Publicado: Mié Mar 10, 2021 11:39 am
por Kurt_Steiner
Tampoco es cierto que la economía de la Alemania nazi estuviera centralmente planificada, dejando todo en manos del estado. El sistema imperante en Alemania desde finales del siglo XIX y principios del XX es el denominado “capitalismo de cárteles”. En este modelo, grupos de interés (industriales, por ejemplo) formaban grupos con agenda política que impulsaban mediante distintas campañas. Uno de los ejemplos más importantes de la Alemania de comienzos de siglo XX fue la “Liga Naval”, que reunía industriales y terratenientes (los Junkers, la aristocracia prusiana) que buscaban la creación de una flota que pudiera estar a la par de la armada británica, lo que generó la carrera de armamentos que desembocaría en la Gran Guerra, carrera que nunca hubiera podido ganar Alemania, por cierto.

Cuando llegan al poder, los nazis inician una incipiente, si bien breve, nacionalización de algunos bancos y compañías, la cual tuvo corta vida, pues rápidamente comenzó una política de privatización. Son los años posteriores a la crisis de 1929, donde la mayoría de los países adoptaron medidas keynesianas para poder reactivas la economía. Estas medidas fueron pronto abandonadas para volver a una política de privatización. Estas medidas se aplicaron a la banca (p.e. Commerz– und Privatbank y el Deutsche Bank und Disconto-Gesellschaft, entre 1935 y 1937), los ferrocarriles (p.e. Deutsche Reichbahn, 1934), el sector siderúrgico y minero (p.e. Vereignite Stahlweke, 1936), astilleros (p.e. Deutschen Schliff-und Machisnenbau AG, 1936) y naviero (p.e. Hamburg-SüdAmerika, 1936). La única particularidad de los ejemplos dados es el de los ferrocarriles, donde el Estado vendió las acciones, pero se mantuvo como socio mayoritario.

¿Cuál es la razón del cambio entre el programa inicial y las posteriores políticas de privatización? Por un lado, los grandes grupos económicos en la política alemana, quienes eran necesarios para garantizar que los nazis se mantuvieran en el poder. Hacer concesiones en base a intereses comunes (supresión de sindicatos, expansión de la industria y un ferviente expansionismo) permitió a Hitler consolidar su poder dentro de la sociedad alemana. Por el otro, el régimen nazi reconoció que la iniciativa privada podría maximizar la eficiencia de la industria. Otro ejemplo y una de las políticas que causa mayor confusión es el llamado Vierjahresplan (“Plan de los cuatro años”) que orientó la economía alemana desde 1936. Algunos autores han llegado a compararlo con los planes quinquienales que Stalin aplicó en la URSS pero hay diferencias sustanciales, principalmente en el rol que jugaban las sociedades privadas. Carl Krauch, un importante industrialista -condenado por crímenes contra la humanidad tras la guerra- expresó en un discurso, “Es importante mantener la libre iniciativa de la industria. Sólo en ese caso uno puede esperar tener exito”. El propio Hitler ataca la planificación central ya que “da garantías de preservación al promedio más débil y representa una carga a la mayor habilidad, industria y valor, siendo un costo para el bienestar general”. Estas ideas dan cuenta de lo arraigado que estaba la importancia de la propia iniciativa del individuo o grupos de individuos, manifestados en la forma de industrias. El individuo es un importante motor para la economía, y en ese sentido, se permitió que pudiesen ser miembros activos de esta, aunque en la práctica se tradujo en un aumento del poder de los grandes conglomerados económicos. Al individuo sólo se le limita su libertad por razones de raza, como les pasó a los judíos bajo Hitler.

En 1939, con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, hay algunos cambios a la economía, restringiéndose en mayor medida y aumentando los racionamientos de materias primas. Nuevamente, esto obedece a elementos que también ocurrieron entre los aliados occidentales durante el conflicto, donde el estado debía guiar el esfuerzo de guerra. Es importante aclarar que sí, el estado alemán tenía una importante participación en la industria y mercado armamentista, lo cual podría darse como argumento de que sí era planificación centralizada. Sin embargo, es importante verlo desde otra perspectiva: dicha participación obedecía a la falta de inversionistas (temían que el fin de la guerra llevara a el fin de la demanda por armas y la perdida de ganancias). El hecho de que se los inversionistas se restaran, habla de que podían libremente participar en función a su propio beneficio, algo que nadie catalogaría como socialista, ni menos aún vincularía con un modelo de izquierda.

En resumen. Considerar la economía alemana durante el periodo nazi como una economía socialista es un error considerable. Argumentar que el nazismo fue de izquierdas es una muestra de un gran desconocimiento histórico (o de una enorme mala fe).

Fuentes:
¿Fue Hitler Socialista? (1)
¿Fue Hitler Socialista? (2)