Como consecuencia, muchas familias quedaron sin vivienda, alimentación o literalmente destruidas por la muerte de uno u otro miembro del núcleo familiar. Pero hubo un sector que, por efecto de esta lucha, sufrió todo este cúmulo de situaciones aciagas: los huérfanos de guerra.
El destino de estos pequeños era incierto, muchos de ellos vagaban por las zonas en conflicto con la esperanza de sobrevivir de lo que fuera, otros incluso llegaron a trabajar para los alemanes y así no morir de hambre; los más afortunados encontraron personas caritativas que los acogían en sus hogares. Pero algunos hallaron una oportunidad de supervivencia, y ciertamente también de afecto emocional, en uno de los estamentos menos pensados: una unidad soviética.
Cuando el Ejército Rojo recapturaba territorio en disputa, era común descubrir los estragos de la batalla o de la ocupación alemana. Producto de estos hechos muchos niños habían quedado en total desamparo, sin ninguna persona que pudiera cuidar de ellos ya fuese debido a que fueron abandonados o los padres habían fallecido. Masas de desplazados, entre ellos los pequeños huérfanos, se acercaban a los soldados soviéticos con la esperanza de conseguir algo de comer. En esta situación, si alguno de los soldados sentía empatía por el niño que había quedado en la orfandad, procedía a adherirlo a la unidad.
Por regla general, solamente hasta el comandante de compañía o de regimiento eran conocedores de la ‘adopción’, ya que los oficiales de mayor jerarquía prohibían estas acciones. El término con el que fueron conocidos estos niños fue “pupilo” o “seguidor”, aunque en la historiografía moderna de todas las republicas de la antigua Unión Soviética se los denomina ‘hijo del regimiento’. Este último término se hizo popular solamente después que Valentin Kataev publicara su novela ‘Syn Polka’ (Hijo del Regimiento) en el año 1945, el cual trata del pequeño Vanya Solntsev que al quedar huérfano vaga completamente solo por dos años, siendo encontrado por una unidad de exploradores soviéticos, los cuales proceden a adoptarlo.
Sería muy plausible que el término ya fuese empleado en algunas unidades, ya que Valentin Kataev estuvo en contacto directo con el soldado de primera línea al ser corresponsal de guerra para los periódicos Pravda y Krasnaya Zvezda. Fue ahí, como luego escribió, que halló la inspiración para su novela:
… por alguna razón fueron los más jóvenes los que hicieron la más grande impresión en mí; los sin hogar, jóvenes desposeídos quienes marchaban desagradablemente a lo largo de las vías destruidas por la guerra. Vi a exhaustos, mugrientos y hambrientos soldados rusos recoger a desafortunados niños. Esa fue una manifestación de gran humanismo del hombre soviético. Aquellos soldados luchaban contra el fascismo y, por esta acción, también eran faros de la revolución.
http://www.amazon.com/regiment-polka-Kataev-Valentin-Petrovich/dp/5080045272
“Hijo del Regimiento”, novela escrita por Valentín Kataev en 1945.
La gran mayoría de estos infantes asimilados dentro del Ejército Rojo eran varones con menos de 15 años, los cuales podrían al menos cumplir con tareas de apoyo en la segunda línea. Pero muchos otros permanecieron con los soldados en la línea del frente, viéndose involucrados directamente en algunas acciones propias de la guerra, y así adquiriendo por consiguiente un cupo en la nómina de raciones alimenticias y de equipo personal; aunque no apareciendo oficialmente con nombre y datos en la lista de la unidad.
Varios de estos niños desempeñaron funciones dentro del ejercito como exploradores u observadores; esta última función realizada especialmente para dirigir el fuego de la artillería.
http://waralbum.ru/14205/
La imagen podría corresponder a observadores de artillería. Noten que el niño incluso luce una condecoración más que sus camaradas.
El ‘hijo del regimiento’ más joven en ser condecorado fue Sergei Aleshkov, que con solo siete años de edad se convirtió en héroe y recibió la medalla “Al mérito militar”. El padre de Sergei había muerto en una batalla, su madre fue ejecutada por un polizei y su hermano mayor ahorcado. Convirtiéndose en un ‘hijo del regimiento’ estuvo en la batalla de Stalingrado, donde salvó la vida de varios hombres que habían sido sepultados en su trinchera debido a que un proyectil había estallado cerca. Ayudándolos a salir, luego fue a buscar ayuda para los heridos, poniéndose en grave riesgo por el solo hecho de moverse en la superficie de la ciudad. Su valiente acción salvó la vida de estos hombres, entre los cuales se hallaba un comandante de unidad, el que con posterioridad adoptó al pequeño Sergei.
http://www.dddkursk.ru/number/723/new/005531/
El pequeño héroe Sergei Aleshkov.
Los fanáticos rusos de su música folclórica seguro deben recordar a Ivan Surzhikov, conocido como el “ruiseñor de Rusia”. Siendo un ‘hijo del regimiento’ de catorce años de edad, en una ocasión representó algunas canciones en presencia de Konstantin Rokossovsky, quien vio el talento del muchacho. Después de la guerra, Rokossovsky lo inscribió en la Academia de Música de Varsovia; de regreso a su tierra, Ivan siguió una carrera exitosa ofreciendo presentaciones por toda Rusia y el extranjero, recibiendo el título de Artista del Pueblo.
Cuando el Ejército Rojo recuperó la región de Kursk en 1943, Pabel Grechikhin, de 15 años de edad y habiendo perdido a su familia, fue adoptado por el Batallón de Artillería antitanque 1008. Varios años después de la guerra se unió al cuerpo de policías, desempeñándose como oficial de tránsito en Belgorod. Grechikhin se hizo famoso en la ciudad por ser un policía imparcial e incorruptible, recibiendo el título de “El policía de tránsito más honesto de Rusia”. En Belgorod existe un monumento en su honor.
Otros conocidos ‘hijos del regimiento’ son:
Viktor Ivanov. Sirvió en el Regimiento de Obús 577, luego de la guerra fue un famoso escritor de cuentos infantiles. Miembro de la Unión de escritores de Rusia.
Eugene Kuznetsov. ‘Hijo del regimiento’ entre 1942-1943, primer general graduado de la escuela de Suvorov.
Isaac Platonovich. Cuya historia de asemeja bastante al del personaje Vanya Solntsev del libro de Valentin Kataev.
Ephraim Sevela. Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió en una brigada de artillería antitanque, siguiendo la lucha hasta Alemania, recibiendo incluso la medalla “Al valor”. Luego de la guerra realizó las actividades de escritor, guionista y director de cine.
A principios de noviembre de 1943 circuló la orden de retirar a todos los niños que se hallaban en las filas del ejército soviético, muchos de ellos siendo enviados a las escuelas de Suvorov, Nakhimov y centros de acogida por toda la URSS. Sin embargo varios de los ‘hijos de regimiento’ continuaron su estadía en el ejército.
http://t2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcSZpkdDZKc0oxJYiTUUps4uwsA1FhmLaDkUJpvEisau8LkfaOvB&t=1
Dos soldados aliados flanquean a un pequeño ‘hijo del regimiento’ que desempeñaba labores como asistente técnico de armas en la Base Aérea de Propósitos Especiales 169, ubicada en Poltava. La imagen data de 1944.
http://waralbum.ru/14203/
‘Hijo del regimiento’ Vladimir Tarnowski realiza una inscripción en una de las columnas del Reichstag:
"Seversky Donets-Berlin. - y firmado - Artilleros Doroshenko, Tarnowski y Sumtsov”. Para mí, la escena tiene un contenido paternal.
http://waralbum.ru/14201/
Según la fuente de la imagen, esta fotografía también correspondería a Vladimir Tarnowski junto a otros camaradas.
Acorde al Archivo Central del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa, durante la Segunda Guerra Mundial sirvieron en el ejército soviético alrededor de 3500 jóvenes soldados con edad menor a los 16 años; todos ellos debidamente registrados con nombre completo, grado y unidad en la que fueron adscritos, teniendo así todos los derechos y obligaciones de un soldado regular.
Pero con total seguridad la gran mayoría de los ‘hijos del regimiento’ permanecieron y permanecen en el anonimato. Sus historias son conocidas solo por aquellos que por algún tiempo les brindaron algo de atención e incluso de afecto.
scan del libro “Hitler vs Stalin” de John y Ljubica Erickson.
Fue esta imagen y su descripción la que me motivaron a realizar el presente post.
Un ‘hijo del regimiento’ llevando la Estrella Roja al Valor, rodeado por sus admiradores. Los ‘hijos del regimiento’ fueron huérfanos adoptados por los regimientos soviéticos, siendo cuidados como los propios hijos de los soldados. Vivieron con los soldados y lucharon al lado de ellos en acciones de la línea del frente. Después de la guerra, encontraron difícil ajustarse a la vida civil, la compañía de otros niños y a actividades infantiles.
En Kursk existe un museo que conmemora a los niños de la ex Unión Soviética que de alguna u otra manera se vieron envueltos en la primera línea de batalla. Con relación a los ‘hijos de regimiento’, la responsable de investigación del museo, Lyudmila Sergeeva, dice lo siguiente:
Los ‘hijos del regimiento’ no solo vivieron con el ejercito, los niños tuvieron un rol importante en la lucha contra los invasores nazis.
Fuentes:
Erickson, John y Ljubica. “Hitler vs Stalin”.
http://ru.wikipedia.org/wiki/%D0%A1%D1% ... 0%BA%D0%B0
http://www.dddkursk.ru/number/723/new/005531/
http://www.sovlit.net/bios/kataev.html