Publicado: Jue Abr 17, 2014 2:36 pm
¡Ay, los monumentos...! Estoy cansado de oír las lógicas lamentaciones de los aficionados a lo militar de la cuasi absoluta falta de monumentos en España en cuanto a nuestra recién historia se refiere. Con suerte algún búnker sobrevive, formando parte del paisaje entre los matorrales. Pero, claro, si hubiera algún "negrillo" (me refiero al Panzer I, que aquí se le apodó de esta manera) en un pedestal al lado de una escalinata, igual media España se mostraba indignada... Conjugar política con historia o mera afición a lo militar es difícil en medio de la calle.
Y es que los monumentos tienen un sentido en su concepción: recuerda y/o glorifican un episodio, normalmente no narrado al gusto de todos. Si ese sentido se pierde por el paso del tiempo y el cambio de las circunstancias, el monumento no debe verse más que como curiosidad y atracción turística.
Yo podría entender que los alemanes hubiesen querido eliminar el monumento justo tras la reunificación. Pero si entonces acordaron su conservación con los rusos, no veo el por qué de un cambio de actitud. El monumento no tiene nada que ver con la crisis actual. Si se empieza a derrumbar monumentos bajo cualquier pretexto, igual se venden más periódicos, pero las ciudades perderían buena parte de su encanto y los turistas, de haberlos, se aburrirían un poco más. Precisamente porque todo monumento recuerda algo que es malo para alguien.
Y es que los monumentos tienen un sentido en su concepción: recuerda y/o glorifican un episodio, normalmente no narrado al gusto de todos. Si ese sentido se pierde por el paso del tiempo y el cambio de las circunstancias, el monumento no debe verse más que como curiosidad y atracción turística.
Yo podría entender que los alemanes hubiesen querido eliminar el monumento justo tras la reunificación. Pero si entonces acordaron su conservación con los rusos, no veo el por qué de un cambio de actitud. El monumento no tiene nada que ver con la crisis actual. Si se empieza a derrumbar monumentos bajo cualquier pretexto, igual se venden más periódicos, pero las ciudades perderían buena parte de su encanto y los turistas, de haberlos, se aburrirían un poco más. Precisamente porque todo monumento recuerda algo que es malo para alguien.