Publicado: Dom Mar 01, 2009 7:34 pm
Ante todo debo empezar este post con una disculpa, tras la cantidad de barbaridades y chascarrillos que he ido haciendo respecto a la peli y a Tom Cruise desde que abrimos el hilo. Esta mañana fui a ver "Valkiria" y tengo que reconocer que, salvo algunos pequeños fallos de los que nos damos cuenta casi que sólo nosotros, es una gran película.
Mi mujer venía conmigo y no se ha aburrido lo más mínimo. Eso ya dice mucho acerca del guión, capaz de mantener la atención incluso de los espectadores menos propensos a seguirlo. De hecho, le ha gustado la película, y mucho. Reconozco que a mí también me ha gustado. Y mucho también.
Pienso que consigue llevar la atención durante todo el sinuoso trayecto de la conspiración, jugando con introducción necesaria para ubicar personajes y situación, dividida en dos partes: la presentación del personaje de Stauffenberg, dividida a su vez en dos partes, para ponernos en situación y explicar el por qué de sus heridas (una muestra de que pueden hacerse milagros cinematográficos con un poco de ambientación y planificación) y una segunda parte intenta mostrar algo de su personalidad (la secuencia del hospital, mientras se viste él solo -un hombre de acción y convicciones- y después la entrega de condecoraciones a los heridos). La segunda parte de a la introducción es una secuencia sorprendente para el espectador neófito, que es la del atentado contra Hitler que intenta el general Tresckow con las famosas botellas de Cointreau. Genial la escena entre Brandy y Tresckow durante la recuperación de las botellas. Dos detalles: la pistola y la frase que salva la situación. A partir de ahí es cuando considero que comienza efectivamente la película, introduciéndonos de lleno en el corazón de la conspiración.
De ahí en adelante, he de reconocer el mérito de Synger, capaz de llevarnos por los intrincados vericuetos de la preparación de un golpe de estado sin excesivas florituras, dejando caer pinceladas: la presencia de civiles en la conspiración, el objetivo de formar un gobierno no militar para pedir la paz, la resolutiva actitud de Stauffenberg (la entrevista con su ayudante, el teniente von Haeften, es un ejercicio de testosterona pura), el ejercicio virtuoso y difícil de algunos para mantenerse al pairo esperando a decidirse hasta saber el bando ganador (caso de Fromm)... Me quedo de todo con una frase de Beck-Stamp: "Es una operación militar, nada sale de acuerdo al plan". Una frase que resume, en sí, toda la película.
No entro en consideración acerca de ciertas licencias poética y errores o inexactitudes, que entiendo se han utilizado para hacer progresar la línea dramática del film, como la secuencia de los fusilamientos de los implicados. Creo que, salvo a puristas como nosotros, son detalles que no hubiesen aportado demasiado. Al fin y al cabo, se trata de una película comercial, bastante bien hecha, que, cosa curiosa, nos ha dejado un buen sabor de boca a los aficionados y también a los no aficionados.
Los actores, salvo, para mi gusto, unos flojos y casi inverosímiles Hitler, Himmler, Goebbels, Goering y Keitel (la secuencia del Berghof es antológica en ese sentido), están todos muy bien. Incluso mi tan denostado Cruise tiene una brillante interpretación. A destacar, desde mi punto de vista, las composiciones del indeciso general Olbright (Bill Nighy), del resolutivo Oberst von Quirnheim (el ayudante de Olbrigh, Christian Berkel), el inquietante Oberst Brandt (ayudante de Hitler, Tom Hollander) y el aburrido y cansado Major Remer (el comandante del batallón de guardia en Berlín, Thomas Kretschmann). No señalo adrede a Terence Stamp, porque, como otros grandes de la pantalla, su sola presencia ya la llena. Creo que una acertadísima elección para encarnar al único militar al que Hitler realmente temía, el general Beck.
Me ha gustado la ambientación en general, la música y sobre todo el casting. Los alemanes parecían alemanes. No todos eran altos, rubios y de ojos azules; se mezclaban oficiales maduros con soldados jóvenes; el aspecto desaliñado de las tropas en faena les hacía parecer eso, tropas en faena... Algo muy de agradecer visto el trato que se le ha dado en algunas películas a este tipo de detalles. Todo, al menos, parece verosímil. Y eso ya es algo.
A ver si Synger se ha picado y nos ofrece algún otro episodio de la SGM con al menos igual calidad que éste.
Mi mujer venía conmigo y no se ha aburrido lo más mínimo. Eso ya dice mucho acerca del guión, capaz de mantener la atención incluso de los espectadores menos propensos a seguirlo. De hecho, le ha gustado la película, y mucho. Reconozco que a mí también me ha gustado. Y mucho también.
Pienso que consigue llevar la atención durante todo el sinuoso trayecto de la conspiración, jugando con introducción necesaria para ubicar personajes y situación, dividida en dos partes: la presentación del personaje de Stauffenberg, dividida a su vez en dos partes, para ponernos en situación y explicar el por qué de sus heridas (una muestra de que pueden hacerse milagros cinematográficos con un poco de ambientación y planificación) y una segunda parte intenta mostrar algo de su personalidad (la secuencia del hospital, mientras se viste él solo -un hombre de acción y convicciones- y después la entrega de condecoraciones a los heridos). La segunda parte de a la introducción es una secuencia sorprendente para el espectador neófito, que es la del atentado contra Hitler que intenta el general Tresckow con las famosas botellas de Cointreau. Genial la escena entre Brandy y Tresckow durante la recuperación de las botellas. Dos detalles: la pistola y la frase que salva la situación. A partir de ahí es cuando considero que comienza efectivamente la película, introduciéndonos de lleno en el corazón de la conspiración.
De ahí en adelante, he de reconocer el mérito de Synger, capaz de llevarnos por los intrincados vericuetos de la preparación de un golpe de estado sin excesivas florituras, dejando caer pinceladas: la presencia de civiles en la conspiración, el objetivo de formar un gobierno no militar para pedir la paz, la resolutiva actitud de Stauffenberg (la entrevista con su ayudante, el teniente von Haeften, es un ejercicio de testosterona pura), el ejercicio virtuoso y difícil de algunos para mantenerse al pairo esperando a decidirse hasta saber el bando ganador (caso de Fromm)... Me quedo de todo con una frase de Beck-Stamp: "Es una operación militar, nada sale de acuerdo al plan". Una frase que resume, en sí, toda la película.
No entro en consideración acerca de ciertas licencias poética y errores o inexactitudes, que entiendo se han utilizado para hacer progresar la línea dramática del film, como la secuencia de los fusilamientos de los implicados. Creo que, salvo a puristas como nosotros, son detalles que no hubiesen aportado demasiado. Al fin y al cabo, se trata de una película comercial, bastante bien hecha, que, cosa curiosa, nos ha dejado un buen sabor de boca a los aficionados y también a los no aficionados.
Los actores, salvo, para mi gusto, unos flojos y casi inverosímiles Hitler, Himmler, Goebbels, Goering y Keitel (la secuencia del Berghof es antológica en ese sentido), están todos muy bien. Incluso mi tan denostado Cruise tiene una brillante interpretación. A destacar, desde mi punto de vista, las composiciones del indeciso general Olbright (Bill Nighy), del resolutivo Oberst von Quirnheim (el ayudante de Olbrigh, Christian Berkel), el inquietante Oberst Brandt (ayudante de Hitler, Tom Hollander) y el aburrido y cansado Major Remer (el comandante del batallón de guardia en Berlín, Thomas Kretschmann). No señalo adrede a Terence Stamp, porque, como otros grandes de la pantalla, su sola presencia ya la llena. Creo que una acertadísima elección para encarnar al único militar al que Hitler realmente temía, el general Beck.
Me ha gustado la ambientación en general, la música y sobre todo el casting. Los alemanes parecían alemanes. No todos eran altos, rubios y de ojos azules; se mezclaban oficiales maduros con soldados jóvenes; el aspecto desaliñado de las tropas en faena les hacía parecer eso, tropas en faena... Algo muy de agradecer visto el trato que se le ha dado en algunas películas a este tipo de detalles. Todo, al menos, parece verosímil. Y eso ya es algo.
A ver si Synger se ha picado y nos ofrece algún otro episodio de la SGM con al menos igual calidad que éste.