Bueno, pues ya llegan a su final las andanzas de Rommel dando trabajo al 8º Ejército británico hasta la toma de Tobruk. Y como no podía ser de otra manera, con otra colección de desbarajustes estratégicos de Auchinleck y sus muchachos.
La Caida de TobrukTal y como estaba la situación, el plan de Ritchie era que el XIII Cuerpo del Tte. Gral. Gott pudiera contener al enemigo si éste atacaba Tobruk, mientras que el XXX Cuerpo del Tte. Gral. Norrie se ocupara de las operaciones más allá del perímetro del puerto. Para ello, Norrie disponía de la 7ª Div. Acorazada, que incluía los restos de la 4ª Brig. Acorazada, la 7ª Brig. Motorizada, la 3ª Brig. India, la 29ª Brigada India estacionada en El Adem, y la 20ª Brig. India en Belhamed, con las que suponía poder impedir cualquier movimiento enemigo al este de Tobruk.
Mapa con los movimientos británicos y del Eje durante el avance y cerco de Tobruk.El 15 de Junio, Rommel detectó un gran movimiento de tropas británicas en dirección este, y lo interpretó como una retirada del grueso de las tropas de Ritchie hacia la frontera egipcia. Cuando informó de ello al mariscal Bastico, éste le ordenó que continuara los ataques y mantuviera la iniciativa con el fin de aislar Tobruk. Las fuerzas del Eje no podrían llevar a cabo un sitio de larga duración, ya que interferiría con el siguiente plan previsto: la captura de Malta. Además, todos los efectivos aéreos del Eje debían retirarse del Norte de África a finales de mes para participar en el ataque sobre la isla, y tampoco se esperaba recibir refuerzos ya que Hitler había dado la orden de paralizar cualquier movimiento de tropas en el Mediterráneo hasta la captura de Malta. Por todo ello, Rommel decidió que la mejor opción era continuar avanzando hacia el este, con el fin de aislar al mayor número posible de tropas británicas. La 21ª Div. Panzer recibió la orden de avanzar en dirección a Belhamed, y la 90ª Leichte de hacer lo propio sobre El Adem.
Crusader alcanzado por anticarros alemanes.La 90ª Leichte del general Kleeman fue la primera en avanzar, atacando a la 29ª Brigada India en El Adem el 15 de Junio. Sin embargo, el ataque fue rechazado, igual que el llevado a cabo por la 21ª Panzer sobre la posición B650, ocho kilómetros más al norte, en ambos casos gracias a la colaboración de la 7ª Brigada Motorizada. El éxito defensivo llevó a Norrie a comunicar a Ritchie que podría mantener la posición de El Adem sin demasiadas dificultades. Sin embargo, estaba cometiendo un error.
El día siguiente, 16 de Junio, la 21ª Panzer acabó con la resistencia del punto B650, y continuó avanzando sobre Belhamed. La posición de El Adem corría ahora el riesgo de quedar rodeada, y Norrie se vio obligado a dar la orden de retirada a la 29ª Brig. India, indicando que se dirigiera hacia el este. Con la retirada de los defensores, El Adem cayó en manos alemanas, lo que significaba el debilitamiento del extremo sur de las defensas de Tobruk. Peor aún, los aeródromos de la RAF en los alrededores de Gambut también se veían amenazados, y el Vice-mariscal Coningham tuvo que ordenar que todos los aviones allí estacionados se desplazaran 64km al este, a Sidi Azeiz, limitando severamente el apoyo aéreo disponible para el 8º Ejército británico.
El cámara de una Cia. de Propaganda filmando el avance de un Panzer III Ausf J.La siguiente posición británica en caer fue Belhamed, y con ello la situación se volvió insostenible, ya que la 21ª Div. Panzer pudo unirse a la 15ª Panzer avanzando sobre Gambut, y ponía al Afrika Korps en marcha en dirección al mar. La tarde del 17 de Junio, la 4ª Brigada Acorazada realizó un intento más de frenar el avance de los blindados alemanes entre El Adem y Belhamed, pero finalmente hubo de retirarse en dirección sureste, hacia las cercanías de Trig el Abd, donde recibió la orden de continuar la retirada hacia la frontera egipcia. Ahora, sin ningún apoyo acorazado disponible, la 20ª Brig. India tuvo que retroceder de sus posiciones en Belhamed, y dirigirse hacia el este, en dirección a Sollum, aprovechando la noche. Sin embargo, la ruta de escape de la brigada fue cortada cuando las fuerzas de Rommel alcanzaron la costa, y dos de sus unidades, el 1er. Batallón South Wales Borderers y el 3er. Batallón del 18º Rgto. Royal Garhwal Rifles, quedaron atrapados, cayendo la mayoría de sus hombres y equipo en manos alemanas. Con la retirada de la 20ª Brig. India, Rommel había logrado rodear Tobruk y expulsar a todas las tropas británicas en un área que se extendía 64km hacia el este. Una vez más, Tobruk estaba cercada.
La zanja antitanque que discurría de Tobruk a El Adem fotografiada después de la guerra.El 18 de Junio, Rommel informó a Berlín de sus progresos, así como de su intención de aprovechar el momento para proseguir la persecución de los británicos hacia el este, y solicitar el máximo apoyo de la Luftwaffe para acelerar la caída de Tobruk. En este sentido, aunque Kesselring estaba deseando comenzar cuanto antes con la ofensiva aérea sobre Malta, estuvo de acuerdo con Rommel en concentrarse por el momento en Tobruk. El puerto cercado estaba al alcance de los aviones basados en Gazala y El Adem y, con la retirada de la RAF hacia el este, la posibilidad de apoyo aéreo para los cercados era prácticamente nula. Por tanto, Kesselring ordenó que todos los bombarderos disponibles en el Norte de África se sumaran a las operaciones contra Tobruk, e incluso se procedió a trasladar algunas unidades desde Creta y Grecia para apoyar los ataques.
La Luftwaffe bombardea el puerto de Tobruk.Rommel no quería emplear demasiado tiempo en la captura de Tobruk, ya que su intención principal era la de continuar la persecución de las fuerzas británicas. Dio órdenes para que el asalto comenzara a primera hora del 20 de Junio, y que el XXI Cuerpo de Ejército Italiano, así como el X Cuerpo, que se encargaban de mantener el cerco al oeste y al sur, se sumaran al ataque. La 132ª Div. Ariete se encargaría de las posiciones al sureste, y el Afrika Korps del flanco oriental. La 90ª Leichte y la Div. Trieste se desplegarían hacia el este para vigilar todos los posibles movimientos del 8º Ejército, bien en dirección a Tobruk, bien hacia la frontera egipcia.
Auchinleck durante la retirada del 8º Ejército hacia la frontera egipcia.Al mismo tiempo que Rommel informaba a Berlín, Auchinleck recibía la noticia de que Belhamed había caído, y que su fuerza blindada principal, la 4ª Brig. Acorazada, había tenido que retirarse hacia el desierto. La noche anterior, a las 22:00, Auchinleck había comentado a Ritchie que era importantísimo mantener la posición de El Adem y contraatacar tan pronto como se tuviera la oportunidad. Ritchie contestó a su comandante que ambas cosas eran difícilmente realizables, y Auchinleck se desplazó al cuartel general de Ritchie en Maddalena para analizar la situación. Lo que Auchinlenck se encontró fue un completo desastre. Tobruk había sido rodeado, el 8º Ejército había tenido que retirarse casi por completo de Libia, y el pensar en un contraataque era algo irrealizable. Ante tales hechos, Auchinleck decidió que la defensa de Tobruk dependería del Cuartel General, haciendo responsable al XIII Cuerpo de establecer las defensas sobre la frontera egipcia, y al XXX Cuerpo de situarse como reserva general en el área de Matruh, donde debería prepararse para recibir refuerzos y pasar a la ofensiva tan pronto como fuera posible.
Posición antitanque británica abandonada en el perímetro defensivo de Tobruk.La situación de las defensas de Tobruk en 1942 no era la misma que un año atrás. La decisión de Auchinleck en Febrero, de que la plaza no debería en ningún momento ser objeto de un asedio, había contribuido al estado de abandono en que se encontraban algunas de las líneas de defensa de la ciudad. En cambio, muchos de sus recursos, incluyendo minas y alambradas, se habían empleado en fortalecer la ahora inservible Línea Gazala. La rapidez del avance de Rommel y la retirada de la protección que suponía la presencia del 8º Ejército, habían situado a Tobruk en primera línea del frente sin estar en absoluto la plaza preparada para ofrecer una resistencia eficaz.
La guarnición de Tobruk estaba compuesta por tropas procedentes de diversas unidades, consistiendo principalmente en dos brigadas de la 2ª Div. Sudafricana, el 201º Grupo Motorizado de la Brig. de Guardias, y la 11ª Brig. India, junto con 61 carros Valentine y Matilda procedentes de la 32ª Brigada Acorazada. Aunque existían dos pistas de aterrizaje, no había un solo avión disponible, ni tampoco piezas antiaéreas suficientes como para plantear una defensa eficaz contra los ataques de la Luftwaffe. Sin embargo, lo que abundaba en Tobruk eran suministros; más de tres millones de raciones para los 35.000 hombres de la guarnición, 7.000 toneladas de agua, seis millones de litros de combustible y cerca de 300.000 proyectiles de artillería.
H. B. Klopper, el comandante responsable de la defensa de Tobruk.Auchinleck nombró comandante de todas las fuerzas en el perímetro de Tobruk al general H. B. Klopper, un oficial con poca experiencia en combate que hacía poco tiempo había sido puesto al mando de la 2ª Div. Sudafricana. En su primera reunión ocn el resto de oficiales, Klopper declaró que Tobruk debía ser defendida como parte integrante del plan defensivo del 8º Ejército, y que debían estar preparados para aguantar un cerco de al menos tres meses. El sudafricano demostró una gran confianza en si mismo, pero al mismo tiempo desoyó las opiniones de sus subordinados, de mayor veteranía en combate, respecto de un importante número de cuestiones relativas a la organización de la defensa, entre ellas las del brigadier Willison, comandante de la guarnición de reserva durante el primer sitio.
A ojos de la opinión pública británica, y de su política, Tobruk era mucho más que un puerto que debía ser defendido. El cerco del año anterior y el éxito del 8º Ejército en su ruptura durante la Operación Crusader habían sido una inyección de moral extraordinaria, que había hecho crecer la esperanza de una victoria final contra la Alemania nazi. La tenacidad de sus defensores y el apoyo prestado por la Royal Navy y la RAF habían sido casi objeto de heroicas leyendas, por lo que ahora pensar en la caída de la ciudad y en la pérdida de la iniciativa por parte del 8º Ejército eran sucesos inimaginables.
Soldados británicos contemplan la destrucción de varios depósitos de suministros en la lejanía.El 20 de Junio, los defensores de Tobruk pensaban que las fuerzas principales de Rommel habían pasado de largo en dirección este, prosiguiendo la persecución del 8º Ejército, pero la madrugada de ese mismo día les devolvió a la realidad. A las 05:20, un intenso bombardeo de artillería cayó sobre el extremo sureste de las defensas británicas, al que pronto se sumaron los primeros ataques de la aviación. A las siete de la mañana, la infantería alemana se lanzó al asalto de las primeras líneas de defensa, siguiendo los pasillos abiertos por los ingenieros en los campos de minas y las alambradas. En una hora se habían abierto las primeras brechas, y los más de noventa carros de las Div. Panzer 15ª y 21ª se abrieron paso antes de que las fuerzas blindadas británicas tuvieran tiempo de reaccionar, mientras que los vehículos de la 132ª Ariete se sumaban al ataque por el flanco izquierdo. Ya eran casi las diez de la mañana cuando los blindados británicos alcanzaron la primera línea de combates, y su apoyo fue vital para que la infantería pudiera contener el avance enemigo, tanto que incluso se llegó a enviar a Klopper un informe en el que se aseguraba que la situación estaba bajo control. Sin embargo, poco antes del mediodía la situación cambió de manera drástica. Las dos divisiones Panzer lanzaron un ataque general que acabó con la última línea de defensa. En una hora, los tanques alemanes habían acabado con la resistencia de los blindados de la 32ª Brigada Acorazada, y se encontraban cerca de una zona elevada conocida como King’s Cross (el cruce de las carreteras de El Adem y Bardia). A las dos de la tarde, la 21ª Div. Panzer estaba a sólo ocho kilómetros del puerto de Tobruk, y abría fuego contra la ciudad.
Algunos destacamentos de Sanidad, como el de la fotografía, se encontraban entre las primeras unidades alemanas que entraron en Tobruk.A última hora de la tarde, los tanques de Rommel se encontraban en Tobruk, y su infantería estaba sofocando los últimos puntos de resistencia británica en el perímetro y cerrando el puerto a cualquier intento de retirada por mar. El comandante responsable de la zona de suministros, el brigadier Thompson, pidió y recibió permiso para volar los depósitos, y pronto negras columnas de humo comenzaron a alzarse al cielo desde la ciudad. Mientras tanto, los efectivos de la 15ª Div. Panzer habían avanzado hacia el oeste, acercándose al cuartel general de Klopper, en Fort Pilastrino. A las cuatro de la tarde, los tanques alemanes estaban a punto de entrar en el fuerte, y Klopper ordenó que se destruyeran todos los documentos del C. G. y que todos sus hombres huyeran tras dejar inservible el equipo de comunicaciones. Sin embargo, finalmente los blindados alemanes giraron hacia el suroeste, y Klopper decidió establecer un nuevo puesto de mando en las posiciones de la 6ª Brig. Sudafricana, aunque la anterior dispersión de su C. G. no facilitara el nuevo plan. Pero, haciendo gala de una terrible indecisión en momentos críticos, el comandante británico cambió de idea horas más tarde, y a las ocho de la tarde se convenció de que cualquier intento efectivo de defensa era algo imposible. Se daría la orden de iniciar una retirada general a las dos de la madrugada, utilizando todo medio de transporte útil, en dirección oeste. Sin embargo, para la mayoría de la guarnición, aislada y sin vehículos disponibles, no había ninguna posibilidad de escapar al cerco alemán.
Emblemas de unidades del 8º Ejército en la pared de un acuartelamiento en Tobruk.Ante la imposibilidad de una retirada organizada, Klopper comunicó a Ritchie que se resistiría hasta el final, hasta el último hombre y la última bala, algo que no todas las tropas a su mando estaban dispuestas a cumplir. Como no podía ser de otra manera con un comandante de tan poca firmeza ante la adversidad, a las seis de la madrugada Klopper consideró que una resistencia a ultranza no serviría de nada, y poco tiempo después envió a un oficial para que discutiera con el enemigo los términos de la rendición. A media mañana del 21 de Junio se dio la orden de alto el fuego, y Tobruk se rindió a las tropas del Eje. La fortaleza que un año antes había resistido durante siete meses había caído tras sólo un día de combates.
Prisioneros británicos esperan ser trasladados a Italia tras la caida de Tobruk.La orden de rendición fue recibida con alivio por la mayoría de los defensores, aunque algunos se negaron a cumplirla. El 2º Bon. del 7º Rgto. Gurkha y el 2º Rgto. de Cameron Highlanders continuaron resistiendo durante casi un día más. Otro grupo de casi doscientos hombres del 2º de Guardias de Coldstream, comandados por el mayor Sainthill, lograron romper el cerco y escapar hacia Egipto, recogiendo a otros casi doscientos hombres más por el camino. Otro pequeño grupo del Rgto. de Kaffrarian Riffles se abrió camino sobre la costa, alcanzando las líneas británicas en El Alamein más de un mes después.
La pérdida de Tobruk fue un desastre para los británicos; más de 33.000 hombres fueron hechos prisioneros, junto con toneladas de botín en combustible, agua y munición. La caída de la ciudad había sido tan repentina, que la orden de destrucción de todos los depósitos de suministros no pudo ser llevada a cabo en su totalidad, a lo que había que añadir que más de 2.000 vehículos cayeron en manos del Eje. A las pérdidas humanas y materiales había que sumar el tremendo golpe a la moral de las fuerzas británicas y sudafricanas, habiendo perdido estas últimas a un tercio de sus fuerzas totales. La noticia de la caída de Tobruk llegó a Churchill durante una conferencia en Washington con Roosevelt, y al que él consideró uno de los mayores reveses sufridos durante la guerra, hubo que sumar las críticas expresadas en la Cámara de los Comunes sobre la dirección de la guerra.
Una imagen muy significativa: Rommel y Bayerlein en Tobruk ante un grupo de prisioneros británicos.Por el contrario, la moral y el orgullo crecieron exponencialmente en Rommel y su Panzerarmee Afrika. El reconocimiento y admiración por su victoria, así como por su carisma ante las tropas, dieron la vuelta al mundo. En Berlín, la aplastante victoria sobre el 8º Ejército y la reconquista de Libia supusieron el inmediato ascenso de Rommel al grado de mariscal, convirtiéndose en el mejor y más famoso general de Alemania. Entre tanto, Rommel seguía pensando en la estrategia que le diera la victoria final sobre el 8º Ejército y le abriera definitivamente las puertas de Egipto, y tal vez más allá. Para entonces, El Alamein era sólo un punto más en el plano, pero más tarde se convertiría en el lugar en que se libraría la batalla decisiva en el Norte de África. Pero esa, es otra historia.
Saludos.
Fuentes:Rommel’s Afrika Korps. Pier Paolo Battistelli, Osprey Publishing.
World War II Desert Tactics. Paddy Griffith, Osprey Publishing.
Armor of the Deutsches Afrikakorps. Tom Cockle. Concord Publications.
Panzers in North Africa. John Healey, Concord Publications.
Republicanos Españoles en la Segunda Guerra Mundial. Eduardo Pons Prades. La Esfera de los Libros.
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