Publicado: Dom Oct 25, 2015 12:52 pm
-Buenos días, Sacha.
-Buenos, Miller.
-¿Alguna novedad?
-Sí, tres andanadas sobre tres blancos distintos. Tenga, lea, lea...
-Mmmm...mmm... mmm... Pues es Herr Káiser el que se lleva el gato al agua. Efectivamente, se trataba del Konzentrationslager Columbia, también conocido como Columbiahaus. Comenzó como centro de detención de la policía berlinesa, pero cuando los sacamantecas pardos llegaron al poder les faltó tiempo para empezar a meter en el a todo el que, según ellos, se merecía el título de indeseable político, social o lo que ese día tocara.
-Menudo sitio, da repelús.
-Desde luego. En 1936, como resultado de la ampliación del aeropuerto de Tempelhof fue cerrado y derribado, y sus funciones trasladadas a ese agujero negro conocido como Sachsenhausen.
-¿Y lo de Washington?
-Sacha, eso es lo más fácil. Washington D.C., "Distrito de Columbia".
-Evidentemente.
-Lo dicho, invite al marino imperial a lo que más rabia le dé y anote una marca en su casillero.
-¿Y usted, se toma algo?
-Póngame un zumo de naranja, que con esto del cambio de hora no sabe uno si desayunar o darle al Yzaguirre.
Saludos.
-Buenos, Miller.
-¿Alguna novedad?
-Sí, tres andanadas sobre tres blancos distintos. Tenga, lea, lea...
-Mmmm...mmm... mmm... Pues es Herr Káiser el que se lleva el gato al agua. Efectivamente, se trataba del Konzentrationslager Columbia, también conocido como Columbiahaus. Comenzó como centro de detención de la policía berlinesa, pero cuando los sacamantecas pardos llegaron al poder les faltó tiempo para empezar a meter en el a todo el que, según ellos, se merecía el título de indeseable político, social o lo que ese día tocara.
-Menudo sitio, da repelús.
-Desde luego. En 1936, como resultado de la ampliación del aeropuerto de Tempelhof fue cerrado y derribado, y sus funciones trasladadas a ese agujero negro conocido como Sachsenhausen.
-¿Y lo de Washington?
-Sacha, eso es lo más fácil. Washington D.C., "Distrito de Columbia".
-Evidentemente.
-Lo dicho, invite al marino imperial a lo que más rabia le dé y anote una marca en su casillero.
-¿Y usted, se toma algo?
-Póngame un zumo de naranja, que con esto del cambio de hora no sabe uno si desayunar o darle al Yzaguirre.
Saludos.