Publicado: Mar May 06, 2008 1:48 pm
por Ramcke
TITULO ORIGINAL:The Bridge on the River Kwai
NACIONALIDAD: Gran Bretaña
AÑO: 1957
DURACIÓN: 161 min
DIRECTOR: David Lean
GUIÓN: Michael Wilson y Carl Foreman (Novela: Pierre Boulle)
MUSICA: Malcom Arnold
FOTOGRAFÍA: Jack Hildyard
REPARTO:William Holden, Alec Guinness, Jack Hawkins, James Donald, Sessue Hayakawa, Andre Morell, Geoffrey Horne, Peter Williams, John Boxer, Percy Herbert, Harold Goodwin, Ann Sears, Heichiro Okawa
PRODUCTORA: Columbia Pictures
GALARDONES: 7 Oscar: película, director, actor (Alec Guinness), guión adaptado, fotografía, banda sonora, montaje.


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Atípica dentro del cine bélico, con escasas secuencias de acción, centra todo su interés en la faceta psicológica. El duelo interpretativo entre Guinness y Hayakawa nos sumerge a la perfección en un mundo de tensiones causadas por la delgada línea que existe entre el deber y el orgullo. La concepción del mundo occidental, basado en la razón y en las leyes, frente a la concepción de un mundo oriental, basado en tradiciones milenarias.

Las posturas iniciales de los dos coroneles (Guinness el británico y Hayakawa el japonés) son muy parecidas, anteponiendo ante todo el deber de su cargo, que para el japonés supone la construcción del puente en el plazo fijado y para lo cuál, no duda en obligar a los oficiales británicos, a realizar tareas manuales en el puente a lo cual se niega Guinness por estar en contra de la Convención de Ginebra. Pero las cosas van cambiando paulatinamente. Hayakawa se ve incapaz de construir el puente a tiempo, por eso saca del agujero de castigo a Guinnes y se ve obligado a humillarse ante él dando marcha atrás a su idea inicial de hacer trabajar a los oficiales británicos para poder construir el puente a tiempo con su ayuda. De esta manera Hayakawa está sacrificando su orgullo para poder cumplir con su deber. Pero en lo que respecta a Guinness una vez comienza la construcción del puente se transforma, anteponiendo el orgullo británico (construiremos el puente que no pudieron levantar los japoneses) a pesar de estar construyendo, con un ímpetu similar al de los japoneses, un puente que será de gran importancia en las comunicaciones ferroviarias del enemigo. Por otro lado y de forma paralela, en la otra trama de la película, se centra precisamente, en la destrucción de ese puente, por parte de los Aliados, que enviarán un comando en misión suicida, liderados por un antiguo prisionero evadido del campo, de dudosa hoja de servicios, y aún más dudosa moral.


Por tanto, las dos tramas se superponen y se anudan, una de ellas, auna esfuerzo por construir el puente, para de alguna manera evitar que los prisioneros tengan baja la moral, la otra de ellas, auna esfuerzo, por destruir el puente, para devolvernos a la realidad, de que más allá de esa jungla impenetrable, se está librando una guerra, y que ese puente, es vital que sea destruido. Todo ello, crea en el espectador un dilema, al preguntarse hasta que punto los prisioneros británicos, no dejan de estar colaborando con el enemigo, a la hora de levantar el puente, cuando deberían tratar de hacer justamente lo contrario, en la medida de sus mermadas posibilidades.

Al final, tenemos un clásico del cine, intemporal que uno no se cansa de ver. Mención aparte, merecen la intrepretación de Sir Alec Guiness, como inflexible coronel británico, representante de la más rancia tradición del Imperio Británico, un jefe preocupado por sus hombres, que simplemente cumplió las órdenes de rendirse en Singapur y la de su homólogo japonés Sesue Hayakawa, que desprecia al soldado que se rinde y más aún si ese soldado es un anglosajón orgulloso, representante del dominio blanco en Asia.

A destacar la famosísima marcha silbada por la tropa aliada prisionera,la Marcha del Coronel Bogey, una melodía militar británica, de la 1ª Guerra Mundial, que los soldados del coronel Nicholson silbaban al desfilar. Se ha convertido en un clásico de la música del cine. Esta melodía fue seleccionada por Malcolm Arnold para la banda sonora que compuso para la película y por la que obtuvo un premio Oscar. Y por último, dos secuencias míticas:

Una, es la secuencia en la que un traveling genial nos muestra la llegada del pelotón al mando de Guinness al campo de prisioneros silbando la famosa melodía de la película, y aunque vemos a los soldados desarraigados, heridos, con las botas rotas e incluso descalzos todos marcan el paso al unísono dando una sensación de disciplina y orgullo (que será recurrente durante toda la película) ante la adversa situación en la que se encuentran.

La secuencia más conocida de la película es la última en la que Guinness tras darse cuenta de que con sus actos ha llevado a la muerte a varios soldados aliados nos muestra, con un solo gesto en un primer plano fascinante, toda su incredulidad ante lo que ha sucedido, para caer sobre el detonador del puente y volarlo por los aires, aunque nunca quedó nada claro que se propusiese volarlo voluntariamente, es a nosotros a quienes toca decidirlo.


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Un saludo,