Publicado: Vie Abr 09, 2021 3:12 pm
Pregunta 3559
- Ya estamos casi a mitad de primavera.
- No me hable, no me hable. Unos días llueve, otros calor... No hay quien pueda tener la terraza decentemente en estas condiciones.
- No se preocupe, pronto llegará el verano.
- A ver si con las vacunas se inmuniza el personal y empiezo a hacer caja.
- A sus clientes no les hace falta vacunas.
- ¿Y eso?
- Pues porque el 95% están muertos, Sascha...
- ....
- No me mire así, usted mismo no existe.
- Si no fuera por mi, qué sería de ustedes.
- Eso es cierto, sí. Pero bueno, para muestra un botón. Aquel chico que está allí, en aquella mesa, bebiendo un Bitter.
- Ah, llegó pronto esta mañana...
- Pues fijese bien, fue prisionero de guerra, pero por un breve periodo de tiempo, ya que sus compañeros le liberaron tras derrotar al país que le había hecho preso.
- Es un aviador...
- Ea, ya lo ha dicho. Bueno, sí, lo es. Derribó aviones de varios países diferentes contra los que se enfrentó, y derribó muchos. Pero muchos, muchos.
- Tomo nota...
- Estuvo en el fregao de Stalingrado, en un mítico aeródromo de la ciudad. Era muy apreciado por sus hombres, que le tildaban de príncipe.
- Ya ha dicho mucho...
- Y tanto. Invítele a comer de mi parte. Se lo merece.
- Una última pregunta, Herr Clar. ¿sobrevivió a la guerra?
- No.
-
- Ya estamos casi a mitad de primavera.
- No me hable, no me hable. Unos días llueve, otros calor... No hay quien pueda tener la terraza decentemente en estas condiciones.
- No se preocupe, pronto llegará el verano.
- A ver si con las vacunas se inmuniza el personal y empiezo a hacer caja.
- A sus clientes no les hace falta vacunas.
- ¿Y eso?
- Pues porque el 95% están muertos, Sascha...
- ....
- No me mire así, usted mismo no existe.
- Si no fuera por mi, qué sería de ustedes.
- Eso es cierto, sí. Pero bueno, para muestra un botón. Aquel chico que está allí, en aquella mesa, bebiendo un Bitter.
- Ah, llegó pronto esta mañana...
- Pues fijese bien, fue prisionero de guerra, pero por un breve periodo de tiempo, ya que sus compañeros le liberaron tras derrotar al país que le había hecho preso.
- Es un aviador...
- Ea, ya lo ha dicho. Bueno, sí, lo es. Derribó aviones de varios países diferentes contra los que se enfrentó, y derribó muchos. Pero muchos, muchos.
- Tomo nota...
- Estuvo en el fregao de Stalingrado, en un mítico aeródromo de la ciudad. Era muy apreciado por sus hombres, que le tildaban de príncipe.
- Ya ha dicho mucho...
- Y tanto. Invítele a comer de mi parte. Se lo merece.
- Una última pregunta, Herr Clar. ¿sobrevivió a la guerra?
- No.
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