Publicado: Lun Oct 12, 2020 9:11 pm
por Kurt_Steiner
El 30 de noviembre de 1939, las fuerzas soviéticas cruzaron la frontera finlandesa y comenzaron lo que pronto se conocería como La Guerra de Invierno (Talvisota). El Ejército Rojo inició la campaña con más de 2.500 tanques de varios tipos. Finlandia, por su parte, sólo tenía 32 Renault FT obsoletos, 26 tanques Vickers de 6 toneladas (todos sin armas) y dos tanques de entrenamiento, un Vickers-Carden-Loyd Modelo 1933 y un Vickers-Carden-Loyd Mk VI *. Además de más de 2.500 tanques, el Ejército Rojo soviético desplegó más de 425.500 hombres y la mitad de su Fuerza Aérea. Las probabilidades estaban abrumadoramente a favor de los soviéticos y parecía que Finlandia, con su fuerza de tanques casi inexistente, un ejército de 250,000 hombres y solo 20 días de suministros operativos, tenía los días contados.

Utilizando su conocimiento del territorio, estrategia, puntería y otras ventajas tácticas, los finlandeses lograron no sólo frenar el avance soviético, sino que paralizarlo e incluso eliminaron varias divisiones (como en la legendaria batalla de Suomussalmi). Debido a los superioridad numérica y la potencia de fuego de los soviéticos, la única táctica real de los finlandeses fue rodear y cortar las formaciones soviéticas para destruir los elementos aislados. Estas tácticas pronto se conocieron como "Motti" (una palabra finlandesa para un tamaño de corte de madera) y permitió a los fineses administrar eficazmente sus fuerzas y derrotar sistemáticamente a fuerzas soviéticas mucho más grandes que las suyas.

Los tanques finlandeses fueron usados en la ahora infame Batalla de Honkaniemi. Al utilizar los únicos tanques operativos en el inventario finlandés, la 4a Compañía del Panssaripataljoona (Batallón de Tanques) se desplegó con 13 Vickers de 6 toneladas (que habían sido armados rápidamente con Bofors de 37 mm adaptados para ser usados en los taques) para ayudar a retomar el área. Desafortunadamente, la operación fue un desastre. Sólo 8 tanques lograron llegar al punto de partida en condiciones operativas; luego la artillería finlandesa bombardeó sus propias fuerzas, luego el ataque se reprogramó, siendo finalmente lanzado a las 06.15 horas del 26 de febrero. Una combinación de tripulaciones de tanques sin experiencia, la falta de entrenamiento en coordinación de blindados e infantería, comunicaciones deficientes y las superiores fuerzas enemigas condenaron el ataque al fracaso. El resultado fue la pérdida de los 8 tanques, así como 1 tripulante muerto, 10 heridos y 8 desaparecidos.

La guerra llegó a su fin el 13 de marzo de 1940, y los finlandeses lograron mantener a raya a los soviéticos durante más de 105 días. Sin embargo, en última instancia, las probabilidades eran demasiado y tuvieron que ceder a las demandas de los soviéticos.

Finlandia aprendió muchas lecciones del desastre de Honkaniemi. Por ello se desarrollaron mejores tácticas y se reforzó la cooperación entre blindados e infantería; asimismo, el Batallón Blindado fue reorganizado. También habían adquirido cerca de 200 tanques de varios tipos como botín de guerra durante su lucha con la URSS. Muchos de ellos fueron reparados y puestos nuevamente en servicio.

Finalmente Finlandia,por las promesas de recuperar su territorio perdido, se alió con Alemania, participando en la invasión de la URSS. El 26 de junio de 1941, Finlandia declaró la guerra a la URSS en respuesta a los bombardeos de los aviones soviéticos de sus aeródromos. Poco después de que los finlandeses lanzaran su ofensiva y el Batallón Blindado ayudara a abrir el camino a través de Karelia Oriental, la campaña se detuvo después de lograr sus objetivos en diciembre de ese año. Las fuerzas blindadas jugaron un papel crucial en la captura de Petrozavodsk (rebautizada como Äänislinna), al ayudar a cortar la retirada de las fuerzas soviéticas.

Mientras el Batallón Blindado apoyaba el asalto finlandés de Karelia Oriental, la mayor parte del ejército finlandés estaba recuperando su antiguo territorio perdido. Las tácticas soviéticas consistían en mantener líneas consecutivas de fuerza creciente para desgastar el avance finlandés, mientras que los finlandeses contraatacaban con "infiltraciones" a gran escala a través de los densos bosques para aparecer en los flancos o detrás de las líneas soviéticas. Un mes después de que los finlandeses lanzaran su asalto al istmo de Carelia, la bandera finlandesa ondeaba de nuevo sobre la antigua capital de la región, Viipuri. A finales de septiembre, los finlandeses habían recuperado todo el territorio perdido anterior, así como algunas áreas más estratégicas en el istmo, antes de adoptar una postura defensiva. El mariscal de campo Mannerheim ordenó el cese de todas las operaciones ofensivas de los finlandeses el 6 de diciembre de 1941.

Se agregaron más tanques al inventario finlandés y pronto el Batallón Blindado fue lo suficientemente grande como para expandirse hasta el tamaño de una Brigada (10 de febrero de 1942), que incluía tanques como el KV-1 y los primeros T-34.