Publicado: Mié Ene 10, 2007 3:05 am
por Domper
El aspecto del barco se parecería más a esto (extraído de la fantasiosa página de Furashita) http://www.combinedfleet.com/furashita/furamain.htm:

Imagen

Fue un experimento interesante, pero que tenía muchos cabos sueltos que harían muy difícil, o imposible, su realización. Por ejemplo:

- Debilidad estructural. El hielo puede ser muy resistente a bombas y torpedos, pero responde muy mal a las solicitaciones mecánicas. Las capas de hielo de glaciares y lagos están muy agrietadas, con lo que uno puede imaginarse lo que pasaría con una "barra de hielo" de 600 x 100 x 50 m. Es más que probable que el portaaviones se rajase en su primer viaje.

- Coste económico astronómico. El barco no era un iceberg tallado (lo que implicaría un coste asumible) sino que debía ser construido con boques de hielo mezclado con virutas fabricado uno a uno, soldados con agua (debilidad estructural a la vista) en algún lugar muy frío (con las dificultades lógicas de manipulación). La construcción de superestructuras, maquinarias, alojamientos y demás sería un problema aún mayor.

- Velocidad y maniobrabilidad casi nula: la potencia precisa para mover dos millones de toneladas es muy alta, teniendo en cuenta el efecto que en semejante "cubito" tendrían vientos y corrientes. Además sería muy difícil poner una gran planta propulsora (fundiría el hielo donde se hallase), sería necesario poner pequeñas instalaciones bastante caras.

- Muy engorroso de operar. El portahielos (o como se le quiera llamar) tendría demasiado calado como para entrar en puertos, y debería recibir los suministros en alta mar. Las reparaciones debieran hacerse de la misma forma. Las instalaciones para alojamientos de la tripulación, talleres y hangares serían también un problema: el hielo tiene una característica curiosa: se derrita bajo presión: una estructura (como una torre de control o un mástil) se iría clavando más y más en el hielo. Un avión aparcado acabaría con sus ruedas encajadas en el hielo, y soldadas a este. Trabajar en un hangar a -5 ó -10°C también sería divertido. Claro que la alternativa es no tener hangar, y trabajar a la intemperie el en Atlántico Norte… Bueno, lo dejamos.

- Vulnerable. Con esa enorme superficie y mínima velocidad y maniobrabilidad sería una diana flotante para bombarderos de alta cota, que podrían usar proyectiles incendiarios. Parecido con los torpedos: el Icebergic no se hundiría, pero se podría partir, al menos su cubierta y maquinaria quedarían para los leones. Y si tocan un pañol, o un depósito de combustible, que en alguna parte tendrían que estar… Probad a construir un mamparo ignífugo con hielo y serrín.

- Mínima operatividad: todo eso, para tener una pista de 500 - 600 m de larga, en un barco que alcanzaría como mucho los 5 nudos. Dudo que en esa pista pudiesen operar salvo aviones navales parecidos a los de portaaviones convencionales, más fáciles de construir y de mantener.

Vamos, una pérdida de tiempo y dinero, salvo como prototipo.

Saludos