Switch to full style
La guerra en el oeste de Europa
Escribir comentarios

La sopa alemana (VIII): Hitler canciller.

Sab Mar 01, 2008 6:28 pm

Franz von Papen, Fränzchen para sus íntimos, había sido agregado militar en la embajada de los EUA durante la PGM, de donde fue expulsado por espionaje tras el turbio asunto de un telegrama que debía incitar a México a declararle la guerra a este país, incorporándose entonces al Estado Mayor. Tras adquirir una participación mayoritaria del Germania, el periódico del ZP, se introdujo en el mundo de la política por medio de este partido, situándose más a la derecha todavía que su antecesor Brüning. La relación con el partido se enturbiaría al apoyar la candidatura de Hindenburg, en lugar de la de Marx, pues le unía al Presidente una vieja amistad. Sería precisamente su amistad con Hindenburg, aunada a la de Schleicher, la que le ayudaría a ser canciller de Alemania. Pero, también, su reducido apoyo parlamentario, que se estrecharía aún más en cuanto el ZP lo expulsara por haberle robado la cancillería a Brüning. La falta de apoyo a Papen no supuso ningún inconveniente para formar un gabinete que no respetaría en absoluto la composición ni opinión del parlamento. La mayoría de los nuevos ministros eran de procedencia noble, lo cual le valdría el calificativo de gobierno de barones, y apenas si tenían experiencia para el cargo. Nada más formarse, el nuevo gobierno realizaría una declaración de intenciones, a través de su Ministro de Interior, Wilhelm Freiherr von Gayl, en la que se transmitía el deseo de un nuevo Estado basado en los valores tradicionales cristianos, en el cual el derecho al sufragio quedaría limitado a una minoría, y en el que los poderes parlamentarios quedaría reducidos drásticamente. Para ello, Papen extendió las limitaciones impuestas por Brüning sobre la prensa radical aplicándolas a los periódicos de los partidos demócratas. También lanzó un nuevo decreto de reducción salarial, probablemente ya redactado por Brüning, que reduciría más aún la capacidad de resistencia de la clase obrera, destinado a tranquilizar a los industriales que apenas se sentían representados en el nuevo gabinete. Pero Papen, para lograr su denominada revolución conservadora, es decir, la destrucción de la democracia alemana, precisaba algo más que el concurso del ejército, garantizado por Schleicher, y el debilitamiento de la clase obrera. También precisaba contar con la capacidad del NSDAP para movilizar a las masas. En una de tantas paradojas que reflejará este capítulo de la historia de la República de Weimar, el movimiento que más deseaba derrumbar el edificio republicano resultaba un impedimento para una salida al autoritarismo de corte clásica. Para ganarse a Hitler, Papen accedería a sus dos exigencias: la disolución del Reichstag con las consecuentes elecciones en las cuales el Führer esperaba aumentar su apoyo popular, y que Hindenburg se apresuró a otorgar el decreto necesario para ello antes de que el SPD y el ZP pudieran llevar a cabo su moción de censura; y el levantamiento de la prohibición sobre las SA, la mejor herramienta para la propaganda nacionalsocialista, de las cuales Schleicher esperaba que actuasen como fuerza auxiliar del ejército en caso de conflicto con la izquierda.

Imagen
Franz von Papen

Al igual que su antecesor y aprovechando su trabajo, Papen trataría de lograr un éxito en política exterior que le ayudase a ganar apoyo en la campaña electoral. En la Conferencia de Lausana intentaría un acuerdo con Francia que incluía la formación de un Estado Mayor conjunto y así vencer las reticencias de su recién nombrado presidente, Edouard Herriot, sobre la revisión de Versalles. Sin embargo, la irritación de los ingleses, que no estaban dispuesto a tolerar un eje Berlín-París, impidió un acuerdo que ponía en peligro la alianza francobritánica. Por otra parte, Herriot no deseaba arriesgarse sin disponer de una visión clara de la política exterior alemana respecto a sus fronteras orientales, ni tampoco, al poco de ser elegido, presentar ante su cámara una revisión de las indemnizaciones cuando su gobierno tenía estas en cuenta para sus planes económicos. Una revisión de la cláusula de culpabilidad alemana también parecía imposible en cuanto suponía un insulto para los belgas. Con todo, la conferencia no supuso un fracaso absoluto. El pago de las reparaciones se redujo a la cantidad simbólica de 3.000 millones de marcos oro a pagar a través de un sistema de créditos, lo que en la práctica suponía anularlas. Pese a ello, el NSDAP la presentaría como una reiteración de la humillación proporcionada por Versalles.

Imagen
Edouard Herriot

La campaña electoral fue muy violenta, con numerosos enfrentamientos entre las fuerzas paramilitares del NSDAP y el KPD, y donde, más que las ideas, predominarían los símbolos en tal de convencer al electorado. Incluso el SPD usaría banderas, brazaletes y un escudo formado por tres flechas que no podría competir con las ya tradicionales esvásticas nazis o la hoz y el martillo comunista, y menos aún en manos de políticos para nada acostumbrados a este tipo de propaganda radical

Imagen
Cartel de propaganda del SPD

El NSDAP no centró su campaña en contra de Papen, sino que, tratando de robar votos al centro y a los socialdemócratas, daría una imagen de resurgimiento nacional responsable ante el descontento general hacia la República, en contraposición a un KPD que pregonaba el final del capitalismo y hacía una llamada a la revolución.

Imagen
Cartel de propaganda del NSDAP

Imagen
Cartel de propaganda del KPD

El 20 de julio, aprovechando el enfrentamiento más duro entre paramilitares nazis y comunistas, el conocido como domingo sangriento de Altona, Papen llevó adelante su golpe prusiano destinado a acelerar el final de la República, en lugar de volver a prohibir a las formaciones paramilitares. Tras hacer llegar rumores a Hindenburg de que el SPD se había aliado con el KPD para entregar a este a la policía prusiana, el Presidente llamó a los miembros del gobierno prusiano para advertirles que, dada la pérdida de mayoría en las últimas elecciones de la región, y existiendo pruebas de los riesgos que esa inestabilidad ocasionaba a la seguridad pública, él y el canciller habían resuelto disolver el gabinete prusiano para instalar en su lugar a un comisario del Reich. Cuando Carl Severing, que gobernaba junto a Otto Braun el land, ambos del SPD, respondió que sólo cedería ante la violencia, Hindenburg le amenazó con que ya se había instaurado en Berlín el estado de sitio y que el ejército, al mando del general von Rundstedt, estaba listo para aplastar toda resistencia. Al golpe prusiano, perpetrado contra el último bastión del SPD, y que suponía un antecedente a la destrucción del estado federal previo a la instauración de un gobierno totalitario, apenas si se le podía oponer resistencia. Los paramilitares socialistas de la Reichsbanner no disponían de efectivos para poder enfrentarse contra la fuerza combinada del ejército, las SA y los Stahlhelm. Los paramilitares comunistas, más numerosos y mejor pretrechados y organizados, no moverían un dedo por sus enemigos socialdemócratas. Una solución antaño efectiva, como la huelga general que frenó el golpe de Kapp, no era factible dado el debilitamiento de la clase obrera afectada tanto por el desempleo producto de la Depresión como por los decretos de reducción salarial. Por otro lado, la pasividad mostrada por el SPD ante los excesos de Brüning, su apoyo a la candidatura de Hindenburg que ahora permitía el golpe, así como la pérdida de apoyo en las últimas elecciones del land, suponían un efecto devastador en la moral de las filas socialistas. El SPD optó por continuar su línea clásica de respeto a la legalidad del gobierno y, en lugar de llamar a la resistencia, iniciaron un proceso judicial ante el Tribunal Supremo que, en parte, les dio la razón, permitiendo que Braun prosiguiera representando a Prusia en el Reichstag, si bien Papen fue nombrado comisario del Reich para el gobierno del land.

Imagen
Carl Severing

Papen y Schleicher esperaban un auge del NSDAP, pero lo que no esperaban era la caída del DVP y del DNVP, con los cuales contaban como apoyo para sus planes. El primero dejaba casi de existir, al igual que los partidos de interés o los de extrema derecha. El segundo rozaba la marginalidad. El ZP lograba un cierto aumento de votantes, pero el SPD proseguía su sangría a favor de un KPD con un 14'5% de sufragios. El gran triunfador sería el NSDAP que reunía un 37'4% de apoyo popular, lo que suponía que casi doblaba su resultado en las anteriores elecciones al parlamento. El NSDAP había recogido a la mitad de los votantes de la extrema derecha y a un tercio de los que habían apoyado anteriormente al DNVP o a lo partidos clienterales, y a una quinta parte de abstencionistas. El 60% de sus votantes pertenecían a la clase media, y el resto eran en su mayoría técnicos o artesanos asalariados. Sin embargo, el resultado no era un incremento digno de mención respecto al resultado de la pasada campaña presidencial, lo que suponía que el nacionalsocialismo había alcanzado su techo electoral. Este resultado era, además, insuficiente para la estrategia de acaparación del poder a corto plazo de Hitler, Goebbels y Göring, lo que, a su vez, alimentaba su sensación de urgencia.
Hitler renunciaría a la vicecancillería ofrecida en un marco de gobierno nacional, exigiendo para él la cancillería. La presidencia de Prusia, así como las carteras de Interior, Justicia y Economía, más las de Aviación y Propaganda, que habían de crearse, serían para miembros de su partido. Sólo con la cancillería podría Hitler no empañar su carisma con un puesto subordinado, y con el control de las otras podría llevar a cabo sus planes de revolución nacionalsocialista. Pero ni Papen ni Hindenburg podían aceptar este trato. El presidente alegó que no podía dar el poder a un partido cuya actitud con sus adverdarios era tan intransigente, pero en la mentalidad del anciano mariscal estaba el hecho de que dar la cancillería a la fuerza más votaba suponía regresar, al menos en apariencia, al sistema parlamentario. No obstante, algunos ministros del gobierno encontraron conveniente la entrega de la cancillería a Hitler, mientras Papen y Schleicher evitaban el debate, lo que indica que existía la voluntad de despejar el camino al NSDAP hacia el poder.

Imagen
Papen, Hitler y Goebbels

Siguiendo la tradición de que un miembro del partido más votado fuera el presidente del Reichstag, Göring asumió este cargo y de inmediato llevó a cabo la respuesta de un Hitler furioso por la negativa a su cancillería. Con el desacuerdo de Strasser, permitió la moción de censura del KPD, justo antes de que Papen presentara el decreto presidencial que le daba derecho a la disolución del parlamento. La idea de Papen era la de abolir por fin las elecciones, gobernando con el apoyo del presidente y el ejército. La negativa de Göring a escucharle siquiera, haciendo caso omiso del documento firmado por Hindenburg, plasmó el contundente resultado de 512 diputados a favor de la moción y de sólo 42 en contra. Göring advirtió que no podía aceptar un decreto de disolución que provenía de un canciller que contaba con tan escaso apoyo parlamentario, protagonizando otra paradoja en la que un miembro del NSDAP defendía la libertad democrática alemana. Sin embargo, la moción de censura fue declarada ilegal, pues el decreto de emergencia firmado por el presidente obligaba a la disolución de la cámara, pero Papen no pudo evitar que se celebrasen nuevas elecciones.
La estrategia del todo o nada agotó los nervios de Strasser, que disponía del apoyo de numerosos sectores del movimiento decepcionados al ver cómo se alejaba la oportunidad de formar gobierno aún subordinados. Strasser se quejaría por el estado en que habían quedado las arcas del partido tras las últimas campañas electorales mientras algunas ayudas de los industriales se evaporaban por el enfrentamiento con Papen, al cual veían como su mejor representante. Strasser se había forjado una reputación como líder responsable y dispuesto a coalicionarse ante Schleicher. Y si el general veía la necesidad de contar con la capacidad del NSDAP para movilizar a las masas, él no podía dejar pasar la oportunidad de formar gobierno para no defraudar a los votantes más recientes que podían retirar su apoyo si no se cumplían sus espectativas. Si esto sucedía, la situación política y financiera del partido podía invertir el rápido proceso de crecimiento que ahora disfrutaba. Que los industriales prefiriesen a Papen no era de extrañar, pues este lanzaba ayudas estatales para las empresas que fueran capaces de crear puestos de trabajo, en contraposición con la expansión del gasto público y una mayor atención a los parados que defendía el nacionalsocialismo. Este resurgimiento de la parte socialista del movimiento, utilizado en la campaña electoral como ataque a Papen, más la imagen ofrecida en Berlín al apoyar la huelga de transportes junto a los comunistas, destinado a atraer al obrero, no logró su objetivo, espantando en cambio al voto de la clase media y del ambiente rural. La campaña acusó la falta de medios y, además, siendo la cuarta en un año, los métodos de propaganda ya no llamaban tanto la atención. El NSDAP perdió dos millones de votos de los cuales la mitad irían a parar al DVP y al DNVP. El SPD volvía a perder terreno ante el KPD. La cámara resultante volvía a ser aplastantemente contraria al canciller, acentuando de nuevo su polarización a los extremos. Peor para Papen, tras el golpe prusiano, tanto el SPD como el ZP le resultaban más hostiles que nunca. Hitler creyó que la presión de los industriales afines rectificaría la postura de Hindenburg, pero volvió a negarse a entregarle la cancillería, esta vez alegando que no deseaba una dictadura de partido. La falta de apoyo del ZP para lograr una base parlamentaria, aunada a la negativa de Hugenberg que la preveía insuficiente y que no le ocasionaría más que un desgaste innecesario en sus ya menguadas filas, hizo que surgiera la idea de un golpe de estado que mantuviese a Papen en el poder. Llegados a este punto, la intervención de Schleicher resultó decisiva. Mediante una simulación militar, ofreció al gabinete un triste augurio de guerra civil en la que el ejército no podía hacer frente a la fuerza combinada de las fuerzas paramilitares del NSDAP y del KPD, mientras Polonia aprovechaba la coyuntura para modificar su frontera. Si el informe militar resultaba una exageración, resultaba evidente que Papen había perdido la confianza del ejército, por que un gobierno autoritario de su parte no podía prosperar. Hindenburg nominó a Schleicher como canciller, si bien nunca le perdonaría que provocase la caída de su amigo Papen. Lo cierto es que Schleicher consideraba que el mantenimiento de Papen como canciller podía provocar una guerra civil, si bien hubiese preferido quedar en la sombra.

Imagen
Cooperación entre el KPD y el NSDAP en Berlín

Schleicher podía contar con que el NSDAP no apoyaría una moción de censura en su contra. Los recientes resultado electorales en el land de Turingia, donde perdían un 40% de votos, confirmaba el retroceso del partido. El SPD tampoco podía arriesgarse a unas nuevas elecciones que le hiciera perder más terreno ante el KPD, aunque tampoco podía resultar indulgente con él debido al papel del ejército en el golpe prusiano, pues esto sería aprovechado por los comunistas, así que oficialmente mantuvo una postura opositora al tiempo que mantenía contactos con el nuevo canciller. El objetivo de Schleicher era ganarse el apoyo de los grandes organizadores de masas, el SPD, el ZP y el NSDAP, siendo él mismo, apoyado por el ejército, el que garantizase la unión y la solvencia del nuevo gobierno que no buscaría una dictadura propiamente dicha, sino un autoritarismo corporativista. Para ello lanzó una serie de medidas como la reducción del precio de los alimentos o el Plan Gereke que suponía un crédito para la inversión de obras públicas, lo cual provocaría la reacción de los empresarios que preferían el crédito a las empresas para la creación de puestos de trabajo. Schleicher lograría con esto evitar que prosperase la moción de censura del KPD, y acto seguido tranquilizó a los industriales asegurándoles que no permitiría que se retornasen las condiciones de fuerza obrera del inico de la República. Para tratar de ganarse al NSDAP, ofreció a Strasser un puesto en el gobierno y así marginar a Hitler y al resto de radicales. A partir de ese momento, Strasser se acercaría tanto a los industriales para tratar de reponer las arcas del partido, como a los sindicatos para lograr la coalición de amplia base deseada por el canciller. Los contactos de Strasser con Schleicher llegaron a oídos de Hitler, el cual le acusó de traición al movimiento. La imposibilidad de convencer al Führer de la necesidad de entrar a formar parte del gobierno, así como el progresivo aislamiento al que era sometido, le conllevó a presentar su dimisión por medio de una carta que fue filtrada a un periódico afín a Schleicher, lo que no hizo más que empeorar las cosas y la sensación de catástrofe se adueñó del NSDAP al completo, llegando Hitler a amenazar con su suicidio si el partido se escindía. Inexplicablemente, Strasser se marchó de vacaciones durante dos semanas, probablemente porque, al no recibir una contestación a su carta de dimisión, sin tener en cuenta la habitual indecisión de Hitler, lo dio todo por perdido. Pero es posible también que sólo precisase unos días para reflexionar mientras se clareaba la atmósfera desatada por la noticia, o pensase que tenía más oportunidades para ganar la batalla si esperaba a su nombramiento como ministro del gobierno de Schleicher. Puede que los gauleiter que le debían la promoción quedasen esperando una orden suya para desatar la crisis definitiva, o puede que se mostrasen divididos ante el hecho de que fuera precisamente él, tras todos sus esfuerzos por el partido, el que lo destrozara. En cualquier caso, esas dos semanas resultaron providenciales para Hitler, que las aprovechó para defenderse y dejarle como un traidor sin escrúpulos, al tiempo que destituía a sus afectos, a él mismo, nombrando en su lugar a Robert Ley y, en definitiva, desmantelaba toda infraestructura en la que pudiera apoyarse.

Imagen
Marcha en apoyo de la nominación de Hitler como canciller

Tras las siguientes declaraciones realizadas por el NSDAP a través de su prensa, Schleicher se equivocó al considerarlas como un mero intento de devolver la confianza a su electorado, confiando en que el bloqueo parlamentario, el terror a unas nuevas elecciones y ahora la crisis de partido, acabaría por doblegar la voluntad de sus radicales. No esperaba que la política que llevaba a cabo, que incluía un plan de nacionalización de la siderurgia, el rechazo a los recortes salariales, retomar la idea de repartir las tierras de los terratenientes en quiebra del este, y sus contactos con el SPD y el ZP, de los cuales esperaba la misma colaboración que del NDSDAP, alimentaba la desconfianza de Hindenburg. El irreductible monárquico, así como sus más allegados, su hijo Óskar, su Secretario de Estado, Otto Meissner, y Papen, consideraban la urgencia de domesticar al nacionalsocialismo dándoles paso a un gobierno con mayoría conservadora y antes de que la previsible mejora económica restituyera el apoyo popular a los partidos demócratas con el consecuente retorno a la vida parlamentaria. A petición de los industriales, Papen y Hitler se reunieron en secreto el 4 de enero. Durante el encuentro, Papen aseguró a Hitler que el veto impuesto a su partido provenía de Schleicher, si bien Hindenburg era reacio a otorgarle la cancillería, pudiendo darle la cartera de Interior. El afán de venganza de Papen supuso que le desvelara que Hindenburg no le otorgaría a Schleicher un decreto de disolución del Reichstag, anulando la principal amenaza del canciller sobre el Führer. La entrevista salió a la prensa con foto incluída, y Papen tuvo que dar explicaciones a un comprensivo Hindenburg que le alentaría a mantener el contacto, y con un airado Schleicher al que prometería lo contrario.

Imagen
Papen pasea a caballo con Meissner

A la conspiración para librarse de Schleicher y aupar al NSDAP al gobierno se unieron los Stahlhelm. Esta agrupación paramilitar había atravesado una crisis de identidad tras el ínfimo apoyo popular otorgado a su líder, Duesterberg, en la campaña presidencial. Los Sthalhelm se mostraban divididos en torno a su dos máximos representantes, Duesterberg y Seldte, acerca sobre si continuar participando en la política o no ser más que una fuerza auxiliar del ejército, si unirse a los conservadores o al nacionalsocialismo. Duesterberg, un antiguo oficial prusiano, odiaba a los nazis por sus modos, y más todavía desde que estos orquestaron una campaña de desprestigio al destapar que tenía ascendencia judía, cosa que había debilitado su posición. La invitación a la conjura por parte de los conservadores, que ahora veían con buenos ojos incluir al NSDAP, supuso el fin de la crisis y sería Seldte el que la representaría a cambio de un puesto en el gobierno. El escollo que suponía la reticencia de Hindenburg para nominar a Hitler como canciller fue limándose poco a poco con la perseverancia de sus consejeros que trataban de limpiar su imagen ante el presidente. Lo cierto es que hasta Papen no podía dejar de reconocer que suponía un riesgo su reiteración como canciller, más allá de la exigencia de Hitler, y pensaba que podía disponer igualmente del poder con una vicecancillería apoyada por Hindenburg y el resto de ministros conservadores. Los rumores de un contragolpe de Schleicher con el apoyo del ejército a través de su Jefe del Alto Mando, el general Kurt von Hammerstein, aceleraron el proceso conspiratorio y minaría la voluntad de Hindenburg. En realidad, manteniendo su línea de pensamiento, Schleicher sólo pensaba en un golpe de Estado si Papen era reelegido, con el consecuente riesgo de guerra civil.

Imagen
Kurt von Hammerstein

El escándalo aireado por el ZP acerca de serias irregularidades protagonizadas por los terratenientes del este, que se valieron de su amistad con Hindenburg para presionarle en el sentido de que diese un golpe al gobierno, supuso el punto final para Schleicher. En cuanto el canciller, convencido por fin de que no podía contar con el NSDAP, le solicitó el decreto de disolución del parlamento para imponer un gobierno de emergencia que provocara, al cabo de un tiempo, nuevas elecciones que desgastasen seriamente a Hitler, le dio la negativa por respuesta y Schleicher fue obligado a dimitir. Hindenburg contaba con formar un nuevo gabinete de unidad nacional que excluyera a la izquierda y sin necesidad de un proceso electoral, con la promesa tanto de Hitler como de Hugenberg, el cual era presionado por su debilitado partido para acceder al gobierno. El propio Schleicher vería con buenos ojos esta solución, convencido de que si Hitler establecía una dictadura, el ejército sería una dictadura dentro de la dictadura. Una vez más no supo ver la realidad, pues Hindenburg estaba muy decidido a quitárselo de encima y había llamado en secreto al general Werner von Blomberg para se que ocupara del Ministerio de Defensa, anulando así la amenaza de que el ejército se implicara en sus planes. Cuando Schleicher se enteró, convino con Hammerstein un plan para arrestar tanto a Blomberg como a Hindenburg y protagonizar un golpe de Estado. Para su desgracia, el plan fue urdido en presencia de un oscuro personaje, Werner von Alvensleben, que dirigía una oficina de información para los conservadores bajo la fachada de una sociedad cultural, y en el cual confiaba. Pero Alvensleben se había vendido a Hitler y le informó acto seguido, quien no dudó en informar a Papen, a Meissner y a Oskar Hindenburg. Sería este último el que llegó a tiempo hasta Blomberg, impidiendo su arresto.

Imagen
Werner von Blomberg

Una vez reunidos en la cancillería los miembros del futuro gabinete, Hitler volvió a demostrar su habilidad para salirse con la suya. Se acercó al desconfiado Hugenberg para pedirle disculpas por la campaña de su prensa en contra de su persona, y quiso tranquilizarle en el sentido de que unas nuevas elecciones reflejarían la composición del gabinete y, en cualquier caso, él como canciller jamás lo modificaría. Hugenberg se alarmó ante la noticia de que habría nuevas elecciones, pues estaba convenido que esto no sucedería. Papen, alarmado al ver cómo su plan para tener el poder podía desbaratarse, intercedió para tratar de convencerle de que se sumara al gobierno. Pero sería la presión de Hindenburg, que quería formar gobierno antes de que la situación se le escapara de las manos, con el riesgo de una guerra civil mediante, el que venció la resistencia del líder del DNVP. Hitler, en el último momento, había logrado incorporar unas elecciones a las que ya no temía, pues tendría la cancillería y la cartera de Interior para disponer de la gloria y los recursos necesarios para afrontar una nueva campaña y limitar la capacidad de defensa del resto de los partidos, y así lograr un triunfo popular que lo desvinculase de la voluntad de Hindenburg.

Sab Mar 01, 2008 6:34 pm

Bibliografía:

De Munich a Auschwitz, de Ferran Gallego
Todos los hombres del Führer, de Ferran Gallego
El Tercer Reich, de H. S. Hegner
La llegada del Tercer Reich, de Richard J. Evans
Negocios son negocios, de Daniel Muchnik
El asalto al poder (II), tomo nº6 de la colección El Tercer Recih, VV.AA.

Lun Mar 03, 2008 5:14 am

Seguimos disfrutando de esta nutritiva sopa, gracias, formidable.


Salu-2

Re: La sopa alemana (VIII): Hitler canciller.

Dom Abr 14, 2013 2:33 pm

Y ya, conforme Hitler se hace canciller de Alemania y fallece Von Hindemburg, Hitler crea en Alemania lo que serían regiones o Gau, que eran al final treinta y dos sectores en los que Adolf Hitler haría distribución de Alemania. Con al mismo tiempo 32 gauleiters , cosa sobre la que Albert Speer hable en "El mundo en guerra". Speer comenta que estos gauleiters poseían un gran poder político, y que si alguna idea se le ocurría al jefe de armamento, jefe de la organización Todt y arquitecto personal del führer (osea él), y que afectara a estos GAUE, distritos, y alguno de ellos no estaba por la labor, esta no admitía órdenes de Speer, aunque sí de Hitler en persona, por supuesto . Alemania fue repartida de la forma siguiente aunque falten algunos.:
BADEN Robert Wagner

Württemberg Wilhelm Murr

BAVIERA GENERAL FRANZ RITTER von Epp

SAJONIA MARTIN MUTSCHMANN

TURINGIA FRITZ SAUCKEL

ANHAIT Y BRUNSWICK WILHELM LÖPER

MECKLENBURG Friedrich Hildebrant

PRUSIA ADOLF HITLER

HAMBURGO KARL KAUFFMANN

BREMEN Y OLDEMBURGO CARL RÖVER

HESSENG JAKOV SPRENGER

LIPPE ALFRED MEYER

y COMO LA LISTA ES TEDIOSA, aquí está completa ;

Lista de Gauleiters
De Wikipedia, la enciclopedia libre
La siguiente lista de Gauleiters enumera aquellos que han sostenido el alemán político rango de Gauleiter , a menudo asociada con la Alemania nazi .
Auslands-Organisation der NSDAP ( NSDAP / AO )
Hans Nieland (1930-1933)
Ernst Wilhelm Bohle (1933-1945)
Gau Baden , Gauleiter:
Robert Heinrich Wagner (25 marzo 1925 a mayo 1945)
Gau Ostmark Bayerische (Baviera Oriental marzo) [Ostmark Bayerische fue fundada en 1933, cuando Oberfranken, Niederbayern y Oberpfalz fusionaron. Su nombre se cambió Gau Bayreuth después de su capital en 1943], Gauleiter:
Hans Schemm (1933-1935)
Fritz Wachtler (1935-1945)
Ludwig Ruckdeschel (1945)
Gau Berlín , Gauleiter:
Joseph Goebbels (1929-1945)
Gau Berlin - Brandenburg [Gau Berlin - Brandenburg fue dividida en Berlín y Brandenburgo 1929], el Gauleiter:
Schlange Ernst (1925-1926)
Joseph Goebbels (1926-1929)
Gau Brandenburg (el núcleo histórico del reino de Prusia) [Gau Brandenburg se hizo parte de Kurmark 1933], el Gauleiter:
Emil Holz (1929-1930)
Schlange Ernst (1930-1933)
Gau Danzig (Danzig, el estado libre anterior, perdió después de la guerra a Polonia, ahora Gdańsk ) [Gau Danzig era conocido como Gau Danzig - Westpreussen después de 1939], el Gauleiter:
Hans-Albert Hohnfeldt (1926-1928)
Walter Maaß (1928-1930)
Albert Forster (1930-1945)
Gau Düsseldorf [Gau Düsseldorf fue fundada en 1929 a partir de la Bergisches Bezirk - Tierra], Gauleiter:
Karl Friedrich Florian (1929-1945)
Gau Essen , Gauleiter:
Josef Terboven (1928-1945)
Actuación Gauleiter: Fritz Schlessmann (abril 1940-mayo 1945)
Gau Flandern , Gauleiter:
Jef Van de Wiele (diciembre 1944 a abril 1945) (en el exilio en Alemania)
Gau Franken ( Franconia ) [Gau Franken fue fundada en 1929 cuando Mittelfranken se fusionó con la Bezirk Nürnberg - Fürth], Gauleiter:
Julius Streicher (1929-1940)
Hans Zimmermann (1940-1941)
Karl Holz (1942-1945)
Actuación Gauleiter: Karl Holz (1940 - abril de 1945)
Gau Halle - Merseburg , Gauleiter:
Walter Ernst (1925-1926)
Paul Hinkler (1926-1930)
Rudolf Jordan (1930-1937)
Joachim Albrecht Eggeling (1938-1945)
Gau Hamburgo , Gauleiter:
Josef Klant (1925-1926)
Albert Krebs (1927-1928)
Hinrich Lohse (1928-1929)
Karl Kaufmann (1929-1945)
Gau Hannover - Nord [Gau Hannover - Nord se convirtió en una parte de Südhannover - Braunschweig 1928], el Gauleiter:
Bernhard Rust (1925-1928)
Lyrius Hanover II (1942-1945)
Gau Hannover - Sud [Gau Hannover - Sud pasó a formar parte de Südhannover - Braunschweig 1928], el Gauleiter:
Ludolf Haase (1927-1928)
Gau Hesse - Darmstadt [Gau Hesse - Darmstadt se convirtió en una parte de Hesse - Nassau 1933], el Gauleiter:
Mengeringhausen Friedrich (1927-1931)
Peter Gemeinder (1931)
Karl Benz (1932-1933)
Gau Hesse - Nassau [Gau Hesse - Nassau fue fundada 1933 en Hessen - Darmstadt se fusionó con Hesse - Nassau - Sud], Gauleiter:
Jakob Sprenger (1933-1945)
Gau Hesse - Nassau-Nord (norte Hesses-Nassau) [Hessen - Nassau - Norte era conocido como Gau Kurhessen después de 1934], el Gauleiter:
Walther Schultze (1926-1927)
Karl Weinrich (1927 - otoño 1943)
Actuación Gauleiter: Karl Gerland (1944-1945)
Gau Hesse - Nassau-Süd (sur de Hesse-Nassau) [Gau Hesse - Nassau - Süd pasó a formar parte de Hesse - Nassau 1933], el Gauleiter:
Anton Haselmayer (1925-1926)
Walther Schultze (1926-1927)
Jakob Sprenger (1927-1933)
Gau Kärnten (Carintia, en Austria), Gauleiter:
Hubert Klausner (1939-1940)
Franz Kutschera (1940-1941)
Rainer Friedrich (1942-1944)
Gau Koblenz - Trier [Koblenz - Trier pasó a llamarse Gau Moselland en 1942], Gauleiter:
Gustav Simon (1931-1945)
Gau Köln - Aachen (Colonia-Aquisgrán)
Josef Grohe (1931-1945)
Gau Kurmark (marzo de Elector) [Kurmark fue fundada en 1933, cuando se fusionó con Ostmark Brandeburgo, que fue rebautizado Gau Mark Brandenburg en 1940], Gauleiter:
Wilhelm Kube (1933-1936)
Emil Sturtz (1939-1945)
Gau Lüneburg - Stade , Gauleiter:
Otto Telschow (1925-1928)
Gau Magdeburg - Anhalt , Gauleiter:
Hermann Schmischke (1925-1928)
Wilhelm Friedrich Loeper (1927-1933)
Paul Hofmann (1933)
Wilhelm Friedrich Loeper (1934-1935)
Joachim Albrecht Eggeling (1935-1937)
Rudolf Jordan (1937-1945)
Gau Mecklemburgo , Gauleiter:
Friedrich Hildebrandt (1925-1930)
Herbert Albrecht (1930-1931)
Friedrich Hildebrandt (1931-1945)
Gau Mittelfranken (Central Franconia) [Gau Mittelfranken convirtió en una parte de Franken 1929], el Gauleiter:
Wilhelm Grimm (1928)
Gau Moselland - see Gau Koblenz - Trier
Gau München-Oberbayern (Múnich - Alta Baviera) [Gau München - Alta Baviera fue fundada en 1933, cuando la Bezirk Oberbayern y Gross - München (Munich Mayor, la capital de Baviera fue también la capital oficial del movimiento nazi) fusionada], Gauleiter:
Adolf Wagner (1933-1944)
Paul Giesler (1944-1945)
Gau Niederbayern (Baja Baviera) [Gau Niederbayern convirtió en una parte de Ostmark Bayerische 1933], el Gauleiter:
Fritz Reinhardt (octubre 1928 - 1930)
Otto Erbersdobler (1930-1932)
Gau Niederbayern-Oberpfalz (Baja Baviera - Alto Palatinado) [Gau Niederbayern - Oberpfalz se dividió en Niederbayern y Oberpfalz 1929], el Gauleiter:
Gregor Strasser (1925-1929)
Gau Niederdonau (Bajo Danubio, es decir, Niederösterreich, en Austria), Gauleiter:
Hugo Jurado (1939-1945)
Gau Niederschlesien (Baja Silesia, escisión de Gau Schlesien , después de la guerra perdió a Polonia), el Gauleiter:
Karl Hanke (1940-1945)
Gau Oberdonau (Alto Danubio, es decir, Oberösterreich, en Austria), Gauleiter:
Agosto Eigruber (1939-1945)
Gau Oberfranken (Alta Franconia) [Gau Oberfranken convirtió en una parte de Ostmark Bayerische 1933], el Gauleiter:
Hans Schemm (1928-1933)
Gau Oberpfalz (Alto Palatinado) [Gau Oberpfalz convirtió en una parte de Bayerische Ostmar k 1933], el Gauleiter:
Franz Maierhofer (1929-1932)
Gau Oberschlesien (Alta Silesia, escisión de Gau Schlesien , después de la guerra perdió a Polonia), el Gauleiter:
Fritz Bracht (1940-1945)
Gau Osthannover (East Hannover), el Gauleiter:
Otto Telschow (1925-1945)
Ostmark Gau , (Ostmark Gau se hizo parte de Gau Kurmark 1933), Gauleiter:
Wilhelm Kube (1928-1933)
Gau Ostpreußen (Prusia Oriental), Gauleiter:
Bruno Scherwitz Gustav (1925-1927)
Erich Koch (1928-1945)
Pfalz Gau-Saar [Gau-Pfalz - Saar fue fundada en 1935 cuando el Sarre y Rheinpfalz fusionaron. Su nombre se cambió Saarpfalz en 1937 y finalmente Westmark 1942], el Gauleiter:
Josef Bürckel (1935-1944)
Willi Stöhr (1944-1945)
Gau Pommern ( Pomerania , después de la guerra, en su mayoría perdió ante Polonia), Gauleiter:
Vahlen Theodor (1925-1927)
Walter von Corswant (1928-1931)
Karpenstein Wilhelm (1931-1934)
Franz Schwede (1935-1945)
Gau Rheinland - Nord (norte de Renania) [Gau Rheinland - Nord se convirtió en una parte de Ruhr 1926], el Gauleiter:
Karl Kaufmann (1925-1926)
Gau Rheinland - Süd (sur de Rhenania) [Gau Rheinland - Sud se dividió en Köln - Aachen y Koblenz - Trier 1931], el Gauleiter:
Heinz Haake (1925)
Robert Ley (1925-1931)
Gau Rheinpfalz [Gau Rheinpfalz pasó a formar parte de Pfalz - Saar 1935], el Gauleiter:
Josef Bürckel (1926-1935)
Gau Ruhr [Gau Ruhr se dividió en Westfalen - Norte y Westfalia - Sud 1932], el Gauleiter:
Karl Kaufmann (1926-1929)
Josef Wagner (1929-1931)
Gau Saarland [Gau Sarre se convirtió en una parte de Pfalz - Saar 1935], el Gauleiter:
Josef Bürckel (1933-1935)
Gau Sachsen ( Sajonia ), Gauleiter:
Martin Mutschmann (1925-1945)
Gau Salzburgo (Austria), el Gauleiter:
Rainer Friedrich (1939-1941)
Gustav Adolf Scheel (1941-1945)
Gau Schlesien [Gau Schlesien se dividió en Niederschlesien y Oberschlesien , es decir, Baja y Alta Silesia , 1940], Gauleiter:
Helmuth Brückner (1925 - 12. diciembre de 1934)
Josef Wagner (12 de diciembre 1934 - 1940)
Gau Schleswig - Holstein , Gauleiter:
Hinrich Lohse (1925-1945)
Gau Schwaben ( Suabia ), Gauleiter:
Karl Wahl (1928-1945)
Gau Steiermark ( Estiria , en Austria), Gauleiter:
Siegfried Uiberreither (1939-1945)
Gau Sudetengau (las regiones fronterizas étnicamente alemanes de Checoslovaquia con Alemania y Austria, separados de la marioneta-estado Protectorado de Bohemia y Moravia ) [Sudetengau era conocido como Gau Sudetes después de 1939.], Gauleiter:
Konrad Henlein (1939-1945)
Gau Südhannover - Braunschweig (South Hannover - Brunswick) [Gau Südhannover - Braunschweig fue fundada en el año 1928 cuando Hannover - Nord & Hannover - Sud fusionada], Gauleiter:
Bernhard Rust (1928-1940)
Lauterbacher Hartmann (1940-1945)
Gau Thüringen ( Turingia ), Gauleiter:
Artur Dinter (1925-1927)
Fritz Sauckel (1927-1945)
Gau Tirol (Austria), el Gauleiter:
Franz Hofer (1932-1933)
Gau Tirol - Vorarlberg (Austria), el Gauleiter:
Franz Hofer (1938-1945)
Gau Unterfranken (Baja Franconia) [Unterfranken era conocido como Gau Mainfranken después de 1935], el Gauleiter:
Otto Hellmuth (1928-1945)
Gau Wallonien , Gauleiter:
Léon Degrelle (desde diciembre 1944 hasta abril 1945) (en el exilio en Alemania)
Gau Wartheland (llamado así por el río Warta en Polonia) [Wartheland era conocido como Warthegau antes de 1939], el Gauleiter:
Arthur Greiser (1939-1945)
Gau Weser - Ems , Gauleiter:
Carl Röver (1929-1942)
Paul Wegener (1942-1945)
Gau Westfalen [Gau Westfalen se hizo parte de Ruhr en 1926], Gauleiter:
Franz Pfeffer von Salomon (1925-1926)
Gau Westfalen - Nord , Gauleiter:
Alfred Meyer (1932-1945)
Gau Westfalen - Sud , Gauleiter:
Josef Wagner (1932-1941)
Paul Giesler (1941-1943)
Albert Hoffmann (19 junio 1943-mayo 1945)
Gau Wien ( Viena , Austria), el Gauleiter:
Odilo Globocnik (1938-1939)
Josef Bürckel (1939-1940)
Baldur von Schirach (agosto 1940 hasta mayo 1945)
Gau-Wurtemberg - Hohenzollern , Gauleiter:
Eugen Munder (1925-1928)
Wilhelm Murr (1928-1945)


Saludos.

Re: La sopa alemana (VIII): Hitler canciller.

Dom Abr 14, 2013 2:51 pm

Imagen

Julius Streicher,"fue el Gauleiter de Franconia y un publicista antisemita realmente agresivo. Fue ajusticiado en Nüremberg el 16 de octubre de 1946. Sus últimas palabras fueron:

¡Heil Hitler! Ésta es mi celebración del Purim de 1946. Marcho hacia Dios. Algún día los bolcheviques también os colgarán a vosotros.
(Con la alusión al Purim, Streicher pretendía dar a entender que las ejecuciones de nazis en Nuremberg no eran un acto penal, sino un sacrificio ritual encaminado a complacer a los judíos)


Información y foto de Wikipedia, enlace http://en.wikipedia.org/wiki/Julius_Streicher
Escribir comentarios