Publicado: Vie Jul 03, 2015 9:32 pm
Pregunta 2682
-Pues nada, aquí tiene una ración XL de jamoncito ibérico y una botella de manzanilla para pasarlo.
-Muchas gracias, joven. La verdad es que casi no he comido, así que me viene de perlas.
-Ya puestos, una pregunta... ¿No tendrá usted ninguna relación con los hermanos Maximoff?
-No.
-¿Ni con Barry Allen?
-No me suena que tengamos ningún Allen en la familia.
-Bueno, ya me quedo más tranquilo. En fin... Podía contarse algo mientras se mete el jamón entre pecho y espalda.
-Ya que lo dice, le voy a contar una chapuza fina, fina.
-Cuente.
-Verá... Cierta marina, sospechando la presencia de submarinos enemigos en un área determinada, decidió poner en marcha una operación de busca y captura. Se organizó una flotilla que, supuestamente, iba a contar con apoyo aéreo y se hicieron a la mar. Digo lo de "supuestamente" porque finalmente los aviones no aparecieron, aunque en cierto modo sí lo hicieron, pero no del esperado.
-Que mala pinta.
-¿Verdad? Pues bien, o la orden no llegó, o se perdió por camino o se la comió una cabra, porque ahí andaban los barquichuelos en su busca de malosos submarinos enemigos cuando un bombardero propio les sobrevoló. Ni los barcos se identificaron como es debido ni el avión hizo lo debido, lo cual, unido al mal tiempo, supuso que uno de los barcos abriera fuego contra el avión. Ya sabe como son de susceptibles los chicos de las fuerzas aéreas y lo mal que les sienta que les disparen así, por las buenas, por tanto el bombardero respondió al fuego y, de postre, les soltó tres bombas, yendo una de ellas a impactar en uno de los barcos.
-Se veía venir.
-Pues espere, que viene lo bueno. Otro de los barcos acompañantes se quedó asistiendo a su colega mientras el resto seguía su rumbo. Pero como al bombardero debía de quedarle confeti, volvió a hacer una pasada y esta vez le colocó dos cebollazos comme il faut a la ya dañada bañera. Aquello fue demasiado arroz para tan poco pollo y el barco hizo pum y se fue a hacer compañía a los arenques. El bombardero, se fue para casita, tan contento de haber hundido lo que creía era un barco enemigo, y el resto de la flotilla dio la vuelta para asistir a los supervivientes. En esas estaban cuando otro de los barcos, celoso de no tener su dosis de protagonismo, también hizo pum, muy probablemente por culpa de una mina, y se unió a la fiesta de los arenques. Entonces se montó el sindiós. Falsas alarmas de ataques aéreos, falsas alarmas de submarinos enemigos, los barcos haciendo maniobras evasivas... Uno de ellos hasta lanzó una salva de cargas de profundidad contra un submarino que sólo estaba en el ataque de nervios del oficial de sonar y estuvo a punto de cargarse su propio timón.
-La madre que...
-Y que lo diga. Pues nada, después de media horita de locura en plan naval warfare style, la flota dio la vuelta y se fue para casa. La tontería, fruto de una mala preparación y de una peor e inexistente coordinación entre armas, se saldó con la pérdida de dos barcos y las vidas de casi 600 marinos.
-Y ahora...
-Ahora deja pagada una rondita de mi parte al resto de parroquianos que se devanaron las neuronas con la megapregunta, y otra de lo mismo para el que averigüe el nombre de la operación chapuza que le acabo de contar.
-Oido barra.
Buena caza.
-Pues nada, aquí tiene una ración XL de jamoncito ibérico y una botella de manzanilla para pasarlo.
-Muchas gracias, joven. La verdad es que casi no he comido, así que me viene de perlas.
-Ya puestos, una pregunta... ¿No tendrá usted ninguna relación con los hermanos Maximoff?
-No.
-¿Ni con Barry Allen?
-No me suena que tengamos ningún Allen en la familia.
-Bueno, ya me quedo más tranquilo. En fin... Podía contarse algo mientras se mete el jamón entre pecho y espalda.
-Ya que lo dice, le voy a contar una chapuza fina, fina.
-Cuente.
-Verá... Cierta marina, sospechando la presencia de submarinos enemigos en un área determinada, decidió poner en marcha una operación de busca y captura. Se organizó una flotilla que, supuestamente, iba a contar con apoyo aéreo y se hicieron a la mar. Digo lo de "supuestamente" porque finalmente los aviones no aparecieron, aunque en cierto modo sí lo hicieron, pero no del esperado.
-Que mala pinta.
-¿Verdad? Pues bien, o la orden no llegó, o se perdió por camino o se la comió una cabra, porque ahí andaban los barquichuelos en su busca de malosos submarinos enemigos cuando un bombardero propio les sobrevoló. Ni los barcos se identificaron como es debido ni el avión hizo lo debido, lo cual, unido al mal tiempo, supuso que uno de los barcos abriera fuego contra el avión. Ya sabe como son de susceptibles los chicos de las fuerzas aéreas y lo mal que les sienta que les disparen así, por las buenas, por tanto el bombardero respondió al fuego y, de postre, les soltó tres bombas, yendo una de ellas a impactar en uno de los barcos.
-Se veía venir.
-Pues espere, que viene lo bueno. Otro de los barcos acompañantes se quedó asistiendo a su colega mientras el resto seguía su rumbo. Pero como al bombardero debía de quedarle confeti, volvió a hacer una pasada y esta vez le colocó dos cebollazos comme il faut a la ya dañada bañera. Aquello fue demasiado arroz para tan poco pollo y el barco hizo pum y se fue a hacer compañía a los arenques. El bombardero, se fue para casita, tan contento de haber hundido lo que creía era un barco enemigo, y el resto de la flotilla dio la vuelta para asistir a los supervivientes. En esas estaban cuando otro de los barcos, celoso de no tener su dosis de protagonismo, también hizo pum, muy probablemente por culpa de una mina, y se unió a la fiesta de los arenques. Entonces se montó el sindiós. Falsas alarmas de ataques aéreos, falsas alarmas de submarinos enemigos, los barcos haciendo maniobras evasivas... Uno de ellos hasta lanzó una salva de cargas de profundidad contra un submarino que sólo estaba en el ataque de nervios del oficial de sonar y estuvo a punto de cargarse su propio timón.
-La madre que...
-Y que lo diga. Pues nada, después de media horita de locura en plan naval warfare style, la flota dio la vuelta y se fue para casa. La tontería, fruto de una mala preparación y de una peor e inexistente coordinación entre armas, se saldó con la pérdida de dos barcos y las vidas de casi 600 marinos.
-Y ahora...
-Ahora deja pagada una rondita de mi parte al resto de parroquianos que se devanaron las neuronas con la megapregunta, y otra de lo mismo para el que averigüe el nombre de la operación chapuza que le acabo de contar.
-Oido barra.
Buena caza.