Publicado: Lun Feb 29, 2016 10:46 pm
por Domper
El teniente era conocido por su dedicación. Trabajaba hasta altas horas de la noche, mostrando su devoción inquebrantable al Reich… pero por la noche visitaba clandestinamente el despacho de su capitán, en cuya mesa encontraba análisis operativos que eran la delicia de sus jefes reales.


El análisis de las operaciones aéreas sobre Portugal muestra que se ha sobreestimado el valor de los enfrentamientos a alta cota, confirmando la experiencia de la Guerra Civil Española y de las campañas de Francia, de los Balcanes y de Oriente Medio.

Un análisis de los combates aéreos muestra que el 65% de los combates entre cazas se produjeron a menos de 5.000 metros de altura, y el 75% de los derribos fueron por debajo de los 3.000 metros. Esta cifra asciende al 85% cuando se trata de bombarderos enemigos derribados. Un 60% de los derribos fueron conseguidos por cazas Me 109 y Me 110 con motores ajustados para el combate a esas alturas. Por el contrario las escuadrillas equipadas con aviones de alta cota han sufrido un 50% más de pérdidas.

Creemos que los resultados de los combates sobre Inglaterra, donde un 40% de los derribos se consiguieron entre 5.000 y 7.000 m de altura, se deben a que Gran Bretaña está cubierta frecuentemente de nubes bajas que obligan a volar sobre ellas. Pero este hecho no se ha repetido cuando la visibilidad es adecuada.

En las operaciones sorbe Inglaterra y sobre Portugal también se ha comprobado que cuando los bombarderos lanzan a cotas superiores a los cinco mil metros, la dispersión de las bombas supera los 1.000 metros y en algunos modelos de avión, como ocurre con el Dornier 217, supera los 3.000. Sin embargo la dispersión se reduce a solo 100 metros si el lanzamiento se produce a 2.000 metros de altura. A esa cota los bombarderos son inmunes a las ametralladoras antiaéreas, y poco vulnerables a los cañones pesados antiaéreos. Las dotaciones no requieren oxígeno ni calefacción. Por ello se ha decidido que en lo sucesivo los motores de los bombarderos se ajusten para volar a menos de 3.000 metros de altura, y se prescinda de los equipos de oxígeno y de los sistemas de calefacción eléctricos.