Publicado: Mié May 19, 2021 6:38 pm
La prueba de los cuatro tanques despertó mucho interés y muchos funcionarios los visitaron durante las largas y exigentes pruebas a las que fueron sometidos. Estas pruebas incluyeron viajes a campo a través, demolición de obstáculos, superación de pendientes y tracción de artillería pesada. Además, se disparó con un cañón de 40 mm contra planchas de blindaje de repuesto del mismo grosor que las del tanque para probar el nivel de protección que ofrecían. El cañón de 40 mm era el mismo que se había planeado originalmente para el tanque. Si bien en general se consideró que el rendimiento del tanque era bueno, se observaron varias deficiencias importantes.
Pros:
- El motor se consideró en general como una mejora.
- El espacio y la comodidad en el interior.
- El hecho de que se pudiera acceder al motor desde el interior del depósito.
Contras y recomendaciones:
- La principal desventaja fue el tren de rodadura, que se rompió varias veces.
- Las aspas y soportes del ventilador se rompieron debido a su excesivo peso y tuviern que ser reemplazados por unos de aluminio. Se hicieron cambios para suavizar la brusca parada de las palas cuando el motor se paraba.
- El soporte del ventilador en la parte trasera se cambió de acero fundido a acero forjado.
- Mejoras en la alimentación de combustible.
- La bujía no era satisfactoria y primero fue reemplazada por una Bosch y luego por una K.L.G.
- El sistema de conducción de aire comprimido debía cambiarse por una rueda motriz y pedales.
- Se tuvo que reforzar la estructura principal del tanque por su debilidad. La parte superior del vehículo que soporta las torretas fue de especial preocupación.
- Incorporación de una trampilla abisagrada para la entrada y salida del conductor a la izquierda de la plancha frontal.
- Eliminación del guardabarros.
- Se hicieron recomendaciones para una mejora general a fin de hacer que el tren de rodaduera fuera más duradero.
Los trabajadores de la fábrica que los acompañaban realizaron múltiples reparaciones durante las pruebas y tomaron notas de lo que salió mal. Junto con las recomendaciones oficiales, éstas se utilizarían al regresar a Trubia.
Los cuatro tanques fueron llevados de regreso a Trubia en tren para ser desmontados y al menos uno fue modificado. Los tanques modificados a menudo se denominan "segunda serie" para distinguirlos de los originales. La idea era crear una serie de producción a partir de las lecciones aprendidas.
Un tanque modificado fue probado en los terrenos de la fábrica frente a los comandantes militares de la región de Asturias, liderados por el general Zuvillaga. Durante estas pruebas, el vehículo carecía de cajas frontales desmontables, pieza de "ariete" y ametralladoras. Posteriormente, este vehículo fue enviado a Madrid en mayo de 1928 para una segunda prueba que tuvo lugar el día 19 bajo la atenta mirada del teniente coronel Antonio García Pérez, secretario general del Estado Mayor Central, responsable de la supervisión de los centros militares.
Los resultados se consideraron satisfactorios y se le dio al tanque la matrícula 'A.T.M. 2204’ y se incorporó al Ejército. La comisión encargada de supervisar las pruebas concluyó en un informe que “el tanque ligero Trubia, tenía todas las capacidades requeridas a un tanque de su naturaleza” y se ordenó construir uno de los tractores pesados previstos por Ruíz de Toledo y Areces con el sistema de suspensión más grande y motor de 200 CV. Ya en noviembre de 1926, se hicieron planes para equipar una sección dentro del Grupo de Tanques con un número indefinido de tanques Trubia Serie A dependiendo de cuántos podrían estar disponibles en la fábrica de Trubia.
Desafortunadamente, ninguno de estos proyectos se materializaría. Las reformas de Primo de Rivera, que fueron muy impopulares entre los oficiales del Ejército, especialmente los de de artillería, lo que llevó a la disolución de este cuerpo. La artillería había sido hasta entonces responsable de la producción de los Trubia Serie A y otros vehículos militares, y sin su presupuesto y aprobación, el proyecto estaba casi muerto.
El proyecto nunca se canceló oficialmente, pero sin los estímulos y la financiación necesaria se desvaneció. Sin embargo, éste no sería el final de la Trubia Serie A ni de las aventuras de Landesa Domenech y Areces con la producción de tanques y vehículos militares.
Pros:
- El motor se consideró en general como una mejora.
- El espacio y la comodidad en el interior.
- El hecho de que se pudiera acceder al motor desde el interior del depósito.
Contras y recomendaciones:
- La principal desventaja fue el tren de rodadura, que se rompió varias veces.
- Las aspas y soportes del ventilador se rompieron debido a su excesivo peso y tuviern que ser reemplazados por unos de aluminio. Se hicieron cambios para suavizar la brusca parada de las palas cuando el motor se paraba.
- El soporte del ventilador en la parte trasera se cambió de acero fundido a acero forjado.
- Mejoras en la alimentación de combustible.
- La bujía no era satisfactoria y primero fue reemplazada por una Bosch y luego por una K.L.G.
- El sistema de conducción de aire comprimido debía cambiarse por una rueda motriz y pedales.
- Se tuvo que reforzar la estructura principal del tanque por su debilidad. La parte superior del vehículo que soporta las torretas fue de especial preocupación.
- Incorporación de una trampilla abisagrada para la entrada y salida del conductor a la izquierda de la plancha frontal.
- Eliminación del guardabarros.
- Se hicieron recomendaciones para una mejora general a fin de hacer que el tren de rodaduera fuera más duradero.
Los trabajadores de la fábrica que los acompañaban realizaron múltiples reparaciones durante las pruebas y tomaron notas de lo que salió mal. Junto con las recomendaciones oficiales, éstas se utilizarían al regresar a Trubia.
Los cuatro tanques fueron llevados de regreso a Trubia en tren para ser desmontados y al menos uno fue modificado. Los tanques modificados a menudo se denominan "segunda serie" para distinguirlos de los originales. La idea era crear una serie de producción a partir de las lecciones aprendidas.
Un tanque modificado fue probado en los terrenos de la fábrica frente a los comandantes militares de la región de Asturias, liderados por el general Zuvillaga. Durante estas pruebas, el vehículo carecía de cajas frontales desmontables, pieza de "ariete" y ametralladoras. Posteriormente, este vehículo fue enviado a Madrid en mayo de 1928 para una segunda prueba que tuvo lugar el día 19 bajo la atenta mirada del teniente coronel Antonio García Pérez, secretario general del Estado Mayor Central, responsable de la supervisión de los centros militares.
Los resultados se consideraron satisfactorios y se le dio al tanque la matrícula 'A.T.M. 2204’ y se incorporó al Ejército. La comisión encargada de supervisar las pruebas concluyó en un informe que “el tanque ligero Trubia, tenía todas las capacidades requeridas a un tanque de su naturaleza” y se ordenó construir uno de los tractores pesados previstos por Ruíz de Toledo y Areces con el sistema de suspensión más grande y motor de 200 CV. Ya en noviembre de 1926, se hicieron planes para equipar una sección dentro del Grupo de Tanques con un número indefinido de tanques Trubia Serie A dependiendo de cuántos podrían estar disponibles en la fábrica de Trubia.
Desafortunadamente, ninguno de estos proyectos se materializaría. Las reformas de Primo de Rivera, que fueron muy impopulares entre los oficiales del Ejército, especialmente los de de artillería, lo que llevó a la disolución de este cuerpo. La artillería había sido hasta entonces responsable de la producción de los Trubia Serie A y otros vehículos militares, y sin su presupuesto y aprobación, el proyecto estaba casi muerto.
El proyecto nunca se canceló oficialmente, pero sin los estímulos y la financiación necesaria se desvaneció. Sin embargo, éste no sería el final de la Trubia Serie A ni de las aventuras de Landesa Domenech y Areces con la producción de tanques y vehículos militares.