Publicado: Sab May 22, 2021 7:40 pm
por Kurt_Steiner
Tras la revolución de Asturias de 1934, los tres Trubia Serie A que habían quedado sin modificaciones tras las pruebas de Madrid de 1926 se volvieron a poner en servicio con una serie de cambios, incluida la eliminación de los guardabarros que cubrían la mitad superior de las cadenas y se les añadió la trampilla abatible para la entrada y salida del conductor, a la izquierda de las planchas frontales. Tres de ellos llevaban escrito a los lados "Carro Ligero nº" seguido de un 1, 2 o 3 y estaban adscritos al Regimiento de Infantería "Milán" nº 32, acuaratelado en Oviedo. Los vehículos estaban en mal estado, pero había planes para seguir realizándoles pruebas. El cuarto vehículo, que pudo haber tenido un número 4 escrito en su costado, permaneció en la fábrica.

Durante la guerra civil los tres Trubia Serie A del Regimiento de Infantería "Milán" nº 32 combatieron en las filas nacionales. Por otro lado Trubia se mantuvo fiel al gobierno republicano, y los tanques de la fábrica, junto con un tractor Landesa (que se transformó en tanque), fueron puestos en servicio por los trabajadores y milicianos de la localidad.

Los dos tanques republicanos se utilizaron por primera vez en una ofensiva contra Oviedo el 10 de septiembre de 1936, viendo acción en la pequeña localidad de Las Cruces (al norte de Trubia y al noroeste de Oviedo) y Loma del Canto, en las afueras de Oviedo. En Loma del Canto, ambos se averiaron en tierra de nadie, aparentemente por un embrague quemado por la inexperiencia de la tripulación. Se hicieron esfuerzos para recuperar los tanques, pero esto no fue posible hasta octubre, cuando se capturó Loma del Canto. No se sabe más del destino de los Serie A4 republicanos posiblemente fueron desguazados.

Los tres nacionales fueron, probablemente, usados para rechazar los primeros ataques de los milicianos en Oviedo y para consolidar el control nacionalista de la ciudad. El 22 de agosto de 1936 se utilizaron los tres Trubia Serie A, acompañados de dos compañías de infantería y una de ametralladoras del Regimiento de Infantería "Milán" nº32, un destacamento de la Guardia Civil, y una batería de cañones Schneider 105/11 contra la Loma del Campón, camino de Trubia. Se alcanzaron los objetivos, pero el tan que nº2, al mando del ingeniero brigadier Antonio Morales Elvira, se averió. El vehículo fue remolcado durante la noche, pero debido al mal estado general del tanque y al desnivel del suelo, la torreta se cayó. Se desconoce si la torreta se volvió a colocar, pero el vehículo permaneció en servicio.

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El Trubia Serie A nº 2 tras averiarse en Loma del Campón. El hombre más a la derecha es Antonio Morales Elvira, comandante del tanque.
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Tras esta pequeña ofensiva, los vehículos fueron usados defensivamente en la ciudad sitiada de Oviedo. Múltiples averías adicionales significaron que se usaron estáticamente en posiciones defensivas; uno defendía La Argañosa (la entrada occidental de la ciudad) y los otros dos, uno de los cuales era tripulado por elementos de la Guardia Civil, estaban situados entre la calle Campo de los Patos y la fábrica de armas que defendía el acceso oriental por la carretera de Santander.

El tanque situado en La Argañosa fue destruido en algún momento antes del final de la ofensiva republicana inicial en Asturias en octubre por las fuerzas nacionalistas para evitar que los republicanos lo capturaran, ya que estaba averiado y no podía ser remolcado a un lugar seguro debido al fuego cruzado. Los dos Trubia Serie A restantes siguieron utilizándose en tareas defensivas. El 27 de octubre se envió el Nº3 al Cerro Naranco para remolcar de regreso a Oviedo un tanque republicano Landesa que había roto las líneas pero se había averiado.

En enero de 1937, el Ejército Republicano del Norte planeó una gran ofensiva en Asturias con todos los efectivos disponibles. La ofensiva comenzaría el 21 de febrero, con las fuerzas del Ejército Republicano penetrando el perímetro defensivo cerca de Campo de Patos, donde los dos Trubia Serie A nacionales ayudaron a rechazarlos.

Se desconoce si los dos tanques sobrevivieron a toda la ofensiva (al menos uno lo hizo), pero lo más probable es que fueran desguazados cuando la ofensiva terminó, ya que se disponía de muchos Panzer I alemanes, CV 33-35 italianos y vehículos soviéticos capturados. Posteriormente se ha especulado que uno fue enviado a Sevilla al final de la Guerra del Norte, y fue utilizado en desfiles de la victoria, pero no hay evidencia que sustente esta afirmación.

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Uno de los Trubia Serie A de Oviedo defendiendo el Campo de los Patos y la entrada este de la ciudad.
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