Publicado: Sab Jun 25, 2022 3:08 pm
por Kurt_Steiner
La primera parte del reinado de Hirohito tuvo lugar en un contexto de crisis financiera y de aumento del poder militar dentro del gobierno a través de medios tanto legales como extralegales. El Ejército y la Armada Imperiales a tenían poder de veto sobre la formación de gabinetes desde 1900. Entre 1921 y 1944, hubo 64 incidentes separados de violencia política.

Hirohito escapó por poco de ser asesinado por una granada de mano lanzada por un activista por la independencia de Corea, Lee Bong-chang, en Tokio el 9 de enero de 1932, en el Incidente de Sakuradamon.

Otro caso notable fue el asesinato del primer ministro moderado Inukai Tsuyoshi en 1932, que marcó el fin del control civil de las fuerzas armadas. Otro fue el incidente del 26 de febrero de 1936, un intento de golpe de estado militar, llevado a cabo por oficiales del ejército de la facción Kōdōha que tenían la simpatía de muchos oficiales de alto rango, incluido el príncipe Chichibu, uno de los hermanos del emperador. Esta revuelta fue ocasionada por la pérdida de apoyo político de la facción militarista en las elecciones a la Dieta. Durante el golpe varios altos funcionarios del gobierno y del Ejército fueron asesinados

Cuando el ayudante de campo en jefe Shigeru Honjō le informó de la revuelta, el emperador ordenó de inmediato que se sofocara y se refirió a los oficiales como "rebeldes" (bōto). Poco después, ordenó al ministro del Ejército, Yoshiyuki Kawashima, que reprimiera la rebelión en una hora. Pidió informes de Honjō cada 30 minutos. Al día siguiente, cuando Honjō le dijo que el alto mando había hecho pocos progresos para aplastar a los rebeldes, el Emperador le dijo: "Yo mismo lideraré la División Konoe [la Guardia Imperial] y los someteré". La rebelión fue reprimida siguiendo sus órdenes el 29 de febrero.

A partir del Incidente de Mukden en 1931 en el que Japón organizó un falso "ataque chino" como pretexto para invadir Manchuria, Japón ocupó territorios chinos y estableció gobiernos títeres en ellos. Tal "agresión fue recomendada a Hirohito por sus jefes de gabinete y el primer ministro Fumimaro Konoe e Hirohito no expresaron objeción alguna a la invasión de China. Un diario del chambelán Kuraji Ogura dice que se mostró reacio a iniciar la guerra contra China en 1937 porque habían subestimado la fuerza militar china y Japón debería ser cauteloso en su estrategia. Al respecto, Ogura escribe que Hirohito dijo que "una vez que comienzas (una guerra), no se puede detener fácilmente... Lo importante es cuándo terminar la guerra" y "uno debe ser cauteloso al comenzar una guerra, pero una vez comenzado, debe llevarse a cabo hasta el final". No obstante, su principal preocupación parece haber sido la posibilidad de un ataque de la URSS en el norte. Sus preguntas a su jefe de gabinete, el príncipe Kan'in Kotohito, y al ministro del ejército, Hajime Sugiyama, fueron principalmente sobre el tiempo que podría llevar aplastar la resistencia china.

Según Akira Fujiwara, Hirohito apoyó la política de calificar la invasión de China como un "incidente" en lugar de una "guerra"; por lo tanto, no emitió ningún aviso para observar el derecho internacional en este conflicto (a diferencia de lo que hicieron sus predecesores en conflictos anteriores oficialmente reconocidos por Japón como guerras), y el viceministro del Ejército Japonés instruyó al jefe del estado de mayor del Ejército de Guarnición de China el 5 de agosto de no utilizar el término "prisioneros de guerra" con los cautivos chinos. Esta instrucción condujo a la eliminación de las restricciones del derecho internacional sobre el tratamiento de los prisioneros chinos. Los trabajos de Yoshiaki Yoshimi y Seiya Matsuno muestran que el Emperador también autorizó, mediante órdenes específicas (rinsanmei), el uso de armas químicas contra los chinos. Durante la invasión de Wuhan, de agosto a octubre de 1938, el Emperador autorizó el uso de gases tóxicos en 375 ocasiones distintas a pesar de la resolución adoptada por la Sociedad de Naciones el 14 de mayo condenando el uso de gases tóxicos por parte de Japón.