Publicado: Jue Mar 14, 2024 5:23 pm
por Kurt_Steiner
Depurando la técnica.

El 15 de agosto, los B-26B del 387º BG realizaron su primera misión desde Chipping Ongar. Tras varios intentos fallidos por culpa del mal tiempo, las tripulaciones estaban ansiosas por probar su valía. Su objetivo era el aeródromo de St. Omer. Iban a estar expuestos a la flak enemiga porque tenían que volar durante bastante tiempo a una altura constante y, a regreso de la misión, 18 de los 36 aviones mostraban los daños causados por el fuego enemigo. Tenían que revisarse las tácticas.

Los planes de la 3a Ala de Bombardeo finalmente confirmaron que los ataques a baja altura, aunque no iba a abandonarse, se usarían dependiendo del objetivo, como ataques anti buque, y en su lugar se pasaría a ataques a media altura y se estudiarían las operaciones nocturnas. Al final, el 233 operaría a baja altura y los grupos 323, 386 y 387 se concentrarían en el bombardeo a alturas medias.

Capaz de llevar 16 bombas de 136 kgs de alto explosivo -se llevaba mayores cargas en las misiones de corto alcance en la costa francesa- o cuatro de 450 u ocho de 225 kgs, en realidad el avión no solía llevar su carga completa para no perjudicar las características de vuelo del aparato. Las cargas solían ser 12 de 136 kgs de alto explosivo, 20 incendiarias de 45 kgs, o 26 incendiarias del mismo peso.

Dependiendo del objetivo se adopto un método de bombardeo. Por ejemplo, abriendo la formación justo antes de lanzar, un grupo de B-26 armados con bombas de fragmentación de 130 kgs podían devastar una columna de tropas o de vehículos ligeros. Un objetivo más compacto, como un puente, requería tácticas más especializadas en conjunción con el uso de los informes de reconocimiento y de las fuentes de inteligencia para determinar su estructura y la carga necesaria para asegurar su destrucción.

El debut del 387 BG fue otra demostración que animó a los partidarios del Marauder en la 8a Fuerza Aérea. Ahora, con los aviones de Chipping Ongar el número de grupos disponibles se elevó a tres. El poder de esta fuerza se demostró el 15 de agosto con 93 aviones tomando parte en las tres misiones planeadas para ese día.

Dos días después tendría lugar el ataque aéreo con Schweinfurt y Regensburg, dando pie a una de las batallas aéreas más sangrientas de la guerra sobre Europa. Ese día la 3a Ala lanzaría al ataque a más de 100 B-26 por primera vez. Para aliviar la presión sobre las fortalezas volantes, 36 B-26 atacarían las bases de la Luftwaffe en Francia. El 387 tendría que abortar su ataque por el mal tiempo.. El 19 este grupo envió otros 36 bombarderos contra los aeródromos franceses, pero el 322 no pudo atacar por las nubes que cubrían Bryas Sud.

Imagen
Los B-26 del 322 BG se preparan para despegar para una misión en agosto de 1943.
Combat Aircraft - 2, pg 18