Publicado: Sab May 01, 2021 7:00 pm
por Kurt_Steiner
Prototipo Trubia

A finales del siglo XVIII en Trubia (Asturias), se estableció una fábrica de armas que cobró protagonismo a mediados del siglo XIX y proporcionó municiones y piezas de artillería al Ejército español y las exportó a todo el mundo. En 1925 tres hombres llegsaron a la fábrica para poner en marcha sus ideas para construir un tanque autóctono para el Ejército español. Estos hombres eran el comandante Víctor Landesa Domenech (oficial de artillería adscrito a la fábrica), el capitán Carlos Ruíz de Toledo (comandante a cargo de la Batería de Carros de Asalto de Artillería durante sus primeros enfrentamientos durante la guerra del Rif) y el ingeniero jefe de la fábrica, Rogelio Areces. Ruíz de Toledo sería destinado a la fábrica de armas de Trubia donde convenció al director de la fábrica, Víctor Pérez Vidal, para que autorizara la construcción de un tanque. Pérez Vidal aprobó este emprendimiento y cedió a los tres hombres un antiguo taller (Taller de Escarpa) para que construyeran su tanque.

Los tres hombres trabajarían juntos para idear un diseño de tanque. Dada la falta de información disponible sobre tecnología de tanques, basaron su diseño en lo que consideraron el mejor tanque del arsenal del Ejército español, el Renault FT. El proyecto, que iba a ser liderado por Landesa Domenech, una empresa privada, sin supervisión ni financiación estatal.

Imagen
La única foto conocida del prototipo Trubia, que, en este caso, pasa por encima de una pared de ladrillos. Se desconoce la fecha y el lugar. Tenga en cuenta las torretas superpuestas, el morro frontal y el parecido general con el Renault FT.
https://tanks-encyclopedia.com/prototipo-trubia/

Dadas las circunstancias, el vehículo se parecía mucho al Renault FT, pero había algunas diferencias clave. El tren de aterrizaje era una copia directa del FT, con una gran rueda dentada motriz delantera y una rueda trasera más pequeña a más o menos la misma altura. El blindaje del Renault FT se mejoró ligeramente y tenía 18 mm de grosor. Las láminas utilizadas fueron de acero al cromo-níquel. La construcción y remachado de estos resultó problemático dada la absoluta falta de experiencia.

La torreta fue una de las características más interesantes y distintivas. Las lecciones aprendidas en el norte de África habían demostrado que el Renault FT era extremadamente vulnerable cuando su ametralladora principal se atascaba, ya que no había otras armas con las que defenderse. Por ello, Landesa Domenech y su equipo decidieron equipar el tanque con una segunda ametralladora en la torreta. Su solución resultó en dos torretas superpuestas que se movían de forma independiente y cada una armada con una ametralladora Hotchkiss de 7 mm (ya sea de los modelos M1909, M1914 o M1922). Como consecuencia de la ametralladora adicional, es posible que se agregue un miembro de la tripulación adicional para ocupar el papel de artillero, aunque como habrían estado increíblemente apretados en el interior, esto es poco probable, el comandante probablemente tenga la responsabilidad sobre las dos armas.

La plancha frontal tenía dos características distintivas. El primero era una pequeña placa semicircular unida a una nariz alargada del tanque que actuaba como un ariete para atravesar obstáculos, como paredes y alambre de púas. El segundo es una pequeña extensión en forma de caja para el casco frontal superior que tenía una rendija de visión para el conductor. Frente a esta caja había una puerta con bisagras de dos partes para que el conductor pudiera acceder y salir del tanque. No se sabe a partir de la evidencia fotográfica si la icónica cola trasera del FT permaneció en el prototipo de Trubia, pero dado que se usó en la serie de producción de Trubia, se puede suponer que lo fue. Se utilizó una cola trasera para mejorar las capacidades de cruce de trincheras al facilitar el equilibrio.

Una de las principales mejoras deseadas por los equipos de Landesa Domenech era mejorar la velocidad, el alcance y el rendimiento deficientes del FT mediante la instalación de un motor mejor. Como no había disponible un motor significativamente mejor, se utilizó un motor Hispano-Suiza 40/50 (40-50 CV) de 4 cilindros, ya instalado en los camiones Hispano-Suiza del Ejército.

Una vez terminado el vehículo, en algún momento de 1925, fue trasladado a la Escuela Central de Tiro de Carabanchel, donde se probó y, al parecer, los resultados fueron satisfactorios. En consecuencia, se estableció un presupuesto para la creación de un taller de producción de tanques en la fábrica de Trubia, y se estableció una comisión liderada por Areces y Ruíz de Toledo para viajar por Europa e investigar las innovaciones tecnológicas de tanques que podrían utilizar para una versión en serie mejorada del prototipo.

El prototipo fue trasladado a Asturias donde se exhibió en la Feria de Muestras de Gijón, donde sería visto por el Príncipe de Asturias, Alfonso de Borbón y Battenberg. Poco después de la feria se desmanteló.

La comisión liderada por Areces y Ruíz de Toledo viajaría por Europa y en Alemania, compraría potentes motores nuevos y la suspensión 'Orion'. Estos se utilizarían en una versión mejorada del prototipo oficialmente denominado Carro Ligero de Combate para Infantería Modelo Trubia 75 HP, Tipo Rápido, Serie A, más comúnmente conocido como Modelo Trubia Serie A. Cuatro de estos se construirían y continuarían con sirvió hasta la Guerra Civil española e influyó en muchos otros vehículos de diseño español.

Imagen
Posible aspecto del prototipo Trubia.
https://tanks-encyclopedia.com/prototipo-trubia/