Publicado: Lun Ene 12, 2015 10:36 am
por Capitan Miller
Por treinta minutos, sólo por treinta minutos, Corazones de Acero no se ha ganado un puesto de honor en mi videoteca. Y es que para mi es imperdonable que durante una hora y media esté viendo una excelente película, aún perdonando ciertos defectos de forma en lo que a cuestiones puramente bélicas se refiere, y que en el tramo final todo ese excelente trabajo se desgracie en un ejercicio de imposibilidad se mire por donde se mire.

Desde el primer minuto todo en Corazones de Acero es perfecto. Los actores, las situaciones, la atmósfera casi apocalíptica que te va dando bofetadas de secuencia en secuencia, la tensión emocional de ciertos momentos duros, durísimos,... Y cuando estás esperando un puñetazo final que te deje pegado a la butaca con cara de pasmo y diciendo bajito "pero que hijo de p..., David Ayer, que pedazo de película te ha salido", lo que te dan es algo tan increíble que el único comentario que del que fui capaz fue un "anda, vete a la m... David Ayer".

No puede ser que unos personajes como los que dan vida a la tripulación del Fury, decida hacer lo que hace aunque primero piense otra cosa, no puede ser que lo que hace se desarrolle como se desarrolla, no puede ser que una tropa enemiga de élite se comporte como un batallón de reclutas de intendencia, no puede haber sitio para la clemencia si ni ha estado ni se la ha esperado durante 90 minutos y menos viniendo de donde viene. En definitiva, no puede ser que una película que va para obra maestra del cine bélico acabe convertida en un esperpento por algún motivo que todavía no alcanzo a comprender.

Creo que mi nivel de cabreo con Corazones de Acero es evidente, pero es que me molesta profundamente comerme un chuletón, regado con un vino de reserva, y que de postre me pongan un arroz con leche aguado y entero. Y fijaos que ni he mencionado la tan criticada escena del combate entre el Tigre y los Sherman (incluso un excelente chuletón puede tener algún nervio escondido), pero lo del arroz con leche es para amargar una buena comida a cualquiera.

No obstante, y por la primera hora y media, os recomendaría ir a verla. Eso sí, tras el combate contra el Tigre recogéis el petate y os vais para casa, que llueve.

Lo de la medalla que mencionas, Wyrm, no sabría que decirte. El interior, y parte del exterior, de ese Sherman parece una exposición de militaría alemana, por lo que no me extrañaría que tuvieran hasta una Medalla de Guerra Submarina. :mrgreen:

Saludos.