Publicado: Lun Abr 20, 2015 12:12 am
Pregunta 2614
- ¡Aaaattttchiiis!
- ¡Válgame el cielo! ¡Qué le pasa hombre!
- ¡Attchis!. Alergia a las gencianas, ¡Atttchis! Tome.
- ¿La nueva pregunta?
- Luego. Attchiss. Es un preparado casero.
- A ver. Schnapss, como no, bourbon de Kentucky, vodka, sake, whisky escocés... Si es por suicidarse le puedo dejar un arma.
- No, no , prepare eso. Ya verá.
- Bien pero antes déjeme desalojar el local y despejar un kilómetro a la redonda.
- No sé porqué. Atchis.
- Aquí tiene...
- Gracias. ¿Dónde va?
- A la bodega, le oiré desde allí.
- Una cervecita para luego y unos torreznitos.
- Si no estalla, por cuenta de la casa...
- Ahora que habla de estallar...
- ¡Tendrá narices el tío éste!
- ¿Decía?
- Nada, nada, siga.
- Verá, todos sabemos que desde que se inventó la pólvora...
- Abrevie, pase al siglo XX.
- Verá esto me recuerda horrores algo que pasó a finales de la Segunda Guerra Mundial, en uno de los países contendientes.
- ¿Y?
- No se sabe muy bien cómo hubo una explosión accidental en un punto de almacenamiento de municiones que se sintió en todo el país.
- Causaría una masacre...
- Pues considerando la magnitud, no mató a muchos... ¿Quiere salir de una vez? Me duele el cuello de tanto vocear, que no le estoy cantando las cuarenta a un recluta de Baviera que no ha visto nada más grande que un charco y ahora esta en la armada.
- ¿Aún vivo?
- Sí, pero no me acerque cerillas en un tiempo o seré un lanzallamas....
- Cerveza y torreznos.
- Muchas gracias. Como le decía se barajaron varias hipótesis: ataque enemigo, sabotaje, descuido, detonación prematura de algún arma, nunca se sabrá.
- ¿Y?
- Que no me acuerdo del nombre del dichoso sitio. Quién lo acierte le invita a mi preparado (si se atreve) y a lo que pueda tomar.
- De acuerdo. ¿Ahora que va a hacer?
- Dormir la mona en aquel banco. Recuerde, nada de cerillas cerca
- ¡Aaaattttchiiis!
- ¡Válgame el cielo! ¡Qué le pasa hombre!
- ¡Attchis!. Alergia a las gencianas, ¡Atttchis! Tome.
- ¿La nueva pregunta?
- Luego. Attchiss. Es un preparado casero.
- A ver. Schnapss, como no, bourbon de Kentucky, vodka, sake, whisky escocés... Si es por suicidarse le puedo dejar un arma.
- No, no , prepare eso. Ya verá.
- Bien pero antes déjeme desalojar el local y despejar un kilómetro a la redonda.
- No sé porqué. Atchis.
- Aquí tiene...
- Gracias. ¿Dónde va?
- A la bodega, le oiré desde allí.
- Una cervecita para luego y unos torreznitos.
- Si no estalla, por cuenta de la casa...
- Ahora que habla de estallar...
- ¡Tendrá narices el tío éste!
- ¿Decía?
- Nada, nada, siga.
- Verá, todos sabemos que desde que se inventó la pólvora...
- Abrevie, pase al siglo XX.
- Verá esto me recuerda horrores algo que pasó a finales de la Segunda Guerra Mundial, en uno de los países contendientes.
- ¿Y?
- No se sabe muy bien cómo hubo una explosión accidental en un punto de almacenamiento de municiones que se sintió en todo el país.
- Causaría una masacre...
- Pues considerando la magnitud, no mató a muchos... ¿Quiere salir de una vez? Me duele el cuello de tanto vocear, que no le estoy cantando las cuarenta a un recluta de Baviera que no ha visto nada más grande que un charco y ahora esta en la armada.
- ¿Aún vivo?
- Sí, pero no me acerque cerillas en un tiempo o seré un lanzallamas....
- Cerveza y torreznos.
- Muchas gracias. Como le decía se barajaron varias hipótesis: ataque enemigo, sabotaje, descuido, detonación prematura de algún arma, nunca se sabrá.
- ¿Y?
- Que no me acuerdo del nombre del dichoso sitio. Quién lo acierte le invita a mi preparado (si se atreve) y a lo que pueda tomar.
- De acuerdo. ¿Ahora que va a hacer?
- Dormir la mona en aquel banco. Recuerde, nada de cerillas cerca