Publicado: Mar Feb 19, 2008 2:20 pm
por Kurt_Steiner
El primero en abandonar la carrera fue el Cavalier: era un fracaso. Su motor Liberty era incapaz de dar las prestaciones previstas. El Centaur evidenció problemas similares ya que, aunque mejorado, su motor era igualmente un Liberty. El porqué después de los fiascos del Covenanter y del Crusader se seguía insistiendo en una planta motriz con casi treinta años de antigüedad es realmente inexplicable. Sin embargo se siguió trabajando sobre el Centaur.

Era el Cromwell, con el nuevo motor Meteor, el que ofrecía las mejores posibilidades de desarrollo. Mientras proseguía el trabajo, varios ejemplares de Cromwell y Centaur fueron enviados a EEUU para probar diferentes plantas motrices y tratar de planificar una producción conjunta, pero el resultado de la misión fue descorazonador. EEUU era más reacio que nunca a trabajar en carros ingleses y prosiguió el desarrollo de las nuevas versiones del Sherman y los carros T-24 y T-26, que entrarían en servicio en 19944 como M-24 Chafee y M-26 Pershing.

Ya más avanzado el desarrollo de ambos carros ingleses, se decidió llevar a cabo unae prueba a fin de obtener una comparativa entre el Cromwell y el Centaur respecto a los, modelos M-4A2 (diesel) y M-4A4 (gasolina) Sherman americano. Los resultados fueron muy claros. En todos los días que duró la prueba se repitió el mismo esquema: los sherman eran los que mejores prestaciones, seguidos por los Cromwell algo más retrasados y los Centaur ... bueno... mejor callarse...

La conclusión fue que mientras los carros americanos tenían una confianza en su funcionamiento del 99%, los vehículos ingleses exigían un mantenimiento demasiado alto, sobre todo el Centaur, que fue considerado no apto para el combate bajo ninguna circunstancia mientras que el Cromwell, con una serie de mejoras. Pese a esto, el gobierno inglés continúa adelante con el proyecto Centaur y se construyeran casi 1500 carros de ese modelo hasta 1944, algo que sólo puede explicarse (otra vez) como un síntoma de estupidez o de corrupción (si no es que se trató de ambas a la vez)

Las trabas burocráticas, por su parte, volvieron a hacer su aparición tras Drácula: tras completar Vickers el desarrollo de su cañón de 75 mm adaptado al montaje del seis libras, el ministerio informó que de todas formas no iba a poder usarse porque nadie había previsto el incremento de peso necesario y el anillo de torre de los Cromwell no había sido modificado en consecuencia, así que después de todo el Cromwell debería armarse con el seis libras cuando todos los mandos en campaña habían exigido una y otra vez un 75 mm. Ambas situaciones (la producción del Centaur y la reducción del armamento previsto) aparejaron durísimas críticas a la política gubernamental, ante las que el gabinete se limitó a hacer oídos sordos. Empero, a la larga sí fue posible el uso del 75 mm en el Cromwell gracias a los esfuerzos de las empresas Leyland y Rolls Royce que llevaron a cabo las modificaciones necesarias para mejorar la torre e incrementar el blindaje del A-27M.