Publicado: Mar Jun 29, 2010 1:06 am
por Domper
La cuestión del Bismarck es un tema recurrente en todos los foros. Todo el mundo está fascinado por el combate del Estrecho de Dinamarca, sin considerar que el Hood era un barco de diseño obsoleto. Y no tiene en cuenta sus obvias deficiencias. Repetidamente se habla de un combate entre Iowa y Tirpitz… que no se produjo afortunadamente para los segundos. Y esto merece algunas consideraciones.

No digo que los Bismarck fuesen un fiasco. Tenían puntos fuertes, pero también débiles. De llevar una bandera de una marina poderosa hubiesen pasado la guerra con demasiados sobresaltos, y seguido la “plácida” vida de buques como el Massachussets (que estuvo a punto de hundir al Jean Bart: le metió un proyectil en un pañol, pero estaba vacío).

Pero empecemos. A la hora de considerar un acorazado hay que pensar en muchos aspectos:

- Potencia de fuego. Obviamente, se diseñaron para eso. Y no sale muy bien favorecido, respecto a otros contendientes: especialmente, los diez acorazados modernos norteamericanos, o los Yamato.

Los norteamericanos usaban dos tipos de cañones de 406 mm: los 406/45 Mark 5 de los Nerth Carolina y South Dakota y los 406/50 Mark 7 de los Iowa. Ambos usaban un proyectil especial pesado de 1.225 Kg. Los Yamato usaban para su cañón tipo 94 de 460/45 proyectiles de 1.460 Kg. Al parecer, los proyectiles japoneses tenían problemas (de calidad del acero) por lo que su capacidad de penetración era similar a la de los norteamericanos, al menos según pruebas efectuadas en la posguerra (porque había cañones de reserva que fueron capturados).

El Bismarck usaba para sus cañones de 380/52 proyectiles de 800 Kg, es decir, los norteamericanos pesaban un 50% más. Pero lo importante estaba en el rendimiento, porque el diseño era diferente: los proyectiles germanos eran relativamente ligeros, y disparados a alta velocidad: a corta distancia eran casi tan efectivos como los norteamericanos o japoneses (742 mm de capacidad de perforación frente a 850 mm) pero su eficacia disminuía rápidamente a distancias mayores.

Los cañones americanos (y japoneses, dejaré de citarlos salvo en lo que haya diferencias) estaban pensados para el combate a largas distancias: la idea no era perforar la coraza lateral, gruesa, sino que los proyectiles, disparados a velocidades relativamente bajas, cayesen en ángulos elevados (entre 40° y 50°) atacando la coraza horizontal. A esas distancias la elevada velocidad inicial de los alemanes no tenía importancia, porque los proyectiles caían sobre todo acelerados por la gravedad, y lo que importaba era el peso.

Otros aspectos no considerados habitualmente: el rendimiento de los proyectiles alemanes era mediocre, y una fracción importante de los disparados en el Estrecho de Dinamarca (o en otras acciones, por los Scharnhorst) simplemente no estallaron. Los norteamericanos resultaron mucho más efectivos, con porcentajes de fallos inferiores al 10%.

Otro dato importante eran las direcciones de tiro. Las japonesas eran muy buenas, y es posible que en combate de Samar el Yamato consiguiese un impacto a unos 28.000 m de distancia, superando los récords del Warspite y del Scharnhorst. La dispersión de sus proyectiles era bastante pequeña, aunque los cañones tenían un enorme rebufo.

Los cañones norteamericanos mostraron una y otra vez su eficacia. El caso más llamativo, el del estrecho de Surigao, cuando el Yamashiro recibió los primeros proyectiles a 22.000 m de distancia… disparados de noche. El Iowa hundió al crucero japonés Katori cerca de Truk a la cuarta salva. Posteriormente el New Jersey disparó contra el destructor Nowaki, a 32 Km de distancia, y a la cuarta salva consiguió un impacto muy cercano que ametralló al destructor, aunque al final escapó (se suspendió el fuego al superar los 35 Km de distancia). Un destructor es un blanco mucho más pequeño y móvil que un acorazado. En pruebas se demostró que el Iowa, a 18.000 m de distancia (la del combate del Estrecho de Dinamarca) acertaría a un blanco del tamaño del Bismarck con el 10% de los proyectiles: uno de cada salva.

El Iowa tenía una ventaja más: su dirección de tiro era la única que podía mantener la solución de fuego mientras el barco viraba. Es decir, podía eludir el fuego mientras seguía disparando. Todos los demás buques del mundo (salvo el Vanguard) tenían que disparar, manteniendo el rumbo, o eludir.

¿Y las direcciones de tiro alemanas? Pues aunque no guste, eran malas. Funcionaban bastante bien y conseguían unas primeras salvas muy precisas, pero en combates más prolongados se desajustaban, por lo que la precisión caía: o se dañaba seriamente al enemigo en los primeros minutos, o escapaba (luego Lutjens hizo bien en no perseguir al PoW).

Luego tenemos: a distancias cortas (menos de 10.000 m) los proyectiles alemanes eran parecidos, aunque con mayores porcentajes de fallo, y menos aciertos. A medias eran bastante inferiores, a larga distancia (más de 18.000 m) por cada proyectil alemán que acertase y estallase, probablemente recibiría media docena, un 50% más potentes.

La artillería principal no es la única artillería. En secundaria y antiaérea, el Bismarck era muy inferior.

Los alemanes contaban por cada banda con seis cañones de 150/55, potentes y de buen alcance, aunque en la realidad se mostrarían inútiles (no consiguieron ningún impacto en ninguno de los dos combates). A distancias más cercanas, el Iowa contaba con veinte cañones de 127/38 por banda. Estos cañones tenían bastante precisión y una cadencia de tiro muy elevada: a distancias de 10.000 – 15.000 m el Iowa dispararía cuarenta disparos por cada seis alemanes.

La batería antiaérea norteamericana era la mejor del mundo. El bivalente de 127/38 era el mejor cañón de su clase, y estaba complementado con el Bofors de 40/60 (llevaron hasta 80 cañones de estos, más 49 de 20 mm). Usaban espoletas de proximidad y direcciones de tiro. Hay documentados derribos con el 127/39 a varios kilómetros de distancia.

La alemana era mala. El cañón antiaéreo de 105/65 era bueno, pero el montaje mediocre (con baja velocidad de giro y elevación). Lo peor, el Bismarck tenía dos tipos de montajes diferentes (en el Tirpotz se solucionó) por lo que no se podía hacer fuego centralizado. El cañón de 37/83 no era automático, sino que los proyectiles se cargaban de uno en uno. La combinación de dos tipos de montajes de 105 mm y los malos cañones de 37 mm explican el pobre rendimiento de la AA del Bismarck. El cañón de 20/65 era bueno, pero de alcance muy pequeño.

El Yamato estaba más cerca del Iowa que del Bismarck. Antes de su reforma montaba doce cañones de 155 mm (podían disparar nueve por banda) y 12 de 127 mm (seis por banda). Los montajes de 25 mm eran automáticos, pero de alcance corto.

Luego la AA del Bismarck era mala, de las peores de los acorazados modernos, probablemente sólo superaba a los dos Dunkerque.

Seguirá