Publicado: Mar Mar 03, 2009 10:10 pm
por Ramcke
PILOTOS KAMIKAZES DE LA ARMADA IMPERIAL JAPONESA

Introducción

Del conjunto de palabras genuinas, procedentes de la Segunda Guerra Mundial que se han incorporado a nuestro lenguaje cotidiano, sin duda la de “Kamikaze”, ocupa un lugar destacado. Hoy, esa palabra, podría ser utilizada, como sinónimo de suicida, o temerario, y se suele aplicar a conductores que conducen en sentido contrario en una autopista, a soldados que realizan misiones tan arriesgadas, que tienen pocas posibilidades de regresar, a terroristas que auto detonan explosivos pegados a su cuerpo, etc…

Curiosamente, “Kamikaze”, es una palabra aceptada por la Real Academia de la Lengua Española, y como tal, está incluida en el diccionario:

http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsult ... A=kamikaze


Pero, ¿Cómo se formaron las unidades de pilotos kamikazes, de la Armada Imperial Japonesa?

Veamos pues, como surgieron, cuáles fueron sus acciones, como se entranaban y formaban.

Origen de la palabra “Kamikaze”

La palabra "kamikaze" significa originariamente en japonés "viento divino”
El comienzo del uso de la palabra, se origina en el siglo XIII, cuando una flota procedente de Mongolia bajo el mando de Kublai Khan se presentó, en dos ocasiones (la primera en 1274 y la segunda en 1281) en las costas japonesas, con el fin de invadir el archipiélago japonés. Afortunadamente para los habitantes, que no estaban preparados para enfrentarse, contra un poderoso ejército, mucho mejor preparado que los existentes en Japón, durante el intento de invasión de 1281, un tifón arrasó la flota invasora, dispersándola y hundiendo numerosas naves, evitando así que los mongoles, pudieran conquistar Japón. Cuando el viento empezó a decrecer, los japoneses salieron de sus fortalezas y hallaron al Ejército de Kublai Khan completamente desorganizado y sin posibilidad de recibir ayuda desde el continente; lo derrotaron y convirtieron en esclavos a los supervivientes.

Ese tifón fue llamado Viento Divino y considerado como una señal de que Japón, era el elegido por los dioses y, por lo tanto, éstos se encargarían de su seguridad y supervivencia.


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Bandera de la Armada Imperial Japonesa

Fuente Imagen: http://es.wikipedia.org/wiki/Kamikaze

Antecedentes

Después de la victoria en la Batalla de Midway, en 1942, las fuerzas navales de Estados Unidos, comenzaron un avance implacable en las costas del Océano Pacífico. Tras esta decisiva batalla, la Armada Imperial japonesa, comenzó a retroceder y claramente, los mandos japoneses, se dieron cuenta que, habían perdido la iniciativa en el Pacífico, y que las fuertes pérdidas en aviones, barcos y hombres, no podrían ser reemplazadas, con la suficiente rapidez, como para frenar a la Armada estadounidense.
Rápidamente, los aviones de combate japoneses se vieron superados tanto en número, como en prestaciones técnicas de los nuevos aviones estadounidenses, sobre todo con la entrada del F6F Hellcat y el F4U Corsair. Además, los norteamericanos, disfrutaban de una enorme ventaja, en portaaviones, acorazados y destructores, obligando a los japoneses a evitar encuentros directos, entre su flota de superficie y la flota norteamericana.

Ante esta situación, algunas voces se alzaron, dentro del Estado Mayor Imperial japonés, proponiendo la utilización, de ciertas tácticas de combate aéreo suicida y tratar de reconducir la situación, del lado japonés. El vicealmirante Yokoi, fue uno de los más escépticos, en el uso de estas tácticas suicidas, aduciendo que:
1.Era sumamente costoso adiestrar a un piloto para que él y su avión tan sólo hicieran un sólo viaje.
2.Los aviones por sí solos, no tendrían una fuerza de impacto tal, para destruir o dañar severamente un portaaviones, a menos que se estrellara contra la pista de aterrizaje, cuando ésta tuviera muchos aviones enemigos.
3.Era sumamente difícil, analizar los resultados ya que el protagonista resultaría muerto en la acción.

Al ir avanzando la guerra, y al ir Japón retrocediendo más y más, ante el empuje norteamericano, y hacerse patente la derrota de Japón, la vieja idea de las tácticas aéreas suicidas, volvió a ponerse encima de la mesa, con aires renovados. En el ejército del alicaído Imperio del Sol Naciente surgió lentamente, la dolorosa convicción de que sólo acciones desesperadas podrían acaso compensar, las inmensas diferencias con su enemigo.


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Piloto kamikaze, a bordo del MITSUBISHI A6M Reisen, iniciando el despegue

Fuente Imagen: http://historia.mforos.com/681974/6109964-kamikazes/

En respuesta a la invasión norteamericana de las islas Marianas, el grueso de la flota japonesa, lanzó un contraataque, que acabó en un completo descalabro en la batalla del Mar de las Filipinas, librada el 19 y 20 de junio de 1944. El desastre, no lo fue tanto por los buques hundidos, los portaaviones de escuadra Thaio y Shoukaku y el ligero Hiyo, sino por la completa aniquilación de la flota aérea embarcada, más de 420 aviones, es decir una parte considerable de los efectivos con que contaba la Armada Imperial. Además, se perdieron 445 pilotos de combate, cuyo adiestramiento era bueno. Esto era especialmente preocupante, ya que un piloto de la Armada Imperial, necesitaba dos años de adiestramiento y un mínimo de 100 horas de vuelo, para alcanzar el nivel de los veteranos que atacaron Pearl Harbor, y, además de todo ello, para servir en portaaviones, debían tener un mínimo de 4 despegues y toma de cubierta, en dichos buques. Las estimaciones más optimistas, no preveían poder cubrir con reemplazos, a estos pilotos perdidos, hasta la primavera de 1945. A ello, había que sumar el hecho que la industria aeronáutica japonesa, no había sido capaz de avanzar, al ritmo de la norteamericana y los aparatos japoneses que asombraron al mundo en 1941, habían quedado ampliamente superados, por las prestaciones de los cazas y caza-bombarderos embarcados en los portaaviones norteamericanos.



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Piloto Kamikaze anudándose el pañuelo ceremonial o Hachimachi, justo antes de iniciar su misión
Fuente Imagen: http://historia.mforos.com/681974/6109964-kamikazes/

Durante la presentación de informes sobre la batalla de las Marianas, el Capitán de Navío Eichiro Jo, comandante del portaaviones Chiyoda, propuso al Estado Mayor Imperial, que a la vista de la derrota japonesa y al pobre acierto en el bombardeo de los buques americanos, obtenido durante la batalla, sería más útil, que los pilotos inexpertos, que estaban adiestrándose, estrellaran los aviones sobre las cubiertas de vuelo de los portaaviones norteamericanos, cargados con sus bombas y así obtener algunos resultados positivos, y retrasar el avance de los norteamericanos.

Pero la idea escandalizó al Alto Mando de la Armada, de momento, por el derroche sin sentido de recursos valiosísimos. Casi al mismo tiempo, el Contralmirante Obayashi realizó la misma petición al Vicealmirante Ozawa para que la elevara al Estado Mayor de la Armada, ofreciéndose el mismo para entrenar y comandar a los pilotos voluntarios, pero obtuvo la misma respuesta. En Septiembre de 1944, los norteamericanos tuvieron una muestra de lo que se les vendría encima a partir del mes siguiente y hasta el fin de la contienda: cuando desembarcaron en la Isla Peleliu, en las Palaos, pese a que los defensores estaban ampliamente superados en número y medios técnicos, consiguieron resistir 70 días y destruirles 160 carros de combate. Soldados voluntarios, se escondían en huecos u hoyos excavados en el suelo y con una mina adosada al cuerpo, en la cual habían escrito su nombre, esperaban a que los tanques les pasasen por encima y las hacían detonar destruyendo el tanque y entregando su vida a cambio.

Cuando las noticias de éstas técnicas llegaron a Tokio, el Estado Mayor quedó profundamente impresionado y cuando las mismas llegaron al pueblo japonés, fueron aclamados como héroes y las solicitudes para el ingreso en cuerpos especiales de éste tipo, se dispararon: los jóvenes entraron en un estado hipnótico, para autoinmolarse y salvar a su país de la derrota, que ya se empezaba a vislumbrar en el horizonte.

A la vista de esta situación, en septiembre de 1944, el primer ministro Hideki Tōjō, dio las instrucciones pertinentes, para que los Cuerpos de Ataque Aéreo, organizaran una unidad especial, dentro de la Armada Imperial, lo que daría nacimiento a lo que se conoce comúnmente como kamikazes.

Creación de las escuadrillas kamikazes

La persona elegida para dar forma al proyecto, fue el Vicealmirante Takajiro Onishi, recién nombrado comandante en jefe, de la 1ª Flota Aérea de la Armada Imperial. El 19 de octubre de 1944, se desplazó al aeródromo de Mabalacat, en la isla de Luzón y desde allí, reunió a todo el Estado Mayor de la 1ª Flota Aérea: El jefe del Estado Mayor Capitán de Navío Rikihei Inoguchi, el segundo comandante de la base, Capitán de Fragata Asaichi Tamai, el Capitán de Corbeta Yoshioka del Estado Mayor de la 26ª Flotilla aérea, Los Tenientes de Navío Masanobu, Ibusuki y Yokoyama (que eran jefes de Escuadrilla) y el ayudante personal del Vicealmirante Onishi, Teniente de Navío Moji.


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Viecealmirante Takijo Onishi

Fuente Imagen: http://historia.mforos.com/681974/6109964-kamikazes/

Al comenzar a caer la noche, y reunidos todos ellos en un barracón, les expuso, las ordenes recibidas por el Alto Mando de la Armada Imperial, y su consiguiente plan de acción: debido a la grave escasez de pilotos y aparatos aptos para expulsar al General McArthur de las Filipinas, así como para detener el avance naval norteamericano, que crecía de forma inexorable, día tras día, hacia el mismo Japón, se debían aplicar nuevas tácticas, nada ortodoxas para cumplir con su deber.

Todos los presentes, enseguida entendieron a qué se refería su nuevo comandante en jefe y tras una discusión, matizada por la disciplina, terminaron por comprender y aceptar que, los nuevos planes, eran los únicos capaces de conseguir algún resultado positivo. El vicealmirante Ōnishi hizo hincapié, en que la única manera efectiva desde su punto de vista, de lograr este objetivo, era implementar un grupo especial de ataque suicida, formados por cazas Zero, cargados con bombas de 250 kilogramos, que impactaran, sobre las cubiertas de vuelo de los portaaviones norteamericanos, para bien hundirlos o bien dañarlos y obligarles a retirarse de la zona de operaciones.

Un aspecto fundamental, decidido por el Estado Mayor de la Armada Imperial, fue que los ataques suicidas, debían ser hechos bajo la decisión personal de los propios pilotos. Era una acción que estaba muy por encima de una "orden" y que correspondía única y exclusivamente a la voluntad individual de cada piloto. Onishi, fue muy claro a este respecto.


Cerca de la medianoche se mandó llamar al Teniente de Navío Yukio Seki , para proponerle, si aceptaba hacerse cargo de las nuevas escuadrillas, éste respondió afirmativamente y esa misma noche quedó constituida la Unidad Especial de Ataque, bautizada con el nombre de Shinpu . La Unidad Especial de Ataque Shinpu, estaría formada por cuatro escuadrillas, que recibieron los nombres de Shikishima (designación poética para Japón), Yamato (antiguo nombre del Japón), Asahi (sol de Levante) y Yamazakura (cerezo salvaje, según el poema de Norinaga Motoori) y además se bautizó definitivamente a estos Cuerpos Especiales con el nombre de: KAMIKAZE.

Las escuadrillas Shikishima, Asahi y Yamakazura, fueron estacionadas en el aeródromo de Malabacat, mientras que la escuadrilla Yamato, fue transferida a la isla de Cebú.




Primeros ataques de los kamikaze: Filipinas

El 17 de octubre de 1944, fuerzas aeronavales aliadas, atacaron la isla de Suluan, comenzando así la Batalla del Golfo de Leyte. La 1ª Flota Aérea de la Armada Imperial, con base en Manila, fue alertada, para que diese la cobertura aérea necesaria, a la flota de superficie japonesa, que iba al encuentro de la flota aliada.

El problema era que la 1ª Flota Aérea, se encontraba muy mermada, en cuanto a aviones disponibles, ya que sólo tenía operativos unos 40 aparatos: 34 Mitsubishi Zero, que podían despegar de varios portaaviones, 3 aviones torpederos Nakajima B6N, 1 bombardero Mitsubishi G4M y 2 bombarderos Yokosuka P1Y, con base en tierra. El vicealmirante Onishi, estimó, que con tan pocos aviones, la misión, era del todo imposible, y recurrió a la Unidad Especial de Ataque Aéreo, encomendándole la misión de atacar a los portaaviones norteamericanos.

A los pocos días de su formación, la Unidad Especial de Ataque Aéreo, recibió numerosas peticiones de alistamiento. Se eligieron a 24 pilotos, que por sus habilidades y preparación, pudieran hacer un buen papel, ante el bautismo de fuego de la unidad. Después de varios días de mal tiempo, el 25 de Octubre las escuadrillas despegaron de sus aeródromos, en busca de sus objetivos: Volaron hacia el Norte, localizando a un grupo de portaaviones, concretamente la unidad de combate del almirante Thomas Sprague.


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Pilotos del 72º Grupo de Ataque Especial, con la mascota de la unidad

Fuente Imagen: http://en.wikipedia.org/wiki/Kamikaze


Desde los 3000 metros, cinco Zeros, con una bomba de 250 kg, se lanzaron en picado sobre ellos. Uno de los zeros impactó en el USS Santee y otro de ellos en el USS Swanee, a pesar de ello, ambos portaaviones, no fueron hundidos, y continuaron su marcha. Otros tres pilotos kamikazes fueron abatidos por la artillería antiaérea.

En otra oleada, seis pilotos kamikazes atacaron al USS Kalinin Bay, impactando en su cubierta tres de ellos, mientras que otro ataque kamikaze, esta vez contra el USS Saint Lo, provocó el hundimiento de éste, ya que el impacto fue en uno de los hangares, donde se almacenaban bombas y torpedos. Los otros dos pilotos, fueron derribados antes de que llegaran a estrellarse contra los buques norteamericanos. El primer día de acción de los kamikazes, había concluido.


El día 26 de octubre se realizó el segundo ataque, ahora con la participación de la Unidad Yamato, la cual estaba formada por dos grupos: el primero compuesto de dos Zero kamikazes y una escolta, el segundo de tres kamikazes y dos escoltas. La participación del primer grupo no pudo ser confirmada debido a que el encargado de entregar el informe correspondiente, no regresó a la base, pero se sabe que el segundo grupo impactó un portaaviones aliado con dos aviadores y lo hundió, mientras que el tercero hizo impacto con otro, averiándolo, y retirándolo de la batalla.

Durante los meses de noviembre y diciembre, las operaciones de los distintos grupos de kamikazes, van en aumento. Onishi introduce una nueva mejora: Los aviones kamikazes, irán protegidos por una escolta de cazas, que tratarán de proteger la aproximación a la flota enemiga. Los resultados, no experimentan una mejora considerable, ya que, las tripulaciones de los acorazados, destructores y portaaviones norteamericanos, están advertidas, y el tiempo de respuesta de los cañones antiaéreos, se reduce, creando una densa cortina de fuego que elimina a una parte considerable de los pilotos kamikazes en su aproximación.


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Un avión kamikaze, alcanzado por descargas de artillería norteamericana, inicia su caída.

Fuente Imagen: http://www.temakel.com/histkamizakes.htm

Después del tremendo golpe, que recibieron las fuerzas del vicealmirante Kurita y del almirante Nishimura, en la batalla del golfo de Leyte, estaba claro que había fallado la Operación Sho, (Destrucción total de la flota norteamericana en las Filipinas) que había servido de pretexto para formar la Unidad Especial de Ataque. Los japoneses habían perdido el control de las Filipinas, y con ello, prácticamente la guerra. Durante la lucha por el archipiélago, se calculó que los japoneses perdieron 9.000 aviones, 5.000 en accidentes de vuelo y 4.000 en combate. De éstos últimos, 650 fueron empleados en ataques suicidas, que hundieron 16 buques norteamericanos y dañaron otros 150 alcanzándoles total o parcialmente. (Datos de la Armada de EEUU)

Sin embargo, las operaciones de este tipo continuarían en Filipinas hasta el mes de enero de 1945, cuando tropas Aliadas desembarcaron en Filipinas, y el Alto Mando de la Armada Imperial, decidió trasladar la base, a la isla de Formosa, desde la cuál operarían, tratando de retrasar a las Fuerzas Aeronavales norteamericanas, en su camino a Japón.

Formosa

Se creó un nuevo grupo de pilotos suicidas con el nombre de Niitaka (en honor a una montaña del lugar ), el 18 de enero de 1945. Tres días después, el 21 de enero, se planeó su primer ataque dividido en tres secciones:


Grupo 1.- Atacantes: 2 Suisei (código aliado «Judy»), 2 zero; Escolta: 2 zero
Grupo 2.- Atacantes: 2 Suisei, 2 zero; Escolta: 3 zero
Grupo 3.- Atacantes: 2 Suisei; Escolta: 2 zero

La flota norteamericana, trata de eliminar a este grupo de kamikazes, para evitar retrasos en su próximo objetivo: IwoJima. Es por ello que el almirante Mitscher, envía un grupo e combate aeronaval, para que destruya las unidades kamikazes que operan desde Formosa, y así, poder dirigirse hacia IwoJima con total seguridad. La operación es un fracaso y los japoneses, dañan el portaviones “Ticonderoga”, el destructor “Maddox” y el portaviones de escolta “Langley”, haciendo que los norteamericanos se retiren, y centren sus esfuerzos en invadir IwoJima.

IwoJima

Las primeras acciones de los kamikazes en IwoJima, tienen lugar el 21 de febrero, cuando 20 aviones kamikazes, protegidos por 12 cazas, salen al encuentro de la Task Force 58 del Almirante Mischer. El portaviones “Saratoga”, es alcanzado dos veces, por sendos kamikazes: una en el puente y otra en un costado. Aún así, el buque sigue siendo operativo. Dos kamikazes, impactan en el portaviones “Bismarck Sea”, uno de los cuales hace estallar una de las santabárbaras del buque, que lo hunde con 350 hombres a bordo. El “Saratoga” sufre un tercer impacto, elevando el número de bajas a 300 muertos y averías, que lo tendrían tres meses fuera de combate.

Finalmente, la Task Force 58, se retira en marzo a Ulithi (2ª base aeronaval más importante del Pacífico), en las Islas Marianas, para repostar y realizar reparaciones. Los japoneses, jugándose el todo por el todo, elaboran la Operación Tan, consistente en realizar un ataque kamikaze contra la Task Force 58, con bombarderos bimotores Ginga, que despegarían a más de 2500 km, de la flota americana, a los que se les había adosado una bomba de 800 Kg. Al objetivo, sólo llegaron dos bombarderos, siendo noche cerrada, uno de los cuales, se estrelló contra el portaviones “Randolph”, causándole diversos daños, matando a 27 marinos e hiriendo a otros 105 marinos. El otro kamikaze se estrelló contra el suelo, sin provocar daños.


Okinawa

Tras la sangrienta ocupación de IwoJima, por parte de las Fuerzas Aeronavales de EEUU, el siguiente objetivo, era la isla de Okinawa. Las escuadrillas kamikazes, tienen como blanco, la flota de invasión, que se aproxima Okinawa.
El 31 de marzo de 1945, un kamikaze se estrella contra el acorazado “Indianápolis”, buque insignia de la flota, dejándolo fuera de combate hasta el final de la guerra. Al día siguiente, otro ataque kamikaze, inutilizó al destructor “West Virginia” y el portaviones británico “Indefatigable” fue atacado, pero sin consecuencias.

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Avión kamikaze, aproximándose a la cubierta del USS Missouri

Fuente Imagen: http://en.wikipedia.org/wiki/Kamikaze

El 12 de abril, un importante contingente de kamikazes (160 zeros, 30 bombarderos, 10 Ohka) protegidos por 150 cazas, fueron al encuentro de la flota norteamericana en las proximidades de Okinawa. Los portaviones “Essex” y “Enterprise”, los acorazados “Idaho”, “New Mexico”, “Teneese” y “Missouri”, el crucero “Oakland”, 3 dragaminas, 13 destructores y una lancha de desembarco, sufrieron los ataques de los pilotos suicidas. Únicamente, uno de los destructores, fue hundido, tras partirse en dos, al sufrir un certero impacto de un Okha.

En los días siguientes, pequeños grupos de kamikazes, hostigaron a la flota, dañando un acorazado y cinco destructores más. Los norteamericanos, respondieron, lanzando un ataque masivo, sobre los aeródromos, el 15 de abril, para tratar de destruir en tierra a los aviones enemigos. Lograron destruir 55 aviones.
A su vez, los japoneses, al día siguiente, contraatacaron, con 155 aviones kamikazes, y 36 cazas de escolta, que se lanzaron sobre la flota americana. Un acorazado, 7 destructores, el portaaviones “Intrepid”, son alcanzados y averiados de cierta consideración. El destructor “Pringle” y un dragaminas, son hundidos, por acción de estos ataques.

El 19 de abril, dos barcos de transporte, tipo Victory, cargados con 30000 toneladas de municiones, son atacados, explosionando violentamente, y hundiéndose, tras el impacto del kamikaze. El 22 de abril, 79 aviones suicidas, se inmolan, para dañar a 6 barcos americanos. Días después, es el turno del destructor “Haggard”, que se hunde con toda su tripulación a bordo, y del barco hospital “Confort”, al que no le salvó, tener pintado en sus costados y cubierta unas enormes Cruces Rojas.

El Alto Mando norteamericano, desesperado por la sangría de barcos y de hombres, ordenó a las Fuerzas Aéreas, bombardeos selectivos, de aeródromos y bases aéreas, desde las cuales operaban los kamikazes. Varios B 29, fueron asignados a estas misiones, aunque no tuvieron demasiado éxito.

El 3 y 4 de mayo, un nuevo ataque kamikaze, de 120 cazas y 156 aviones suicidas, se cebaron, con la flota en las costas de Okinawa: 12 destructores, 3 portaaviones, 8 lanchas anfibias de desembarco, el crucero “Birmingham”, fueron dañados. El 11 de mayo, uno de los portaviones dañados, el “Bunker Hill” buque insignia del Almirante Mischer, sufrió tales daños, que el Almirante tuvo que ser evacuado al “Enterprise”. El “Enterprise” el 14 de mayo sufriría un impacto directo en su cubierta, que le dejaría en dique seco, el resto de la guerra.


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El USS Bunker Hill alcanzado por un kamikaze

Fuente Imagen:http://en.wikipedia.org/wiki/Kamikaze

Pocas horas antes de la conquista de Okinawa, las escuadrillas kamikazes que quedan en pie, son trasladadas a Japón, para defender el suelo patrio. Se crea apresuradamente, la operación Ketsu, transfiriendo aviones y pilotos kamikazes desde Manchuria a Japón, para defenderlo, de una posible invasión aeronaval norteamericana.

El final

Tras los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, el Alto Mando japonés, acepta la rendición incondicional y sólo entonces, los kamikazes, dejan de ser operativos. El 15 de Agosto de 1945, el creador de los pilotos kamikaze, vicealmirante Onishi, se suicida de forma ritual, haciéndose el “Seppuku”.

En total, los kamikazes, inflingieron a los aliados: 3000 muertos, 6000 heridos, 318 barcos dañados, 40 buques hundidos. Por su parte, la Armada Imperial, perdió a 4615 pilotos, en estos ataques.


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