Publicado: Jue Mar 30, 2023 8:51 am
Hull ganó las elecciones al Senado en 1930, pero renunció en 1933 para convertirse en Secretario de Estado. Hull se convirtió en uno de los aliados sureños más fuertes de Roosevelt durante la campaña presidencial de 1932.
Roosevelt lo nombró secretario de Estado y lo elegió para encabezar la delegación estadounidense en la Conferencia Económica de Londres, que luego colapsó cuando Roosevelt rechazó sus principales planes. En 1943, Hull fue delegado de EEUU en la Conferencia de Moscú. En todo momento, su principal objetivo fue ampliar el comercio exterior y bajar los aranceles. El tema más importante del papel estadounidense en la Segunda Guerra Mundial fue manejado por Roosevelt, quien trabajó a través de Sumner Welles, el funcionario de segundo rango en el Departamento de Estado. Hull no asistió a las reuniones cumbre que Roosevelt tuvo con Churchill y Stalin. En 1943, Hull finalmente destruyó la carrera de Welles al amenazar con exponer su homosexualidad.
En un discurso de 1937, el alcalde de Nueva York, Fiorello H. La Guardia, dijo que los nazis con camisa marrón deberían aparecer como el "clímax" de una cámara de los horrores en la próxima Feria Mundial. El órgano del gobierno nazi, Der Angriff, llamó al alcalde un "rufián judío" que había sido sobornado por agentes judíos y comunistas y era un criminal disfrazado de funcionario. En los intercambios posteriores, Hull envió una carta de pesar a Berlín por los comentarios desmedidos de ambas partes, pero también explicó el principio de la libertad de expresión. A medida que la respuesta de los órganos de propaganda nazi aumentó de tono para incluir la caracterización de las mujeres estadounidenses como "prostitutas", Hull envió una carta de protesta a Berlín, que provocó una "explicación", pero no una disculpa.
En 1938 Hull entabló un diálogo con el ministro de Exteriores mexicano, Eduardo Hay, sobre el fracaso de México para compensar a los estadounidenses que perdieron tierras de cultivo durante las reformas agrarias a fines de la década de 1920. Insistió en que la indemnización debía ser "pronta, adecuada y efectiva". Aunque la Constitución mexicana garantizaba una indemnización por expropiación o nacionalización, todavía no se había pagado nada. Si bien Hay admitió la responsabilidad de México, respondió que no existe "ninguna regla universalmente aceptada en la teoría ni aplicada en la práctica que haga obligatorio el pago de una indemnización inmediata..." La llamada "fórmula Hull" ha sido adoptada en muchos tratados sobre inversiones internacionales, pero sigue siendo controvertida, especialmente en los países latinoamericanos, que históricamente han suscrito la doctrina Calvo, que sugiere que la compensación la decide el país receptor y que mientras exista igualdad entre nacionales y extranjeros y sin discriminación, no puede haber reclamaciones en el derecho internacional.
Hull siguió la "Política del buen vecino" con las naciones latinoamericanas, a la que se le atribuye la prevención de influencias nazis en esa región. Hull y Roosevelt también mantuvieron relaciones con la Francia de Vichy, a la que Hull atribuyó el permitir que las fuerzas del general Henri Giraud se unieran a las fuerzas aliadas en la campaña del norte de África.
Hull también manejó declaraciones formales con gobiernos extranjeros. En particular, envió la nota de Hull justo antes del ataque a Pearl Harbor, que se tituló formalmente "Resumen de las bases propuestas para el acuerdo entre los Estados Unidos y Japón". Hull recibió la noticia del ataque mientras estaba fuera de su oficina. El embajador japonés Kichisaburō Nomura y el enviado especial de Japón Saburō Kurusu esperaban ver a Hull con un mensaje de 14 partes del gobierno japonés que notificaba oficialmente la ruptura de las negociaciones. EEUU había descifrado el cifrado japonés y Hull conocía el contenido del mensaje. Criticó a los diplomáticos: "En todos mis cincuenta años de servicio público, nunca había visto un documento así que estuviera más repleto de infames falsedades y distorsiones".
Hull presidió el Comité Asesor sobre Política Exterior de Posguerra, que se creó en febrero de 1942.
Cuando las fuerzas de Charles de Gaulle ocuparon las islas de San Pedro y Miquelón, al sur de Terranova, en diciembre de 1941, Hull presentó una protesta muy duras. Su solicitud de reincorporación de las mismas al gobernador de Vichy fue recibida con fuertes críticas en la prensa estadounidense. Las islas permanecieron bajo la ocupación de los franceses libres hasta el final de la guerra. Hull, que siempre despreciaba a De Gaulle, si no lo detestaba, incluso antes del incidente, nunca dejaría de intentar maniobrar contra él durante el resto de la guerra.
El embajador japonés, el almirante Kichisaburō Nomura (izquierda) y el enviado especial Saburō Kurusu (derecha) se encuentran con Hull el 17 de noviembre de 1941, dos semanas antes del ataque a Pearl Harbor.
https://en.wikipedia.org/wiki/Cordell_Hull
Roosevelt lo nombró secretario de Estado y lo elegió para encabezar la delegación estadounidense en la Conferencia Económica de Londres, que luego colapsó cuando Roosevelt rechazó sus principales planes. En 1943, Hull fue delegado de EEUU en la Conferencia de Moscú. En todo momento, su principal objetivo fue ampliar el comercio exterior y bajar los aranceles. El tema más importante del papel estadounidense en la Segunda Guerra Mundial fue manejado por Roosevelt, quien trabajó a través de Sumner Welles, el funcionario de segundo rango en el Departamento de Estado. Hull no asistió a las reuniones cumbre que Roosevelt tuvo con Churchill y Stalin. En 1943, Hull finalmente destruyó la carrera de Welles al amenazar con exponer su homosexualidad.
En un discurso de 1937, el alcalde de Nueva York, Fiorello H. La Guardia, dijo que los nazis con camisa marrón deberían aparecer como el "clímax" de una cámara de los horrores en la próxima Feria Mundial. El órgano del gobierno nazi, Der Angriff, llamó al alcalde un "rufián judío" que había sido sobornado por agentes judíos y comunistas y era un criminal disfrazado de funcionario. En los intercambios posteriores, Hull envió una carta de pesar a Berlín por los comentarios desmedidos de ambas partes, pero también explicó el principio de la libertad de expresión. A medida que la respuesta de los órganos de propaganda nazi aumentó de tono para incluir la caracterización de las mujeres estadounidenses como "prostitutas", Hull envió una carta de protesta a Berlín, que provocó una "explicación", pero no una disculpa.
En 1938 Hull entabló un diálogo con el ministro de Exteriores mexicano, Eduardo Hay, sobre el fracaso de México para compensar a los estadounidenses que perdieron tierras de cultivo durante las reformas agrarias a fines de la década de 1920. Insistió en que la indemnización debía ser "pronta, adecuada y efectiva". Aunque la Constitución mexicana garantizaba una indemnización por expropiación o nacionalización, todavía no se había pagado nada. Si bien Hay admitió la responsabilidad de México, respondió que no existe "ninguna regla universalmente aceptada en la teoría ni aplicada en la práctica que haga obligatorio el pago de una indemnización inmediata..." La llamada "fórmula Hull" ha sido adoptada en muchos tratados sobre inversiones internacionales, pero sigue siendo controvertida, especialmente en los países latinoamericanos, que históricamente han suscrito la doctrina Calvo, que sugiere que la compensación la decide el país receptor y que mientras exista igualdad entre nacionales y extranjeros y sin discriminación, no puede haber reclamaciones en el derecho internacional.
Hull siguió la "Política del buen vecino" con las naciones latinoamericanas, a la que se le atribuye la prevención de influencias nazis en esa región. Hull y Roosevelt también mantuvieron relaciones con la Francia de Vichy, a la que Hull atribuyó el permitir que las fuerzas del general Henri Giraud se unieran a las fuerzas aliadas en la campaña del norte de África.
Hull también manejó declaraciones formales con gobiernos extranjeros. En particular, envió la nota de Hull justo antes del ataque a Pearl Harbor, que se tituló formalmente "Resumen de las bases propuestas para el acuerdo entre los Estados Unidos y Japón". Hull recibió la noticia del ataque mientras estaba fuera de su oficina. El embajador japonés Kichisaburō Nomura y el enviado especial de Japón Saburō Kurusu esperaban ver a Hull con un mensaje de 14 partes del gobierno japonés que notificaba oficialmente la ruptura de las negociaciones. EEUU había descifrado el cifrado japonés y Hull conocía el contenido del mensaje. Criticó a los diplomáticos: "En todos mis cincuenta años de servicio público, nunca había visto un documento así que estuviera más repleto de infames falsedades y distorsiones".
Hull presidió el Comité Asesor sobre Política Exterior de Posguerra, que se creó en febrero de 1942.
Cuando las fuerzas de Charles de Gaulle ocuparon las islas de San Pedro y Miquelón, al sur de Terranova, en diciembre de 1941, Hull presentó una protesta muy duras. Su solicitud de reincorporación de las mismas al gobernador de Vichy fue recibida con fuertes críticas en la prensa estadounidense. Las islas permanecieron bajo la ocupación de los franceses libres hasta el final de la guerra. Hull, que siempre despreciaba a De Gaulle, si no lo detestaba, incluso antes del incidente, nunca dejaría de intentar maniobrar contra él durante el resto de la guerra.
El embajador japonés, el almirante Kichisaburō Nomura (izquierda) y el enviado especial Saburō Kurusu (derecha) se encuentran con Hull el 17 de noviembre de 1941, dos semanas antes del ataque a Pearl Harbor.
https://en.wikipedia.org/wiki/Cordell_Hull