Publicado: Vie Mar 30, 2018 1:48 pm
Pregunta 3216
- ¿Pero qué es ese alboroto en la puerta? -preguntó Sasha saliendo de detrás de la barra con una Tokarev amartillada
- Parece una discusión a voz en grito -apuntó un cabo de los Royal Highlanders.
- Rápido, Sasha -gritó un Feldwebel de la Luftwaffe asomándose por la puerta del Welt Quiz Bar- traiga una copa de brandy.
- Mejor una del Napoleón que guarda bajo la barra -se oyó una voz quebrada que los asistentes reconocieron como la de Herr Grognard.
Sasha compareció de inmediato con el encargo, mientras el Feldwebel procedía a hacer pasar al interior al lesionado paracaidista, ayudado por una escuadra de gastadores de la Legión Española, que pasaba por allí de regreso de las procesiones de Semana Santa
- Pero, ¿qué demonios ha pasado? -quiso saber Sasha.
- Que se le ha olvidado poner el cartelito de "Reservado el derecho de admisión" en la puerta, Sasha -bramó Herr Grognard-. Si no llego a estar en la puerta, se nos hubiese colado un sujeto nada recomendable.
- No me diga...
- Pues sí... Menos mal que le reconocí, y me negué en redondo y en cuadrado a franquearla la entrada. Pero no vea qué persistente en sujeto... Si no hubiese defendido la puerta a capa y muleta, se nos hubiese metido dentro.
- Pero... ¿quién era?
En ese momento cayó un espeso silencio como un trueno en el interior del establecimiento. Todos miraron a Herr Grognard, conscientes de haberle dado un leitmotiv para la próxima pregunta del Quiz. Un alférez yanqui sacó lápiz y papel.
- Pues se trata de un oficial, que sobrevivió a la guerra pero que murió a causa de ella, que pertenecía al Eje y cuyas aficiones alimenticias no eran lo que se dice precisamente típicas... razón que la acabó costando la vida.
- No diga más -apuntó un teniente coronal finlandés enfrascado en un mano a mano con una botella de Finlandia-. Quien adivine quién es ese sujeto conseguirá un minipunto y el derecho a poner la próxima pregunta.
- Junto a un vaso bien colmado de vodka bien helado. Y para ello será preciso decir quién era nuestro antipático visitante y qué tiene que ver su alimentación con su muerte.
- ¿Pero qué es ese alboroto en la puerta? -preguntó Sasha saliendo de detrás de la barra con una Tokarev amartillada
- Parece una discusión a voz en grito -apuntó un cabo de los Royal Highlanders.
- Rápido, Sasha -gritó un Feldwebel de la Luftwaffe asomándose por la puerta del Welt Quiz Bar- traiga una copa de brandy.
- Mejor una del Napoleón que guarda bajo la barra -se oyó una voz quebrada que los asistentes reconocieron como la de Herr Grognard.
Sasha compareció de inmediato con el encargo, mientras el Feldwebel procedía a hacer pasar al interior al lesionado paracaidista, ayudado por una escuadra de gastadores de la Legión Española, que pasaba por allí de regreso de las procesiones de Semana Santa
- Pero, ¿qué demonios ha pasado? -quiso saber Sasha.
- Que se le ha olvidado poner el cartelito de "Reservado el derecho de admisión" en la puerta, Sasha -bramó Herr Grognard-. Si no llego a estar en la puerta, se nos hubiese colado un sujeto nada recomendable.
- No me diga...
- Pues sí... Menos mal que le reconocí, y me negué en redondo y en cuadrado a franquearla la entrada. Pero no vea qué persistente en sujeto... Si no hubiese defendido la puerta a capa y muleta, se nos hubiese metido dentro.
- Pero... ¿quién era?
En ese momento cayó un espeso silencio como un trueno en el interior del establecimiento. Todos miraron a Herr Grognard, conscientes de haberle dado un leitmotiv para la próxima pregunta del Quiz. Un alférez yanqui sacó lápiz y papel.
- Pues se trata de un oficial, que sobrevivió a la guerra pero que murió a causa de ella, que pertenecía al Eje y cuyas aficiones alimenticias no eran lo que se dice precisamente típicas... razón que la acabó costando la vida.
- No diga más -apuntó un teniente coronal finlandés enfrascado en un mano a mano con una botella de Finlandia-. Quien adivine quién es ese sujeto conseguirá un minipunto y el derecho a poner la próxima pregunta.
- Junto a un vaso bien colmado de vodka bien helado. Y para ello será preciso decir quién era nuestro antipático visitante y qué tiene que ver su alimentación con su muerte.