Publicado: Sab Abr 29, 2017 12:48 pm
Pregunta 3062
-Buenos y lluviosos días, Sacha.
-Buenos, Miller. ¿Qué tal?
-Pues preparándome para estos próximos días de puente. Aunque me temo que me van a tocar tareas de mantenimiento del barracón. Ya sabe, los jefes y generales dando ideas y luego nos toca a los de a pie ponerlas en práctica.
-Viejo como el mundo. En fin, usted dirá qué le pongo, porque, ademas de los minipuntejos, Herr Kaiser dejó la invitación abierta.
-El muchacho de la Kriegsmarine siempre tan detallista. Pues mire, como hay tiempo me va a preparar para comer un arrocito a banda y para acompañar ponga a enfriar unas botellas de La Salve Lager.
-Sabia elección.
-Y de paso, invite a lo mismo al caballero de la mesa tres.
-Supongo que le conoce.
-Y tanto. Todo un personaje. Fíjese que incorporándose a la SGM ya mediado el conflicto tuvo tiempo para hacerse con un medallero que haría la envidia de muchos veteranos. No sólo logró la más alta condecoración de su país, si no que a ella añadió medallas de herido de guerra, de combate, de mérito... Y todo ello siendo suboficial, ya que sólo al final de la guerra se le reconoció como oficial de la reserva.
-Caramba.
-Y espere, que lo mejor viene ahora. Para mayor asombro, todo eso lo logró ejerciendo funciones de no combatiente, al menos en teoría, porque llegado el caso hasta los panaderos tienen que tirar de fusil. Pues bien, el muchacho logró sobrevivir a la guerra, falleciendo poco antes de cumplir los ochenta años.
-Todo un historial. Por supuesto que se merece el arroz.
-Igual que se merecerá más de lo mismo el que identifique la identidad del caballero en cuestión.
-Oído barra.
Buena caza.
-Buenos y lluviosos días, Sacha.
-Buenos, Miller. ¿Qué tal?
-Pues preparándome para estos próximos días de puente. Aunque me temo que me van a tocar tareas de mantenimiento del barracón. Ya sabe, los jefes y generales dando ideas y luego nos toca a los de a pie ponerlas en práctica.
-Viejo como el mundo. En fin, usted dirá qué le pongo, porque, ademas de los minipuntejos, Herr Kaiser dejó la invitación abierta.
-El muchacho de la Kriegsmarine siempre tan detallista. Pues mire, como hay tiempo me va a preparar para comer un arrocito a banda y para acompañar ponga a enfriar unas botellas de La Salve Lager.
-Sabia elección.
-Y de paso, invite a lo mismo al caballero de la mesa tres.
-Supongo que le conoce.
-Y tanto. Todo un personaje. Fíjese que incorporándose a la SGM ya mediado el conflicto tuvo tiempo para hacerse con un medallero que haría la envidia de muchos veteranos. No sólo logró la más alta condecoración de su país, si no que a ella añadió medallas de herido de guerra, de combate, de mérito... Y todo ello siendo suboficial, ya que sólo al final de la guerra se le reconoció como oficial de la reserva.
-Caramba.
-Y espere, que lo mejor viene ahora. Para mayor asombro, todo eso lo logró ejerciendo funciones de no combatiente, al menos en teoría, porque llegado el caso hasta los panaderos tienen que tirar de fusil. Pues bien, el muchacho logró sobrevivir a la guerra, falleciendo poco antes de cumplir los ochenta años.
-Todo un historial. Por supuesto que se merece el arroz.
-Igual que se merecerá más de lo mismo el que identifique la identidad del caballero en cuestión.
-Oído barra.
Buena caza.