ellas con un batallón que debería abrir una brecha en las posiciones italianas, y así facilitar la retirada de la fuerza principal. En medio de una tormenta de arena que cayó aquella tarde sobre las posiciones italianas, ambos batallones se lanzaron al asalto, y después de una serie de feroces combates lograron abrir un paso para la retirada de la división. Finalmente, para el 16 de Junio, el grueso de la división alcanzó la frontera egipcia.

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Un camión británico y su tripulación, alcanzados por la artillería alemana.

Con la retirada de todas las fuerzas situadas al oeste de Acroma, las posiciones británicas se extendían ahora desde Tobruk a El Adem, adentrándose en el desierto. El VIII Ejército había retrocedido 129kms desde sus líneas originales, y sus puntos principales de defensa se habían reducido a Tobruk, El Adem y Belhamed. Sus fuerzas acorazadas principales se habían reducido a una única brigada, la 4ª, además de los restos de las demás formaciones, y prácticamente no disponía de reservas útiles.

La fortaleza de las unidades del Eje también había mermado de forma considerable desde el inicio de los combates, pero la iniciativa seguía estando en las manos de Rommel. El próximo movimiento sería hacia Tobruk.

Continuará.
Fuente: Gazala 1942, Rommel’s greatest victory. Ken Ford, Osprey Publishing.
Rommel’s Afrika Korps. Pier Paolo Battistelli, Osprey Publishing.
World War II Desert Tactics. Paddy Griffith, Osprey Publishing.
Armor of the Deutsches Afrikakorps. Tom Cockle. Concord Publications.
Republicanos Españoles en la Segunda Guerra Mundial. Eduardo Pons Prades. La Esfera de los Libros.
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Re: Las Batallas de Gazala y Tobruk, 1942.

Sab Jul 25, 2009 5:46 am

Bueno, pues ya llegan a su final las andanzas de Rommel dando trabajo al 8º Ejército británico hasta la toma de Tobruk. Y como no podía ser de otra manera, con otra colección de desbarajustes estratégicos de Auchinleck y sus muchachos.

La Caida de Tobruk

Tal y como estaba la situación, el plan de Ritchie era que el XIII Cuerpo del Tte. Gral. Gott pudiera contener al enemigo si éste atacaba Tobruk, mientras que el XXX Cuerpo del Tte. Gral. Norrie se ocupara de las operaciones más allá del perímetro del puerto. Para ello, Norrie disponía de la 7ª Div. Acorazada, que incluía los restos de la 4ª Brig. Acorazada, la 7ª Brig. Motorizada, la 3ª Brig. India, la 29ª Brigada India estacionada en El Adem, y la 20ª Brig. India en Belhamed, con las que suponía poder impedir cualquier movimiento enemigo al este de Tobruk.

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Mapa con los movimientos británicos y del Eje durante el avance y cerco de Tobruk.

El 15 de Junio, Rommel detectó un gran movimiento de tropas británicas en dirección este, y lo interpretó como una retirada del grueso de las tropas de Ritchie hacia la frontera egipcia. Cuando informó de ello al mariscal Bastico, éste le ordenó que continuara los ataques y mantuviera la iniciativa con el fin de aislar Tobruk. Las fuerzas del Eje no podrían llevar a cabo un sitio de larga duración, ya que interferiría con el siguiente plan previsto: la captura de Malta. Además, todos los efectivos aéreos del Eje debían retirarse del Norte de África a finales de mes para participar en el ataque sobre la isla, y tampoco se esperaba recibir refuerzos ya que Hitler había dado la orden de paralizar cualquier movimiento de tropas en el Mediterráneo hasta la captura de Malta. Por todo ello, Rommel decidió que la mejor opción era continuar avanzando hacia el este, con el fin de aislar al mayor número posible de tropas británicas. La 21ª Div. Panzer recibió la orden de avanzar en dirección a Belhamed, y la 90ª Leichte de hacer lo propio sobre El Adem.

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Crusader alcanzado por anticarros alemanes.

La 90ª Leichte del general Kleeman fue la primera en avanzar, atacando a la 29ª Brigada India en El Adem el 15 de Junio. Sin embargo, el ataque fue rechazado, igual que el llevado a cabo por la 21ª Panzer sobre la posición B650, ocho kilómetros más al norte, en ambos casos gracias a la colaboración de la 7ª Brigada Motorizada. El éxito defensivo llevó a Norrie a comunicar a Ritchie que podría mantener la posición de El Adem sin demasiadas dificultades. Sin embargo, estaba cometiendo un error.

El día siguiente, 16 de Junio, la 21ª Panzer acabó con la resistencia del punto B650, y continuó avanzando sobre Belhamed. La posición de El Adem corría ahora el riesgo de quedar rodeada, y Norrie se vio obligado a dar la orden de retirada a la 29ª Brig. India, indicando que se dirigiera hacia el este. Con la retirada de los defensores, El Adem cayó en manos alemanas, lo que significaba el debilitamiento del extremo sur de las defensas de Tobruk. Peor aún, los aeródromos de la RAF en los alrededores de Gambut también se veían amenazados, y el Vice-mariscal Coningham tuvo que ordenar que todos los aviones allí estacionados se desplazaran 64km al este, a Sidi Azeiz, limitando severamente el apoyo aéreo disponible para el 8º Ejército británico.

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El cámara de una Cia. de Propaganda filmando el avance de un Panzer III Ausf J.

La siguiente posición británica en caer fue Belhamed, y con ello la situación se volvió insostenible, ya que la 21ª Div. Panzer pudo unirse a la 15ª Panzer avanzando sobre Gambut, y ponía al Afrika Korps en marcha en dirección al mar. La tarde del 17 de Junio, la 4ª Brigada Acorazada realizó un intento más de frenar el avance de los blindados alemanes entre El Adem y Belhamed, pero finalmente hubo de retirarse en dirección sureste, hacia las cercanías de Trig el Abd, donde recibió la orden de continuar la retirada hacia la frontera egipcia. Ahora, sin ningún apoyo acorazado disponible, la 20ª Brig. India tuvo que retroceder de sus posiciones en Belhamed, y dirigirse hacia el este, en dirección a Sollum, aprovechando la noche. Sin embargo, la ruta de escape de la brigada fue cortada cuando las fuerzas de Rommel alcanzaron la costa, y dos de sus unidades, el 1er. Batallón South Wales Borderers y el 3er. Batallón del 18º Rgto. Royal Garhwal Rifles, quedaron atrapados, cayendo la mayoría de sus hombres y equipo en manos alemanas. Con la retirada de la 20ª Brig. India, Rommel había logrado rodear Tobruk y expulsar a todas las tropas británicas en un área que se extendía 64km hacia el este. Una vez más, Tobruk estaba cercada.

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La zanja antitanque que discurría de Tobruk a El Adem fotografiada después de la guerra.

El 18 de Junio, Rommel informó a Berlín de sus progresos, así como de su intención de aprovechar el momento para proseguir la persecución de los británicos hacia el este, y solicitar el máximo apoyo de la Luftwaffe para acelerar la caída de Tobruk. En este sentido, aunque Kesselring estaba deseando comenzar cuanto antes con la ofensiva aérea sobre Malta, estuvo de acuerdo con Rommel en concentrarse por el momento en Tobruk. El puerto cercado estaba al alcance de los aviones basados en Gazala y El Adem y, con la retirada de la RAF hacia el este, la posibilidad de apoyo aéreo para los cercados era prácticamente nula. Por tanto, Kesselring ordenó que todos los bombarderos disponibles en el Norte de África se sumaran a las operaciones contra Tobruk, e incluso se procedió a trasladar algunas unidades desde Creta y Grecia para apoyar los ataques.

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La Luftwaffe bombardea el puerto de Tobruk.

Rommel no quería emplear demasiado tiempo en la captura de Tobruk, ya que su intención principal era la de continuar la persecución de las fuerzas británicas. Dio órdenes para que el asalto comenzara a primera hora del 20 de Junio, y que el XXI Cuerpo de Ejército Italiano, así como el X Cuerpo, que se encargaban de mantener el cerco al oeste y al sur, se sumaran al ataque. La 132ª Div. Ariete se encargaría de las posiciones al sureste, y el Afrika Korps del flanco oriental. La 90ª Leichte y la Div. Trieste se desplegarían hacia el este para vigilar todos los posibles movimientos del 8º Ejército, bien en dirección a Tobruk, bien hacia la frontera egipcia.

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Auchinleck durante la retirada del 8º Ejército hacia la frontera egipcia.

Al mismo tiempo que Rommel informaba a Berlín, Auchinleck recibía la noticia de que Belhamed había caído, y que su fuerza blindada principal, la 4ª Brig. Acorazada, había tenido que retirarse hacia el desierto. La noche anterior, a las 22:00, Auchinleck había comentado a Ritchie que era importantísimo mantener la posición de El Adem y contraatacar tan pronto como se tuviera la oportunidad. Ritchie contestó a su comandante que ambas cosas eran difícilmente realizables, y Auchinleck se desplazó al cuartel general de Ritchie en Maddalena para analizar la situación. Lo que Auchinlenck se encontró fue un completo desastre. Tobruk había sido rodeado, el 8º Ejército había tenido que retirarse casi por completo de Libia, y el pensar en un contraataque era algo irrealizable. Ante tales hechos, Auchinleck decidió que la defensa de Tobruk dependería del Cuartel General, haciendo responsable al XIII Cuerpo de establecer las defensas sobre la frontera egipcia, y al XXX Cuerpo de situarse como reserva general en el área de Matruh, donde debería prepararse para recibir refuerzos y pasar a la ofensiva tan pronto como fuera posible.

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Posición antitanque británica abandonada en el perímetro defensivo de Tobruk.

La situación de las defensas de Tobruk en 1942 no era la misma que un año atrás. La decisión de Auchinleck en Febrero, de que la plaza no debería en ningún momento ser objeto de un asedio, había contribuido al estado de abandono en que se encontraban algunas de las líneas de defensa de la ciudad. En cambio, muchos de sus recursos, incluyendo minas y alambradas, se habían empleado en fortalecer la ahora inservible Línea Gazala. La rapidez del avance de Rommel y la retirada de la protección que suponía la presencia del 8º Ejército, habían situado a Tobruk en primera línea del frente sin estar en absoluto la plaza preparada para ofrecer una resistencia eficaz.

La guarnición de Tobruk estaba compuesta por tropas procedentes de diversas unidades, consistiendo principalmente en dos brigadas de la 2ª Div. Sudafricana, el 201º Grupo Motorizado de la Brig. de Guardias, y la 11ª Brig. India, junto con 61 carros Valentine y Matilda procedentes de la 32ª Brigada Acorazada. Aunque existían dos pistas de aterrizaje, no había un solo avión disponible, ni tampoco piezas antiaéreas suficientes como para plantear una defensa eficaz contra los ataques de la Luftwaffe. Sin embargo, lo que abundaba en Tobruk eran suministros; más de tres millones de raciones para los 35.000 hombres de la guarnición, 7.000 toneladas de agua, seis millones de litros de combustible y cerca de 300.000 proyectiles de artillería.

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H. B. Klopper, el comandante responsable de la defensa de Tobruk.

Auchinleck nombró comandante de todas las fuerzas en el perímetro de Tobruk al general H. B. Klopper, un oficial con poca experiencia en combate que hacía poco tiempo había sido puesto al mando de la 2ª Div. Sudafricana. En su primera reunión ocn el resto de oficiales, Klopper declaró que Tobruk debía ser defendida como parte integrante del plan defensivo del 8º Ejército, y que debían estar preparados para aguantar un cerco de al menos tres meses. El sudafricano demostró una gran confianza en si mismo, pero al mismo tiempo desoyó las opiniones de sus subordinados, de mayor veteranía en combate, respecto de un importante número de cuestiones relativas a la organización de la defensa, entre ellas las del brigadier Willison, comandante de la guarnición de reserva durante el primer sitio.

A ojos de la opinión pública británica, y de su política, Tobruk era mucho más que un puerto que debía ser defendido. El cerco del año anterior y el éxito del 8º Ejército en su ruptura durante la Operación Crusader habían sido una inyección de moral extraordinaria, que había hecho crecer la esperanza de una victoria final contra la Alemania nazi. La tenacidad de sus defensores y el apoyo prestado por la Royal Navy y la RAF habían sido casi objeto de heroicas leyendas, por lo que ahora pensar en la caída de la ciudad y en la pérdida de la iniciativa por parte del 8º Ejército eran sucesos inimaginables.

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Soldados británicos contemplan la destrucción de varios depósitos de suministros en la lejanía.

El 20 de Junio, los defensores de Tobruk pensaban que las fuerzas principales de Rommel habían pasado de largo en dirección este, prosiguiendo la persecución del 8º Ejército, pero la madrugada de ese mismo día les devolvió a la realidad. A las 05:20, un intenso bombardeo de artillería cayó sobre el extremo sureste de las defensas británicas, al que pronto se sumaron los primeros ataques de la aviación. A las siete de la mañana, la infantería alemana se lanzó al asalto de las primeras líneas de defensa, siguiendo los pasillos abiertos por los ingenieros en los campos de minas y las alambradas. En una hora se habían abierto las primeras brechas, y los más de noventa carros de las Div. Panzer 15ª y 21ª se abrieron paso antes de que las fuerzas blindadas británicas tuvieran tiempo de reaccionar, mientras que los vehículos de la 132ª Ariete se sumaban al ataque por el flanco izquierdo. Ya eran casi las diez de la mañana cuando los blindados británicos alcanzaron la primera línea de combates, y su apoyo fue vital para que la infantería pudiera contener el avance enemigo, tanto que incluso se llegó a enviar a Klopper un informe en el que se aseguraba que la situación estaba bajo control. Sin embargo, poco antes del mediodía la situación cambió de manera drástica. Las dos divisiones Panzer lanzaron un ataque general que acabó con la última línea de defensa. En una hora, los tanques alemanes habían acabado con la resistencia de los blindados de la 32ª Brigada Acorazada, y se encontraban cerca de una zona elevada conocida como King’s Cross (el cruce de las carreteras de El Adem y Bardia). A las dos de la tarde, la 21ª Div. Panzer estaba a sólo ocho kilómetros del puerto de Tobruk, y abría fuego contra la ciudad.

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Algunos destacamentos de Sanidad, como el de la fotografía, se encontraban entre las primeras unidades alemanas que entraron en Tobruk.

A última hora de la tarde, los tanques de Rommel se encontraban en Tobruk, y su infantería estaba sofocando los últimos puntos de resistencia británica en el perímetro y cerrando el puerto a cualquier intento de retirada por mar. El comandante responsable de la zona de suministros, el brigadier Thompson, pidió y recibió permiso para volar los depósitos, y pronto negras columnas de humo comenzaron a alzarse al cielo desde la ciudad. Mientras tanto, los efectivos de la 15ª Div. Panzer habían avanzado hacia el oeste, acercándose al cuartel general de Klopper, en Fort Pilastrino. A las cuatro de la tarde, los tanques alemanes estaban a punto de entrar en el fuerte, y Klopper ordenó que se destruyeran todos los documentos del C. G. y que todos sus hombres huyeran tras dejar inservible el equipo de comunicaciones. Sin embargo, finalmente los blindados alemanes giraron hacia el suroeste, y Klopper decidió establecer un nuevo puesto de mando en las posiciones de la 6ª Brig. Sudafricana, aunque la anterior dispersión de su C. G. no facilitara el nuevo plan. Pero, haciendo gala de una terrible indecisión en momentos críticos, el comandante británico cambió de idea horas más tarde, y a las ocho de la tarde se convenció de que cualquier intento efectivo de defensa era algo imposible. Se daría la orden de iniciar una retirada general a las dos de la madrugada, utilizando todo medio de transporte útil, en dirección oeste. Sin embargo, para la mayoría de la guarnición, aislada y sin vehículos disponibles, no había ninguna posibilidad de escapar al cerco alemán.

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Emblemas de unidades del 8º Ejército en la pared de un acuartelamiento en Tobruk.

Ante la imposibilidad de una retirada organizada, Klopper comunicó a Ritchie que se resistiría hasta el final, hasta el último hombre y la última bala, algo que no todas las tropas a su mando estaban dispuestas a cumplir. Como no podía ser de otra manera con un comandante de tan poca firmeza ante la adversidad, a las seis de la madrugada Klopper consideró que una resistencia a ultranza no serviría de nada, y poco tiempo después envió a un oficial para que discutiera con el enemigo los términos de la rendición. A media mañana del 21 de Junio se dio la orden de alto el fuego, y Tobruk se rindió a las tropas del Eje. La fortaleza que un año antes había resistido durante siete meses había caído tras sólo un día de combates.

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Prisioneros británicos esperan ser trasladados a Italia tras la caida de Tobruk.

La orden de rendición fue recibida con alivio por la mayoría de los defensores, aunque algunos se negaron a cumplirla. El 2º Bon. del 7º Rgto. Gurkha y el 2º Rgto. de Cameron Highlanders continuaron resistiendo durante casi un día más. Otro grupo de casi doscientos hombres del 2º de Guardias de Coldstream, comandados por el mayor Sainthill, lograron romper el cerco y escapar hacia Egipto, recogiendo a otros casi doscientos hombres más por el camino. Otro pequeño grupo del Rgto. de Kaffrarian Riffles se abrió camino sobre la costa, alcanzando las líneas británicas en El Alamein más de un mes después.

La pérdida de Tobruk fue un desastre para los británicos; más de 33.000 hombres fueron hechos prisioneros, junto con toneladas de botín en combustible, agua y munición. La caída de la ciudad había sido tan repentina, que la orden de destrucción de todos los depósitos de suministros no pudo ser llevada a cabo en su totalidad, a lo que había que añadir que más de 2.000 vehículos cayeron en manos del Eje. A las pérdidas humanas y materiales había que sumar el tremendo golpe a la moral de las fuerzas británicas y sudafricanas, habiendo perdido estas últimas a un tercio de sus fuerzas totales. La noticia de la caída de Tobruk llegó a Churchill durante una conferencia en Washington con Roosevelt, y al que él consideró uno de los mayores reveses sufridos durante la guerra, hubo que sumar las críticas expresadas en la Cámara de los Comunes sobre la dirección de la guerra.

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Una imagen muy significativa: Rommel y Bayerlein en Tobruk ante un grupo de prisioneros británicos.

Por el contrario, la moral y el orgullo crecieron exponencialmente en Rommel y su Panzerarmee Afrika. El reconocimiento y admiración por su victoria, así como por su carisma ante las tropas, dieron la vuelta al mundo. En Berlín, la aplastante victoria sobre el 8º Ejército y la reconquista de Libia supusieron el inmediato ascenso de Rommel al grado de mariscal, convirtiéndose en el mejor y más famoso general de Alemania. Entre tanto, Rommel seguía pensando en la estrategia que le diera la victoria final sobre el 8º Ejército y le abriera definitivamente las puertas de Egipto, y tal vez más allá. Para entonces, El Alamein era sólo un punto más en el plano, pero más tarde se convertiría en el lugar en que se libraría la batalla decisiva en el Norte de África. Pero esa, es otra historia.

Saludos.

Fuentes:
Rommel’s Afrika Korps. Pier Paolo Battistelli, Osprey Publishing.
World War II Desert Tactics. Paddy Griffith, Osprey Publishing.
Armor of the Deutsches Afrikakorps. Tom Cockle. Concord Publications.
Panzers in North Africa. John Healey, Concord Publications.
Republicanos Españoles en la Segunda Guerra Mundial. Eduardo Pons Prades. La Esfera de los Libros.
http://en.wikipedia.org
http://commons.wikimedia.org

Re: Las Batallas de Gazala y Tobruk, 1942.

Sab Ago 01, 2009 2:12 am

Hola a todos.
Muy bueno éste post Miller.
Te felicito, todo está meridianamente explicado, profusión de fotos y mapas... verdaderamente muy bueno.
Sin duda alguna a la altura de éste magnífico foro, y de la categoría de otros hilos de compañeros, también muy buenos.
Enhorabuena y gracias por el trabajo que le has dedicado y que ahora todos podemos disfrutar.
Una maravilla.
Saludos.

Re: Las Batallas de Gazala y Tobruk, 1942.

Sab Ago 01, 2009 4:08 pm

Y yo encantado de que os guste, muchas gracias Aníbal. :)

Creo que la conclusión más inmediata tras la lectura del post es que la superioridad numérica no sirve de nada sin una estrategia decidida a la vez que flexible y coordinada. Si a ello se une que el enemigo si goza de dichas cualidades, el desastre está servido.

Y viceversa, si el rotundo éxito no se explota aportando los recursos necesarios para su continuación, y se da al enemigo la oportunidad de reagruparse y fortalecerse, todo habrá sido un esfuerzo baldío que acabará llevando a la derrota.

Saludos.

Re: Las Batallas de Gazala y Tobruk, 1942.

Sab Ago 08, 2009 12:48 am

Excelente post Miller, muy bien explicado, con abundantes imagenes, etc
La Batalla de Gazala fue en mi opinion la segunda peor derrota britanica durante la guerra (despues de la de Singapur), casi 100000 bajas, mas de 500 tanques destruidos y montones de valiosos suministros capturados por los alemanes frente a unas perdidas germano-italianas de apenas 35000 hombres y 150 tanques. Una victoria asi sin duda hizo a Rommel merecer el ascenso a Mariscal de Campo que se le dio el mismo dia que cayo Tobruk, sin embargo el cansancio de sus fuerzas y los ataques aereos contra sus buques de suministros no le permitieron explotar su victoria y al final seria vencido en El Alamein

Re: Las Batallas de Gazala y Tobruk, 1942.

Lun Oct 12, 2009 8:55 am

Unas de mis batallas favoritas. Fueron desicivas y fantasticas estrategicamente.
Saludos

Re: Las Batallas de Gazala y Tobruk, 1942.

Lun Dic 19, 2011 3:39 am

Si les interesa este tema, no duden en leer el libro "El inicio de la tormenta", de jeff shaara. Muy buen libro, :D

Re: Las Batallas de Gazala y Tobruk, 1942.

Mar Dic 30, 2014 3:11 pm

Temistocles escribió:Si les interesa este tema, no duden en leer el libro "El inicio de la tormenta", de jeff shaara. Muy buen libro, :D

gracias temistoles,tendre en cuenta esta informacion.

saludos
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