Publicado: Lun Mar 21, 2022 2:15 pm
por Kurt_Steiner
Las fuerzas armadas del NDH, la Guardia Nacional croata (Domobrani) y la Milicia ustasha cometieron una gran cantidad de masacres.

La Milicia ustasha se organizó en 1941 en cinco (luego 15) batallones de 700 hombres, dos batallones de seguridad ferroviaria y la Legión Negra de élite y el Batallón de Guardaespaldas del Poglavnik (más tarde Brigada). Fueron reclutados predominantemente entre la población sin educación y la clase trabajadora.

La violencia contra los serbios comenzó en abril de 1941 e inicialmente tuvo un alcance limitado, principalmente dirigido contra la intelectualidad serbia. Sin embargo, en julio, la violencia se volvió "indiscriminada, generalizada y sistemática". Las masacres de serbios se concentraron en áreas mixtas con grandes poblaciones serbias por necesidad y eficiencia.

En el verano de 1941, las milicias y los escuadrones de la muerte ustashas quemaron aldeas y mataron a miles de civiles serbios en el campo con gran sadismo. Hombres, mujeres, niños fueron asesinados a machetazos, arrojados vivos a pozos y barrancos, o quemados en iglesias. Casi nunca se utilizaron armas de fuego, más comúnmente se emplearon hachas y similares. Las víctimas serbias fueron desmembradas, les cortaron las orejas y la lengua y les sacaron los ojos. Algunas aldeas serbias cerca de Srebrenica y Ozren fueron arrasadas por completo, mientras que niños fueron encontrados empalados con estacas en aldeas entre Vlasenica y Kladanj. La crueldad y el sadismo de Ustaše conmocionaron incluso a los comandantes nazis. Un informe de la Gestapo al Himmler, fechado el 17 de febrero de 1942, decía:

El aumento de la actividad de las bandas [de rebeldes] se debe principalmente a las atrocidades cometidas por las unidades ustashas en Croacia contra la población ortodoxa. Los ustashas cometieron sus actos bestiales no solo contra los varones en edad de reclutar, sino especialmente contra los ancianos, las mujeres y los niños indefensos. El número de ortodoxos que los croatas han masacrado y torturado sádicamente hasta la muerte es de unos trescientos mil.

La preferencia de los ustashas por las armas blancas se debió en parte a la escasez de municiones y armas de fuego al comienzo de la guerra, pero también demostró la importancia que el régimen atribuía al culto de la violencia y la matanza personal, en particular mediante el uso del cuchillo.

Charles King enfatizó que los campos de concentración estaban perdiendo su lugar central en la investigación del Holocausto y el genocidio porque una gran proporción de las víctimas pereció en ejecuciones masivas. Explicó que las acciones de los aliados alemanes, incluido el croata, y la eliminación de las minorías a nivel de pueblos y aldeas también jugaron un papel importante.

El 28 de abril de 1941, aproximadamente 184-196 serbios de Bjelovar fueron ejecutados sumariamente, tras dictar Kvaternink varias órdenes de arresto. Fue el primer acto de asesinato en masa cometido por los ustashas al llegar al poder y presagió la campaña de genocidio contra los serbios, que duró hasta el final de la guerra. Unos días después de la masacre de Bjelovar, los ustashas reunieron a 331 serbios en el pueblo de Otočac. Las víctimas fueron obligadas a cavar sus propias tumbas antes de ser asesinadas a hachazos. Entre las víctimas estaba el sacerdote ortodoxo local y su hijo. Al primero se le obligó a recitar oraciones por los moribundos cuando mataron a su hijo. Luego torturaron al sacerdote, le arrancaron el cabello y la barba, le sacaron los ojos antes de despellejarlo vivo.

El 24 y 25 de julio de 1941, la milicia ustasha capturó el pueblo de Banski Grabovac, en la región de Banija, y asesinó a toda la población serbia de 1.100 campesinos. El 24 de julio más de 800 civiles serbios fueron asesinados en el pueblo de Vlahović. Entre el 29 y el 37 de julio, 280 serbios fueron asesinados y arrojados a pozos cerca de Kostajnica. Masacres a gran escala tuvieron lugar en Staro Selo Topusko, Vojišnica y Vrginmost. Alrededor del 60% de los residentes de Sadilovac perdieron la vida durante la guerra. Más de 400 serbios fueron asesinados en sus hogares, incluidos 185 niños. El 31 de julio de 1942, en la iglesia de Sadilovac, los ustashas al mando de Milan Mesić masacraron a más de 580 habitantes de los pueblos de los alrededores, incluidos unos 270 niños.

El 11 o 12 de mayo de 1941 entre 260 y 300 serbios fueron conducidos a una iglesia ortodoxa y fusilados, después de lo cual el edifico fue incendiado. Según los informes, la idea de esta masacre provino de Mirko Puk, quien era el Ministro de Justicia del NDH. El 10 de mayo, Ivica Šarić, especialista en este tipo de operaciones, viajó a la ciudad de Glina para reunirse con los líderes locales ustašhas, donde elaboraron una lista de nombres de todos los serbios de entre 16 y 60 años de edad que iban a ser arrestados. Después de muchas discusiones, decidieron que todos los arrestados debían ser asesinados. Muchos de los serbios de la ciudad escucharon rumores de que les esperaba algo malo, pero la gran mayoría no huyó. En la noche del 11 de mayo comenzaron los arrestos masivos de hombres serbios mayores de 16años. Luego, los ustašhas llevaron al grupo a una iglesia ortodoxa y exigieron que se les entregaran documentos que demostraran que todos los serbios se habían convertido al catolicismo. Los serbios que no poseían certificados de conversión fueron encerrados y masacrados. Luego se prendió fuego a la iglesia, dejando que los cuerpos ardieran mientras los ustašhas esparaban afuera para disparar a los sobrevivientes que intentaban escapar de las llamas.[

Una masacre similar ocurrió el 30 de julio de 1941. 700 serbios fueron reunidos en una iglesia bajo la premisa de que se convertirían. Las víctimas fueron asesinadas degolladas o a culazatos. Entre 500 y 2000, las fuerzas de Vjekoslav "Maks" Luburić masacraron a otros serbios en las aldeas vecinas, hasta el 3 de agosto. En estas masacres fueron asesinados específicamente hombres mayores de 16 años. Solo una de las víctimas, Ljubo Jednak, sobrevivió haciéndose el muerto.