Der zweite Weltkrieg

Todos los países ocupados por los alemanes entre 1939 y 1945 proporcionarona la Luftwaffecontingentes de mayor o menor importancia. En proporción al tamaño de su pequeña nación, los holandeses fueron probablemente los más numerosos. Esta es la historia de cuatro hombres.

Para hacer frente a la invasión alemana de los Países Bajos el 10 de mayo de 1940 la LVA podría reunir unos 300 aviones, de los cuales 25% eran de combate. PEse a tu escaso tamaño, la aviación militar holandesa ofrece enérgica resistencia a la Luftwaffe. En cinco días de combate, los holandeses perdieron 80 avioness (70% de su fuerza de primera línea) y los alemanes pierden un total de 328 máquinas (1) (incluidos 206 derribados por cañones AA)

VOLUNTARIOS EXTRANJEROS
Cinco años de ocupación siguen a la derrota. Durante este período, un pequeño número de ciudadanos holandeses colabora con los nuevos amos de los Países Bajos. Unos 50.000 voluntarios de los Países Bajos sirven en als fuerzas armadas alemanas, ya sea en el ejército alemán, en las Waffen-SS, la Kriegsmarine o en otros servicios (NSKK, OT, RAD, etc). Sólo una pequeña fracción de estos voluntarios escogió la aviación.

Una lista preparada en 1945 para juzgar a los colaboradores (Strijders en Duitschen Dienst aan het Oostfront) ofrece los nombres de 22 veintidós holandeses que sirven como 'aviadores' (2) Esta lista es, probablemente, incompleta, pues fue preparada apresuradamente poco después de que el país fue liberado y, por tanto, con escasa retrospección. Sin embargo, se acepta que alrededor de una docena de holandeses sirvieron en la Luftwaffe. Se trata de un gran contingente para una nación de Europa occidental.

Se puede decir que los ciudadanos de los Países Bajos poseen una "carta de triunfo" pues fueron vistos como una raza germánica y pueden inscribirse sin problemas en las unidades como las Waffen-SS. La Luftwaffe, sin embargo, por su parte, es más reservada y poco dispuesta a poner sus máquinas en las manos de los extranjeros. Es demasiado fácil para un candidato a desertar de la posesión de un moderno avión o para llegar a los países neutrales. Esta opinión fue intransigente a ser más flexibles en el curso de la guerra. Las pérdidas de la aviación alemana prueban cómo se pueden encontrar estonios, letones, rusos, noruegos, daneses, franceses, belgas y otros en unidades de combate, y que, a pesar de las deserciones al final de la guerra, queda claroes claro que la mayor parte de estos voluntarios extranjeros murieron junto a sus colegas alemanes antes de la desintegración definitiva del III Reich.

Las razones por las cuales los voluntarios extranjeros eligieron para servir en la Luftwaffe son fáciles de entender: deseo de aventura, idealismo, amor a volar, fascinación con la tecnología moderna, convicciones políticas e incluso como una profesión (que puede haber sido visto como la formación y la preparación para una carrera después de la guerra en la aviación civil). Otro elemento importante era el temor de acabar como infantería en el frente oriental. Esta fue la suerte de la mayoría de estonios, letones y franceses de Alsacia - Lorena que fueron automáticamente enrolados en la Wehrmacht.