Publicado: Jue Ago 11, 2022 10:16 pm
por Kurt_Steiner
A raíz de la guerra, la emigración a Israel disminuyó aún más la población judía de Bélgica, que en 2011 se estimó entre 30.000 y 40.000. La población aún se concentra en Bruselas y Amberes, pero desde 1945 se han desarrollado nuevas comunidades más pequeñas (como las de Gante, Knokke, Waterloo y Arlon). Los sobrevivientes belgas notables del Holocausto incluyen a François Englert, ganador conjunto del Premio Nobel de Física en 2013, y Paul Lévy, un conocido periodista (que se convirtió al cristianismo) que también fue responsable del diseño de la bandera europea.

Desde la aprobación de la ley de la negación del Holocausto en 1995, es ilegal negar o intentar justificar el Holocausto. La ley sigue la a la de Antirracismo aprobada en 1981, que condujo al establecimiento del Centro para la Igualdad de Oportunidades y la Oposición al Racismo, que investiga el racismo y el antisemitismo en Bélgica, además de ayudar a las víctimas de la discriminación. Breendonk y los cuarteles de Dossin (donde estuviera el antiguo campo de tránsito de Mechelen) se conservan como museos del Holocausto y de la represión alemana en Bélgica durante la ocupación.

En 2004, el Senado belga encargó al Centro de Investigación Histórica y Documentación sobre la Guerra y la Sociedad Contemporánea (Cegesoma) la elaboración de un informe histórico definitivo sobre la colaboración belga en el Holocausto. El informe, titulado "Docile Bélgica" (La Belgique Docile/Gewillig België), se publicó en 2007 y generó un gran interés público en Bélgica y en el extranjero. Los hallazgos del informe fueron controvertidos, ya que enfatizaron hasta qué punto la policía y las autoridades belgas habían colaborado en la deportación de judíos.

A partir de 2013, un total de 1.612 belgas han recibido la distinción de Justos de las Naciones del Estado de Israel por arriesgar sus vidas para salvar a los judíos de la persecución durante la ocupación.

Los familiares de las víctimas han solicitado una indemnización a la empresa ferroviaria estatal SNCB después de que empresas similares de Francia y los Países Bajos pagaran una indemnización. Entre 1942 y 1943, SCNB fletó 28 convoyes para transportar prisioneros desde el campo de tránsito de Mechelen a Auschwitz. La directora de la SCNB en ese momento era Narcisse Rulot quien dio la explicación "yo llevo todo lo que viene, no miro lo que hay en los carros cerrados". Se considera que su actitud indiferente y su complacencia permisiva contribuyeron al sufrimiento y la muerte de miles. Aunque la empresa se ha disculpado, las familias de las víctimas continúan insistiendo en obtener una compensación.