Publicado: Sab Ago 20, 2011 1:29 pm
por grognard
Amplío la información sobre este libro, ya que terminé de leerlo hace unos días:

Imagen
Fuentes:
Imagen izquierda: Escaneo de mi ejemplar
Imagen derecha: http://www.todocoleccion.net/batallas-d ... ~x27425842


Título: Batallas decisivas de la Segunda Guerra Mundial
Autor: Varios autores. Coordinado por Siegfried Westphal
Traducción: Francisco Javier Mariñas
Editorial: Malabar
Año de edición: 2007
ISBN: 9788496803060
Páginas: 342
Tamaño: 15’5 x 23 cm
Precio Euros: Descatalogado (Yo lo encontré en una librería-tenderete por 5,95 Euros)
Encuadernación: Tapa Blanda

Altaya publicó este mismo libro, en formato Tapa Dura, en su colección “Memorias de Guerra”. Puede encontrarse en la web a un precio muy interesante


Sinopsis

Se dice que la historia la escriben los vencedores. Ciertamente, en muy pocas ocasiones disponemos del análisis hecho por los que fueron derrotados. En esta obra, siete generales alemanes escriben sobre aquellas batallas que en su opinión llevaron a la Alemania de Hitler a la derrota. Sus artículos tienen el atractivo de aunar el conocimiento militar de todos ellos con el hecho de que fueron protagonistas de las batallas que comentan. Son estudios rigurosos en los que no se evita la autocrítica y en los que la descripción de los errores cometidos se combina con el reconocimiento de los aciertos y de los actos de valor.

Capítulos
- El año del destino 1939-1940 (Siegfried Westphal). Introducción
- La batalla de Inglaterra (Werner Kreipe)
- La batalla de Moscú (Günther Blumentritt)
- La batalla del Alamein (Fritz Bayerlein)
- La batalla de Stalingrado (Kurt Zeitzler)
- La batalla de Normandía (Bodo Zimmerman)
- La batalla de las Ardenas (Hasso von Manteuffel)


Sobre los autores

Siegfried Westphal, el recopilador y conductor de la obra, fue un condecorado General der Kavallerie en la Wehrmacht durante la Segunda Guerra Mundial. Condecorado con la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro, actuó durante la Batalla de Francia, en el norte de Africa con Rommel, en Italia y finalmente fue Jefe de Estado Mayor del Comandante en Jefe de los Ejércitos del Oeste [OKW) durante 1944 y 1945. Fue capturado por tropas estadounidenses en mayo de 1945 y actuó como testigo en el juicio por crímenes de guerra de Nuremberg. Fue liberado en 1947. Autor de varios libros sobre la SGM: El Ejercito Alemán Bajo Hitler. Según los documentos del Jefe de Estado Mayor de Rommel, Rundstedt y Kesselring (también publicado bajo el título de Ejército en cadenas) o El Estado Mayor alemán en el banquillo en Nuremberg 1945-1948

El general Werner Kreipe, General de la Luftwaffe, escribe el capítulo dedicado a la Batalla de Inglaterra. Sirvió en la unidad de bombarderos KG2 de diciembre de 1939 a junio de 1940, cuando fue nombrado Jefe de Operaciones de la Tercera Flota Aérea. Más tarde se le destinó a otros puestos en el frente occidental y en Rusia. Fue nombrado jefe del Estado Mayor de la Luftwaffe en 1944.

La Batalla de Moscú tiene por autor al general Günther Blumentritt. En 1939 era Jefe de Operaciones de Von Rundstedt en el Grupo de Ejércitos Sur, y participó junto a Von Mannstein en la planificación de la invasión de Polonia. En 1940 era Jefe de Operaciones del Grupo de Ejércitos A, aún bajo las órdenes de Von Rundstedt, durante la invasión de Francia, ascendiendo a General. En 1941 es Jefe de Estado Mayor del Cuarto Ejército, a las órdenes de Von Kluge, participando en la invasión de la Unión Soviética. Tras el fracaso de Barbarroja es destinado al OKH como Jefe del Departamento de Operaciones. En ese puesto recomienda la retirada de Stalingrado. En 1944, durante la invasión de Normandía, era de nuevo Jefe de Estado Mayor del mariscal Von Rundstedt. Se le implicó en el atentado de Hitler del 20 de julio, y fue destituido de su cargo, pero finalmente se le rehabilitó. Con posterioridad fue nombrado jefe del Vigésimoquinto Ejército en Holanda. Fue capturado por los británicos en junio de 1945. Fue liberado en 1948, tras permanecer tres años en campos de prisioneros británicos y americanos.

Fritz Bayerlein realiza el análisis de la batalla de El Alamein. En aquella época era Jefe del Estado Mayor del mariscal Rommel. Anteriormente fue Jefe de Operaciones del Grupo Acorazado de Guderian durante la batalla de Francia, y continuó bajo su mando en 1941 durante la invasión de la Unión Soviética. Durante su estancia en el norte de Africa tuvo que hacerse cargo de mandos operativos en combate en dos ocasiones, salvándose de la captura en Túnez al haber sido evacuado por enfermedad. A finales de 1943 es destinado al frente del Este como comandante de la 3ª División Panzer. Después le sería concedido el mando de la División Panzer Lehr, participando en los combates en Normandía y posteriormente en las Ardenas. Fue capturado en abril de 1945, y liberado en 1947. Tras la guerra se dedicó a escribir sobre temas militares, participando en los primeros estudios históricos sobre el conflicto. Fue consejero técnico de la película Los cañones de Navarone

El relato sobre la batalla de Stalingrado corresponde al coronel general Kurt Zeitzler, jefe del Estado Mayor alemán desde septiembre de 1942 hasta julio de de 1944 y por lo tanto en el cargo durante la batalla analizada. Participó en la invasión de Polonia como oficial de Estado Mayor. En 1940 se convierte en Jefe de Estado Mayor del Panzergruppe A de Von Kleist, participando en la invasión de Francia, y posteriormente, en las invasiones de Yugoslavia, Grecia y la Unión Soviética. En 1942, de nuevo en Francia, como Jefe de Estado Mayor del Grupo de Ejércitos D, toma parte en el rechazo al ataque aliado en Dieppe. En 1942 se le promueve a Jefe de Estado Mayor alemán, en sustitución de Franz Halder. En esa época, que coincide con Stalingrado, mantiene frecuentes discusiones y enfrentamientos con otros miembros del Estado Mayor alemán, por su recomendación de retirarse de la ciudad. Finalmente, dimite de su cargo en 1944, rehusando volver a vestir el uniforme. Permanece como prisionero de guerra de los británicos hasta 1947.

La Batalla de Normandía es obra del teniente general Bodo Zimmerman. Combatiente en la Primera Guerra Mundial, se retirado del ejército en 1920, dedicándose a escribir sobre temas militares. Es llamado de nuevo por la Wehrmacht poco antes del inicio del conflicto. Entre 1940 y 1942 es Jefe de Operaciones del Comandante en Jefe de los Ejércitos del Oeste. Desde 1942 era Jefe de Operaciones del Grupo de Ejércitos D, siendo testigo directo de la invasión aliada de Francia. Continuó en el mismo puesto hasta la rendición de Alemania, permaneciendo en cautividad hasta 1947. Después de su liberación, escribió algunos libros más sobre la SGM.

Hasso Von Manteuffel, comandante del Quinto Ejército Panzer durante la batalla de la Ardenas, será el narrador de la última gran ofensiva alemana en el Oeste. Veterano de la PGM, continuó en el ejército tras la rendición, llegando a convertirse en profesor en la Escuela de Blindados de Berlín, puesto en el que se mantiene hasta 1941, no participando en las campañas de Polonia y Francia. Durante Barbarroja, participa en el avance sobre Moscú formando parte de la 7ª División Panzer. En 1943 se encuentra al mando de la División von Broich en Túnez, donde sufre un colapso y es evacuado, librándose de la captura. De nuevo al mando de la 7ª Panzer, combate en Kursk, Kharkov, Belgorov y el Dnieper, lo cual le hace merecedor de recibir el mando de la División Grossdeutschland en febrero de 1944. En Septiembre de ese mismo año, promovido a General der Panzertruppen, toma el mando del Quinto Ejército Panzer, enfrentándose a Patton en Lorena y posteriormente formando parte del “puño acorazado” alemán en las Ardenas. Tras el fracaso de la ofensiva, toma el mando del Tercer Ejército Panzer, combatiendo en el frente del Este hasta el final de la guerra. Hecho prisionero, es liberado en 1947, contribuyendo posteriormente al desarrollo del Bundeswehr.


Reseñas

No he podido encontrar ninguna reseña de este libro


Comentario personal

Sin que llegue a ser una obra fundamental sobre la SGM, hay que reconocerle un mérito a este libro, y es que nos presenta la visión de los generales que perdieron las batallas que en él se analizan. Y eso, desde mi punto de vista, le aporta un valor añadido al texto.

Por lo demás, justo es reconocer que a lo largo del libro se tiene la sensación de que la mayor parte de la cúpula militar del ejército alemán parecía tener claro que Hitler les estaba llevando al desastre, y que acumulaba error tras error, y decisión equivocada tras decisión equivocada, que acabaron llevando a la Wehrmacht “de victoria en victoria hasta la derrota final ”, como en alguna ocasión he escuchado decir. Y esa sensación se tiene porque los diversos generales que comentan las batallas hacen hincapié en esos errores y decisiones equivocadas, y en su percepción acerca de que aquella conducta les llevaba irremediablemente al desastre. No soy capaz de definir si se trata sólo de una forma de autoexculparse o que efectivamente en aquellos momentos y lugares fueron conscientes de las derrotas que se les avecinaban, lo cual lleva a preguntarse por qué no hicieron algo más de lo que hicieron para evitarlas. ¿El sentido del honor del militarismo prusiano, que les impedía rebelarse ante el Führer ante el que habían prestado juramento de fidelidad? Sin duda un punto interesante para pensar y debatir.

Por lo demás, es un libro que me ha gustado. No realiza análisis en profundidad, que requerirían de mucho más espacio y desarrollo que el que se dedica a cada una de las batallas en sí, pero aporta, sin duda, una visión general sobre cada uno de aquellos momentos que permiten abarcarla en su totalidad.

El libro se estructura en capítulos, con la introducción y conclusión general del mismo por parte de Siegfried Westphal, quien además escribe los “interludios” entre las distintas batallas analizadas, “hilando” cronológicamente cada una de ellas y enmarcándolas en la situación de la guerra en cada momento. Su trabajo, desde mi punto de vista, permite ubicar perfectamente cada una de ellas en su momento y lugar dentro del devenir del conflicto.

Cada uno de los capítulos dedicado a cada una de las batallas sigue una estructura similar: una pequeña introducción para ubicar la batalla, y las reflexiones y vivencias personales de cada uno de los generales en cada situación particular. Adquiere sin duda un enorme valor que quien escribe sobre cada evento “se encontraba allí” formando parte de la estructura del mando alemán, y el conocimiento que tienen de la batalla es directo y veraz, al menos en lo referido a la información disponible para los diversos cuarteles generales implicados. No asistiremos aquí a experiencias de primera mano de combates aéreos, asaltos con blindados o defensa de atrincheramientos, sino a las vivencias aparentemente frías y racionales de los oficiales que toman las “grandes decisiones” en cada momento.

Así, seremos partícipes de la errática estrategia de Goering respecto a las acciones a seguir en la batalla de Inglaterra; participaremos de la ansiedad de los generales de Barbarroja respecto a la definición del objetivo a conseguir con la marcha hacia Moscú; asistiremos en El Alamein a la dificultad para conseguir la vital gasolina y los repuestos necesarios para continuar la lucha; quedaremos ensordecidos por las constantes disputas de Zeitzler con Hitler y su corte de aduladores en el intento desesperado de obtener el permiso para sacara al VI Ejército del Kessel; asistiremos impotentes al inacabable suministro de hombres, armas y equipo de los aliados en su avance por Normandía; y mantendremos la voluntad de seguir hacia adelante a través de la nieve en una ofensiva condenada desde el principio por perseguir unos objetivos demasiado ambiciosos.

Quizás las batallas que más me han llamado la atención ha sido la de Stalingrado y la de las Ardenas. La primera, por el papel del general Zeitzler en ella, y su persistente intento de conseguir de Hitler el permiso para evacuar al VI Ejército de Stalingrado, algo que aún hoy en día asombra que no le costase el puesto y posiblemente algo peor. La segunda, por el convencimiento fatalista de Manteuffel acerca de su desarrollo, de lo exagerado de sus objetivos y de lo inadecuado de la creación de un ejército acorazado de las SS al margen de la Wehrmacht, algo que no impidió que, pese a ello, estuvieran a punto de conseguirse algunos de ellos.

La única nota negativa es la traducción de la parte relativa a las Ardenas en lo referente a algunas unidades. Sin duda las denominaciones “división de granaderos del pueblo”, “división acorazada de demostración” y “brigada de escolta del Führer” le pueden resultar muy extrañas a un aficionado a la SGM, aunque cuando se refieren a “División de Volksgrenadier”, aparentemente a la “División Panzer Lehr”, y a la “Führer Begleit Brigade” parece que las cosas quedan un poco más claras y definidas. Esa manía de no dejar las unidades con sus nombres originales…

En resumidas cuentas, un libro genérico muy recomendable que nos permitirá saber un poco más de los entresijos de las derrotas alemanas en una serie de batallas muy representativas de la SGM.


Fuentes

http://www.casadellibro.com/libro-batal ... 0001176766
http://www.historiamilitar.net/detalle. ... utor=VV.AA.