Publicado: Vie Feb 01, 2008 5:57 pm
por Domper
Se han quedado algunos detalles sobre la efectividad de la Luftwaffe:

Lo primero, lo de actuar en misiones de escolta o de defensa. Creo que es obvio que un piloto en misión de escolta tiene muchísimas más probabilidades de no avistar al enemigo. Puede que su misión no sea atacada (McGovern en sus memorias Wild Blue, como piloto de un B-24 que operaba desde Italia en 1944 y 1945, no vio nunca un avión alemán). Incluso si es atacada, como cada grupo escoltaba sólo parte del trayecto, la mayor parte de los cazas d escolta no llegarían a ver un avión enemigo. Luego un piloto en misión de defensa tiene muchas más oportunidades para conseguir derribos.

Segundo: durante un periodo la caza alemana tenía la orden expresa de evitar el combate con la escolta y atacar únicamente a los bombarderos. Se llegó a decir que el asiento de un Mustang era el puesto más seguro de toda Europa. Cuando los interceptores fueron acosados por os escoltas, fue preciso protegerlos, y se incorporaron al combate grupos con armamento ligero destinados a proteger a los interceptores. Y, claro está, si un caza pillaba despistado a un Mustang, se imponía el instinto de cazador y… Pero los cazas aliados de escolta estaban poco amenazados sorbe Alemania.

En tercer lugar: obviamente, si un piloto permanece en línea hasta el final, y sobrevive, adquirirá una experiencia increíble. Individualmente esos pilotos serán excelentes. Pero también significa que los pilotos con experiencia irán cayendo y serán sustituidos por novatos que no se beneficiarán de la experiencia de instructores veteranos.

Cuarto: sobre los tipos de aviones atacados, todos los pilotos, si podían, buscaban presas fáciles. Se ha dicho que Hartmann evitaba atacar bombarderos con armamento defensivo (no es cierto, y supongo que muchos pilotos alemanes cayeron al atacar las fuertemente defendidas formaciones de bombarderos pesados, lo que explica que haya pocos "superases" en combate con los bombarderos). No sólo eso, si era posible eran atacados los pilotos novatos sobre todo si pilotaban aviones inferiores. Algunos modelos, como el Spitfire Mk II armado con cañones, fueron odiados durante un tiempo: los pilotos alemanes los identificaban con facilidad y los atacaban, evitando el combate con los más modernos Mk V. Sólo cuando versiones posteriores del Spit montaron cañones los pilotos germanos tuvieron que respetar a todos los que volasen. Lo mismo pasó en el Pacífico, los norteamericanos identificaban y atacaban a los obsoletos Ki-43 Hayabusa, pero la llegada del Ki-84 Hayate, que era muy parecido pero de prestaciones mucho mejores, supuso alguna sorpresita… como la que experimentó para su desgracia McGuire. También es conocido que los pilotos bisoños corren un peligro enorme en sus primeras salidas, pues son identificados por sus enemigos veteranos y atacados.

Es decir, todos los cazas derriban sobre todo aviones inferiores pilotados por pilotos inferiores. Teniendo en cuenta eso, los pilotos aliados de escolta lo tenían más difícil, tenían que atacar a cazas. Aunque si pillaban a algún caza nocturno en misión diurna, así le iba, claro.

Quinto y fin. Sigo sin entender lo de la efectividad de la Luftwaffe. La Luftwaffe sólo consiguió sus objetivos (destruir a las fuerzas aéreas enemigas) cuando fue seguida de los Panzer. Como arma de apoyo táctico era muy efectiva (a costa de pérdidas muy serias y a la larga insostenibles), como arma estratégica era mediocre. Respecto a la caza, el hecho es que no consiguió derrotar la ofensiva aérea aliada. Los pilotos de escolta suelen hablar de pilotos alemanes inexpertos, pocas veces se encontraban con "exporten". Como se ha dicho, la Luftwaffe, después de 1943, era media docena de ases y una pléyade de novatos.

Un ejemplo de la situación real de la fuerza aérea alemana y de sus pilotos: la operación Bodenplatte. Durante ella algo más de un millar de cazas alemanes atacaron por sorpresa docena y media de aeródromos aliados. Destruyeron bastantes aviones en tierra, pero sólo causaron daños graves en cuatro aeródromos (reparados inmediatamente). Y eso implicó perder un tercio de la fuerza atacante (y la casi la cuarta parte de los pilotos). Donde no se gozó de la sorpresa, la operación fue un tremendo fracaso: al atacar el aeródromo de Asch, la fuerza atacante se encontró con 8 P-47 que estaban ya en el aire, y que entretuvieron a los atacantes pudiendo despegar 12 P-51. El resultado fue que los atacantes perdieron 24 aviones sin conseguir ningún derribo y causando daños mínimos en tierra. Claro que los aviones atacantes estaban lastrados por el peso de las bombas (hasta que las lanzaron), y volaban sobre territorio enemigo, teniendo que vigilar el combustible, y atacados por las defensas antiaéreas… igual que los pilotos aliados en sus misiones habituales. Y en Bodenplatte cayeron bastantes novatos, pero también pilotos con enorme experiencia.

Mi opinión es que salvo figuras descollantes (que las hay en todas las fuerzas aéreas) los pilotos alemanes eran parecidos a los aliados (sin contar los soviéticos). Mientras disfrutaban de las rentas de preguerra (mayor entrenamiento, mejores tácticas y mejores aviones) les fue muy bien, luego…

Saludos