Publicado: Vie Feb 08, 2008 12:04 am
por Domper
Varias cosas:

La velocidad inicial claro que tiene importancia. No por la precisión, porque la de una pistola (salvo en manos de un experto) es tan pequeña que el que el proyectil tenga más caída o menos, o se vea más afectado o menos por el viento, es anecdótico.

Habitualmente los proyectiles ligeros de alta velocidad causan heridas proporcionalmente más graves de lo que correspondería a su calibre, pero pierden velocidad (y efectividad más rápidamente).

Curiosamente, en Vietnam se apreció que los proyectiles de 7,62 de las pistolas soviéticas eran detenidos con más dificultad por los chalecos blindados, que los de mayor calibre y menos velocidad.

Y no olvidemos que el cartucho de 9 mm Parabellum se considera que tiene poca potencia y por ende escasa capacidad de detención (salvo si se usa con subfusil, porque entonces no te alcanza uno sino siete). Hace unos años el directos de un periódico de Pamplona fue ametrallado con un subfusil con esa munición, recibió media docena de balas, y sobrevivió. En España era más apreciado el 9 mm largo, de potencia intermedia entre el 9 mm Parabellum y el 38.

Respecto a su utilidad. Los soldados de ejércitos "pudientes" tenían tendencia, al menos durante la SGM, a atesorar todo tipo de armamento. Muchos soldados se agenciaban si podían una pistola. Y tal vez tuviera justificación para los usuarios de fusiles de cerrojo, pero para los de fusiles Garand… Recordemos que los dos kilos extra entre pistola y munición (si es la Colt M1911) significa que se lleva menos munición, o menos provisiones, o lo que sea. En la actualidad se suele exigir más seriedad, si un soldado quiere llevar más peso, que no se preocupe, que se lo buscan (munición para armamento colectivo, chalecos blindados, visores y demás).

En el libro "Armas de infantería" (muy recomendable Ian Hoggs citaba a un general inglés que contaba que en una batalla vio a cincuenta hombres heridos o muertos por disparos de pistola. Lo malo es que 49 lo fueron por sus propias armas, y el único enemigo era uno al que el propio general había disparado, y que hubo que rematar con un subfusil.

Insisto en lo dicho previamente, llevar una pistola (y si llevabas mapas, más aún) era identificarte como blanco. Los oficiales, si podían, orillaban sus pistolas y se agenciaban un subfusil o una carabina automática. Los alemanes eran más serios y no había tanto lugar para alegrías, y lo pagaban frente a los francotiradores.

Para acabar, "cuando todo falla, cuando te has quedado sin munición, se te ha encasquillado la subametralladora, o has perdido el fusil por una caída o por una explosión cercana", lo que se necesita es un pañuelo blanco.

Saludos