Der zweite Weltkrieg

O suceda como a los Ferdinand en Kursk, y en menor medida a otros carros alemanes que participaron en la batalla. El problema de los Ferdinand, que les costó unas elevadísimas bajas y ser retirados y remodelados cuando ya era tarde, era la total ausencia de armamento de defensa cercana, osea la típica ametralladora instalada en el puesto del operador de radio, junto al conductor (de la coaxial en la torreta ni hablamos, ya que los autopropulsados no tienen torreta). Ante la imposibilidad de autodefensa contra la infantería, y avanzando muy por delante de la infanteria propia que debía apoyar a los blindados, los Ferdinand eran pasto de la infantería soviética, que los inutilizaba a fuerza de minas o rociando las rendijas de ventilación del motor con lanzallamas o a base de cócteles Molotov. Cuando la tripulación del blindado lo abandonaba eran presa fácil del enemigo.

Y es que el peor enemigo de un carro de combate no sólo es otro carro, sino también una buena infantería entrenada en tácticas contracarro.

Saludos.