Publicado: Mar Nov 01, 2022 8:32 pm
El 29 de septiembre la Luftflotte 3 fue rebautizada como Luftwaffenkommando West, con la JG 2 y la JG 26 encuadradas en sus filas. Ambas Geschwader recibieron las bandas de la Defensa del Reich en la parte trasera de sus fuselajes. Ese mismo día el hauptman Erich Hohagen, herido en la cabeza, transfirió el mando del I Gruppe al hauptmann Walter Manoni. A mediados de octubre el III/JG 2 llegó a Altenstadt, con el II Gruppe en Nida, con el Stab de la JG 2.
Aunque se continuaron teniendo bajas, estas fueron menores que las del frente de Normandía, y en noviembre la Geschwader fue capaz incluso de aumentar sus efectivos, de 78 maquinas a comienzos de ese mes a 91 al final del mismo. Esto fue en parte debido a que se realizaron menos misiones por la escasez de combustible que comenzaba a atenazar a Alemania y en parte a una política deliberada de Adolf Galland, que quería conservar efectivos para un ataque masivo contra la 8a Fuerza Aérea: con este Gross Schlacht Galland esperaba poder destruir un centenar de bombarderos enemigos, con lo que creía que la 8a Fuerza Aérea quedaría debilitada de cara a futuras operaciones.
Además de conservar sus efectivos, llegaron nuevas armas, como los Bf 109K para el II Gruppe y la conversión del III Gruppe al Fw 190D-9.
Finalmente, el gran ataque de Galland fue anulado y en lugar la fuerza acumulada fue empleada en un gran ataque durante la ofensiva de las Ardenas, que fue lanzada confiando en que el mal tiempo anularía la ventaja aérea aliada; esto fue cierto para los bombarderos, pero no para los cazas tácticos. Así, el 17 de diciembre se perdieron 4 Bf 109 en un ataque contra posiciones de artillería enemiga y otros tantos Fw 190 en un combate contra aviones P-47. El 18 se perdieron tres aparatos, dos de ellos Bf 109K. El peor dia llegó con una mejora del buen tiempo, cuando, con parte de la JG 3 y 11, la JG 2 atacó una formación de 60 B-26 Marauder en la orilla este del Rin. Aunque se derribaron 10 bombarderos, la escolta derribó a diez aparatos de la JG 2, la mitad del III Gruppe.
El 24 de diciembre, la mejora del tiempo hizo que los bombarderos pesados de la USAF despegaran y atacaran las bases de la Luftwaffe. Dos aviones y sus pilotos se perdieron intentando defender los aérodromos de la Geschwader. Otros tres se perdieron en las semanas finales de 1944.
Entonces llegó el Gran Ataque de Galland.
Aunque se continuaron teniendo bajas, estas fueron menores que las del frente de Normandía, y en noviembre la Geschwader fue capaz incluso de aumentar sus efectivos, de 78 maquinas a comienzos de ese mes a 91 al final del mismo. Esto fue en parte debido a que se realizaron menos misiones por la escasez de combustible que comenzaba a atenazar a Alemania y en parte a una política deliberada de Adolf Galland, que quería conservar efectivos para un ataque masivo contra la 8a Fuerza Aérea: con este Gross Schlacht Galland esperaba poder destruir un centenar de bombarderos enemigos, con lo que creía que la 8a Fuerza Aérea quedaría debilitada de cara a futuras operaciones.
Además de conservar sus efectivos, llegaron nuevas armas, como los Bf 109K para el II Gruppe y la conversión del III Gruppe al Fw 190D-9.
Finalmente, el gran ataque de Galland fue anulado y en lugar la fuerza acumulada fue empleada en un gran ataque durante la ofensiva de las Ardenas, que fue lanzada confiando en que el mal tiempo anularía la ventaja aérea aliada; esto fue cierto para los bombarderos, pero no para los cazas tácticos. Así, el 17 de diciembre se perdieron 4 Bf 109 en un ataque contra posiciones de artillería enemiga y otros tantos Fw 190 en un combate contra aviones P-47. El 18 se perdieron tres aparatos, dos de ellos Bf 109K. El peor dia llegó con una mejora del buen tiempo, cuando, con parte de la JG 3 y 11, la JG 2 atacó una formación de 60 B-26 Marauder en la orilla este del Rin. Aunque se derribaron 10 bombarderos, la escolta derribó a diez aparatos de la JG 2, la mitad del III Gruppe.
El 24 de diciembre, la mejora del tiempo hizo que los bombarderos pesados de la USAF despegaran y atacaran las bases de la Luftwaffe. Dos aviones y sus pilotos se perdieron intentando defender los aérodromos de la Geschwader. Otros tres se perdieron en las semanas finales de 1944.
Entonces llegó el Gran Ataque de Galland.