Publicado: Vie Nov 11, 2011 10:58 pm
por Domper
Revelación

Residencia del Almirante Madden. 5 de Noviembre de 1934.

- Buenas tardes. Sir Bolton (1), Sir Alexander (2), Sir David (3), Sir Winston (4). Les presento al Capitán Vian. Tuve con él una interesante charla. Ya les he referido lo de los portaaviones de Reed, pero creo que tiene algo que contar sobre las maniobras del año pasado.

- Sir Charles, no esperaba que…

- Espero todo de usted, menos temor. Supongo que no le importará relatarnos lo ocurrido durante las maniobras.

- Estaré encantado.

- Espere, sir Charles - dijo Eyres-Monsell – Según el informe de Lord Cork (5) la flota de instrucción, compuesta por el Eagle, el Furious y su correspondiente escolta, tenía que atacar un puerto en la costa escocesa, a su elección. Cuando se dirigían hacia Dundee fueron detectados por un hidro Short Rangoon. El escuadrón de acorazados salido de Inverness tardó dos días en localizarlos, pero lo consiguió mediante un hidro del crucero Flora, y el Hood, con su velocidad, les dio alcance ¿fue así, Capitán Vian?

- No exactamente. Es cierto que el Hood finalmente consiguió alcanzar al Eagle y al Furious. Pero hubo algunos otros incidentes que no se recogían en el informe.

- Dénos su versión, Capitán- dijo el almirante Madden.

- En sustancia era así. La flota de instrucción, el bando rojo tenía que atacar un puerto, pero tenía que ser Banff, Aberdeen o Dundee. No estaba permitido atacar Inverness, mucho menos la costa atlántica…

- No sería muy difícil localizarles.

- Pero tampoco fue fácil. El almirante Lyster (6) esperaba que fuésemos localizados, por lo que se acercó por la noche hasta 130 millas de Dundee, y lanzó los aviones al amanecer. La primera noticia que tuvo el bando azul de nuestra presencia fueron las acrobacias que hacían nuestros Osprey. Despegó un Rangoon para seguirnos, pero lo “derribamos” varias veces antes de que llegase hasta nuestros portaaviones. A pesar de eso nos siguió y luego volvió hacia su base.

- En la realidad lo hubiesen derribado y no les hubiesen detectado.

- Sí, sin duda. Lyster esperaba el contraataque, y por eso decidió adelantarse. En cuanto el Short desapareció, emprendió una estrepada hacia noroeste, casi a la vista de la costa, hasta rodear la farola de Peterhead, entonces nos dirigimos al Norte. Se lanzaron varios Osprey reconociendo la salida del Firth of Forth y enseguida se localizó la flota azul. Entonces, se dedicó a jugar con ella: manteniendo una distancia de unas 100 millas, lanzaba patrullas de aviones atacándola.

- Perdone, Capitán – dijo Beatty - ¿El bando azul no tenía cazas?

- Sí, pero no consiguieron coordinarse con la flota. Al final del primer día habíamos lanzado dos ataques simulados con bombarderos en picado y torpedos. Por la noche esquivamos el contacto navegando al Oeste y luego al Sur. A la mañana siguiente repetimos la táctica: detectamos al otro bando a media mañana y reiniciamos los ataques figurados.

- ¿Y sus hidroaviones?

- Pasó lo mismo que con el Rangoon: lanzaron un hidro que siguió a los Osprey, pero nuestros Nimrod lo detectaron y lo escoltaron, señalándole que había sido “derribado”. Ignoró las indicaciones, y volvió para guiar al Hood hacia nosotros.

- Pero el Hood les cazó.

- Si eso es cazar… tenía continuamente a un par de aviones haciendo cabriolas sobre ellos. Pero al final las máquinas del Furious, ya sabe, empezaron a dar problemas, y el Hood consiguió acercarse.

- De haber sido un combate real ¿qué hubiese ocurrido? – preguntó Eyres-Monsell.

- No puedo saberlo, nunca un acorazado moderno ha sido atacado por aerotorpederos. Pero mi impresión es que varios barcos, entre ellos seguramente el Hood, hubiesen sido hundidos. Además, nunca nos hubieran localizado porque hubiésemos derribado sus aviones de reconocimiento.

- No es lo que nos informó Lord Cork - Capitán Vian ¿hará el favor de dejarnos solos?



- Caballeros, espero que todo esto no salga de aquí – dijo Eyres-Monsell – Sir Alexander ¿podría ser cierto?

- Con total seguridad, respondo por la integridad de Lyster y Vian. Nuestras maniobras con la flota de instrucción solían llegar a lo mismo. Nos hartamos de hundir al pobre Revenge.

- ¿Sería posible que Lord Cork falsificase un informe?

- Excelencia, preferiría no hablar de un superior.

- Lo entiendo. Gracias, sir Alexander ¿le importará retirarse usted también?



- Sir Charles, estoy aterrado - dijo Eyres-Monsell – Las maniobras son para aprender, no para esconder nuestras deficiencias.

- Había oído rumores, y por eso llamé a Vian, que me parece un marino muy prometedor. Espero que este asunto no perjudique su carrera.

- Al contrario, necesitaba la sinceridad. Pediré informes sobre él y, si son como espero, pronto se encontrará en el puente de un portaaviones. Pero lo que me preocupa es otra cosa ¿nos hemos equivocado con nuestros planes navales? ¿qué opina, Sir David?

- Sir Bolton, ya aprecié en Jutlandia lo que supone equivocarse en el diseño, y esperaba que no volviese a ocurrir. Lo que nos han contado es muy preocupante, pero no por el dichoso informe. Esto puede ser la muerte del acorazado.

Churchill irguió – Imposible. Los acorazados son la espada del Imperio…

- Calma, Winston – dijo Beatty – No he dicho que tengamos que desguazarlos. Esas maniobras se hicieron en verano con veinte horas de luz. En invierno, de noche, puede ser otra cosa. Creo que los acorazados les queda mucha vida. Pero tendríamos que plantear el futuro de nuestra flota. Winston, tú que estás tan preocupado por esos nazis ¿Alemania dispone de aviones capaces de atacar un acorazado?

- Tienen unos aviones de pasajeros muy curiosos, en los que solo caben bombas (7).

- Luego una flota inglesa cerca de cualquier costa peligra.

- Si es cierto lo que nos han dicho Ramsay y Vian, sí. Alemania tiene más aviones de los que esperábamos. E Italia muchos más (8).

- Ya veo. Charles ¿estás de acuerdo con lo que hemos oído?

- No te hubiese pedido que vinieras si no fuese así, David.

Eyres-Monsell toma la palabra - Gracias, caballeros. Nunca les podré agradecer lo suficiente esta lección, aunque sea amarga. Los próximos la Gaceta publicará algunos cambios de destino.



Si algo hubo en el periodo de entreguerras fueron maniobras que mostraron que algo había cambiado. Recordemos los repetidos ataques simulados a Pearl Harbor, o las maniobras con la brigada experimental acorazada inglesa. En este supuesto hay una flota de instrucción que crea muchos celos profesionales ¿qué pasaría si derrota estrepitosamente a una flota de acorazados? En los treinta, los aviones ya tenían capacidad para torpedear a un acorazado.

Notas:

(1) Bolton Meredith Eyres-Monsell fue Primer Lord del Almirantazgo durante el segundo gobierno (de coalición) del laborista Ramsay McDonald. Pertenecía al Partido Conservador.

(2). En el mensaje anterior ya he citado a Alexander Ramsay.

(3) Beatty seguía vivo, tenía mucho prestigio, y en este escenario era amigo de Madden.

(4), Sí, el mismísimo. Entonces ya estaba clamando contra el ascenso de Hitler, y tenía estrechas relaciones con la marina. Eyres-Monsell era del mismo partido, por lo que no sería tan extraño verlo por ahí. Buen momento para aficionarlo a los portaaviones.

(5) William Boyle, Conde de Cork y Orrey, estaba al mando de la Home Fleet en esa época. Era un hombre muy impulsivo, y estuvo metido en algunos de lso más disparatados proyectos churchillianos. Resulta una víctima ideal.

(6) Lumley Lyster fue el autor del ataque a Tarento. A alguien tenía que ascender, además de Vian.

(7) Se trataba de aviones como el He.70, el Do.17 o el He.111: nacidos como aviones de pasaje o de correo, en el Do.17, por ejemplo, no cabían los pasajeros.

(8) Italia en los treinta tenía una aviación muy poderosa, incluyendo hidros de torpedeo. Lo que pasó es que tuvieron problemas con el desarrollo de los motores de aviación, aparte de lo ineficiente de su industria. Pero eso no se podía saber en 1934.

Saludos

P.D.: tras este empujón tocará una nueva sequía de unos días. Paciencia. Pero ya veis que los portaaviones acorazados no tienen mucho futuro. Que conste que no me he inventado nada de lo puesto... salvo la historia, claro.